Mi vida en la formula uno (46 page)

BOOK: Mi vida en la formula uno
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Fue una escena bastante molesta, indigna de un Campeón Mundial, un incidente que le costó a Michael muchos puntos de afecto. Realmente bajó mucho en la estima de todos los que testificamos la confrontación.

En Monza, Italia, fue el turno de Ferrari de lograr un 1-2 para el deleite de todos los ruidosos
tifosi;
pero después, en Nürburgring, Mika Hakkinen, al fin, pudo hacer esbozar una sonrisa a todos los jefes de Mercedes Benz con una de sus mejores carreras, asegurando llegar a la última carrera en Suzuka, Japón, con cuatro puntos de ventaja sobre Schumacher.

Pasó todo un mes entre las carreras en lugar de las dos semanas habituales y, por lo tanto, la agonía se alargó para todos. ¡La presión era patente! Mika siempre había sido muy bueno en estas situaciones, pero, aun así, admitió estar nervioso la mañana de la carrera y se veía un poco preocupado. Estaba segundo, atrás de ‘Schumi’ en la línea frontal y, después de haber manejado todo un año casi sin errores, estaba completamente decidido a que ese día no sería nada diferente. Incluso si sólo terminaba en segundo, lo cual era todo lo que necesitaba para ganar el título, creía que estaba programado para ganar.

Al inicio de la carrera Michael ahogó su Ferrari y tuvo que ir a la cola de la parrilla, ¡de más está decir que Mika se sentía destrozado por él! Parecía que el guión de la carrera lo había escrito McLaren, exceptuando el hecho de que Coulthard no alcanzó a ganarle a Irvine el segundo lugar. ‘Schumi’ produjo otra carrera memorable que lo puso en el tercer lugar después de las primeras paradas, sólo para sufrir un neumático trasero reventado que lo forzó a abandonar. Tomó la derrota con dignidad, felicitando a Mika y al equipo diciendo que todos nos merecíamos el campeonato, pero añadió que si no hubiera tenido problemas, la carrera habría sido suya. ¡Estaba casi igual de decepcionado por no ganar ese día que por perder el campeonato!

Caminé junto a Mika después de la conferencia de prensa hacia nuestros fosos: estaba completamente extasiado y delirante de felicidad. Todavía no podía creerlo, aunque sabía que ya era campeón en las últimas 20 vueltas, cuando Michael tuvo la falla en su neumático, y comenzó a cantar en la cabina.

Como le había contado a Ayrton Senna hacía muchos años, le dije: "Te vas a dar cuenta en la mañana cuando el camarero te lleve al cuarto los periódicos de la mañana". Mika dijo que Damon Hill le había dicho en el podio de Japón, en 1996: "Cuando llegue tu turno te darás cuenta de lo maravilloso que es el sentimiento". Mika añadió: "Después de mi choque mi vida cambió un poco, creo que me volví una mejor persona, ¿volverá a cambiar esto?". Le dije que sólo cambiaría para bien, que ahora iba a ser una persona muy ocupada, pero que lo disfrutara y lo aprovechara al máximo: "Es tú momento, te lo merecías y trabajaste duro para alcanzarlo". Pero Mika realmente nunca lo aprovechó al máximo, él no era ese tipo de persona, incluso cuando repitió al año siguiente y el clima económico era el correcto en la Fórmula Uno. Nunca fue una persona súper ambiciosa, era un hombre nada complicado con una naturaleza maravillosa, una sonrisa reveladora y amable y con un nombre que podía venderse mucho.

Después de la carrera se dieron las fotos de grupo normales, bebidas, empapadas, apretones de manos, abrazos, llamadas telefónicas y demás. Se trajo champaña para todos los mecánicos que estaban sentados junto a los autos y las cajas platicando, recordando viejos tiempos y en general relajándose, no sólo de otra carrera agotadora sino también de la presión acumulada a lo largo de una sequía de siete años y que ahora se había aliviado súbitamente. Habíamos pasado tres años sin ninguna victoria, pero ahora habíamos conquistado al mundo, con el mejor resultado y nueve victorias en el año. El sentimiento es indescriptible, a menos de que ya lo hayas hecho antes, pero realmente no hay nada como eso.

