Microsiervos (24 page)

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Authors: Douglas Coupland

BOOK: Microsiervos
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Mi madre se ha apuntado a una carrera de natación para señoras de 50-60 años. Es la semana que viene.

Susan ha comprado un cargamento de toallitas húmedas en Price-Costco. Está furiosa con el resto del Habitrail porque está hecho una pocilga. Limpia su teclado y su pantalla delicadamente y, mientras lo hace, dice: «Joder, necesito urgentemente salir con alguien.»

A Karla el pelo ya le llega más abajo de los hombros. Y se ha comprado un vestido con florecitas rosas; resulta gracioso ver cómo es la misma de siempre y, sin embargo, está cambiada, y eso hace que la mire con una nueva fascinación.

Come todo tipo de comida, como una persona completa, y me he dado cuenta de que, cuando le doy un masaje, ya no está tan tensa. Todos almacenamos la tensión en un lugar concreto (la cosa va de
shiatsu
), del mismo modo que nos equivocamos y escribimos mal la misma palabra una y otra vez.

Karla almacena su tensión en los romboides, en los músculos que van de arriba abajo de la columna, y yo se la quito. Eso hace que me sienta bien. El ser capaz de hacerlo.

Ensoñación: hoy el tráfico estaba atascado en la 101. He tenido visiones del Valle y me he liberado de mi sueño envidioso del futuro. He visto germanio en las aguas subterráneas y carreras truncadas. He visto inversores con las cuencas de los ojos quemadas por las visiones de dinero, destrozando sus Nissan en la 101, pasado el gran cubo azul de la base de la Fuerza Aérea de Onizuka, que pertenece a la NASA, y una sangre de color anaranjado fluorescente chorreaba de las ventanillas.

Sábado

Hoy se ha hecho realidad el sueño de Bug. Ha ido a visitar Xerox PARC con un amigo de un amigo de Seattle. De vuelta al Habitrail, mientras arreglaba un puñado de flores que había arrancado en el PARC, nos ha suministrado abundantes detalles: «Está situado en un emplazamiento deliberadamente vacío: cubren todos los rasgos externos de civilización con bermas y otros elementos paisajísticos de modo que te sientes como si no estuvieras en ningún lugar. La sensación de que estás en un lugar concreto debe de ser mala para las ideas.

»De todos modos, no hay nada más que chaparral y robles en la colina situada al oeste, y uno se siente como si estuviera en un planeta virgen, como los que visitan en
Star Trek
. Parece un puesto avanzado. Aunque no da miedo, es como si estuvieras en la Antártida. Y el vestíbulo... Es como la sala de espera de un dentista de éxito del año 2004. Y no lo diríais nunca... ¡Me he sentado en una de esas butacas rellenas de bolitas!»

Una hora más tarde, estábamos todos trabajando cuando, sin que viniera a cuento, Bug ha dicho: «¡Ejem!», para llamar nuestra atención, y nos ha anunciado que es homosexual. ¡Qué aleatorio!

«Llevo demasiado tiempo ocultándome —ha dicho—, y ya es hora de que lo admita abiertamente.

Tendréis que asumirlo, pero os aseguro que yo llevo mucho más tiempo que vosotros asumiéndolo.»

Ni se nos había pasado por la cabeza que Bug fuera otra cosa que un chiflado un poco amargado y frustrado sexualmente, cosa frecuente en Microsoft o entre los informáticos en general. Me parece que todos nos sentimos culpables porque no pensamos lo suficiente en Bug y, la verdad, trabaja mucho, y sus ideas son muy buenas. Pero estamos tan acostumbrados a que sea un tío chiflado que ni se nos había ocurrido que él también tuviera vida interior.

Le he preguntado: «¿Y el santuario dedicado a Elle MacPherson?»

«Sustituido. Ahora le toca a Marky Mark, pero sólo es una fase.»

«Oh, Bug... —ha dicho Karla—: ¿Cuánto tiempo hace que lo estás pensando?»

