Guía de la Biblia. Nuevo Testamento (57 page)

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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Histórico

BOOK: Guía de la Biblia. Nuevo Testamento
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Romanos 14.13.
No nos juzguemos, pues, ya más los unos a los otros...

Romanos 14.14.
Yo sé... que nada hay de suyo impuro; mas para el que juzga que algo es impuro, para ése lo es.

Priscila y Aquila

El último capítulo de Romanos es en su mayor parte una lista de nombres. Está Febe, que por lo visto es la portadora de la carta, y se mencionan unas dos docenas de hombres y mujeres a quienes Pablo envía saludos.

No parece probable que Pablo conociese a mucha gente en Roma, ciudad que no había visitado y que albergaba una comunidad con la que nunca había tratado de manera directa. Se ha sugerido, pues, que como Romanos trata de temas de interés e importancia para los cristianos en general, y no sólo para los de Roma, debieron hacerse copias para uso de otras iglesias. En ese caso, el capítulo último de salutaciones debió de agregarse a las copias y no a la carta originalmente enviada a Roma.

Tal vez sea a los efesios y no a los romanos a quienes se saluda, como podría deducirse de los primeros aludidos:

Romanos 16.3.
Saludad a Priscila
[2]
y a Aquila.
[3]

Romanos 16.4.
quienes, por salvar mi vida, expusieron su cabeza...

Pablo llevó a Priscila y Aquila de Corinto a Éfeso al término de su segundo viaje misionero (v. cap. 9), dejándolos allí para dirigirse de vuelta a Antioquía. Cuando volvió a Éfeso durante su tercer viaje misionero, Priscila y Aquila seguían allí, pues fue en esa época cuando Pablo escribió desde Éfeso epístolas a la iglesia de Corinto, enviando sus saludos junto con los de ellos:

1 Corintios 16.19.
Os saludan las iglesias de Asia. También os mandan muchos saludos... Aquila y Prisca
[4]
...

La referencia en Romanos a Priscila y Aquila en el sentido de que arriesgaron la vida por Pablo puede aludir al motín de los plateros (v. cap. 9). En los Hechos de los Apóstoles no se menciona en concreto ningún incidente de ese tipo, pero no es difícil imaginar que Aquila y Priscila hicieran algo para proteger a Pablo de la ira de la muchedumbre con riesgo de sus vidas.

Como Romanos se escribió en el año en que Pablo salió de Éfeso tras el motín de los plateros, es muy probable que Priscila y Aquila siguieran allí y que el último capítulo de salutaciones sea efectivamente un anejo a la copia de la epístola que fue enviada a la iglesia de los efesios.

Rufo

La mayoría de los nombres que aparecen en el último capítulo de Romanos son enteramente desconocidos salvo por esta mención. Como es lógico, se intenta identificarlos, en la medida de lo posible, con los que aparecen con el mismo nombre en otros lugares del Nuevo Testamento. Así, dice Pablo:

Romanos 16.13.
Saludad a Rufo..., y a su madre...

En Marcos se menciona a otro Rufo. Cuando Jesús va camino de la crucifixión, Marcos dice:

Marcos 15.21.
y requisaron a... un cierto Simón de Cirene..., el padre de Alejandro y de Rufo, para que tomara la cruz..

Al hablar de Simón de Cirene, ni Mateo ni Lucas mencionan a sus hijos. Que lo haga Marcos supondría que los conocía y esperaba que sus lectores los conociesen también, para que a través de ellos pudiera identificarse a Simón de Cirene.

Al fin y al cabo, Marcos (si efectivamente es autor del segundo evangelio) acompañó a Pablo en parte de su primer viaje misionero, y debió conocer a otros compañeros de Pablo. Si es así, el Rufo a quien Pablo saluda al final de Romanos y el hijo de Simón de Cirene pueden ser uno y el mismo.

Por otro lado, Lucas (si en realidad es el autor del tercer evangelio) tuvo con Pablo relaciones más estrechas que Marcos, y no menciona a Rufo con respecto a Simón de Cirene.

Pero Rufo seria un nombre corriente. Significa «rojo», y tal vez se aplicara a un buen porcentaje de pelirrojos. Es bastante sencillo suponer que el Rufo de Marcos y el de Pablo eran dos personas diferentes.

Jasón

Tras enviar los suyos propios, Pablo manda saludos de los colaboradores íntimos que estuvieron con él en Corinto en la época en que se escribió Romanos:

Romanos 16.21.
Os saluda Timoteo, mi colaborador, y Lucio, y Jasón, y Sosípatro, mis parientes.

Timoteo es el joven que se unió a Pablo en Listra durante el segundo viaje misionero (v. cap. 9) y que siguió siendo un estrecho colaborador de Pablo durante el resto de la vida del Apóstol. Lucio podría ser el Lucas considerado como el autor del tercer evangelio y de los Hechos.