¡En ese momento llegó el jefe del equipo y les gritó a todos que se enderezaran y comenzaran a trabajar para preparar un auto para pruebas de neumáticos el martes! Los habíamos estado probando con un auto y teníamos todo un día completo para prepararlo, ¡el trabajo lo podíamos hacer parados de cabeza en medio día! Fue la demostración más exagerada de megalomanía y abuso de autoridad que he escuchado en toda mi vida, algunos aventaron sus copas de champaña al piso con enojo. Yo estaba bastante molesto cuando lo escuché e intenté contrarrestar la orden, pero ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho. Los mecánicos se sintieron justificadamente ofendidos: ¿acaso éstas iban a ser todas las gracias que les iban a dar por los siete años de trabajo arduo que habían culminado en el mayor logro de las carreras de autos?

Me pregunto si incidentes como éstos son los que hacen que McLaren de la impresión a la gente de fuera de ser una organización de tipo militar, donde se impone la disciplina sin importar los sentimientos y emociones humanas. Pero puedo asegurarles que no siempre había sido así. Lejos de ellos, con algunas excepciones notables, siempre ha sido un ambiente muy cercano y amigable donde los valores humanos eran de la mayor importancia.

El Gran Premio japonés de 1998 fue una carrera tan importante para Mercedes Benz que toda la gente involucrada estaba ahí. Esa noche hicieron todo lo posible por reservar un cuarto en el maravilloso hotel del circuito de Suzuka con una muy buena cena para celebrar haber librado el último obstáculo. Terminó por parecer un funeral: ninguno de los mecánicos del equipo estaban ahí y yo me sentía bastante enojado. Ron Dennis se me acercó y me dijo: "¿Qué es lo que te pasa, tú no te portas así en este tipo de situaciones, y dónde están todos los chicos?". Le expliqué las circunstancias y sintió que nuestra actitud estaba justificada, pero ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto así que me dijo que era mejor que me olvidara y me divirtiera. Nadie sabía mejor que Ron lo mucho que siempre me ha gustado festejar. Me senté y comencé a beber para entrar al ambiente fiestero. Los discursos aburridos comenzaron y Bob McMurray, Peter Burns y los chicos y chicas de marketing me insistieron en levantarme y dar un discurso acerca de la atmósfera sombría y la ausencia de los mecánicos. Me sentí tentado, pero después me di cuenta de que tal vez iba a terminar por decir algo de lo que me hubiera arrepentido al día siguiente, así que me levanté y dejé la habitación.

Fui a la Cabaña Rog (conocida como Log debido a la dificultad de los japoneses para pronunciar la R) para unirme a los mecánicos y el resto del circo. Éste es el lugar donde todo mundo termina la noche bebiendo y cantando karaoke en las diferentes cabinas alrededor del bar principal. De momento pensé que era una muy buena idea colarme en la cabina de Ferrari cantando
We Are the Champions
(Somos los campeones), pero tan pronto como terminé la primera oración me tiraron al suelo los dos Schumacher, Ross Brawn, Nigel Stepney, Eddie Irvine, Stefano Domenicali y otros, ¡y rompieron mi camisa en cachitos! Pero el sentimiento de satisfacción valió la pena de pagar otra camisa Boss.

La temporada de 1999 comenzó con McLaren y Ferrari como los contendientes principales al título, y Mika enfrentándose a la difícil tarea de defenderlo, algo que siempre es más difícil que obtenerlo la primera vez, como bien pueden decir todos los campeones, ya que sólo unos cuantos lo han logrado. Así que mientras Mika se embarcaba en su mayor prueba, nuestro equipo de diseño y administración decidió construir un MP4/14 completamente nuevo, lo que siempre me produjo escalofríos. El MP4/13 fue nuestro mejor auto durante años. Todo lo que necesitábamos era desarrollarlo aún más, mejorar sus buenos puntos y quitarle los malos. Pero no, McLaren nunca hacía nada a medias, siempre hizo grandes cambios y yo sabía que era cosa de tiempo para que esta política agarrara desprevenido al equipo. Afortunadamente 1999 no fue uno de esos años.

