Read Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition) Online
Authors: Antonio Machado
Más fuerte que la guerra—espanto y grima—
cuando con torpe vuelo de avutarda
el ominoso trimotor se encima
y sobre el vano techo se retarda,
hoy tu alegre zalema el campo anima,
tu claro verde el chopo en yemas guarda.
Fundida irá la nieve de la cima
al hielo rojo de la tierra parda.
Mientras retumba el monte, el mar humea,
da la sirena el lúgubre alarido,
y en el azul el avión platea,
¡cuán agudo se filtra hasta mi oído,
niña inmortal, infatigable dea,
el agrio son de tu rabel florido!
More powerful than the war—its terror and crime,
when with the giant bustard’s torpid flight
the ominous trimotor starts to climb
and over rooftops hovers in bleak fright—
today your cheerful salaam fires the plains,
the poplars guard your bright transparent green
in buds. The melting snow from high terrains
will flood red ice on lands gone drab and mean.
While mountains rumble and the oceans fume,
a siren wails alarm in deadly gloom
and the plane silvers a blue firmament;
untiring goddess, floating through the sphere,
immortal child, the wind stabs in my ear,
sounding your blooming rebec’s harsh lament.
¡Ya su perfil zancudo en el regato,
en el azul el cielo de ballesta,
o, sobre el ancho nido de ginesta,
en torre, torre y torre, el garabato
de la cigüeña!... En la memoria mía
tu recuerdo a traición ha florecido;
y hoy comienza tu campo empedernido
el sueño verde de la tierra fría.
Soria pura, entre montes de violeta.
Di tú, avión marcial, si el alto Duero
adonde vas, recuerda a su poeta
al revivir su rojo Romancero;
¿o es, otra vez, Caín, sobre el planeta,
bajo tus alas, moscardón guerrero?
Its lanky profile wading in the pool,
rising into the blue with crossbow verve,
or landing on a patch of fragrant broom,
perched on a tower, shaped in a pothook curve:
it is the stork! And in my memory
your memory has bloomed and given birth
subversively. Today your stony sea
of fields begins the dream of frozen earth:
pure Soria, mountainsides of violet.
Warplane, let me know if the upper Duero,
your target now, remembers who its poet
once was—reliving its red ballads. Or,
under your wings, droning hornet of war,
are you not Cain again over the planet?
Desde una torre
Estas rachas de marzo, en los desvanes
—hacia la mar—del tiempo; la paloma
de pluma tornasol, los tulipanes
gigantes del jardín, y el sol que asoma,
bola de fuego entre dorada bruma,
a iluminar la tierra valentina...
¡Hervor de leche y plata, añil y espuma,
y velas blancas en la mar latina!
Valencia de fecundas primaveras,
de floridas almunias y arrozales,
feliz quiero cantarte, como eras,
domando a un ancho río en tus canales,
al dios marino con tus albuferas,
al centauro de amor con tus rosales.
from a tower
These blasting winds of March, caught in the attic
—facing the sea—of time the glowing plumes
of iridescent doves, tulips gigantic
here in the garden, and the sun that looms,
a ball of fire lost in violet brume,
lighting the earth of Valencia. Fury
of milk and silver, indigo and spume,
and white sails mingling on the Latin sea.
Valencia with its spring of fertile riches,
its orchards blooming and its fields of rice,
I’d like to sing you happy as you were,
mastering a river in your farming ditches,
taming a seagod in your salt harbor,
tangling centaurs of love in your rose trees.
Otra vez es la noche... Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. —Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!
—Duerme, hijo mío. Y la manita oprime
la madre, junto al lecho. —¡Oh flor de fuego!
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego;
fuera la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
—¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
—¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!
Again the hammer through the night is heard:
the fever in the bandaged temples of
the child. “Mother, look, the yellow bird!
and black and purple butterflies above!”
“Sleep now, my son.” The mother near the bed
squeezes the little hand. “O flower of fire!
Who can freeze you, tell me, O flower of blood?”
In the bleak room a smell of lavender.
Outside, the round full moon is whitening dome
and tower across the city in its gloom.
Somewhere a droning plane one cannot see.
“Are you asleep? O flower of blood and gold.”
The windows clamor on the balcony.
“O cold, cold, cold, cold, cold!”
De mar a mar entre los dos la guerra,
más honda que la mar. En mi parterre,
miro a la mar que el horizonte cierra.
Tú, asomada, Guiomar, a un finisterre,
miras hacia otro mar, la mar de España
que Camoens cantara, tenebrosa.
Acaso a ti mi ausencia te acompaña.
A mí me duele tu recuerdo, diosa.
La guerra dio al amor el tajo fuerte.
Y es la total angustia de la muerte,
con la sombra infecunda de tu llama
y la soñada miel de amor tardío,
y la flor imposible de la rama
que ha sentido del hacha el corte frío.
