Senado
.
Senatus
en latín. Los romanos creían que el fundador del Senado había sido Rómulo con cien miembros patricios a los que dio el título de
patres
, pero lo más verosímil es que fuese una institución de la última fase de la monarquía romana. Cuando se instituyó la república, se conservó el Senado a guisa de consejo asesor de ancianos patricios, por entonces ya trescientos, y pocos años después formado también por plebeyos, aunque éstos aún tardarían en poder ocupar magistraturas más altas.
Debido a su antigüedad, la definición legal de sus poderes, derechos y obligaciones era imprecisa, aunque se basaba fundamentalmente en el
mos maiorum
. El cargo senatorial era vitalicio, lo que propició que se creara en seguida una oligarquía; a lo largo de la historia, sus miembros lucharon denodadamente por conservar lo que ellos consideraban elitismo natural. Durante la república eran los censores los que otorgaban el título (y podían quitarlo). Había treinta decurias de diez senadores, con un patricio como portavoz, lo que determinaba que siempre hubiese un mínimo de treinta patricios en el Senado. En tiempos de Mario y Sila se había adoptado la costumbre de exigir como requisito para el ingreso propiedades equivalentes a una renta anual de un millón de sestercios, aunque nunca llegó a ser una ley formal durante el período republicano.
Sólo los senadores podían vestir la
latus clavus
o laticlavia con una ancha franja púrpura; llevaban también zapatos cerrados de cuero marrón y un anillo (en su origen, de hierro y después de oro). Las reuniones del Senado debían celebrarse en lugares debidamente consagrados, ya que no siempre tenían lugar en su sede, la Curia Hostilia. Las ceremonias y la sesión del día de Año Nuevo, por ejemplo, se celebraban en el templo de Júpiter Optimus Maximus, mientras que las sesiones para tratar de la guerra, se llevaban a cabo en el templo de Belona, fuera del
pomerium
. Estas sesiones sólo se celebraban desde el amanecer hasta el ocaso, y se suspendían en los días reservados a las reuniones de los
comitio
siempre que éstas se celebrasen.
Existía una estricta jerarquía entre los que tenían voz en las sesiones, siendo el príncipe del Senado el decano en tiempos de Mario y Sila; los patricios tenían siempre prioridad respecto a los plebeyos de igual condición, y no todos los senadores tenían voz en la cámara; los senatores
pedarii
, que se sentaban detrás de los que tomaban la palabra, sólo podían votar. No había limitaciones en cuanto a tiempo o contenido de la
oratio
(discurso) y de ahí la popularidad de la maniobra actualmente denominada obstruccionismo. Si el asunto no era importante o la respuesta totalmente unánime, el voto podía ser verbal o a mano alzada, pero se recurría al voto formal cuando existían discrepancias entre los senadores, que se levantaban para situarse a un lado u otro del estrado curul, según diesen el «sí» o el «no», y así efectuar el recuento. El Senado era un organismo asesor más que legislativo y promulgaba sus
consulta
o decretos a petición de las distintas asambleas. Si el asunto era grave, se requería
quorum
para llegar a la votación, aunque no se sabe qué proporción determinaba tal
quorum
. ¿Quizá un cuarto? Desde luego, la mayoría de las sesiones no contaba con una nutrida asistencia, al no existir un reglamento que especificase la obligación de asistir a todas las sesiones.
Por tradición, el Senado tenía potestad suprema en ciertas cosas, pese a su carencia de poder legislativo; así era el caso en cuestiones fiscales porque controlaba el Tesoro; en asuntos exteriores y en cuestiones bélicas; en administración de las provincias y en el nombramiento de sus gobernadores. Después de la época de Cayo Graco, el Senado podía, en casos de excepción, suspender todos los organismos estatales, aprobando un
Senatus consultum de republica defendenda
o decreto inapelable proclamando su soberanía y la implantación de la ley marcial. Este decreto de excepción era un recurso senatorial para impedir el nombramiento de un dictador.
servianas, murallas.
Eran los muros
Servii Tullii
o
Tulli
. Los romanos creían que las murallas que rodeaban a la ciudad republicana habían sido levantadas en tiempos del rey Servio Tulio, pero la evidencia invita a pensar que fueron construidas después del saqueo de Roma por los galos de Breno en el 390 a. JC. (véase
Juno Moneta
). Hasta la época de César el dictador, las murallas se conservaron perfectamente.
sestercios
(
sestertius
). La moneda romana más corriente, y unidad contable, de ahí su proliferación en los textos de la época republicana. Su nombre deriva de semu tertius o dos ases y medio. En latín se representaba con la abreviatura HS y era una pequeña moneda de plata equivalente a un cuarto de denario.
Sibila, libros de la.