Llegamos a Melbourne y nos quedamos estupefactos al darnos cuenta de que nuestro nuevo MP4/14 era un segundo completo más rápido que los Ferrari y llenaba la primera línea. No obstante, la emoción duró poco tiempo cuando nuestros dos autos tuvieron problemas y le dieron al Ferrari de Eddie Irvine su primera victoria después de que Schumacher tuvo que empezar hasta atrás debido a que se le ahogó el auto en la vuelta de desfile. En Interlagos, nuestra clasificación fue la misma que en Melbourne: un segundo más rápido que los Ferrari, pero con el héroe local Rubens Barrichello metiendo su Stewart-Ford en medio. Coulthard se quedó en la salida con problemas del embrague, Rubinho decepcionó al público con un motor descompuesto y Mika ganó la carrera con Schumacher siguiéndole en segundo lugar.

Llegamos a Europa y en Imola, de nuevo, todo lo que Michael Schumacher podía ver frente a él eran los McLaren, aunque no tan lejos como la vez anterior. Hakkinen estuvo a la cabeza aumentando su ventaja durante las primeras 17 vueltas hasta que hizo el primero de sus dos grandes errores en 1999 y chocó frente a los fosos, un accidente estúpido que también pudo haber sido muy costoso. Schumacher ganó, David llegó en segundo lugar y los Ferrari iban a la cabeza de la lucha por el campeonato.

Fuimos a Mónaco con la terrible noticia de la pérdida de un amigo y gran personaje del circo de la Fórmula Uno: Harvey Postlethwaite había muerto de un ataque al corazón en una prueba en Barcelona. En ese entonces, Harvey lideraba la preparación de un paquete motor-chasis para que Honda entrara en el Campeonato Mundial, proyecto que fue abortado tras su muerte. Fue uno de los grandes diseñadores que cubrieron muchas eras. ‘Doc’, como todo mundo le llamaba, diseñó el primer Hesketh 308 ganador en manos de James Hunt y el Wolf WR1 en el que Jody Scheckter ganó la primera carrera de la temporada de 1977. También fue el hombre detrás del título de constructores para Ferrari en 1982 y 1983 e inventó la trompa con ‘bigotes’ en el Tyrrell, que después todos copiaron. Durante su estancia en Ferrari me pidió varias veces que fuera a trabajar con él. Solía decirme: "¡Te haremos un contrato para que cuando te vayas no tengas que volver a trabajar!". Nunca supe si lo que quería decirme era que iba a ser tan rico que nunca tendría que hacerlo, ¡o tal vez que estaría tan acabado que no podría hacerlo!

En Mónaco, Hakkinen continuó con su acostumbrada Posición de Privilegio con Schumacher y Coulthard siguiéndolo. Al inicio, Schumacher tuvo una mejor largada y después Mika perdió tiempo en Mirabeau y los dos Ferrari se fueron a la cabeza. Pero en Barcelona fuimos intocables y acabamos 1-2, por lo que al menos Hakkinen iba segundo en el campeonato.

De regreso al otro lado del Atlántico, en Montreal, Michael chocó cuando iba al frente y Mika ganó y se puso de líder del campeonato. En Magny-Cours las condiciones húmedassecas hicieron de las calificaciones una lotería con ambos rivales, Michael y Mika, terminando en sexto y decimocuarto lugar. Mika hizo una carrera fantástica, también seca-húmeda hasta que fue a la cabeza, pero nos sorprendió la increíble estrategia de una parada del Jordan de Frentzen que le hizo ganar la carrera, y Mika aumentó su ventaja en el campeonato con un segundo sitio.