From sea to sea between us is the war
now deeper than the sea. From my parterre
I watch the sky-bound water, Guiomar.
Then you appear upon a finisterre,
watching another sea, the sea of Spain
that Camões sang to us, a murky sea.
Goddess, your memory is a well of pain,
and can my absence be your company?
The war has cut a trench between our love.
Here is death’s agony: sterile shadow
of a high fire and the dreamed honey of
a love that came to us in life too late.
Our love’s a hopeless blossom on a bough
that now has felt the ax’s frozen blade.
Otra vez el ayer. Tras la persiana,
música y sol; en el jardín cercano,
la fruta de oro, al levantar la mano,
el puro azul dormido en la fontana.
Mi Sevilla infantil, ¡tan sevillana!
¡Cuál muerde el tiempo tu memoria en vano!
¡Tan nuestra! Avisa tu recuerdo, hermano.
No sabemos
de quién va a ser mañana.
Alguien vendió la piedra de los lares
al pesado teutón, al hambre mora,
y al ítalo las puertas de los mares.
¡Odio y miedo a la estirpe redentora
que muele el fruto de los olivares,
y ayuna y labra, y siembra y canta y llora!
Again our yesterday. Behind the blinds,
music and sun, and in the nearby garden
the gold fruit. Just raising my hand I find
a stainless blue is sleeping in the fountain.
My childhood in Sevilla, and with her filled!
How hopeless time devours your memory!
So much our own, my brother! Manuel,
remember. Whose tomorrow will it be?
Someone sold off our fire hearth of stone
to the fat Teuton and the hungry Moor.
To the Italian they sold the sea’s doors.
In our saved people hate and fear are deep.
They grind the olives in the olive groves,
and fast and labor, sow and sing and weep!
Ya va subiendo la luna
sobre el naranjal.
Luce Venus como una
pajarita de cristal.
Ámbar y berilo,
tras de la sierra lejana,
el cielo, y de porcelana
morada en el mar tranquilo.
Ya es de noche en el jardín
—¡el agua en sus atanores!—
y sólo huele a jazmín,
ruiseñor de los olores.
¡Cómo parece dormida
la guerra, de mar a mar,
mientras Valencia florida
se bebe el Guadalaviar!
Valencia de finas torres
y suaves noches, Valencia,
¿estáré contigo,
cuando mirarte no pueda,
donde crece la arena del campo
y se aleja La mar de violeta?
Rocafort, Mayo de 1937
Now the moon is climbing
over the orange grove.
Venus shines like
a tiny glass bird.
Behind the far range
the sky amber and beryl,
and purple porcelain
on the quiet sea.
Now night is in the garden,
water in its stone gutters!
Only a smell of jasmine,
nightingale of perfumes.
How the war seems
asleep from sea to sea,
while blossoming Valencia
drinks the Guadalaviar!
Valencia of slender towers
and tender nights, Valencia,
I shall be with you
when I cannot see you,
where sand grows on the land
and gone is the violet sea!
Rocafort, May 1937
A Federico García Lorca
1. EL CRIMEN
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
...Que fue en Granada el crimen
sabed—¡pobre Granada!—, en su Granada.
2. EL POETA Y LA MUERTE
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque—yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
“Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!”
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Se le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
to Federico García Lorca
1. THE CRIME
He was seen, walking between rifles
down a long street
and going out to the cold countryside
still with stars of early dawn.
They killed Federico
when light came.
The squad of executioners
didn’t dare look him in the face.
They all closed their eyes.
They prayed, “Not God can save you!”
Dead fell Federico,
—blood on his forehead and lead in his stomach—.
That the crime was in Granada—
know it—poor Granada!—in his Granada.
2. THE POET AND DEATH
He was seen walking alone with her,
not afraid of her scythe.
—The sun already on tower and tower; the hammers
on the anvil—anvil and anvil of the forges.
Federico was speaking,
flirting with death. She listened.
“Companion, because yesterday in my verse,
the clapping of your dry palms resounded
and you gave ice to my song, and edge
of your sickle of silver to my tragedy,
I will sing you your missing flesh,
the eyes you lack,
your hair the wind was ruffling,
the red lips where they kissed you...
Today as yesterday, gypsy, my death,
how good alone with you
in these breezes of Granada, my Granada!”
3
He was seen walking...
Friends, carve
a tomb of stone and dream in the Alhambra,
for the poet,
over a fountain where the water weeps
and forever says,
The crime was in Granada, in his Granada!
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Usually the elegy for Lorca appears near the end of this sequence of war poems. I follow the conventional numbering, established by Aurora de Albornoz, but place the poem first in the sequence. He wrote it in the first days of the Spanish civil war (1936–1939) while still in Madrid, a few days after being informed that Lorca had been executed in Granada on August 19, 1936. The remaining poems carry the shadow of Lorca’s death, especially “The Death of the Wounded Child.”