La corona de hierba (154 page)

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Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

BOOK: La corona de hierba
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toga alba
(o
pura
). Toga blanca lisa, que, probablemente, era más bien de color crema.

toga candida
. Toga especial blanqueada que vestían los candidatos a un cargo público al acudir al registro (la palabra «candidato» procede de esa
toga candida
). El candidato vestía también la
candida
cuando recorría Roma solicitando votos el día de las elecciones. Su blancura se obtenía dejándola orear al sol varios días y luego impregnándola de un fino polvillo de cal.

togado
. El que vestía la toga.

toga picta
. Toga totalmente púrpura del general triunfante, lujosamente bordada (seguramente en oro) con imágenes de personajes y eventos. Los reyes de Roma vestían la
toga picta
, igual que la estatua de Júpiter Optimus Maximus en el templo del Capitolio.

toga praetexta
. Toga bordada de púrpura de los magistrados curules; la vestían también los que lo habían sido y los niños de ambos sexos.

toga pulla
. Era la toga de luto y estaba hecha con lana lo más negra posible. Los senadores de luto vestían también la túnica de los caballeros con el
angustus clavus
o franja estrecha en el hombro.

toga trabea
. La toga abigarrada de «colorines» de Cicerón. Era la toga a rayas del augur y seguramente del pontífice. Al igual que la
toga praetexta
, tenía una orla púrpura y rayas alternas rojas y púrpura a lo largo.

tribu, tribus
. En los primeros tiempos de la república, tribus para un romano no era un grupo étnico del pueblo, sino una asociación política al servicio del Estado. Había treinta y cinco tribus; treinta y una eran rurales y cuatro urbanas. Las verdaderas dieciséis tribus primitivas ostentaban el nombre de las diversas
gens
patricias, indicando que los ciudadanos que pertenecían a ellas eran miembros de familias patricias o habían vivido en origen en tierras propiedad de dichas familias. En la primera y segunda etapa de la república, cuando comenzaron a aumentar los terrenos propiedad de Roma en la península italiana, se añadieron tribus para incluir los nuevos ciudadanos en el cuerpo político. Las colonias romanas con ciudadanía plena constituyeron también el núcleo de nuevas tribus. La fundación de las cuatro tribus urbanas se atribuía al rey Servio Tulio, aunque es probable que la fecha sea posterior, a principios de la república. La última fecha en que se creó una tribu es el 241 a. JC. Todos los que pertenecían a una tribu tenían el derecho a votar en la asamblea tribal, aunque no era un voto de por sí importante; primero se contaban los votos de cada tribu, y luego la tribu entera emitía un voto nominal, lo que significaba que en ninguna asamblea tribal podía el ingente número de ciudadanos adscritos a las cuatro tribus urbanas afectar a los resultados globales, pues había treinta y una tribus rurales y cada una de ellas tenía derecho a presentar un voto tribal nominal, aunque sólo votasen dos únicos individuos de la tribu. A los que pertenecían a tribus rurales no les estaba prohibido vivir en Roma; la mayoría de senadores y caballeros, por ejemplo, pertenecían a tribus rurales.

tribuno
(
tribunus
). Funcionario que representaba los intereses de un determinado miembro del cuerpo político romano. La palabra se aplicaba en origen a los que representaban a las tribus (
tribus tribunus
), pero conforme la república fue progresando, vino a designar el funcionario que representaba diversas instituciones no directamente relacionadas con las tribus.

tribuno militar
(
tribunus militarum
). Los oficiales de grado medio en la cadena de mando del ejército romano se denominaban tribunos de los soldados o tribunos militares. El de rango superior era el tribuno electo de los soldados. Si el general no era también cónsul, y, por consiguiente, no disponía de las legiones del cónsul, el tribuno militar era el que las mandaba. Los tribunos militares no electos servían también de comandantes de los escuadrones de caballería.

tribuno de la plebe
. El cargo se creó poco después de la institución de la república, cuando la orden plebeya estaba a la greña con los patricios. Elegidos por el ente tribal de los plebeyos, reunido en
concilium plebis
, o asamblea plebeya, los tribunos de la plebe juraban defender las vidas y propiedades de los pertenecientes a la orden plebeya. En el 450 a. JC. había diez tribunos de la plebe; en tiempos de Mario y Sila, esos diez tribunos eran una espina para el Senado y no sólo para los patricios, pese a que al ser elegidos pasaban a integrarse automáticamente como senadores. Como no eran elegidos por todo el pueblo (es decir, los patricios y los plebeyos), no tenían poder real con arreglo a la constitución romana, fundamentalmente no escrita; su poder residía en el juramento que prestaba la orden plebeya de defender la naturaleza sacrosanta —inviolable— de sus representantes electos. Quizá fuese debido a la organización tribal de la Asamblea plebeya el que estos representantes se llamasen tribunos. El poder de un tribuno de la plebe radicaba en su derecho a ejercer el veto contra una decisión gubernamental; podía vetar las mociones o leyes presentadas por uno de sus colegas tribunados o por todos ellos, a otros magistrados, cónsules y censores incluidos (ejemplo de ello es el caso del censor Marco Emilio Escauro, que, al tratar de oponerse, en el 109 a. JC., a las maniobras para expulsarle del cargo, provocó automáticamente el veto del tribuno de la plebe Mamilio); el tribuno de la plebe podía vetar decretos del Senado e incluso cuestiones bélicas y de asuntos exteriores. Sólo un dictador (o quizá un
interrex
) estaba por encima del veto tribunicio. Dentro de la propia Asamblea plebeya, el tribuno de la plebe era omnipotente: podía convocar la asamblea, una reunión (
contio
) para discutir un asunto, promulgar plebiscitos y hasta imponer la condena de muerte si bloqueaban su derecho ejecutivo.

