E
l ansia por saber está por naturaleza en todos los hombres.»
A
RISTÓTELES,
Metafísica
La influencia de Aristóteles (384-322 a. C.) en la filosofía y en la cultura occidental no suele exagerarse. Nacido en Macedonia, al norte de Grecia, viajó a Atenas, donde estudió en la escuela de Platón, la Academia. Tras la muerte de éste, fundó su propia escuela, el Liceo.
En la Atenas del siglo V, el estudio de la filosofía incluía retórica, ciencias naturales, biología y otros campos de investigación, debido a lo cual Aristóteles realizó aportaciones fundamentales en casi todas las áreas del aprendizaje humano.
Creía Aristóteles que la filosofía debía estudiarse en un orden determinado. Primero había que aprender lógica, porque ésta explica cómo se relacionan entre sí todos los hechos de la existencia. Desarrolló la teoría de los silogismos (argumentos que son válidos por lógica). Concibió una lista de reglas y silogismos básicos para reducir argumentos más complicados a una de estas formas. El silogismo aristotélico más conocido es:
Todos los hombres son mortales.
Sócrates es un hombre.
Por tanto, Sócrates es mortal.
Tras la lógica, los estudiantes debían investigar fenómenos naturales concretos. Sobre esta materia dejó escritas muchas obras (
Física, Partes de los animales, Marcha de los animales, Movimiento de los animales, Meteorológica, Acerca de la generación
y
la corrupción
) y dedujo varios principios generales para explicar el mundo físico.
El último objeto de estudio, según Aristóteles, es la filosofía práctica, que incluye ética y política. Trató estos temas en
Ética nicomaquea
y
Política
, respectivamente. Según la concepción aristotélica, la ética es en su mayor parte una cuestión de buena formación. Creía que la gente por lo general conoce cuál es la manera apropiada de comportarse, y sencillamente debe ser lo bastante fuerte moralmente como para actuar de una forma fiel a ese saber. Ser una buena persona significa sentirse inclinado a hacer lo correcto, y es posible hacer nacer esa inclinación dentro de nosotros. En cuanto a política se refiere, Aristóteles creía que el objetivo del Estado es ofrecer el marco en el que sus ciudadanos puedan tener una vida feliz y autosuficiente. Se inclinaba en parte por el gobierno democrático, pero reconocía que en ocasión es más apropiada una monarquía.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Aristóteles es también conocido como «el Estagirita» porque nació en la ciudad macedonia de Estagira.
2.
Entre su época en la Academia de Platón y el momento en el que fundó su propia escuela, el filósofo fue tutor de Alejandro Magno, macedonio como él y señor de gran parte del mundo mediterráneo.
Domingo, día 7
SEMANA 6
RELIGIÓN
L
a historia de Sodoma y Gomorra aparece en el capítulo 19 del libro del Génesis. Eran dos ciudades del valle del río Jordán cuyos habitantes habían pecado. Dios quería destruirlos. Abraham alegó que los inocentes no debían morir junto con los pecadores, y Dios aceptó perdonar a las dos ciudades si éste era capaz de encontrar diez hombres justos. Para ello, envió a un grupo de ángeles a investigar.
Cuando llegaron los ángeles, se encontraron con Lot, un sobrino de Abraham. Éste los invitó a su casa y les preparó la comida. Más tarde los ciudadanos de Sodoma rodearon la casa de Lot y exigieron: «¿Dónde están esos hombres que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que los conozcamos» (Génesis 19, 5). Lot les ofreció como alternativa a sus hijas vírgenes, pero ellos no se quedaron satisfechos con eso. En ese momento, viendo que la situación era desesperada, los ángeles le dijeron a Lot que se marchara junto con su familia de Sodoma. Les instaron a no mirar atrás en su huida. Lot pudo escapar a una ciudad cercana, pero su mujer echó un vistazo mientras Sodoma y Gomorra eran destruidas y quedó convertida en una estatua de sal.
No está claro cuáles eran los pecados que habían cometido los ciudadanos de Sodoma y Gomorra. La tradición judía asegura que no fueron hospitalarios. La historia aparece justo después de que en la Torá se cuente cuánto apreciaba Dios la hospitalidad de Abraham. El buen comportamiento de éste tiene como contraste descarnado la reacción de los ciudadanos de Sodoma ante sus visitantes. Juntas, las dos historias parecen subrayar la importancia de ser un buen anfitrión.
