Sin decir una palabra sacó de la parte trasera de su silla un cofrecillo y, depositándolo en manos del León de Damasco, que se había tornado lívido, dijo:
—De parte de Selim, nuestro gran sultán.
Y emprendió la marcha al galope.
—¿Qué os sucede, Muley? —inquirió la duquesa, que había estado presente en aquella escena.
—¡Fijaos! —contestó el árabe con voz turbada.
Destapó el cofrecillo, que era de plata cincelada, y le mostró un elegante cordón de seda negra que se hallaba en su interior.
Leonor lanzó una exclamación de espanto. Aquél era el lazo que el sultán regalaba a los que caían en desgracia; se trataba de una muda orden para que se ahorcara.
—¿Tú, Muley…? —inquirió la duquesa, con gran ansiedad.
—¡La vida es demasiado hermosa a tu lado para que acate esta orden! —repuso el joven León de Damasco. —¡Reniego de la religión de mis padres y de Mahoma y me convierto a la tuya! ¡Condúceme a Italia, Leonor! ¡Desde este instante soy cristiano y sabes cuánto te quiero!
Ya de noche, al amparo de las tinieblas, una galeota abandonaba silenciosamente la ensenada de Luda con rumbo a Italia.
A bordo de ella iban la duquesa, Muley-el-Kadel, Perpignano, los dos marineros y los renegados griegos.
FIN
Candindyic
: Damisela.
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Culidjé
: Especie de casaca empleada por las mujeres persas y georgianas.
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Hachís
: Resina embriagadora del cañamo indio.
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Piraheu
: Camiseta de seda blanca que se colocaba debajo de la anterior prenda.
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