En cuanto a Jasón, se le suele identificar con un habitante de Tesalónica que tal vez ofreciera hospitalidad en su casa a Pablo y a Silas cuando el apóstol llegó a esa ciudad durante su segundo viaje misionero (v. cap. 9). En Tesalónica, Pablo y Silas corrieron un peligro considerable ante una muchedumbre, y Jasón se encontró en medio del motín:

Hechos 17.5.
Pero los judíos... promovieron un alboroto en la ciudad y se presentaron ante la casa de Jasón, buscando a los apóstoles para llevarlos ante el pueblo.

Jasón fue llevado ante las autoridades y tuvo que depositar fianza para recobrar la libertad. Entretanto. Pablo y Silas habían salido de la ciudad y se encontraban sanos y salvos en Berea.

En Berea hicieron otro converso, Sópatros, con quien suele identificarse el Sosípatro de Romanos 16.21. Los Hechos le mencionan hacia el fin del tercer viaje misionero, justo después de la composición de Romanos. Pablo marcha de Grecia, y dos de los personajes mencionados al final de Romanos le acompañan:

Hechos 20.4.
Le acompañaban Sópatros..., originario de Berea.... Timoteo...

Tercio

Por lo visto, Pablo empleaba un secretario que transcribía sus palabras. Esto se deduce de que al final de algunas epístolas, Pablo menciona específicamente que la firma es suya, colocada de puño y letra, como señal de autenticidad de la carta. Por consiguiente, se supone que el resto de la carta lo escribió otra persona al dictado de Pablo:

1 Corintios 16.21.
El saludo es de mi mano. Pablo.

Ni por un momento debe tomarse esto en el sentido de que Pablo fuese analfabeto. Era imposible que un judío versado en la Ley no supiese escribir. Sin embargo, el empleo de un secretario deja margen para pensar en lo que se redacta sin tener que desviar la atención para enlazar materialmente las palabras. Un secretario profesional había de cultivar una caligrafía nítida y legible, lo que sería muy práctico, y de ello no se desprende que Pablo fuese analfabeto sino que, en todo caso (como muchos grandes hombres de la historia), tal vez tuviese una caligrafía deficiente.

En Romanos se menciona el nombre del secretario o, mejor dicho, éste se nombra a sí mismo; y añade sus propios saludos:

Romanos 16.22.
Os saludo yo, Tercio, que escribo esta epístola...

Pero también es posible que Tercio fuese el que confeccionó la copia enviada a los efesios.

Cayo y Erasto

Tercio también incluye saludos de otros:

Romanos 16.23.
Os saluda Cayo, huésped mío...

Romanos 16.24.
Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad...
[5]

En esa época, Cayo debía de ofrecer hospitalidad en su casa a Pablo y su grupo. Si la epístola se escribió efectivamente en Corinto, Cayo era de esa ciudad; Pablo menciona a un personaje del mismo nombre en sus cartas a los corintios:

1 Corintios 1.14, ...
no haber bautizado a ninguno de vosotros, si no es a Crispo y a Gayo,
[6]

Y si Erasto es un funcionario de la ciudad, ésta debe ser Corinto; en la segunda Epístola a Timoteo, Pablo menciona a un Erasto:

2 Timoteo 4.20.
Erasto quedó en Corinto.

como si hubiese permanecido en su ciudad natal. Así se conjugan una serie de aspectos que hacen de Corinto el lugar más probable donde se escribió Romanos.

11. 1 Corintios

Las Epístolas a los Corintios • Estéfa • Sóstenes • Apolo • Caridad • Éfeso

Las Epístolas a los Corintios

A continuación de la Epístola a los romanos vienen dos a los corintios que se denominan «1 Corintios» y «2 Corintios». La primera tiene casi la misma extensión que Romanos, y la segunda no es mucho más breve.

Pablo fundó la iglesia de Corinto en el 51, durante su segundo viaje misionero. Llegó a esa ciudad tras su fracasada estancia en Atenas (v. cap. 9), y en Corinto conoció a Priscila y Aquila.

Volvió a Antioquía por Éfeso, llevando consigo a Priscila y Aquila y dejándolos en Éfeso mientras él se dirigía a Antioquía. Durante su tercer viaje misionero, Pablo volvió a Éfeso permaneciendo allí del 55 al 57. Durante ese intervalo fue cuando escribió 1 Corintios, pues dice:

1 Corintios 16.8.
Me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés.

Esto no puede referirse a su breve estancia en Éfeso al fin del segundo viaje misionero porque los acontecimientos aludidos en la epístola debieron tener lugar después de esa época.

En 1 Corintios, Pablo se refiere a una carta muy anterior que había escrito a los hermanos de aquella ciudad:

1 Corintios 5.9.
Os escribí en carta que no os mezclárais con los fornicarios.

Esta epístola anterior (que podemos denominar «0 Corintios no está necesariamente perdida. Copistas posteriores pudieron refundir partes de ella en las dos epístolas que ahora poseemos.

