La corona de hierba (150 page)

Read La corona de hierba Online

Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

BOOK: La corona de hierba
3.89Mb size Format: txt, pdf, ePub

Numidia
. Antiguo reino de la zona central del norte de Africa, que siempre limitó al oeste, sur y este con Cartago y luego con la provincia romana de Africa. Sus primitivos habitantes eran bereberes de vida seminómada. Tras la derrota de Cartago, Roma y los Escipiones propiciaron la consolidación de una dinastía, el primer monarca de la cual fue el rey Massinisa. La capital de Numidia era Cirta.

Odiseo
. El Ulises griego, rey de Itaca en los tiempos legendarios. Es uno de los principales personajes de la ilíada y el protagonista de la Odisea. Hombre de natural habilidad, inteligencia y astucia (los griegos no consideraban necesariamente la falsedad como un defecto), era por ende un gran guerrero de fortaleza singular capaz de manejar un arco que nadie podía tensar. Era pelirrojo, zurdo, de ojos verdes y piernas tan cortas, que parecía «más alto sentado que de pie». Después de combatir diez años seguidos en Illium (Troya), regresó al hogar al término de la guerra, llevando como trofeo a la anciana reina Hekabe (Hécuba), viuda del rey Príamo de Troya, a la que pronto abandonó harto de su llanto y quejas. A continuación vivió una década de farragosas y fantásticas aventuras por todos los confines del Mediterráneo, al final de la cual llegó a su hogar en Itaca, al cabo de veinte años. Allí le esperaban fielmente su esposa Penélope, su hijo Telémaco y su perro
Argus
. Lo primero que hizo fue tensar el arco y disparar una flecha a través del ojo de una serie de hachas, tras lo cual dirigió su mortal arma contra los pretendientes de su esposa, matándolos a todos ayudado por su hijo. Luego, vivió feliz con Penélope el resto de sus días.

ordo equester
. Véase
caballeros
.

oro de Tolosa
. Parece ser que unos años después del 278 a. JC. parte de la tribu de los volcos tectosagos regresó desde Macedonia a sus tierras en torno a Tolosa de Aquitania (la Toulouse actual) con el botín de los numerosos templos saqueados (véase
Breno
). Fundieron el oro y la plata, ocultándolo sumergido en estanques de los recintos sagrados de los templos de Tolosa; la plata, que había sido fundida en forma de gigantescas ruedas de molino, con las que molían el trigo, la sacaban de vez en cuando. En el 106 a. JC., el cónsul Quinto Servilio Cepión recibió el encargo durante su mandato de hacer la guerra contra los germanos migrantes que se habían asentado en torno a Tolosa, pero al llegar allí vio que habían emprendido la marcha, por haberse querellado con sus huéspedes, los volcos tectosagos. En lugar de tener que dar batalla, el cónsul Cepión encontró en aquellos estanques de Tolosa una fabulosa cantidad de oro y plata. La plata ascendía a 10000 talentos (250 toneladas), incluidas las piedras de moler; y el oro, a 15.000 talentos (370 toneladas). Hizo transportar la plata al puerto de Narbo y enviarla por mar a Roma, tras lo cual los carros regresaron a Tolosa y fueron cargados con el oro. El convoy lo escoltaba una cohorte de legionarios romanos de unos 520 hombres, pero cerca de la fortaleza de Carcasso fue atacado por unos bandidos que aniquilaron a los soldados y desaparecieron con los carros, sin que nunca más se supiera del oro.

En aquel momento nadie sospechó del cónsul Cepio, pero después de la animadversión que suscitó con su conducta un año después en la batalla de Arausio, comenzó a rumorearse que era él quien había planeado el ataque al convoy, depositando a su nombre el oro en Esmirna. Aunque no se le procesó por el robo del convoy, se le juzgó como culpable de haber hecho perecer a su ejército y fue condenado al destierro, exilio que, precisamente, fue a cumplir a Esmirna, en donde murió en el 100 a. JC. La historia del oro de Tolosa figura en fuentes antiguas, aunque no aseveran categóricamente que Cepio fuese quien lo robó. Pero, por lógica, hay que inclinarse a creerlo, y no cabe duda de que los Servilios Cepiones que sucedieron al cónsul Cepio hasta la época de Bruto (su último descendiente) fueron fabulosamente ricos. Tampoco hay duda de que casi toda Roma consideraba al cónsul culpable de la desaparición de una cantidad de oro mayor que la del Tesoro público.

Oxintas
. Hijo del rey Yugurta de Numidia; desfiló con su hermano Iampsas en el triunfo de Cayo Mario en 104 a. JC. tras el cual fue ajusticiado el padre. Oxintas fue confinado en la ciudad de Venusia en donde permaneció hasta el 89 a. JC., sin que se sepa qué fue de él tras la guerra mársica.

padres conscriptos
. Según lo establecido por los reyes de Roma, el Senado constaba de cien patricios llamados
patres
, es decir, padres. Una vez fundada la república, y cuando los plebeyos pudieron acceder al Senado, el número de senadores aumentó a trescientos y se encomendé a los censores la tarea de nombrar a estos nuevos senadores; el término «conscripto» se impuso, dado que los censores «alistaban» a los nuevos miembros. En tiempos de Mario y Sila, los dos términos se hallaban asociados y en la cámara los senadores recibían el apelativo de padres conscriptos.

