Read Atlantis - La ciudad perdida Online
Authors: Greg Donegan
—La de encima es de la puerta de Angkor Kol Ker. Las otras del Triángulo de las Bermudas y de las restantes puertas distribuidas alrededor del mundo.
Dane examinó la primera fotografía. Era una imagen de satélite de Camboya. En el centro había un triángulo negro y sólido de diez kilómetros por lado. Estaba situado en el centro norte del país, en lo más profundo de la casi impenetrable selva.
—Todas las puertas tienen ahora la misma forma y un tamaño estable —explicó Foreman—. Este triángulo negro es reciente y no sabemos qué significa. No tenemos constancia de nada parecido en nuestros archivos. Ningún equipo de toma de imágenes es capaz de penetrarlo. Los de vigilancia de tierra que observan las puertas dicen que la niebla se ha fusionado en esa masa negra y sólida. Los sensores remotos que hemos enviado en vehículos dirigidos por control remoto, ya sea por tierra, mar o aire, en cuanto entran en la negrura dejan de transmitir. Y nunca vuelven a salir, aunque estén programados para hacerlo.
»Los rusos (y esto es confidencial, como todo lo que hemos discutido) enviaron un comando a una de las puertas de su territorio cerca de Tunguska. No ha vuelto y se cree que ha muerto.
»Me temo que, aunque hemos detenido la propagación, ha durado lo suficiente como para permitir que esa cosa, sea lo que sea, se haya introducido en nuestro planeta por cada una de las puertas. Eso es algo que nunca había ocurrido antes.
—Que nosotros sepamos —añadió Sin Fen.
—Eso significa que están esperando —dijo Dane.
—¿Están? —preguntó Foreman.
—La Sombra.
—¿Para qué? —preguntó Sin Fen.
—Para volver a atacar—respondió Dane.
FIN