Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition) (23 page)

BOOK: Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition)
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Galerías

1

En el azul la banda

de unos pájaros negros

que chillan, aletean y se posan

en el álamo yerto.

...En el desnudo álamo,

las graves chovas quietas y en silencio,

cual negras, frías notas

escritas en la pauta de febrero.

2

El monte azul, el río, las erectas

varas cobrizas de los finos álamos,

y el blanco del almendro en la colina,

¡oh nieve en flor y mariposa en árbol!

Con el aroma del habar, el viento

corre en la alegre soledad del campo.

3

Una centella blanca

en la nube de plomo culebrea.

¡Los asombrados ojos

del niño, y juntas cejas

—está el salón oscuro—de la madre!...

¡Oh cerrado balcón a la tormenta!

El viento aborrascado y el granizo

en el limpio cristal repiquetean.

4

El iris y el balcón.

Las siete cuerdas

de la lira del sol vibran en sueños.

Un tímpano infantil da siete golpes

—agua y cristal—.

Acacias con jilgueros.

Cigüeñas en las torres.

En la plaza,

lavó la lluvia el mirto polvoriento.

En el amplio rectángulo ¿quién puso

ese grupo de vírgenes risueño,

y arriba ¡hosanna! entre la rota nube,

la palma de oro y el azul sereno?

5

Entre montes de almagre y peñas grises,

el tren devora su raíl de acero.

La hilera de brillantes ventanillas

lleva un doble perfil de camafeo,

tras el cristal de plata, repetido...

¿Quién ha punzado el corazón del tiempo?

6

¿Quién puso, entre las rocas de ceniza,

para la miel del sueño,

esas retamas de oro

y esas azules flores del romero?

La sierra de violeta

y, en el poniente, el azafrán del cielo,

¿quién ha pintado? ¡El abejar, la ermita,

el tajo sobre el río, el sempiterno

rodar del agua entre las hondas peñas,

y el rubio verde de los campos nuevos,

y todo, hasta la tierra blanca y rosa

al pie de los almendros!

7

En el silencio sigue

la lira pitagórica vibrando,

el iris en la luz, la luz que llena

mi estereoscopio vano.

Han cegado mis ojos las cenizas

del fuego heraclitano.

El mundo es, un momento,

transparente, vacío, ciego, alado.

Galleries

1

In the blue a band

of a few black birds

that shriek, flap their wings, and alight

on a stiff poplar tree.

In the naked grove

the grave jackdaws still and in silence

like cold black notes

written on a February staff.

2

The blue mountain, the river, the erect

coppery staffs of slender aspens

and the white of the almond tree on the hill,

O flowering snow and butterfly on the tree!

With the aroma of bean plants, the wind

runs in the joyful solitude of the fields!

3

A white spark of lightning

wriggles in the leaden cloud like a snake.

The astonished eyes

of the child, and the joined eyebrows

(the room is dark) of the mother!

O balcony closed to the tempest!

The gusty wind and hail

chime on the clean pane.

4

Rainbow and balcony.

The seven strings

of the sun’s lyre vibrate in dreams.

A child’s kettledrum strikes seven times

—water and crystal—.

Finches in acacia trees.

Storks on the towers.

In the plaza

rain has washed the dusty myrtle.

Who put his group of smiling virgins

in the spacious square,

and above—hosanna!—in the broken cloud

a golden palm and the serene blue?

5

Between red ocher mountains and gray cliffs

the train devours its steel rail.

The line of brilliant windows

has a cameo in double profile

seen through the silver pane and repeated.

Who has pierced the heart of time?

6

Who placed between the ashen rocks,

for the honey of dream,

those genistas of gold

and those blue rosemary flowers?

Who painted the violet mountains

and the saffron of the sky in the sunset?

The beehive, the hermitage,

the gorge above the river, the eternal

rolling of water between great boulders,

the blond greenness of the new fields,

and all, even the white pink ground

at the foot of the almond trees!

7

In the silence the Pythagorean harp

goes on vibrating,

the rainbow in the light, the light flooding

my useless stereoscope.

The ashes of Heraclitean fire

have deadened my eyes.