Partia
. Véase
partos, reino de los
.

partos
, reino de los.
Regnum parthorum
se denominaba en latín la vasta región del oriente de Asia en la que reinaba un monarca. No se le daba el nombre de Partia, que era una modesta nación al noreste del mar Caspio, próxima a Bactria, y sólo importante por ser la tierra natal de las siete grandes familias Pahlavi y los reyes partos arsácidas. En tiempos de Mario y Sila estos reyes dominaban en las tierras situadas entre el Éufrates en Mesopotamia y el Indus del Pakistán. El rey de los partos no residía realmente en Partia y tenía su corte en Seleucia del Tigris en invierno y en Ecbatana en verano. Los sátrapas del linaje Pahlavi gobernaban las diversas regiones en que se dividía el reino de los partos, pero tan sólo como representantes del monarca. Aunque el gobierno era impreciso y no existía un verdadero sentimiento nacional, el rey de los partos mantenía unido el reino mediante una excelente organización militar. Era un ejército formado estrictamente por fuerzas de caballería de dos tipos distintos: arqueros con coraza ligera que hacían el «disparo parto» lanzando las flechas de espaldas, como si fueran a emprender la huida, y jinetes con
catafracta
o armadura de escamas de acero de pies a cabeza que también protegía al caballo. Gracias a los contactos con los seléucidas sirios, el ambiente oriental de la corte parta cedió un poco en favor del helenismo.

paterfamilias
. El cabeza de familia con derecho a hacer su voluntad con los miembros de la misma, firmemente protegido por las leyes del Estado romano.

patricios
. La primitiva aristocracia romana. Los patricios eran ciudadanos distinguidos antes de que Roma tuviera reyes, y conservaron para siempre ese título y un prestigio vedado a cualquier ciudadano plebeyo (por muchos cónsules que hubiese tenido en la familia, ennobleciéndola). No obstante, conforme fue evolucionando la república y aumentando el poder plebeyo en consonancia con su riqueza, los patricios fueron perdiendo inexorablemente privilegios y títulos hasta que en tiempos de Mario y Sila eran personas bastante empobrecidas en comparación con las familias de la nobleza plebeya. No todos los clanes patricios tenían la misma antigüedad: los Julios y los Fabios poseían una categoría patricia siglos antes que los Claudios. Los patricios se casaban con arreglo al procedimiento llamado
confarreatio
, que les vinculaba prácticamente de por vida, y la mujer patricia jamás gozaba de la relativa emancipación de su homóloga plebeya. Ciertos cargos sacerdotales sólo podían obtenerlos los patricios —
rex sacrorum
y
flamen dialis
—, así como ciertos cargos senatoriales, como eran el de
interrex
y el de príncipe del Senado. En tiempos de Mario y Sila las siguientes familias patricias seguían dando senadores (cuando no cónsules): los Emilios, Claudios, Cornelios, Fabios (aunque sólo a través de adopciones), Julios, Manlios, Pinarios, Postumios, Sergios, Servilios, Sulpicios y Valerios.

patronazgo
. La sociedad de tiempos de la república romana estaba organizada con arreglo a un sistema de patronazgo y clientela (véase
cliente
). Aunque tal vez los pequeños comerciantes y los trabajadores de las capas más bajas no estaban integrados en el sistema, éste pre
Vale
cía a todos los niveles sociales y no todos los patrones eran de clase alta. El patrón se comprometía a dar protección y conceder favores a los que se declaraban clientes suyos. Los esclavos libertos pasaban a ser clientes de su antiguo amo; ninguna mujer podía asumir el patronazgo y muchos patrones eran a su vez clientes de otros más poderosos, con lo cual sus clientes lo eran en realidad del que estaba por encima de ellos. Aunque este sistema no estaba sancionado por la ley, implicaba un arraigado principio de honor y eran contados los clientes que defraudaban o engañaban al patrón. Podían transcurrir años sin que éste obtuviera ayuda o apoyo del cliente, pero llegaba un día en que le pedía un favor: voto, presión política o una gestión particular. Era costumbre que el patrón «despachase» con los clientes al amanecer de los días hábiles, mañanas que los clientes dedicaban a solicitar favores o a simplemente presentarle sus respetos u ofrecerle sus servicios. Era la ocasión para que, si el patrón era rico y generoso, obsequiara a sus clientes con regalos o dinero. Si un individuo se convertía en cliente de alguien a quien anteriormente había detestado y considerado enemigo, le servía con absoluta fidelidad, llegando incluso a dar la vida por él (César el dictador y Curión el joven)

pedagogo
(
pedagogus
). Maestro de niños. Era el que les inculcaba la instrucción elemental, enseñándolos a leer, a escribir y la aritmética; su condición solía ser la de esclavo o liberto y vivía con la familia del amo, siendo muy frecuentemente de nacionalidad griega, aunque se le exigía enseñar griego y latín.

pedarius
,
pedarii
. Véase
Senado
.

