Read Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition) Online
Authors: Antonio Machado
El sueño bajo el sol que aturde y ciega,
tórrido sueño en la hora de arrebol;
el río luminoso el aire surca;
esplende la montaña
la tarde es polvo y sol.
El sibilante caracol del viento
ronco dormita en el remoto alcor;
emerge el sueño ingrave en la palmera,
luego se enciende en el naranjo en flor.
La estupida cigüeña
su garabato escribe en el sopor
del molino parado; el toro abate
sobre la hierba la testuz feroz.
La verde, quieta espuma del ramaje
efunde sobre el blanco paredón,
lejano, inerte, del jardín sombrío,
dormido bajo el cielo fanfarrón.
*
Lejos, enfrente de la tarde roja,
refulge el ventanal del torreón.
The dream below the sun that stuns and blinds,
torrid dream at the hour of the red firmament.
The wind furrows the luminous river,
mountains are ablaze,
the afternoon is dust and sun.
The hissing conch shell of the husky
wind dozes in the remote ridge;
a weightless dream rises from the date palm,
then burns in a flowering orange tree.
A stupefied stork
inscribes its pothook in the torpor
of the halted mill: the bull flattens
his savage head over the grass.
Green soundless foam of foliage
effuses over a thick white wall;
far, inert, the garden in shadow
asleep under the fanfaron sky.
*
Distantly, against the red afternoon,
windows in the great tower glitter.
Jokes, Fantasies, Notes:
The Great Inventions
Humorismos, fantasías, apuntes
Los grandes inventos
La tarde caía
triste y polvorienta.
El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.
Soñaba la muía,
¡pobre muía vieja!,
al compás de sombra
que en el agua suena.
La tarde caía
triste y polvorienta.
Yo no sé qué noble,
divino poeta,
unió a la amargura
de la eterna rueda
la dulce armonía
del agua que sueña,
y vendó tus ojos,
¡pobre muía vieja!...
Más sé qué fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia.
The afternoon was falling
sad and dusty.
The water sang
its plebeian tune
in the buckets
of the slow waterwheel.
The mule dreamed:
a poor wasted mule!
his metrical shadow
drumming the water.
The afternoon was falling
sad and dusty.
I don’t know what noble
godlike poet
strapped the horror
of the eternal wheel
to a bottom harmony
of dreaming water,
and blindfolded your eyes,
poor wasted mule!...
But I know it was a noble
godlike poet
whose heart aged
on black science.
La aurora asomaba
lejana y siniestra.
El lienzo de Oriente
sangraba tragedias,
pintarrajeadas
con nubes grotescas.
*
En la vieja plaza
de una vieja aldea,
erguía su horrible
pavura esquelética
el tosco patíbulo
de fresca madera...
La aurora asomaba
lejana y siniestra.
Dawn showed
distant and sinister.
The canvas of the Orient
led tragedies,
daubed and splashed
with grotesque clouds.
*
In the old plaza
of an old village
the rough scaffold
of fresh lumber
erected its horrible
skeleton fear.
The dawn showed
distant and sinister.
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de está segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el libróte cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
You, familiar houseflies,
relentless gluttons,
common vulgar flies,
bring back everything.
O old voracious flies
like April bees,
old flies traipsing
over my childhood scalp!
Flies of my first boredom
in the family parlor
on shiny summer afternoons
when I started to dream!
And in that hated schoolroom
funny zooming flies
going after each other
with love for what flits—
everything flies—buzzing,
banging on the windowpanes
in autumn days...
Houseflies of all day long,
of childhood and adolescence,
of my golden youth,
of a second innocence
when I believed in nothing
forever... Ordinary flies,
the kind you always see,
won’t come up with a fine tenor.
I know you’ve landed
on a magic toy,
on a fat closed textbook,
on a love letter,
on stiff eyelids of the dead.
Unavoidable gluttons,
you don’t labor like bees,
or glisten like butterflies.
Tiny riotous bugs,
you, my old friends,
to me evoke everything.
Recuerdo que una tarde de soledad y hastío,
¡oh tarde como tantas!, el alma mía era,
bajo el azul monótono, un ancho y terso río
que ni tenía un pobre juncal en su ribera.
¡Oh mundo sin encanto, sentimental inopia
que borra el misterioso azogue del cristal!
¡Oh el alma sin amores que el Universo copia
con un irremediable bostezo universal!
Recall a boring and lonely afternoon,
O afternoon like so many! And my soul
below the monotonous blue, a wide and smooth
river without a single willow on its bank.