Durante los primeros años de la república y su fase media, los tribunos de la plebe no eran miembros del Senado, pero después con la
lex Atinia
del 149 a. JC. obtuvieron el derecho a ingresar en él sin previa aprobación de los censores. A partir de entonces, los que habían sido expulsados del Senado por los censores solían presentarse a las elecciones de tribunos de la plebe para poder reingresar. El tribunado de la plebe no tenía
imperium
y el poder que le confería el cargo perdía vigencia pasada la primera piedra miliar. Según la tradición, los tribunos de la plebe asumían sus funciones el décimo día de diciembre y sólo podían desempeñarlo un año, pero no era una costumbre que obligase legalmente. Así lo demostró Cayo Sempronio Graco resultando elegido por segunda vez en el 122 a. J C. El auténtico poder del cargo lo configuraba la
sacrosanctitas
(inviolabilidad) y la
intercessio
o derecho al veto del representante. Por ello, la contribución tribunicia a la gobernación solía ser más obstruccionista que de apoyo.

tribuno de los soldados
. Eran veinticuatro jóvenes, entre veinticinco y veintinueve años de edad, que elegía cada año la Asamblea del pueblo para servir en las legiones del cónsul como tribunos militares. Como los elegía la
comitia populi tributa
, o todo el pueblo, estos tribunos militares eran auténticos magistrados y quedaban incorporados a las cuatro legiones del cónsul como comandantes, en número de seis por legión. Cuando los cónsules tenían más de cuatro legiones en campaña (como fue el caso en Arausio), los tribunos de los soldados se repartían por las legiones que hubiese.

tribuno del Tesoro
(
tribuni aerarii
). No está nada claro qué función real tenían los
tribuni
aerarii
. En principio, parece que fueron un cuerpo de funcionarios pagadores del ejército, pero en la fase media de la república, esa tarea la efectuaban ya los cuestores. No obstante, en tiempos de Mario y Sila, los
tribuni aerarii
eran lo suficientemente numerosos (y ricos) para figurar en la segunda clase en las asambleas centuriadas, por lo que deberían gozar de una categoría económica censal no inferior a la de caballero. No obstante, a mí me parece más verosímil que fuesen funcionarios de alto rango asignados al Tesoro. Aunque el Senado y el pueblo de Roma eran muy reacios a la burocracia y se resistían con tesón a ampliar el número de empleados públicos, una vez que comenzaron a crecer las posesiones territoriales de Roma, hubo cuando menos una rama del Senado que cada vez exigió más burócratas. Esta rama era el Tesoro (
aerarium
) y en los últimos tiempos de la república debió de haber un número bastante considerable de funcionarios de alto rango en los diversos departamentos del erario (número que aumentó espectacularmente después en tiempos de Mario y Sila). Se recaudaba dinero de muy diversas maneras, en Italia y en el extranjero, y se necesitaba dinero para todo, desde la adquisición del grano público hasta el programa de obras públicas de los censores, la soldada de los ejércitos, y minucias como la compra de cerdos que el pretor urbano repartía en Roma con motivo de las compitalia. Mientras que un magistrado electo podía dar órdenes al respecto, es evidente que él personalmente no intervenía en su aplicación; por ello, tenía que haber empleados del fisco, personas con categoría superior a la de simple administrativo o escriba, e indudablemente procederían de familias respetables y tendrían un buen sueldo. La existencia de un funcionariado de alto rango se deduce por el hecho de que cuando Catón el uticense fue nombrado cuestor del Tesoro en el 64 a. JC. protestó bastante, con toda seguridad porque los cuestores llevaban muchos años sin ocuparse de los asuntos del Tesoro, y en el 64 a. JC. su administración era de envergadura.

triclinium
. El comedor romano. En un comedor formal (de preferencia cuadrado) había tres camillas colocadas formando una U.