Penates
. Los dioses Penates, protectores de la despensa, formaban parte de las primitivas deidades llamadas
numina
y se adoraban en todas las casas romanas junto con
Vesta
(espíritu del fuego del hogar) y los
lar familiaris
. Los Penates, igual que los
lares
, se representaban con figuras de jóvenes (habitualmente en estatuillas de bronce). El Estado romano tenía sus propios penates publici, guardianes del bienestar y solvencia estatales.

Penélope.
Esposa de Odiseo, rey de Itaca (véase
Odiseo
). La obtuvo al ganar una carrera a pie que el padre, Icario, convocó entre los pretendientes. Cuando se vaticinó que si Odiseo acudía a la guerra contra Troya (Illium), permanecería veinte años lejos del hogar, Penélope y su hijo Telémaco se dispusieron a esperarle. La sucesión al trono de Itaca debía ser matrilineal, ya que, al dar por muerto a Odiseo, el palacio fue invadido por numerosos pretendientes que en él se aposentaron definitivamente. Penélope se negó a casarse hasta haber concluido un sudario para su suegro Laertes; y por la noche deshacía lo que había tejido por el día. Según Homero, la treta dio resultado y permitió que Odiseo regresara a Itaca y matara a los pretendientes.

perduellio
. Alta traición. Hasta que en los últimos tiempos de la república se adoptó la forma más mitigada de traición denominada
maiestas
(véase Saturnino), el
perduellio
era la única modalidad de traición especificada en la ley romana. Por su antigüedad figura en las doce tablas, y conllevaba un farragoso proceso público ante la Asamblea centuriada hasta que, finalmente, se votaba en secreto la condena entre las centurias. No obstante, era prácticamente imposible convencer a las centurias para que condenasen a alguien por
perduellio
, salvo que el acusado confesara en público que había conspirado para hacer la guerra contra Roma, y los que se oponían a la política del Estado no eran tontos. Al convicto se le aplicaba automáticamente la pena capital.

peristilo
. Jardín o patio interior rodeado de columnas.

permutatio
. Término bancario que designaba el acto de transferir sumas de dinero, sin que cambiara de manos, entre instituciones de dentro y de fuera de Roma, a veces cubriendo grandes distancias.

Picenum
. Era la zona central de la península italiana que se extendía aproximadamente por lo que constituye el músculo de la pantorrilla. Limitaba al oeste con los Apeninos, al norte con Umbría y al sur con el Samnio. Como contaba con una buena porción costera en el Adriático, tenía los activos puertos de Ancona y Firmum Picenum; la principal ciudad del interior era Asculum Picentum. Los primitivos pobladores eran de origen italiota e ilírico, pero durante la invasión del primer rey Breno, numerosas tribus celtas se asentaron en Picenum y se mezclaron con los indígenas. Existía la tradición de que los sabinos de la vertiente opuesta de los Apeninos habían migrado, asentándose en Picenum. La región estaba dividida aproximadamente en dos partes: Picenum norte, muy vinculado a la contigua Umbría y
domina
do por la antigua familia de los Pompeyos, y Picenum sur, separado del norte por el río Flosis, más vinculado espiritualmente al Samnio. Sus habitantes se llamaban picentinos o picentes.

pilum
,
pila
. El venablo de la infantería romana, en particular el modificado por Cayo Mario. Tenía una punta muy pequeña e incisiva de hierro con un asta también de hierro de unos tres pies (un metro), unidas a un palo de madera conformado para asirlo cómodamente. Mario lo modificó haciéndolo más débil en la unión entre el segmento de hierro y de madera para que, al arrojarlo y clavarse en el escudo, en un cuerpo o en el suelo, se partiese y no pudiera aprovecharlo el enemigo. De todos modos, los armeros de las legiones los reparaban rápidamente al final de las batallas para volver a usarlos.

Pisidia
. La región situada al sur de Frigia, aún más salvaje y atrasada que ésta. Era muy montañosa y con numerosos lagos y su clima era reputado por lo saludable. Existía poca industria y ciudades populosas y estaba cubierta de magníficos pinares. Sus habitantes procedían de una antigua tribu indígena aliada de los tracios y hablaban un curioso idioma. Los pocos pisidios que entraron en contacto con el mundo romano se hacían notar por sus raras creencias religiosas.

Other books

Dark Victory - eARC by Brendan Dubois
book.pdf by Fha User
The Fifth Queen by Ford Madox Ford
Rumbo al cosmos by Javier Casado
Choices by Viola Rivard
Bound and Determined by Shayla Black
Come and Tell Me Some Lies by Raffaella Barker
No More Pranks by Monique Polak
Stonekiller by J. Robert Janes