«Siempre.»

«¿Y por qué te has decidido a dar el paso ahora? —he preguntado yo—. ¿Por qué has tardado tanto?»

«Porque ahora ha explotado todo. Somos como esas semillas que uno plantaba sobre una pasta estéril en una placa de Petri, esperando que brotaran o estallaran. Susan está estallando. Todd va a estallar. Karla está germinando suavemente. Michael también está cambiando. Es como si todos nosotros fuéramos semillas a la espera de crecer y convertirnos en árboles, orquídeas o plantas de interior. Nunca se sabe. El norte era demasiado estéril. No germiné. ¿No sientes curiosidad por saber cómo eres en realidad, Dan?»

He pensado un poco. Uno nunca piensa en estas cosas.

«Ahora puedo ser yo mismo, me parece —ha dicho Bug—. No me resulta fácil. Insisto: no me resulta fácil.»

«¿Significa eso que vas a empezar a vestirte mejor?», ha preguntado Ethan. «Sí, Ethan. Es probable.» Así ha ido todo.

Quizás ahora esté menos chiflado. Karla y Susan han dicho que se sentían orgullosas de Bug. Me parece que hace falta valor. En cualquier caso, Bug es de los que germinan tarde. ¿Y yo? ¿Tengo curiosidad por saber qué es lo que soy realmente? ¿O me siento tan agradecido por no ser un completo perdedor con un grado de vida cero que me da lo mismo?

Sillones rellenos de bolitas: qué raro que todavía sean... no sé... parte de este mundo.

Mi padre se ha apuntado a un curso nocturno de C++. Está decidido a que se cuente con él.

La hermana de Susan le ha enviado una bolsa de hierba por FedEx. La ha envuelto en esas propagandas de perfume de las revistas para engañar a los perros antidroga de la mensajería. Qué sistema tan bueno de hacer que esas cosas sirvan para algo.

Bug tiene razón. Estamos empezando a desenmarañarnos. O a brotar. O lo que sea. Recuerdo los vídeos documentales de la escuela primaria sobre embriología, y el modo en que, durante su desarrollo como embriones, todos los mamíferos eran iguales hasta el momento en que empezaban a diferenciarse y a convertirse en lo que serían más tarde. Me parece que ahora nos encontramos en ese punto.

Domingo

Mi capacidad de percepción del tiempo se ha vuelto loca. Siempre me pasa lo mismo los domingos. Aquí, cada día es como cualquier otro y, sin embargo, son distintos. He diseñado una pequeña aplicación que ejecuto cada vez que me interrumpe algo —una llamada telefónica o una pregunta de alguien— o cuando tengo que cambiar la cinta del Walkman. El tiempo medio entre interrupciones es de 12,5 minutos. Quizás eso forme parte de mi escisión temporal.

Le he mencionado a Todd estas interrupciones y me ha dicho: «Sigo trabajando dieciocho horas diarias, como en Microsoft, pero, en lugar de hacer una sola cosa, hago cientos de cosas distintas: mi trabajo es muchísimo mejor. Mayor diversidad. Es la diversidad de las interrupciones... el tiempo pasa a estar "regido por la iniciativa", en lugar de estarlo por la pasividad.»

Ha añadido luego que, en la escatología («el estudio de las Últimas Cosas») cristiana, siempre ha estado muy claro que el tiempo y el mundo terminan de modo simultáneo, que no existe diferencia real entre ambos.

Después le ha dado un ataque de pánico al pensar que estaba destinado a ser como sus padres y ha salido corriendo hacia el gimnasio. Hoy le toca la parte superior del cuerpo. Alterna parte superior e inferior. Nunca duerme. Así llama a sus días: díadepartesuperior; díadeparteinferior; díadeabdominales; díadelaterales, etcétera. A veces admiro su determinación para conseguir la perfección muscular; otras me parece que es un bicho raro.

