consultum, consulta. Es el término con que se denominan los decretos senatoriales. Estos decretos no tenían fuerza de ley; para que se convirtiese en ley, un consultum debía ser presentado a la Asamblea de la plebe, o Asamblea plebeya, la cual daba, o negaba, fuerza de ley al mismo. Sin embargo, muchos consulta no pasaban por las asambleas de las tribus y se aceptaban como ley. Era el caso de las decisiones senatoriales nombrando gobernadores de provincias, las declaraciones de guerra o de su continuación o el nombramiento del comandante de un ejército. Los asuntos extranjeros solían despacharse mediante consulta senatoriales no ratificados. En 81 a. JC., Sila dio rango de ley a estos decretos senatoriales.
contio, contiones. Las reuniones preliminares de todas las asambleas para discutir la promulgación de una ley o cualquier asunto de su incumbencia. Los tres tipos de asamblea tenían la obligación de discutir cualquier medida en el contio, el cual, aunque no se celebrase votación, lo convocaba el magistrado con potestad respecto a la asamblea en cuestión.
con tubernalis. Término latino aplicado a un cadete, a un subalterno de la condición más inferior de la jerarquía militar, excluidos los centuriones; un centurión no era nunca un cadete, sino un soldado experimentado.
coraza. Dos planchas, generalmente de bronce o hierro y a veces de cuero curtido; una protegía el tórax y el abdomen y la otra la espalda desde los hombros hasta las vértebras lumbares. Se sujetaban con correas en los hombros y de axilas para abajo; algunas estaban primorosamente adaptadas a los relieves del torso y otras se adaptaban a una talla general determinada. Los oficiales de alto rango solían llevar corazas de relieve perfectamente cincelado, en hierro plateado o bronce a veces dorado; generales y lugartenientes portaban, además, un estrecho fajín rojo con vueltas y nudos rituales.
corona cívica. Confeccionada con hojas de roble y concedida al que hubiese salvado la vida a sus compañeros sin perder el terreno de la hazaña durante el resto de la batalla. Era la segunda condecoración en importancia del ejército romano, y no se otorgaba si los compañeros del héroe no juraban ante el general que se habían dado las circunstancias. L. R. Taylor argumenta que entre las reformas constitucionales de Sila se incluye una relativa a los condecorados con coronas y que, siguiendo la tradición de Marco Fabio Buteo, les concedió el privilegio de ingresar en el Senado, lo que explicaría la polémica sobre la condición senatorial de César (complicada por el hecho de que fuese flamen dialis al tiempo que senador desde que vistió la toga virilis). Geltzer confirma la opinión de esta autora, aunque brevemente en una nota a pie de página.
corona gramínea u obsidionalis. La más alta condecoración militar romana. Era la corona de hierba, confeccionada con gramíneas del campo de batalla (o a veces con trigo si el combate se libraba en un campo sembrado). Se concedía in situ y era la más preciada de todas las condecoraciones militares, pues únicamente la ceñía el que hubiese salvado a toda una legión o un ejército. Quinto Sertorio y Sila fueron condecorados con ella.
criselefantino. Obra de arte en oro y marfil.
ctónico. Relativo al más allá; aciago.
cultarius. Sirviente público en las ceremonias religiosas cuya única tarea parece haber sido degollar a la víctima sacrificial. Sin embargo, en la Roma republicana debió ser una ocupación de plena dedicación con plantilla fija, dadas las numerosas ceremonias que requerían sacrificios de animales; lo más probable es que también tuviera como cometido tirar los restos de la víctima y cuidar de las herramientas del sacrificio.
cunnus. Obscenidad muy ofensiva como epíteto, al significar el órgano genital femenino.
Cuppedenis, mercado. Una zona situada detrás del alto Foro, en su lado este, entre el Clivus Orbius y el linde del Fagutal/Carinae. En él se vendían artículos de lujo, tales como especias, incienso, bálsamo y ungüentos; era también mercado de flores, y en él los romanos podían comprar ramos y guirnaldas pectorales o diademas para el pelo. Hasta que fue vendido el solar para subvenir a la campaña de Sila contra Mitrídates, fue tierra del Estado.
Curia Hostilia. Sede del Senado. Se atribuía su construcción al rey Tulio Hostilio, el tercero de existencia misteriosa desde la fundación de Roma, y de ahí su nombre («casa de reunión de Hostilio»).
damno. La otra palabra que se empleaba en las asambleas para dar el veredicto de culpabilidad; no se empleaba en los tribunales, quizás porque éstos no tenían la potestad para dictar condena de muerte.
decuria. Grupo de diez hombres. Los ordenados romanos solían dividir los grupos de varios centenares en decurias a efectos de administración y dirección. El Senado, por ejemplo, estaba organizado en decurias dirigidas por un senador patricio, así como el colegio de lictores y probablemente los otros colegios profesionales de servidores públicos. Se ha sugerido que la centuria de las legiones estaba también dividida en decurias de soldados que compartían una tienda, pero las pruebas parecen dar a entender que eran sólo ocho. Como una centuria militar constaba de ochenta hombres y no de cien, resultarían diez grupos de ocho soldados; aunque quizás a cada ocho legionarios correspondieran dos auxiliares u ordenanzas, con lo que se completaría el número de diez.