La Sibila era un oráculo que dictaba sus profecías en trance, como casi todas las pitonisas. Esta, de gran fama, vivía en Cumas, ciudad de la costa de Campania. El Estado romano poseía una serie de profecías escritas llamadas los libros de la Sibila, adquiridos, al parecer, por el rey Tarquinio Prisco y redactadas en griego en hojas de palmera (posteriormente se pasaron a papel). Según la leyenda, cada vez que el rey se negaba a comprarlas, ardía un libro y aumentaba el precio; hasta que se resignó a adquirir el resto. En tiempos de Cayo Mario y Sila, estos libros eran tan respetados que los guardaba un colegio formado por diez sacerdotes menores, los
decemviri sacris laciundis
, y en momentos de crisis se
consulta
ban para comprobar si había alguna profecía aplicable a la situación.
silla curul.
En latín,
sella curulis
. Era el asiento de marfil al que tenían exclusivo derecho los altos magistrados; un edil curul tenía derecho a ella, pero no un edil plebeyo. Era una silla primorosamente labrada con patas curvadas que se cruzaban en X y brazos muy bajos, pero sin respaldo.
sinus
. Curva o plegamiento pronunciado. Se empleaba el término de muy distintos modos, pero en esta obra adquiere dos significados: el accidente geográfico que llamamos golfo —el
sinus Arabicus
, por ejemplo— y los pliegues de la toga, ya que salía por debajo del brazo derecho y se echaba sobre el hombro izquierdo haciendo una especie de bolsa.
Sosio
. Nombre vinculado al negocio librero de Roma. Dos hermanos llamados Sosio publicaron durante el principado de Augusto. He tomado este nombre, extrapolándolo a otra época más pretérita, pues el comercio en Roma era eminentemente familiar y el negocio de los libros florecía ya en tiempos de Mario y Sila.
sponsio
. En casos de litigio civil que no requería proceso ante un tribunal, es decir, los casos en los que entendía el pretor urbano, éste sólo los daba curso si se depositaba previamente una suma llamada
sponsio
. La suma solía ser la equiValencia a los daños y perjuicios o la cantidad en litigio en casos de deuda. También en las quiebras bancarias o en los impagados se denominaba a esa suma
sponsio
. Según este procedimiento, si el demandante o el demandado no depositaban la suma, el pretor urbano se desentendía de la querella. En tiempos de crisis monetaria era un problema, y de ahí que Sila incluyera en su ley relativa a las deudas una cláusula dispensando del depósito del
sponsio
ante el pretor urbano.
stibium
. Polvo negro a base de antimonio, soluble en agua, que se usaba para pintarse cejas y pestañas y perfilar los ojos.
stips
,
stipis
. Un salario. En esta obra el
stips
era el sueldo que el amo pagaba al esclavo. Se llamaba también
peculium
.
Subura
. El barrio más pobre y populoso de Roma. Estaba situado al este del Foro Romano, en el declive entre el espolón Opiano del monte Aquilino y el Vinimal. Su larga calle principal tenía tres nombres distintos: abajo, cerca de su confluencia con el Argiletum, eran las Fauces Suburas; el tramo siguiente, el
Subura Maior
; y el tramo final, que serpenteaba por la ladera del Esquilino, era el Clivus Suburanus. El Subura Minor y el Vicus Patricii arrancaban del Subura Maior en dirección al Viminal. El Subura era un barrio formado totalmente por ínsulae con un hito importante, la Turris Mamilia; un barrio en el que se hablaban todos los idiomas y de vecinos muy liberales. En el Subura vivía gran número de judíos, y en tiempos de Mario y Sila se hallaba en él la única sinagoga de la ciudad. Según Suetonio, Julio César vivió en el Subura.
sufecto
,
cónsul
(
consul suffectus
). Cuando un cónsul electo moría en posesión de su cargo, o quedaba incapacitado para el desempeño de sus funciones, el Senado nombraba un sustituto, llamado suffectus. El suffectus no era elegido; a veces el Senado nombraba un
suffectus
aunque el año consular estuviese casi concluido y otras no nombraba ningún sustituto. Estas contradicciones reflejan el estado de ánimo de la cámara en momentos concretos. Parece ser que el Senado requería la presencia del cónsul no fallecido para nombrar un
sufecto
, ejemplo de ello es la impotencia de la cámara cuando en el 90 a. JC. murió el cónsul Catón y su colega, Lucio Julio César, se negó a acudir a Roma para el nombramiento del
sufecto
. El nombre del cónsul
sufecto
se inscribía en los
fasces
consulares y el interesado conservaba la categoría de consular una vez cumplido el mandato.
suntuaria, ley
(
lex sumptuaria
). Eran leyes promulgadas para gravar los artículos de lujo (es decir, costosos), así como los alimentos de similar categoría que los romanos adquiriesen o tuviesen en sus casas, independientemente de lo acaudalados que fuesen. Es de suponer que se trataba de artículos de importación. Durante el período republicano se aprobaron muchas leyes suntuarias relativas a la mujer, limitándoles la ostentación de alhajas o circular en litera o vehículos dentro del perímetro de las murallas servianas; pero muchos magistrados comprobaron que esta clase de legislación lesiva para las mujeres las convertía en seres rencorosos y en un sector social temible.
