Bridget Jones: Sobreviviré (35 page)

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Authors: Helen Fielding

Tags: #Novela

BOOK: Bridget Jones: Sobreviviré
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—Perdóname por todo esto.

—¿Qué está pasando? ¿Estás con mamá ahora?

—Bueno, sí, en cierto modo... Ella ha salido para una clase o algo así.

—¿Dónde estás?

—Estamos en... bueno, es una especie de... bueno, se llama «Arco Iris».

«¿Miembros de la secta Moon? —pensé—. ¿Cienciología? ¿Terapia de electroshock?»

—Es, mmm... es de rehabilitación.

Oh, Dios mío. Resulta que yo no era la única que se estaba empezando a preocupar por la forma de beber de papá. Mamá me dijo que una noche, cuando estaban visitando a la abuela en St. Anne's, él se fue a Blackpool y regresó a la residencia de ancianos absolutamente borracho, sosteniendo una botella de Famous Grouse y una muñequita de plástico de Scary Spice con un par de dientes falsos de broma enganchados en los pechos. Llamaron a varios doctores y la semana pasada se fueron directamente de la casa de la abuela en St. Anne's a ese sitio de rehabilitación donde mamá, al parecer como siempre, estaba decidida a no quedar en un segundo plano.

—Según parece, ellos piensan que no tengo un gran problema con el whisky escocés. Dicen que he estado enmascarando mi dolor o lo que sea referente a todos los Julios y Wellingtons. Según el plan de acción se supone que debemos dar rienda suelta a la adicción que ella tiene a la diversión y «divertirnos» juntos.

Oh Dios.

Creo que por el momento será mejor no decirles nada a mamá y papá sobre lo de Tailandia.

10 p.m. Todavía en mi apartamento. Ya ves. ¡Hurra! Me he pasado todo el día limpiando y ordenando y todo está bajo control. Todo el correo está al día (bueno, puesto en una pila por lo menos). También Jude tiene razón. Es ridículo llevar cuatro meses con un maldito agujero enorme en la pared, y un milagro que nadie haya escalado todavía por ahí para entrar en mi casa. Ya no voy a perder más tiempo escuchando las disparatadas excusas de Gary el Chapuzas. He hecho que un amigo de Jude que es abogado le escriba una carta. Mira lo que uno puede hacer cuando es una nueva persona con autoridad. Es maravilloso...

Estimado señor:

Nos dirigimos a usted en nombre de la señorita Bridget Jones.

Se nos ha informado que nuestra cliente llegó a un contrato verbal con usted hacia el 5 de marzo de 1997 por el cual usted se comprometió a construir una ampliación en el piso de nuestra cliente (consistente en un segundo estudio/dormitorio y una terraza en la azotea) por un (presupuestado) precio de 7.000 libras. Nuestra cliente le pagó 3.500 libras el 21 de abril de 1997 como adelanto para que el trabajo empezase. Una condición concreta del contrato era que el trabajo estaría acabado en un período inferior a seis semanas desde el momento del primer pago.

Usted empezó el trabajo el 25 de abril de 1997, echando abajo una parte de la pared exterior de 150 x 240 cm. del piso de nuestra cliente. Luego usted no avanzó en la obra por un período de varias semanas. Nuestra cliente intentó contactar con usted por teléfono en numerosas ocasiones y le dejó mensajes que usted no contestó. Finalmente regresó al piso de nuestra cliente el 30 de abril de 1997 mientras ella se encontraba en la oficina. Sin embargo, en lugar de continuar con el trabajo que usted había aceptado realizar, simplemente cubrió el agujero que usted había hecho en su pared exterior con polietileno. Desde entonces, usted no ha regresado a finalizar el trabajo y no ha contestado a ninguno de los mensajes telefónicos que le ha dejado nuestra cliente a fin de que lo haga.

El agujero que usted ha dejado en la pared exterior del piso de nuestra representada lo convierte en un lugar frío, inseguro y desprotegido ante posibles robos. Su fracaso para seguir y finalizar el encargo que usted aceptó llevar a cabo constituye una clara ruptura de su contrato con nuestra cliente. Por consiguiente usted ha anulado el contrato, anulación que es aceptada por nuestra cliente...