demagogo. En origen es un concepto griego que denota un político que atrae peculiarmente a las multitudes. Los demagogos romanos preferían la palestra del Foro a la del senado, pero no formaba parte de su política «liberar a las masas», ni tampoco, en general, los que los escuchaban eran en rigor los más humildes de la sociedad. Era un término empleado por los grupos ultraconservadores del Senado para referirse a los tribunos de la plebe más radicales.
denarius, denarii. Salvo un par de emisiones de monedas de oro, el denario era la denominación general de las monedas que acuñaba Roma en el periodo republicano. Era de plata pura, contenía unos 3,5 gramos de dicho metal y su tamaño era pequeño, semejante a la moneda norteamericana de diez centavos actual. Un talento constaba de 6250 denarios.
diadema. La diadema era una cinta ancha blanca de unos veinticinco milímetros con los extremos bordados y que a veces acababa en una orla. Se llevaba en la cabeza, sobre la frente o sobre la línea del pelo y se ataba al occipucio, cayendo los extremos sobre los hombros. Era signo de la realeza helenística.
dieciséis órdenes de remos, galera de. Navío de la antigüedad potente para el combate. No se considera viable que tuviese más de tres bancos de remos, por lo que podía estar configurada de dos maneras: a guisa de una birreme con dos bancos y ocho hombres al remo, o como trirreme con tres bancos de seis hombres al remo en los bancos superiores y cuatro al remo de los bancos inferiores. Un solo banco es tan imposible como cuatro porque la envergadura y el ángulo de un remo impide que lo manejen más de ocho hombres. Si los remos estaban pensados para que los accionasen más de ocho hombres, habrían tenido que ser de unos 57 pies de largo, y un remo para seis medía unos 45 pies. Esta clase de embarcación tenía una eslora de unos 200 pies y una manga aproximada de 25 a 28 pies, lo que permitía acomodar bastantes tropas, piezas de artillería y varias torres altas de asalto. Por la documentación se deduce que esta supergalera tenía menos remos que una galera pequeña por estar compensado su menor número por la mayor potencia de cada remo; seguramente el número de remeros sería 500 u 800, y es posible que pudiera transportar 400 soldados. No era un navío adecuado para el combate naval, pues su tamaño y sus condiciones de navegabilidad limitaban su empleo a los abordajes y al lanzamiento de proyectiles; como todas las grandes galeras iba provista de arietes. El rey Mitrídates tenía especial debilidad por esta clase de galera, como se cuenta en El primer hombre de Roma.
dies religiosi. Eran días del año considerados aciagos en los que no se debía emprender nada ni celebrar ceremonias religiosas. Algunos de ellos conmemoraban derrotas, había tres dies religiosi en que el mundus (puerta del más allá) estaba abierto, en otros se cerraban determinados templos y en ciertos de ellos el hogar de Vesta quedaba abierto. Todos los meses, los días siguientes a las calendas, nonas e idus, eran dies religiosi y se los consideraba tan aciagos que se denominaban días negros.
diffarreatio. Véase el término con farreatio.
dignitas. Un genuino concepto romano que no traduce el significado exacto de «dignidad». Era la categoría personal del individuo dentro de la sociedad, implicaba su valía moral y ética y su derecho al respeto y a un adecuado tratamiento. La auctoritas era de índole pública y la dignitas algo personal, un acervo de ascendiente y categoría dimanante de las virtudes y logros del individuo. De todos los valores que un noble romano poseía, la dignitas era el más sensible, y para defenderla debía estar dispuesto a ir a la guerra o al destierro, a suicidarse, a ejecutar a su esposa o a su hijo. He preferido dejarlo sin traducir en el texto.
diverticulum, diverticula. En los dos libros anteriores utilicé el término únicamente en el sentido de «circunvalación» que en Roma conectaba todas las carreteras radiales. En Favoritos de la fortuna se emplea también para indicar tramos secundarios de una carretera del sistema radial que salían de ésta para alcanzar ciudades importantes no servidas por dicho· sistema, para después volver a unirse a la vía principal, como era el caso de los dos diverticula de la Vía Flaminia que ya debían de existir a finales de la época republicana, aunque no se les suele atribuir existencia hasta tiempos del imperio. De no haber existido el diverticulum a Spoletum, por ejemplo, ni Carrinas ni Pompeyo habrían podido llegar allí tan rápido.
divinatio. Literalmente conjetura. Era una consulta efectuada por un equipo de jueces especialmente designado para determinar la idoneidad de un individuo para procesar a otro. No se aplicaba de no ser que tal idoneidad fuese puesta en tela de juicio por la defensa. El término debe su origen a que los jueces llegaban a la conclusión sin tener pruebas feacientes y por lo tanto conjeturaban.