The world is in one moment

transparent, empty, blind, winged.

Canciones de tierras altas

1

Por la sierra blanca...

La nieve menuda

y el viento de cara.

Por entre los pinos...

con la blanca nieve

se borra el camino.

Recio viento sopla

de Urbión a Moncayo.

¡Páramos de Soria!

2

Ya habrá cigüeñas al sol,

mirando la tarde roja,

entre Moncayo y Urbión.

3

Se abrió la puerta que tiene

gonces en mi corazón,

y otra vez la galería

de mi historia apareció.

Otra vez la plazoleta

de las acacias en flor,

y otra vez la fuente clara

cuenta un romance de amor.

4

Es la parda encina

y el yermo de piedra.

Cuando el sal tramonta,

el río despierta.

¡Oh montes lejanos

de malva y violeta!

En el aire en sombra

sólo el río suena.

¡Luna amoratada

de una tarde vieja,

en un campo frío,

más luna que tierra!

6

¡Cuántas veces me borraste,

tierra de ceniza,

estos limonares verdes

con sombras de tus encinas!

¡Oh campos de Dios,

entre Urbión el de Castilla

y Moncayo el de Aragón!

7

En Córdoba, la serrana,

en Sevilla, marinera

y labradora, que tiene

hinchada, hacia el mar, la vela;

y en el ancho llano

por donde la arena sorbe

la baba del mar amargo,

hacia la fuente del Duero

mi corazón—¡Soria pura!—

se tornaba... ¡Oh, fronteriza

entre la tierra y la luna!

¡Alta paramera

donde carre el Duero niño

tierra donde está su tierra!

8

El río despierta.

En el aire obscuro,

sólo el río suena.

¡Oh canción amarga

del agua en la piedra!

...Hacia el alto Espino

bajo las estrellas.

Sólo suena el río

al fondo del valle,

bajo el alto Espino.

9

En medio del campo,

tiene la ventana abierta

la ermita sin ermitaño.

Un tejadillo verdoso.

Cuatro muros blancos.

Lejos relumbra la piedra

del áspero Guadarrama.

Agua que brilla y no suena.

En el aire claro,

¡los alamillos del soto,

sin hojas, liras de marzo!

10 IRIS DE LA NOCHE

A D. Ramón del Valle-Inclán

Hacia Madrid, una noche,

va el tren par el Guadarrama.

En el cielo, el arco iris

que hacen la luna y el agua.

¡Oh luna de abril, serena,

que empuja las nubes blancas!

La madre lleva a su niño,

dormido, sobre la falda.

Duerme el niño y, todavía,

ve el campo verde que pasa,

y arbolillos soleados,

y mariposas doradas.

La madre, ceño sombrío

entre un ayer y un mañana,

ve unas ascuas mortecinas

y una hornilla con arañas.

Hay un trágico viajero,

que debe ver cosas raras,

y habla solo y, cuando mira,

nos borra con la mirada.

Yo pienso en campos de nieve

y en pinos de otras montañas.

Y tú, Señor, por quien todos

vemos y que ves las almas,

dinos si todos, un día,

hemos de verte la cara.

Highland Songs

1

Through the white sierra

very fine snow

and wind in your face.

Between the pines

the white snow

erases the road.

A harsh wind is blowing

from Urbión to Moncayo.

High wasteland of Soria!

2

By now storks must be in the sun,

watching the red afternoon

between Moncayo and Urbión.

3

The door with hinges

in my heart has opened,

and again the gallery

of my history appeared.

Again the tiny plaza

of acacias blossoming,

and again the bright fountain

recounts a love ballad.

4

It is the brown oak

and stone wasteland.

When the sun goes down

the river wakens.

O remote mountains

of mauve and violet!

In the darkening air

only the river sounds.

Lavender moon

of an old afternoon,

in the cold country

more moon than earth!

6

How often you blinded me,

land of ashes,

to these green lemon groves

with your oak shadows!

O fields of God

between Urbión of Castilla

and Moncayo of Aragón!