suovetaurilia
. Sacrificio especial consistente en un cerdo (
su
), una oveja (
ove
) y un buey o toro (
taurus
), ofrecido en ocasiones críticas a ciertos dioses: Júpiter Optimus Maximus, Marte y otros cuya identidad se desconoce. La ceremonia de la
suovetaurilia
exigía que las víctimas fuesen conducidas solemnemente en procesión hacia el sacrificio. Aparte de las ocasiones excepcionales, se ofrecía en dos fechas concretas: a finales de mayo, cuando purificaban la tierra los doce sacerdotes menores llamados los «hermanos campestres» (
fratres arvales
), y cada cinco años, cuando los censores instalaban su garita en el Campo de Marte para efectuar el censo de todos los ciudadanos romanos.
tablinum
. Término latino para designar el cuarto exclusivo del
Paterfamilias
siempre que no fuera tan pobre como para carecer de este «despacho», como se le denomina en la obra.
talento
. Unidad de peso equivalente a la carga que podía llevar una persona. El oro en barras y las sumas importantes de dinero se expresaban en talentos, pero no era un término exclusivamente reservado al dinero y los metales preciosos. Su equiValencia moderna sería unos 25 kilogramos.
Tarpeya, roca
. Sigue siendo polémica su precisa ubicación, pero se sabe que era muy visible desde el Foro, y es de suponer que fuese un extraplomo de los acantilados del Capitolino. Como la caída no excedía de ochenta pies, la roca debió estar situada sobre un precipicio de aguzados riscos. Era el lugar tradicional de ejecución de los romanos traidores y asesinos, a los que se arrojaba desde ella o se les obligaba a saltar. Yo la he situado frente al templo de Ops.
tata
. El diminutivo cariñoso en latín de «padre», equivalente a «papá».
Tellus
. Diosa romana de la tierra; su culto fue en decadencia al incorporarse el de la Magna Mater importado de Pessinus. Tenía un gran templo en el
Carinae
, imponente en sus orígenes, pero en tiempos de Mario y Sila estaba en ruinas.
Tiddlypus, Lucio
. Necesitaba un nombre grotesco para designar a la clase de individuo que en todo tiempo y época ha sido el prototipo del ciudadano anónimo. Dado que la obra original está escrita para lectores angloparlantes, resultaba problemático elegir un nombre latino representativo y acuñé el de «Lucio Tiddlypus» por su curiosa terminación en «us» y por evocar una montaña, nombrada en latín con una curiosa distorsión del nombre de una villa que había en su falda, propiedad de un infame liberto de Augusto,
Publio Vedius Pollio
, pese a que el nombre latino de la montaña era
Pausilypus
, claro indicio de que al liberto en cuestión se le odiaba por ese pus, que significaba lo mismo que en la actualidad.
toga
. Prenda que sólo un ciudadano de Roma podía vestir. Estaba hecha de lana ligera y tenía una forma muy particular (por eso los romanos togados de las películas de Hollywood nunca quedan bien, pues la documentación cinematográfica norteamericana sobre la Roma antigua es muy deficiente). Lillian Wilson obtuvo un tamaño y una forma que reproduce exactamente lo que era la toga. La toga para un varón de 1,75 m, con cintura de 89,5 cm, tenía unos 4,6 m de ancho y 2,25 m de largo; la medida del largo se pliega sobre el eje de la altura del individuo y la medida mucho mayor de la anchura, sobre el cuerpo. No obstante, no tenía forma rectangular exacta, sino que presentaba el siguiente aspecto:
Si no se corta como indica la ilustración, la toga no adquiere la caída que se aprecia en las estatuas de la antigüedad. La toga republicana de tiempos de Mario y Sila era muy larga (la prenda varió notablemente de tamaño desde la época de los reyes y el año 500, un período de mil años). Una observación final, producto de mis propias investigaciones, es que el romano republicano togado no llevaba calzoncillos ni taparrabos. La toga dejaba inútil la mano izquierda para realizar cualquier manipulación a nivel del bajo vientre, ya que, de hacerlo, se habrían deshecho todos los pliegues que ésta sujetaba y habría sido necesario volver a hacerlos completamente. Pero cuando la toga está perfectamente plegada, se puede levantar con asombrosa facilidad con la mano derecha cogiéndola por la orla, para proceder a orinar de pie, a condición —claro— de que no se usen calzoncillos o taparrabos. Menciono este interesante detalle sólo por el hecho de que en los actuales libros de texto se sigue afirmando que los varones romanos gastaban cierta prenda de ropa interior. Pues yo digo que si vestía toga no llevaba nada.