Bla, bla, blas y más blas y galimatías y etcétera, etcétera... derecho a recuperar gastos... directamente responsable por cualquier pérdida... a no ser que sepamos algo de usted en el plazo de una semana a partir del envío de esta carta con una confirmación de que piensa usted compensar a nuestra cliente por las pérdidas sufridas... como resultado, sin previo aviso, tenemos instrucciones de tomar medidas en su contra por ruptura de contrato.

Ja. ¡Jajajajajajajá! Eso le enseñará una lección que nunca olvidará. Ya la he echado al correo, así que la recibirá mañana. Eso le demostrará que yo no me ando con tonterías y que no estoy dispuesta a dejar que me maltraten ni que me tomen nunca más el pelo.

Vale. Ahora voy a dedicar media hora a pensar en algunas ideas para la reunión de la mañana.

10.15 p.m. Mmm. Quizá necesite comprar los periódicos para obtener algunas ideas. Sin embargo, es un poco tarde.

10.30 p.m. En realidad no me voy a molestar por Mark Darcy. Una no necesita un hombre. La única razón por la que los hombres y las mujeres se juntaban era porque las mujeres no podían sobrevivir sin ellos, pero ahora... ¡ja! Tengo mi propio piso (aunque sea con el agujero), amigos, ingresos y empleo (por lo menos hasta mañana), así que... ¡ja! ¡Jajajajajajajá!

10.40 p.m. Vale. Ideas.

10.41 p.m. Oh Dios. Sin embargo tengo muchas ganas de sexo. No he practicado el sexo desde hace una eternidad.

10.45 p.m. ¿Quizá algo en plan Nuevo Partido Laborista, Nueva Gran Bretaña? ¿Como después de la luna de miel, cuando has estado saliendo con alguien durante seis meses y te empieza a molestar que no friegue los platos? ¿Acabar ya con las becas de estudios? Mmm. Era tan fácil practicar el sexo y salir con gente en la época de estudiante... Quizá no se merezcan ninguna maldita beca porque se pasan todo el tiempo follando.

Número de meses que no he tenido sexo: 6 Número de segundos que no he tenido sexo:
(¿Cuántos segundos hay en un día?)
60 x 60 = 3.600 x 24 =
(Creo que voy a coger una calculadora.)
86.400 x 28 = 2.419.200 x 6 meses = 14.515.200

Catorce millones quinientos quince mil doscientos segundos durante los cuales no he tenido sexo.

11 p.m. Quizá se trate simplemente de que NUNCA MÁS VOLVERÉ A PRACTICAR EL SEXO.

11.05 p.m. Me pregunto qué pasa si no practicas el sexo ¿Es bueno o malo?

11.06 p.m. Quizá sea como si...
te precintases.

11.07 p.m. Mira, no debería estar pensando en el sexo. Soy espiritual.

11.08 p.m. Y además, seguro que es bueno para que una pueda procrear.

11.10 p.m. Germaine Greer no tuvo hijos. Pero ¿y qué demuestra eso?

11.15 p.m. De acuerdo. Nuevo Partido Laborista, Nueva...

Oh Dios. Me he convertido en una célibe.

¡El celibato! ¡Los Nuevos Célibes! Quiero decir que, si me está ocurriendo a mí, es posible que le esté ocurriendo también a muchísimas otras personas. ¿No es ése todo el sentido del
Zeitgeist?

«De repente hay mucho menos sexo en todas partes.» Sin embargo, odio esto de la cobertura de noticias populistas. Me recuerda una vez en que el
Times
publicó un artículo con el encabezamiento: «De repente hay más Comedores de Beneficencia en todas partes» el mismo día que el
Telegraph
decía: «¿Qué ha sido de los Comedores de Beneficencia?»

Vale, tengo que irme a la cama. Estoy resuelta a llegar muy temprano al trabajo en el primer día de mi nueva yo.

miércoles 3 de septiembre

53 Kg. (aaah, aaah), 4.955 calorías, número de segundos desde la última vez que practiqué el sexo: 14.601.600 (cifra de ayer + 86.400, lo equivalente a un día).