7

In Córdoba the highlands,

in Sevilla the maritime

and the farmlands

whose sail swells to the sea;

and in the broad flatland

where the sand sucks down

the dribble of a bitter sea,

toward the source of the Duero

my heart floats back.

Pure Soria, O borderland

between earth and moon!

High tableland

where the child Duero runs,

land where her land is!

8

The river awakens

in the dark air.

Only the river sounds.

O bitter song

of water and stone!

Toward high Espino

below the stars.

Only the river sounds

at the bottom of the valley

below high Espino.

9

In the middle of the plain

the hermitage without a hermit

keeps a window open.

A greenish tiled roof

and four white walls.

Far away glints the rock

of harsh Guadarrama.

Water shining but no sound.

In the lucid air

the young poplars leafless

in a grove. Lyres in March!

10 NIGHT RAINBOW

to don Ramón del Valle-Inclán

One night through the Guadarrama mountains

the train winds toward Madrid.

In the sky the rainbow

formed by the moon and water.

O April moon, serene,

driving the white clouds!

The mother holds her boy

sleeping on her lap.

The boy sleeps, and still

sees the green fields go by,

the little sunlit trees

and yellow butterflies.

The mother, her dark frown

between a day ago and a day to come,

sees some dying embers

and an oven with spiders.

There’s a tragic passenger

who must see strange things

and talks to himself, and when he looks up

erases us with his glance.

I think of fields of snow

and pines of other mountains.

And you, Lord, through whom we all

see and who sees our souls,

tell us if one day

we all are to see your face.

Canciones

1

Junto a la sierra florida,

bulle el ancho mar.

El panal de mis abejas

tiene granitos de sal.

2

Junto al agua negra.

Olor de mar y jazmines.

Noche malagueña.

3

La primavera ha venido.

Nadie sabe cómo la sido.

4

La primavera ha venido.

¡Aleluyas blancas

de los zarzales floridos!

5

¡Luna llena, luna llena,

tan oronda, tan redonda

en esta noche serena

de marzo, panal de luz

que labran blancas abejas!

6

Noche castellana;

la canción se dice,

o, mejor, se calla.

Cuando duerman todos,

saldré a la ventana.

7

Canta, canta en clara ritmo,

el almendro en verde rama

y el doble sauce del río.

Canta de la parda encina

la rama que el hacha corta

y la flor que nadie mira.

De los perales del huerto

la blanca flor, la rosada

flor del melocotonero.

Y este olar

que arranca el viento mojado

a las habares en flor.

8

La fuente y las cuatro

acacias en flor

de la plazoleta.

Ya no quema el sol.

¡Tardecita alegre!

Canta, ruiseñor.

Es la misma hora

de mi corazón.

9

¡Blanca hospedería,

celda de viajero,

con la sombra mía!

10

El acueducto romano

—canta una voz de mi tierra—

y el querer que nos tenemos,

chiquilla, ¡vaya firmeza!

11

A las palabras de amor

les sienta bien su poquito

de exageración.

12

En Santo Domingo,

la misa mayor.

Aunque me decían

hereje y masón,

rezando contigo,

¡cuánta devoción!

13

Hay fiesta en el prado verde

—pífano y tambor—.

Con su cayado florido

y abarcas de oro vino un pastor.

Del monte bajé

sólo por bailar con ella;

al monte me tornaré.

En los árboles del huerto

hay un ruiseñor;

canta de noche y de día,

canta a la luna y al sol.

Ronco de cantar:

al huerto vendrá la niña

y una rosa cortará.

Entre las negras encinas

hay una fuente de piedra,

y un cantarillo de barro

que nunca se llena.

Por el encinar.

con la blanca luna,

ella volverá.

14

Contigo en Valonsadero,

fiesta de San Juan,

mañana en la Pampa,

del otro lado del mar.

Guardamé la fe,

que yo volveré.

Mañana seré pampero,

y se me irá el corazón

a orillas del Alto Duero.

15

Mientras danzáis en corro,

niñas, cantad:

Ya están los prados verdes,

ya vino Abril galán.

A la orilla del río,

por el negro encinar,

sus abarcas de plata

hemos visto brillar.

Ya están los prados verdes,

ya vino Abril galán.

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