Mi vida en la formula uno (17 page)

BOOK: Mi vida en la formula uno
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Con Emerson como Campeón del Mundo. (Phipps/Sutton)

El equipo Shadow: yo, Jan Lammers y Don Nichols; atrás, Gene Lentz, John McLoughlin, Brian Lambert y Nigel Stepney. (Charles B. Knight/Moto Foto)

Con Clay Regazzoni la diversión nunca terminaba.

En la carrera de jefes de equipo en Brands Hatch, en los días ‘divertidos’ del deporte.

Con Hans Stuck, siempre echando un vistazo a las chicas.

Recibiendo una conferencia de economía de parte de Don Nichols. (Jutta Fausel)

Elio de Angelis siempre se mordía las uñas, porque tocaba el piano mejor sin ellas…

Para un equipo chico, Jan Lammers fue muy competitivo en el ATS en 1980.

Una discusión con Günter Schmid en los fosos -nada inusual. Marc Surer en la cabina. (Jutta Fausel)

Jan Lammers, en el Theodore. (Dagblad De Telegraaf)

Con Jean Pierre Jarier y Teddy Yip, en Macao, la única carrera del año en la que éramos el equipo a vencer.

Macao con Geoff Lees y Roberto Guerrero; estoy seguro que las cosas no son tan malas como se ven, pero quizás sí lo eran. (Jutta Fausel)

Capítulo 7
Los muchachos de Brasil

En 1974, después del desastre de las lluvias que afectaron el Gran Premio brasileño, fueron invitados 12 autos al nuevo circuito en Brasilia para un Gran Premio amistoso. Ken Tyrrell decidió llevar a Jody Scheckter y a cuatro mecánicos, entre ellos yo.

Cuando llegamos a la ciudad, yo estaba manejando un auto rentado con Ken y Jody Scheckter de pasajeros. Era uno de esos lluviosos días brasileños. Al momento de arribar a la pista Ken dijo: "Vamos a ver si el circuito está abierto y aprovechamos para darle una vuelta y ver cómo se encuentra". No me acuerdo del auto que manejaba, pero era uno estadounidense grande y no me tuvieron que decir dos veces que le diera una vuelta, aunque Ken me dijo que me la llevara con calma. Sí, seguro…

Me acordé de las clases de manejo sobre mojado que tomé en México hacía tantos años en el Oldsmobile dorado de Ricardo Rodríguez. "Estás hablando con un corredor frustrado", le dije, al mismo tiempo que Jody gritaba desde el asiento de atrás: "Sí, venga Jo".

No sé qué tenía, tal vez el auto estaba bueno o las llantas eran buenas, pero me divertí muchísimo. Le di dos vueltas a toda velocidad, corrigiendo, patinando y perdiendo velocidad con el volante sin poner una sola llanta fuera del asfalto y sintiéndome muy orgulloso de mí. Ken se agarraba de todo lo que encontraba y frenaba a fondo en el asiento de copiloto, mientras Jody volaba de un lado a otro en el asiento de atrás y gritaba: "¡Me encanta, me encanta, más rápido, más rápido!". Cuando terminamos la inspección y Ken recuperó el aliento, me dijo en su inimitable manera que yo estaba en el trabajo equivocado. Pero Jody enseguida añadió: "¡No, no, mejor que se quede como mecánico!".

Aunque el circuito de Brasilia no estaba del todo acabado ya se podía correr, pero el lugar de plano no me gustaba y me urgía irme de ahí. Me alegra decir que es el único sitio porque, aunque Brasil me gusta mucho, la capital no me gustó para nada. Quisieron hacer una ciudad nueva en medio de la nada y no funcionó. Tal vez pudo haber sido el tipo de ciudad para Nelson Piquet, pero definitivamente no era el mío. Después de la carrera, en la que Jody quedó en segundo atrás de Emerson, regresamos a Sao Paulo y todos fuimos a la playa de Guaruja durante un par de días libres, mientras los autos viajaban de regreso a casa.

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