7
p.m. Llegué temprano a la oficina, el primer día desde mi regreso de Tailandia, esperando que se preocupasen por mí y me respetasen de forma diferente que antes, para encontrarme a Richard Finch con su proverbial mal humor: petulante, fumando compulsivamente un pitillo tras otro y mascando chicle con una mirada de loco en los ojos.

—¡Jo! —dijo cuando yo entré—. ¡Jo! ¡Ajajajajajajá! Y bien, ¿qué tenemos en esa bolsa? ¿Es opio? ¿Cannabis? ¿Tenemos
crack
en el forro? ¿Hemos traído algunas anfetas Corazones Púrpura? ¿Unos éxtasis para los chicos? ¿Es póper, cápsulas de nitrato de amilo? ¿Quizá un poco de anfetamínico
speedt
¿Hachiiís? ¿Un poco de
Coca-on-the-rocks?
OHHHHH
coquicoquicoqui
—empezó a canturrear como un maníaco—.
Ohhh oquicoquicoqui. Obhh oquicoquicoqui.
—Con un destello de idiota en la mirada, agarró a los dos investigadores que tenía al lado
y
empezó a correr de un lado para otro gritando—: ¡Las rodillas flexionadas, los brazos extendidos, todo está en la bolsa de Bridget, oh, oh!

Comprendiendo que nuestro productor ejecutivo estaba sufriendo el bajón de algún tipo de droga, sonreí beatíficamente y pasé de él.

—Ah, hoy estamos en plan señora repipi, ¿no? ¡Oooh! Venga, todos juntos. Aquí está Repipi-Bridget-que-acaba-de-sacar-su-presumido-trasero-de-la-cárcel. Todos juntos. Desde el principio dubidubidaaá.

De verdad, aquello no era en absoluto lo que yo tenía en mente. Todo el mundo empezó a dirigirse hacia la mesa, paseando con resentimiento la mirada del reloj a mí. Me refiero a que sólo eran las jodidas nueve y veinte minutos: se suponía que la reunión no debía empezar hasta la media. Sólo porque yo empiece a llegar temprano no significa que la reunión tenga que empezar temprano en lugar de tarde.

—¡Vale entonces, Brrrrrrridget! Ideas. ¿Con qué ideas vamos a deleitar hoy a la expectante nación? ¿Los-Diez-Mejores-Consejos-de-la-Mujer-Contrabandista-Enterada? ¿Los-Mejores-Sujetadores-de-Inglaterra-para-Ocultar-la-Cocaína-en-las-almohadillas-de-relleno?

«Si puedes confiar en ti mismo cuando todos los hombres dudan de ti», pensé. Oh joder, sencillamente voy a pegarle un puñetazo en la boca.

Me miró expectante, mascando y sonriendo. Lo divertido fue que las usuales risitas que se oían por la

mesa no estaban teniendo lugar. De hecho, todo el paréntesis de Tailandia parecía haberme otorgado un nuevo respeto por parte de mis colegas que, naturalmente, me encantaba.

—¿Qué hay del Nuevo Partido Laborista... después de la luna de miel?

Richard Finch dejó caer pesadamente la cabeza encima de la mesa y empezó a roncar.

—De hecho, tengo otra idea —dije tras una indolente pausa—. Sobre sexo —añadí, con lo que Richard se irguió como un resorte y prestó atención. (Me refiero sólo a su cabeza. O al menos eso espero.)

—¿Y bien? ¿Vas a compartirlo con nosotros... o piensas guardártelo para tus amigotes de la Brigada Antidroga?

—Celibato —dije.

Los dejé mudos.

Richard Finch me estaba mirando con los ojos fuera de las órbitas como si no se lo pudiese creer.

—¿Celibato?

—Celibato —asentí con aire de suficiencia—. El nuevo celibato.

—¿A qué... te refieres... a monjes y monjas? —dijo Richard Finch.

—No. Al celibato.