O charmless world, myopically sentimental
and erasing the mysterious mercury in the glass!
O soul without loves! The universe copies her
as an irremediable universal yawn!
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Machado wrote a second, accompanying poem under this same title, which has not been included here.
Lejos de tu jardín quema la tarde
inciensos de oro en purpurinas llamas,
tras el bosque de cobre y de ceniza.
En tu jardín hay dalias.
¡Malhaya tu jardín!... Hoy me parece
la obra de un peluquero,
con ese pobre palmerilla enana,
y ese cuadro de mirtos recortados...
y el naranjito en su tonel... El agua
de la fuente de piedra
no cesa de reír sobre la concha blanca.
Far from your garden the evening burns
gold incense in scarlet flames
behind the copper and ashen woods.
Curse your garden! Today to me it seems
the work of a barber,
with that poor dwarfish palm tree,
and that shaven bed of myrtle,
and the tiny orange tree in its barrel. The water
of the stone fountain
never stops laughing over the white shell.
Esta la plaza sombría;
muere el día.
Suenan lejos las campanas.
De balcones y ventanas
se iluminan las vidrieras,
con reflejos mortecinos,
como huesos blanquecinos
y borrosas calaveras.
En toda la tarde brilla
una luz de pesadilla.
Está el sol en el ocaso.
Suena el eco de mi paso.
—¿Eres tú? Ya te esperaba...
—No eras tú a quien yo buscaba.
The square is shadowy,
the day dying.
Bells sound far off.
From balconies and windows
the windows light up
with morbid reflections
like whitish bones
and murky skulls.
In the whole afternoon shines
a nightmare light.
Sun drops on the horizon.
The echo of my step pounds.
“Is it you? I expected you by now.”
It wasn’t you I was looking for.
Pasan has horas de hastío
por la estancia familiar,
el amplio cuarto sombrío
donde yo empecé a soñar.
Del reloj arrinconado,
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.
Dice la monotonía
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.
Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado...
Qué largamente la llorado
toda la fronda marchita!
The hours of tedium hang on
in the family living room,
the large somber den
where I began to dream.
From the clock shoved into the corner,
mirroring shadowy light,
the regular ticktock
is beating hatefully.
The boredom of bright water
stutters as it falls:
One day is like another.
Today and yesterday the same.
Afternoon slips. The wind wrinkles
the gold and musky park.
What an eternity the dried-up foliage
has been sobbing!
Sonaba el reloj la una,
dentro de mi cuarto. Era
triste la noche. La luna,
reluciente calavera,
ya del cénit declinando,
iba del ciprés del huerto
fríamente iluminando
el alto ramaje yerto.
Por la entreabierta ventana
llegaban a mis oídos
metálicos alaridos
de una música lejana.
Una música tristona,
una mazurca olvidada,
entre inocente y burlona,
mal tañida y mal soplada.
Y yo sentí el estupor
del alma cuando bosteza
el corazón, la cabeza,
y... morirse es lo mejor.
The clock was clanging one
inside my room.
The night was sad. The moon,
a glittery skull,
dropped from her zenith
to the cypress in the old
orchard and fell on
tall stiff branches with cold
light. Reaching my ears
through a window ajar
was the metallic howling
of a music far
into the night, a maudlin
crooning, a mazurka out of the past,
half innocent and deceitful,
badly played and crass,
and I felt the soul’s stupor
when the heart in my chest
was yawning and bored,
and to die was best.
1
Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero ¿cuando ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!
2
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.
1
Maybe this love wanting to be
will soon learn
and be. What has passed by
will it return?
Today is remote from yesterday.
Yesterday never again!
2
A coin squeezed in your hand,
maybe can be saved.
A tiny coin of the soul gets lost
if not given away.
Nuestras vidas son los ríos,
que van a dar a la mar,
que es el morir.
¡Gran cantar!
Entre los poetas míos
tiene Manrique un altar.
Dulce goce de vivir:
mala ciencia del pasar,
ciego huir a la mar.
Tras el pavor del morir
está el placer de llegar.
¡Gran placer!
Más ¿y el horror de volver?
¡Gran pesar!
Our lives are the rivers
that will empty into the sea,
which is our dying.
Great song!
Among my poets
Manrique has an altar.
Sweet delight in living:
bad science of passing by,
blind flight to the sea.
Beyond the fear of dying
is the happiness of arriving.
Great happiness!
But the horror of returning?
Great heaviness!
22
The gloss refers to the first three lines from a poem by Jorge Manrique, a medieval poet who was one of Machado’s favorites.