Read Tratado de ateología Online
Authors: Michel Onfray
[1]
Hipócrita, taimado. [N. de la T.]
[2]
Juego de azar en el que un jugador mezcla tres cartas dadas vuelta y el otro jugador tiene que adivinar dónde está una de ellas. (N. de la T.)
[3]
Vientos alisios continentales que soplan desde el Este sobre el Sahara y el África occidental. (N. de la T.)
[4]
He mantenido los números de página de la edición en francés porque en la edición en español más completa que consulté —Adolf Hitler,
Mi lucha,
trad. de Miguel Serrano, 1ª ed. completa [sic] en español (dos vols. en uno), Ediciones Wotan, Barcelona, 1995— falta el texto correspondiente a la página 306 de la edición francesa, texto que debería figurar en el capítulo XI, «La nacionalidad y la raza», página 233. Para las referencias de las páginas 457, 451, 118, 119 y 120 de la edición francesa, pueden consultarse las páginas 338, 334, 93, 94 y 95, respectivamente, de la edición en español mencionada. Todas las otras ediciones en español a las que tuve acceso carecen de referencias legales. Para el texto completo del párrafo faltante, véase la Bibliografía de este mismo volumen, p. 266. (N. de la T.)
[5]
Alude a la frase de La Fontaine:
Amour, amour quand tu nous tiens...
(Amor, amor, cuando te apoderas de nosotros...). (N. de la T.)
[6]
Hace alusión a Léon Gambetta (1838-1882), estadista francés y ferviente defensor de la democracia moderna y de la separación de la Iglesia y el Estado. Se opuso al clericalismo y acuñó la frase
le cléricalisme, voila l'ennemi
(«el clericalismo es el enemigo»). (Nota en la página 190. de la T.)
[7]
Para las referencias de la edición en español, véase la nota
[4]
. El párrafo que falta en la edición citada por mí, correspondiente a la página 306 de la traducción francesa, es el siguiente: «...[la] vida [del judío] sólo se limita a esta tierra, y su espíritu es tan ajeno al
cristianismo verdadero
como lo fue su naturaleza dos mil años antes del gran fundador de la nueva doctrina. Por supuesto, este último no escondió su actitud hacia el pueblo judío, y cuando fue necesario, incluso utilizó el
látigo
para expulsar del templo a este adversario de la humanidad, que, como desde siempre, veía en la religión un instrumento de su existencia económica. En cambio, Cristo fue crucificado, mientras que nuestro actual 'cristianismo político'»... El párrafo fue tomado de una edición pirata. El subrayado es mío. (N. de la T.)