doce tablas. Eran algo parecido a los diez mandamientos. Las originales (quizás de madera, aunque su última versión fuese en bronce) eran un código de leyes establecido hacia 450 a. JC. durante los primeros tiempos de la república por un comité denominado los decemviri legibus scribundis; de ellas se derivaban todas las leyes romanas e incluían la mayor parte de las facetas de la ley civil y criminal, pero de un modo bastante ingenuo que debió de hacer reír a los escolares del último siglo a. JC. cuando se las hacían aprender de memoria, ya que por entonces las leyes habían evolucionado notablemente.
doctor. El encargado del entrenamiento y el buen estado físico de los gladiadores.
dracma. Es el término que empleo cuando hablo de la moneda griega porque el dracma se aproximaba bastante al denario con su peso de unos 4 gramos. De todos modos, la hegemonía de la moneda la iba conquistando Roma al tener un sistema monetario uniforme y centralizado, y a finales de la república en todo el orbe comenzaban a imponerse las acuñaciones romanas.
ecastor, edepol. Las exclamaciones de sorpresa y asombro más comunes en el mundo romano. Las mujeres empleaban ¡Ecastor! y los hombres ¡Edepol! Su raíz sugiere que eran invocaciones a Cástor y Pólux.
electrum. Metal compuesto de oro y plata. En la época anterior a la república, se creía que el electrum era un metal puro, pero ya en la época republicana se sabía que era un compuesto y se separaba el oro de la plata por cementación con sal o un sulfuro metálico.
Eneas. Príncipe de Dardania, en la Tróade, hijo del rey Anquises y de la diosa Venus (Afrodita), que huyó de Troya (Ilium), al caer ésta en manos de Agamenón, con su anciano padre a cuestas y el Paladión bajo el brazo. Tras numerosas aventuras, llegó al Lacio y fundó la raza de la que descendían los verdaderos romanos. Virgilio dice que su hijo Iulus era en realidad Ascanio, habido de su esposa troyana Creusa, a quien se trajo de Troya con él; por otra parte, Livio cuenta que Iulus era hijo de la esposa latina, Lavinia. No sabemos lo que creían los romanos de la familia de los Julios en tiempos de César. Yo doy más crédito a Livio, que parece ser una fuente mucho más fiable que Virgilio.
Epicuro, epicúreo. Adscrito a la escuela filosófica fundada por el griego Epicuro a principios del siglo iii a. JC. En realidad, Epicuro propugnaba una modalidad de hedonismo tan refinada que se aproximaba al ascetismo por un extremo, por así decir. Los placeres había que disfrutarlos y prolongarlos y todo exceso invalidaba el propósito del ejercicio. La vida pública y cualquier tipo de ocupación agobiante estaban prohibidos. Especialmente en Roma, estos principios sufrieron notable modificación, al extremo de que un noble podía calificarse de epicúreo y optar por la carrera pública. A final del período republicano, el principal placer de un epicúreo era la gastronomía.
epulones. Era una institución sacerdotal de entidad secundaria cuyo cometido era organizar los banquetes senatoriales que se celebraban en las festividades de Júpiter Optimus Maximus y los festines públicos celebrados durante los juegos y otras fiestas.
Escipión el Áfricano. Publio Cornelio Escipión el Áfricano nació en el 236 a. JC. y murió hacia el 184 a. JC. Fue un patricio de familia de alcurnia, que ya desde muy joven se distinguió en el combate y a la edad de veintiséis años, siendo un simple ciudadano, fue investido con imperium proconsular por el pueblo en vez de serlo por el Senado y fue enviado a luchar contra los cartagineses en Hispania. Allí los combatió con gran éxito durante cinco años, conquistando para Roma las dos provincias de Hispania. Siendo cónsul a los treinta y un años, hizo caso omiso de la oposición senatorial e invadió AÁfrica a través de Sicilia. Tanto la isla como África cayeron finalmente en sus manos y a Escipión se le invitó a adoptar el cognomen de Áfricano. Fue elegido censor y nombrado príncipe del Senado en el 199 a. JC.; volvió a ser cónsul en el 194 a. JC. Escipión el Áfricano, que era tan clarividente como brillante, advirtió a Roma que Antioco el Grande podía invadir Grecia; cuando esto sucedió, nombró legado a su hermano menor Lucio y acompañó al ejército romano que partió a la guerra contra Antioco, pero incurrió en la enemistad con Catón el censor, quien se dedicó a perseguir a todos los Cornelios Escipiones y en particular al Áfricano y a su hermano, circunstancia que parece haber provocado la precoz muerte de éste. Escipión el Áfricano estaba casado con Emilia Paula, hermana del conquistador de Macedonia; una de sus dos hijas fue Cornelia, madre de los Gracos. De sus dos hijos, ninguno se distinguió especialmente.