He leído el caso de unos pescadores de la costa del golfo de California cuya red quedó enganchada en un galeón hundido mientras la arrastraban por el fondo del océano y, al subirla, una lluvia de monedas cayó sobre la cubierta del barco. ¡Es la historia que más podría gustarnos a la gente del Valle!

Hoy he enviado las tarjetas de felicitación de Navidad: fui a McDonald's, cogí un montón de esos formularios de solicitud de empleo titulados «ÚNETE A LA FAMILIA», y los he llenado en nombre de todos. La única pregunta remotamente personal del formulario es: ¿Practicas algún deporte? ¿Qué actividades realizas?

Esto es lo que he puesto para todos: «Abe Susan/Bug/Michael/etc... pasión por las tareas repetitivas.»

Noche de «fiesta
geek
»: es, más o menos, como si estuviéramos en Hollywood y fuéramos a una «fiesta de la gente que está en el negocio». Un tipo de General Magic que Susan conocía ha organizado una fiesta en su casa, en Los Altos Hills. Durante todo el día, en el trabajo, Susan y Karla han estado hablando de lo que iban a... ponerse. No es nada propio de Karla, pero me alegro de que esté tomando conciencia de su cuerpo y se enorgullezca de él.

Susan va de caza, de modo que quiere parecer una mujer sexy, experta en ordenadores, «divertida» y sena, todo a la vez. Suerte. Se queja a Karla: «Tengo las tetas típicas de la regla... parece como si fueran a ponerse en plan lácteo de un momento a otro.» Es tan tal como lo pienso lo digo. Por favor, Susan...

Karla ha dicho: «Bueno, eso a tu favor si te pones ese vestido a lo Betsy Johnson.»

«¡Excelente idea!», Susan está motivada.

En las fiestas de los
geeks
, uno puede distinguir por la ropa y la conversación a los esclavos de las grandes compañías de los esclavos de las compañías recién creadas. Karla y yo hemos conocido a dos tíos que trabajaban en el proyecto Newton de Apple. Han hablado con un entusiasmo infatigable durante cuarenta y cinco minutos sobre los puntos que regalan las compañías aéreas a sus clientes. Tenían un contorno de caderas propio del Valle, digno de ser adquirido. Uno de los tíos llevaba las obligatorias gafas Eyeworks de Los Ángeles, una extravagante americana anaranjada y unos vaqueros anchos. El otro llevaba gafas de Armani y un conjunto de Calvin Klein, pero un conjunto desemparejado; estilo improvisado y caro, vamos. Aquí no puedes dejar de ser consciente de lo mucho que cuesta todo y de cuál es su lugar de procedencia.

Tipo Newton Uno: Estoy intentando reunir 100 puntos en Premiere Executive con United. ¿Tú ya tienes 100 puntos?

TN 2: Sí, claro, desde que fui a Hanover este otoño. Y no te lo vas a creer: el otro día llegué tarde a un vuelo y, cuando la azafata del mostrador de United me buscó la ficha, miré el monitor y vi mi nombre rodeado de SIGNOS DE DÓLAR. Qué subtextual.

TN 1: ¡Vaya, fenómeno! (A todas luces, sinceramente impresionado.) Me parece que podría reunirlos si me dejaran volar con United a Japón las dos próximas ocasiones. Malditos Viajes Apple. Ahora tengo puntos en Alitalia, Northwest, JAL, Lufthansa, USAir, Continental, American y British Air. Me gustaría que voláramos con Virgin Air... eso sí que sería fenómeno.

TN 2: Me gustan los artículos de aseo de British

Air.

TN 1: Antes eran fenómenos... Todos los chismes eran de The Body Shop. Aunque Virgin Air gana a todas las demás porque tienes tu propio monitor de videojuegos y puedes jugar al SEGA con otros pasajeros.

TN 2: ¿Con todo el avión? ¿O sólo con los pasajeros de clase
business?