En Silverstone, Mika sacó una vez más la Posición de Privilegio, teniendo junto a Michael, quien hizo un mal arranque y vio cómo se alejaban los dos McLaren e Irvine frente a él; intentó desesperadamente rebasar por dentro al Ferrari de Irvine. Eddie no se lo facilitó, posiblemente porque sabía que sus días en Ferrari estaban contados, y Michael bloqueó todo al entrar a la curva
Stowe,
terminando en la pared de neumáticos con una pierna rota. Irónicamente, mientras sucedía todo esto, se mostró la bandera roja porque varios autos estaban detenidos en la línea de salida. Ya fuese porque Michael estaba viendo mucho rojo en el Ferrari de Eddie y eso le impidió advertir las banderas, o que el equipo Ferrari olvidó pasarle el mensaje, de cualquiera forma, Michael iba a estar fuera de acción durante algunas semanas.

Esto sólo nos dio un poco de espacio para respirar ya que Eddie Irvine estaba en muy buena forma y ocupaba el segundo lugar en el campeonato. Tenía el mismo número de puntos que Michael, tras una carrera en la que Mika se salió y David Coulthard ganó, para placer de la concurrencia británica y del equipo. Como siempre en Silverstone, David ofreció una gran fiesta alrededor de su casa rodante para el equipo y amigos. Esta vez había hecho una escultura de hielo de una mujer con diferentes perforaciones a través de las cuales fluía un abastecimiento constante de vodka Finlandia (uno de nuestros patrocinadores). ¡Había un premio para la forma más ingeniosa y atrevida de beberse el licor!

Hubo casi un desastre para nosotros en el A1-Ring de Austria, cuando se tocaron los dos McLaren, que habían comenzando desde la primera fila. David se mantuvo a la cabeza pero Mika iba justo atrás. Una mejor estrategia por parte del Ferrari de Irvine, le dio el primer lugar, con Coulthard en segundo, y el buen manejo de Mika le dio el último lugar en el podio, ¡tal vez no muy contento con su compañero de equipo!

El desastre que no sucedió en Austria ocurrió en Alemania. Mika iba a la cabeza habiendo arrancado en su acostumbrada PP y tuvo una explosión masiva en un neumático trasero, lo que ocasionó que se estrellara violentamente. Coulthard chocó con Mika Salo (quien reemplazaba a Schumacher en el Ferrari), por lo que tuvo que parar en los fosos por una nueva nariz del auto y Salo eventualmente quedó a la cabeza de la carrera, permitiéndole después a Irvine rebasarlo para un 1-2 de Ferrari, lo que dejó a Irvine como líder del campeonato.

Muchas personas pensaron que tal vez McLaren se relajaba un poco, mientras Michael estaba en el hospital, pero no podían haber estado más equivocados. Nunca te relajas en este negocio, porque no sabes lo te espera al doblar la esquina, y todo aquel que esté en la punta te dirá lo mismo. El Ferrari de Irvine no ganó esas últimas dos carreras: McLaren las perdió.

Nos recuperamos bellamente con un 1-2 en Hungría, aunque Eddie no desapareció y llegó en tercero. En Spa, Bélgica, un favorito de McLaren, obtuvimos de nuevo la Posición de Privilegio pero en una situación apretada en la cerrada curva de
La Source,
David sacó la mejor parte y corrió sin oposición hacia la bandera. Mika llegó en segundo lugar, pero esta vez no estaba nada contento, ya que pensó que las órdenes del equipo debieron haber impedido que David ganara, porque era obvio que Mika era la mejor opción de McLaren. David lo vio de otra forma y ya había probado en Austria que él no estaba jugando y estaba dispuesto a aceptar el reto. Nunca había sido el mejor del mundo en las calificaciones, pero en condiciones de carrera era tan bueno como el mejor y con esta victoria también estaba de regreso en la batalla por el título.

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