Estéfana

Esa primera carta, 0 Corintios, que no está colocada aparte en el canon, solicitaba por lo visto cierta clase de respuesta, y a Pablo le fue entregada una carta en Éfeso por unos dirigentes de la iglesia de Corinto. Al menos. Pablo alude a su llegada:

1 Corintios 16.17.
Me alegré de la llegada de Estéfana, de la de Fortunato y de la de Acaico...

No hay otras referencias bíblicas a Fortunato y a Acaico . pero el hecho de que sean corintios parece evidente por una alusión anterior de Pablo a moradores de Corinto a quien él bautizó personalmente:

1 Corintios 1.16.
También bauticé a la casa de Estéfana...

Sóstenes

La carta, y tal vez la información verbal traída por los emisarios corintios en respuesta a 0 Corintios, fue la causa de que Pablo escribiera la epístola que conocemos como 1 Corintios. Presenta la carta como enviada por él y otro:

1 Corintios 1.1.
Pablo... llamado a ser apóstol... y Sóstenes, hermano,

Aparte de éste, el único lugar en que la Biblia menciona a Sóstenes es en relación con el juicio de Pablo ante el procurador Galión de Aquea, durante la primera estancia del apóstol en Corinto (v. cap. 9). Galión se negó a resolver el caso, argumentando que el asunto de Pablo era un problema que los judíos debían decidir entre ellos.

A consecuencia de esta decisión:

Hechos 18.17. ...
se echaron todos
(los griegos)
sobre Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y le golpearon delante del tribunal...
[1]

Pero los griegos no tenían motivo para golpearle después de que Galión rechazara el caso, y parece que los traductores de la King James introdujeron sin necesidad esa palabra. La Revised Standard Versión traduce así la frase: «y todos agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le golpearon frente al tribunal».

Ese «todos» probablemente se refiera a los conservadores judíos que habían ido a la sala del tribunal para oír pronunciar sentencia contra Pablo, y que se sintieron decepcionados y frustrados por la medida de Galión. Debieron volverse contra su propio dirigente que, como «fiscal», había llevado mal el caso.

En efecto, incluso podría aducirse que Sóstenes sentía simpatía hacia el cristianismo y se había abstenido de acusar a Pablo con toda energía. Al menos, dice la tradición que Sóstenes se convirtió después al cristianismo y acabó uniéndose a Pablo, acompañándolo en Éfeso en la época en que se escribió 1 Corintios. Si eso es cierto, resultaría lógico que Sóstenes se incluyera en la epístola, porque sería un corintio notable dirigiéndose a otros corintios.

Apolo

Al parecer, una noticia que inquietó a Pablo fue la descripción de disensiones y querellas doctrinales en la iglesia de Corinto:

1 Corintios 1.11.
Esto... os lo digo porque he sabido por los de Cloe que hay entre vosotros discordias.

En la Biblia no hay otra mención de Cloe, pero es posible que Estéfana y los demás emisarios se reunieran a adorar en casa de una mujer llamada Cloe. Tal vez hubiese otras casas donde se reunieran pequeños grupos (es posible que la pequeña iglesia de Corinto no tuviese un lugar de reuniones oficial), identificándose a los emisarios por el nombre de la residencia a que acudían.

Pablo detalla el carácter de las disensiones:

1 Corintios 1.12.
y cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo.

Esto podía referirse a una diferencia doctrinal específica que ya había surgido entre los dirigentes eclesiásticos. Cefas (nombre arameo del que «Pedro» es el equivalente latino, v. cap. 5) representaba el elemento más conservador de origen judío, apegado a la Ley; mientras que Pablo simbolizaba la actitud liberal que quitaba importancia a la liturgia.

Los que afirmaban seguir a Cristo serían «fundamentalistas» que deseaban adherirse solamente a las supuestas sentencias del propio Jesús, y no a las enseñanzas anejas de Pablo o de Pedro.

Lo que nos deja Apolo. Éste había llegado a Éfeso después de que Pablo se hubiese marchado, casi al término de su segundo viaje misionero. Había sido seguidor de Juan el Bautista, pero Priscila y Aquila le convirtieron al cristianismo (v. cap. 9).

Tras convertirse al cristianismo, Apolo decidió ir a Grecia para trabajar allí por la causa:

Hechos 18.27.
Queriendo pasar a Acaya...

Hechos 19.1.
En el tiempo en que Apolo se hallaba en Corinto...

En Corinto, Apolo hizo buena labor, pues dice Pablo:

1 Corintios 3.6.
Yo planté, Apolo regó...

Debido a que Pablo se refiere en esta epístola a la labor de Apolo en Corinto, que debió producirse después de la primera estancia de Pablo en Éfeso, es por lo que sabemos que la epístola hubo de escribirse durante la segunda visita de Pablo más prolongada, a esa ciudad.

La labor de Apolo en Corinto fue lo bastante eficaz como para proporcionarle un séquito personal que le admiraba y consideraba su jefe, opuesto a los que hablaban de Pablo. Se desconoce en qué sentido se diferenciaban las enseñanzas de Apolo de las de Pablo. La doctrina podría no diferir en absoluto, y la querella quizá reposara en motivos puramente personales; un grupo admiraría más el estilo de predicar de Apolo que el de Pablo. Al menos no había animosidad entre Pablo y Apolo. Poco tiempo antes de que se escribiera 1 Corintios, Apolo debió volver a Éfeso desde Corinto, y allí estuvieron Pablo y él como amigos, pues Pablo siempre le menciona en sus cartas de una manera amistosa:

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