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Authors: Michael Crichton

Tags: #Aventuras

Devoradores de cadáveres (22 page)

BOOK: Devoradores de cadáveres
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En el Mediterráneo, desde la época de los egipcios, se consideraba a los enanos como poseedores de especial inteligencia y como dignos de confianza y se les encomendaban tareas de teneduría de libros y manejo de dinero.
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En unos noventa esqueletos que pueden ser decididamente atribuidos al período de los vikingos en Escandinavia, la talla media parece ser de 1,70 metros, aproximadamente.
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Dahlman escribe en 1924 que «en las ceremonias se comía carnero para aumentar la potencia sexual, ya que el macho, provisto de cuernos, era considerado de calidad superior a la de la hembra». De hecho en aquella época tanto los machos como las hembras de la raza ovina tenían cuernos.
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Joseph Cantrell observa que «existen versiones en la mitología germana y nórdica que atribuye a las mujeres poderes especiales, cualidades mágicas, y que los hombres deben temerlas y desconfiar de ellas. Los dioses principales son todos hombres, pero las valkirias, palabra que significa literalmente “electoras de los muertos”, son mujeres que transportan a los guerreros muertos al Paraíso. Se creía que había tres valkirias, como había asimismo tres “Nornos”, o hadas, que estaban presentes en el nacimiento de todos los hombres y determinaban su vida. Estas hadas eran llamadas, respectivamente, Urth, o pasado, Verthandi, o presente, y Skuld, el futuro. Las hadas “tejían” el destino de un hombre y el tejido era tarea de mujeres. En las imágenes populares eran representadas como jóvenes doncellas. Wyrd, deidad anglosajona que regía el destino, era también una diosa. Según se cree, la asociación de la mujer con el destino del hombre era una permutación de los conceptos más antiguos en cuanto a la mujer como símbolo de la fertilidad. Las diosas de la fertilidad controlaban el crecimiento y fructificación del grano y de los seres vivientes de la tierra».

Cantrell señala luego que «en la práctica sabemos que la adivinación, el urdir sortilegios y otras funciones propias de “shamanes” estaban reservadas a las ancianas en la sociedad nórdica. Además los conceptos populares sobre la mujer contenían cierto elemento de suspicacia. Según el Havamal, “nadie debe confiar en las palabras de una muchacha o una mujer casada, ya que sus corazones han sido formados en una rueda y por naturaleza es cambiante”».

Bendixon dice: «Entre los primeros escandinavos había una especie de división de poderes según los sexos. Los hombres regían los asuntos tísicos. Las mujeres, los psicológicos».
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Esta es una paráfrasis de una creencia entre los nórdicos que se expresa así: «No elogies el día hasta que llegue la noche; a una mujer hasta que haya sido quemada; a la espada hasta que haya sido probada; a la doncella hasta que esté casada; al hielo hasta que haya sido atravesado; a la cerveza hasta que haya sido bebida». Este concepto cauteloso, realista y tal vez algo cínico de la naturaleza humana y del mundo era algo que los escandinavos y los árabes compartían. Como los escandinavos, los árabes lo expresan a menudo en términos mundanos o satíricos. Existe una historia Sufi sobre un hombre que preguntó una vez al hombre sabio de la tribu: «Supón que esté yo viajando por la comarca y deba hacer mis abluciones en el arroyo, ¿en qué dirección debo mirar mientras cumplo el ritual?». A esto replica el anciano: «En la dirección de tus ropas, para que no te las roben».
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En las islas Faeroe de Dinamarca se practica aun hoy un método semejante para juntar huevos de aves marinas, importante alimento para los habitantes de dichas islas.
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Esta descripción de los aspectos físicos de los
wendol
ha desencadenado un debate que cabía prever. Véase el Apéndice.
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Lectulus
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Fenestra porcus
: literalmente, «ventana de puerco». Los nórdicos utilizaban membranas estiradas en lugar de vidrio para cubrir sus estrechas ventanas. Estas membranas eran translúcidas. No era posible ver mucho a través de ellas, pero permitían el paso de la luz dentro de las viviendas.
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Esta parte del manuscrito ha sido compilada con fragmentos del manuscrito de Razi, cuyo principal interés era el de las técnicas bélicas. Se ignora si Ibn-Fadlan conocía o no, o si registró, el significado de la reaparición de Buliwyf. Sin lugar a dudas Razi no la incluyó, no obstante la importancia de dicha reaparición. En la mitología nórdica, Odín es representado popularmente como portador de un cuervo en cada uno de los hombros. Estas aves le traen las noticias del mundo. Odín era la principal deidad del panteón nórdico y considerado como el padre universal. Regía principalmente en materia de guerra. Se creía que periódicamente aparecía entre los hombres, aunque rara vez en su forma de dios, pues prefería asumir el aspecto de un simple viajero. Se afirmaba que su presencia sola era capaz de ahuyentar al enemigo.

Es un hecho interesante que exista una historia sobre Odín según la cual es matado, pero resucita a los nueve días. La mayoría de las autoridades cree que esta leyenda es anterior a toda influencia cristiana. De todos modos, el Odín resucitado seguía siendo mortal y se creía que algún día moriría definitivamente.
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A pesar de que Ibn-Fadlan no especifica que haya transcurrido ningún período de tiempo, probablemente pasaron varios días antes de celebrarse la ceremonia funeraria.
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El manuscrito se interrumpe bruscamente en este punto, el final de una página transcrita, con las palabras finales y lacónicas de
nunc fit
, y si bien el manuscrito debía contener mucho más material, no se han descubierto otros pasajes. Ello se debe, sin duda, a una casualidad exclusivamente histórica, pero todos los traductores han comentado el carácter adecuado de este final abrupto, que sugiere el comienzo de una nueva aventura, una nueva visión insólita, que por las razones más arbitrarias del último milenio nos serán negadas.
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