TN 1: No lo sé. Creo que sólo con los de clase
business
. Supongo que sería todavía mejor si pudieras jugar con los chavales de 13 años que van detrás, en clase turista... ¡SEGA debería enviar encuestadores a estos vuelos y hacer ahí los estudios de mercado!

(Risillas.)

Karla y yo nos hemos mirado y hemos alzado los ojos al cielo, pero estábamos impresionados. ¡APPLE! ¡NEWTON! ¡PRIMERA CLASE EN JAL! Yo no tengo puntos acumulados en ninguna compañía aérea.

Soy un perdedor.

Lunes

El Lexus de Anatole tiene una ranura vertical en el salpicadero de la que sale una pieza para sostener una taza de café que aparece, hace un flip, flip, flip como una figura de papiroflexia —zum, zum, zum— y se pone horizontal.

Karla y yo hemos salido a dar una vuelta hacia el atardecer y hemos tomado café sentados en el coche. Eso ha sido lo mejor del día, de modo que es fácil imaginar lo soso que ha sido el resto.

Cachivaches: me he comprado una de esas «teclas de histeria» en Weird Stuff, la tienda de saldos de informática situada delante de Fry's, en Kern Street, en Sunnyvale. Es una tecla que imita las de IBM con una cinta adhesiva por detrás para que uno la pegue en el teclado y la pulse cuando se sienta un poco chalado.

Me dan mucha pena estas teclas de histeria, porque la histeria parece una reacción tan superada, tan cursi frente a todos los cambios que se producen en el mundo. Quiero decir que si uno tiene que ser negativo, hay un amplísimo menú de opciones disponibles: ruptura - atomización - apatía -, pero ¿histeria? Vaya cursilada.

He comentado con Abe mis sesiones de
shiatsu y
la extraña relación que puede tener con su cuerpo la gente que trabaja en compañías informáticas.

Sé a que te refieres con eso de los cuerpos. En Microsoft uno finge que los cuerpos no existen... los CEREBROS son lo importante. Tienes razón, en Microsoft los cuerpos quedan reducidos casi a la invisibilidad con un atuendo —típico de geek— poco sensual a lo Tommy Hilfiger, o bien se distinguen sexualmente mediante las prendas que vende GHP, de modo que los empleados se ajustan a esos símbolos internacionales para HOMBRE y MUJER que se uen en los aeropuertos.

Susan ha tenido una oferta de empleo de General Magic —el tipo con el que charló en la fiesta de Halloween la recomendó— y Todd ha tenido una oferta de Spectrum HoloByte. Al principio, no podía imaginarme el motivo, pero luego nos ha dicho que un tío del gimnasio debe de haberlo recomendado. Lo de aquí es canibalismo ocupacional. Ambas ofertas son tentadoras. Pero Susan tiene demasiado dinero metido en
Oop!
como para marcharse, y Todd está demasiado metido a secas. Sin embargo, es agradable saber que si
Oop!
se va a la mierda, hay un plan B preparado.

Oop!
no es una cuestión de trabajo, sino de que todos nosotros estemos juntos.

Martes

Hoy hemos comido en Chinatown, en SFO; tenían colgando del techo unos pájaros de papel, y un niño quería tocarlos y su padre lo alzaba para que los tocara. Sin darme cuenta, me he quedado mirándolos fijamente durante un buen rato y he pasado de la conversación, hasta que me he dado cuenta de que Karla me estaba mirando a mí.

Tiempo tiempo tiempo. Es un tema tan actual. Es como el dinero: si no lo tienes, piensas demasiado en él.

Karla también ha estado pensando, acerca del tiempo. Esta noche, durante la sesión de
shiatsu
, mientras yo estaba tumbado boca abajo y ella me aporreaba y me presionaba la espalda y los costados, su voz, desconectada de su cuerpo, me ha informado de que, en general: «La percepción que uno tiene del curso del tiempo está en relación directa con el número de conexiones que uno tiene con el mundo exterior. La tecnología incrementa este número de conexiones, así pues, altera la sensación de haber "experimentado" el tiempo.

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