—Gente normal y corriente que no practica el sexo —interrumpió Patchouli mirándolo con insolencia.

Verdaderamente la atmósfera había cambiado. Quizá Richard había empezado a pasarse tanto de la raya que ya nadie le hacía la pelota.

—¿Qué, por alguna cuestión tántrica, budista? —di)o Richard riendo con disimulo y moviendo convulsivamente una pierna mientras mascaba chicle.

—No —dijo el sexy Matt consultando atentamente su bloc de notas—. Gente normal, como nosotros, que no practica el sexo durante largos períodos de tiempo.

Lancé una mirada a Matt y vi que él estaba haciendo lo mismo conmigo.

—¿Qué? ¿Todos vosotros? —dijo Richard mirándonos con incredulidad—. Vosotros estáis todos en la primera juventud... bueno, excepto Bridget.

—Gracias —murmuré.

—¡Si os pasáis todas las noches haciéndolo como conejos! ¿No es así?
Mete, saca, mete, saca y muévete así y asá
—canturreó—.
Os metéis un poco de oquicoqui y la cogéis y le dais la vuelta y lo hacéis por... ¡detrás!
¿No es así?

Se produjo un cierto fenómeno de arrastrar de pies alrededor de la mesa.

—¿No es así como lo hacéis?

Más silencio.

—¿ Quién de los aquí presentes no ha practicado el sexo en la última semana?

Todos nos quedamos mirando fijamente nuestros blocs de notas.

—Vale. ¿ Quién

ha practicado el sexo en la última semana?

Nadie levantó la mano.

—No me lo puedo creer. De acuerdo. ¿Quién de vosotros ha practicado el sexo en el último mes?

Patchouli levantó la mano. Y también Harold, que nos lanzó a todos una petulante mirada desde detrás de sus gafas. Probablemente mentía. O quizá sólo había echado un polvo del tipo amor de jovencitos.

—Así que el resto de vosotros... ¡Dios! Sois un hatajo de bichos raros. Y no puede ser debido a que estéis trabajando demasiado duro. Celibato. ¡Bah! ¡Eso no le interesa a nadie! Estamos paralizados por culpa de lo de Diana, así que más vale que me propongáis algo mejor que esto para lo que queda de temporada. Nada de esa aburrida chorrada de que no hay sexo. La semana que viene tenemos que empezar con una bomba.

jueves 4 de septiembre

53,4 Kg. (esto tiene que acabarse o la estancia en prisión no habrá servido para nada), número de formas en que he imaginado cómo matar a Richard Finch: 32 (también esto tiene que acabañe porque sino el disuasorio valor de la estancia en prisión se verá aniquilado), número de chaquetas negras que he considerado comprar: 23, número de segundos desde la última vez que practiqué el sexo: 14.688.000.

6 p.m. Muy contenta por la sensación de un mundo otoñal-de-regreso-a-la-escuela. Voy a ir de compras a última hora de regreso a casa: no es que vaya a comprar nada, debido a la crisis financiera; es sólo para probarme el nuevo «marrón es negro» de las colecciones de otoño. Muy emocionada y decidida a comprar mejor este año, o sea: a) a no dejarme llevar por el pánico y ver que la única cosa que puedo comprar es una chaqueta negra porque una chica sólo necesita montones de chaquetas negras, y b) a conseguir dinero de algún sitio. ¿Quizá de Buda?

8 p.m. Angus Steak House, Oxford Street. Incontrolable ataque de pánico. Parece que todas las tiendas tengan versiones ligeramente distintas del mismo producto. Me deja totalmente desorientada, con la mente incapaz de dar pie con bola hasta que lo ha abarcado y catalogado todo, por ejemplo, chaquetas negras de nailon disponibles: una de French Connection por 129 libras, o bien otra de primera de Michael Kors (ceñida, acolchada) por 400 libras. Las chaquetas negras de nailon de Hennes sólo cuestan 39,99 libras. Así que, por ejemplo, por el precio de una Michael Kors podría comprarme diez chaquetas negras de nailon de Hennes, pero entonces mi vestuario se vería desbordado

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