Mirando desde la puerta hacia el hueco que configura la U, la camilla de la izquierda se llamaba el
lectus summus
, la situada en la base de la U era el
lectus medius
y la que formaba el lado derecho, el
lectus imus
. Estas camillas eran muy anchas, quizá de 1,25 metros o más, y el doble de largas como mínimo. En un extremo tenían un brazo elevado formando cabecera. Delante de cada una de ellas se disponía a lo largo una mesa estrecha más baja que la camilla y los comensales se tumbaban, reclinados sobre el codo izquierdo, apoyados en almohadones; comían descalzos y podían ordenar que les lavasen los pies. El anfitrión se tumbaba en la parte izquierda del
lectus medius
, siendo la parte derecha de dicha camilla el extremo con cabecera reservado al invitado de honor, que se denominaba
locus consularis
. En tiempos de Mario y Sila era poco frecuente que las mujeres se tumbasen comiendo con los hombres, de no ser mujeres de dudosa virtud y tratarse de una francachela celebrada por hombres. Las mujeres de la familia se sentaban dentro del espacio de la U, en sillas; entraban con el primer plato y abandonaban el comedor nada más retirarse el último plato. Normalmente sólo bebían agua.

triunfo
. El día más excelso de un general romano victorioso. En tiempos de Cayo Mario y Sila, el general tenía que haber sido aclamado
imperator
por sus tropas en el campo de batalla y solicitar después el triunfo al Senado, que era el único que podía aprobarlo y que, a veces —no muchas—, lo aplazaba sin justificación. El triunfo era un espectacular desfile que discurría con arreglo a un itinerario prescrito desde la Villa Pública del Campo de Marte, pasando por una puerta especial de las murallas servianas llamada
porta Triumphalis
, por el
Velabrum
, el Forum Boarium y el Circo Máximo, para después dirigirse por la Via Sacra del Foro romano y concluir en el monte Capitolino, al pie de la escalinata del templo de Júpiter Optimus Maximus. El general triunfante y sus lictores entraban en él y ofrecían al dios sus laureles de victoria, y luego se celebraba la fiesta triunfal.

triumphator
. El general que celebraba el triunfo.

túnica
. Era la prenda básica de casi todos los pueblos antiguos mediterráneos, incluidos griegos y romanos. En tiempos de Mario y Sila constaba de un cuerpo rectangular, sin sisa; el cuello seguramente estaba cortado en curva para mayor comodidad en lugar de continuar en línea recta desde los hombros; las mangas serían prolongaciones rectangulares de tela desde los hombros, o irían pegadas. No es, desde luego, nada improbable que supieran pegar mangas, pues en los textos de la época se mencionan las mangas largas y éstas requieren ir cosidas. Las estatuas no testimonian si las túnicas de los personajes importantes que representan eran simples prolongaciones de tejido a partir de los hombros para dejar paso a los brazos, y las mangas de las túnicas de las estatuas de militares parecen mangas cortas normales. La túnica se llevaba con cinturón de cuero o con un cíngulo y era siempre más larga por delante que por detrás, parte por la que medía unos 75 mm menos. Los del censo de caballeros lucían una franja estrecha en la túnica y los senadores, una franja más ancha. Yo creo que estas franjas iban colocadas en el hombro derecho y no en el centro del pecho. En una pintura mural de Pompeya se ve a un hombre con
toga praetexta
y franja ancha en el hombro derecho de la túnica.

Tusculum
. Ciudad sobre la Via Latina, a unos 25 kilómetros de Roma. Fue la primera ciudad latina a la que se otorgó plena ciudadanía romana en el 381 a. JC. y siempre permaneció fiel a Roma. Catón el censor era de Tusculum, en donde su familia fue propietaria de la caballería pública del ejército romano.

Vaticanus
. Era una llanura, el
Campus Vaticanus
, y tambiém el monte Vaticano. Estaban situados en la orilla norte del Tíber, frente al Campo de Marte. En tiempos de Mario y Sila, la llanura servía de mercado de plantas y la colina del mismo nombre no tenía una utilidad, que se sepa.

Venus Libitina
. Diosa de la fuerza vital; Venus tenía muchas advocaciones, y la Libitina estaba relacionada con la extinción de la fuerza vital. Era una deidad de gran importancia en Roma y su templo se hallaba fuera de las murallas servianas, aproximadamente en el centro de la vasta necrópolis de la ciudad en el
Campus Esquilinus
. No se sabe su ubicación exacta, pero como tenía que situarla en algún punto, le asigné la intersección de dos
diverticula
(rutas de circunvalación) importantes con la Via Labicana. El recinto del templo era espacioso según los parámetros de los templos romanos; contaba con una arboleda, seguramente de cipreses (por su simbolismo funerario) y dentro de él actuaba el gremio de sepultureros y empresas funerarias, probablemente asentados en casetas o tenderetes. En el templo se guardaba el registro obituario de Roma; era un templo rico, en virtud de las tasas que cobraba por registrar las defunciones. Si no había un cónsul que los necesitase, los
fasces
de los lictores quedaban depositados en el templo, así como las hachas que en ellos se insertaban cuando el magistrado salía de la ciudad.

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