Los cristianos conservadores, sin embargo, tienen una visión completamente distinta de los pecados de Sodoma. Cuando sus ciudadanos demandaban «conocer» a los ángeles, en realidad se referían mediante este eufemismo a abusar sexualmente de ellos. De acuerdo con esta interpretación, los hombres de Sodoma eran homosexuales, y Dios los castigó por su orientación sexual.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
El término contemporáneo «sodomía» deriva de la ciudad bíblica de Sodoma.
2.
Aún está en discusión la existencia real de ambas ciudades; algunos consideran que descansan bajo el mar Muerto. Los historiadores creen que podrían haber estado cerca de una falla y que en realidad no fue la ira de Dios sino un terrible terremoto lo que las destruyó.
Lunes, día 1
SEMANA 7
HISTORIA
E
n los primeros años del cristianismo, esta pequeña secta se enfrentó a una despiadada persecución a lo largo y ancho del gigantesco Imperio romano. En el año 64, tan sólo unas décadas después de la muerte de Cristo en Jerusalén, el emperador Nerón ordenó la primera redada oficial contra los cristianos en Roma. El historiador romano Tácito describía la particular crueldad de las ejecuciones llevadas a cabo por mandato de este tirano trastornado; en algunos casos los creyentes fueron entregados como alimento a los perros. «Sus muertes se convirtieron en un acontecimiento deportivo», escribió Tácito.
Las autoridades romanas consideraron el cristianismo como una amenaza para la seguridad del imperio. Veían a los cristianos como gente que adoraba a un criminal crucificado por Roma y rechazaba la divinidad del emperador y de los dioses paganos. A medida que la religión se fue extendiendo, también se intensificaron las persecuciones, que tuvieron lugar de forma esporádica a lo largo de dos siglos. Pese a ello, y aunque los primeros cristianos eran a menudo pobres, la religión empezó a atraer a las masas romanas.
Tras tener una visión y convertirse al cristianismo, el emperador Constantino emitió el edicto de Milán, que en el año 313 d. C. legalizó esta religión en todo el imperio. Para entonces, este culto estaba muy extendido; de hecho, apenas unas generaciones después del edicto había sustituido ya al paganismo como credo oficial del Imperio romano. En el curso de cuatro siglos, el cristianismo había pasado de ser una fe ilegal seguida por un puñado de judíos descontentos a convertirse en una religión imperial. El Imperio romano cayó en el siglo V d. C., pero el cristianismo siguió extendiéndose por Europa y se convirtió en la fe que unificaba el continente.
La Iglesia católica romana sigue teniendo su epicentro en la Ciudad del Vaticano, en Roma, a unas manzanas de distancia de las ruinas del Coliseo, donde las antiguas autoridades romanas echaron en su tiempo a los cristianos a los leones.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
La conversión al cristianismo de Constantino no evitó que matara a muchos de sus enemigos políticos, y entre ellos a varios miembros de su propia familia. Durante sus 31 años de reinado ejecutó a su cuñado, a su segunda esposa y a su primogénito.
2.
Harto de Roma, a la que no consideraba la capital adecuada para su imperio, Constantino fundó una ciudad en el punto en el que Europa se junta con Asia. Su primer nombre fue Nueva Roma, pero pronto pasó a ser conocida como Constantinopla en honor al emperador. La ciudad se llama ahora Estambul y es la más grande de la actual Turquía.
3.
Como emperador, Constantino abolió las luchas de gladiadores que habían entretenido a las masas romanas durante siglos; éstas siguieron celebrándose durante décadas ilegalmente.
Martes, día 2
SEMANA 7
LITERATURA
L
os autores del movimiento literario modernista, que floreció desde aproximadamente 1900 hasta 1940, exploraron nuevas formas de contar historias y se replantearon la cuestión de cuál era la mejor manera de explorar la verdad y la realidad objetiva. Las principales figuras del modernismo en la literatura fueron, entre otros, los novelistas Marcel Proust, Gertrude Stein, James Joyce, Virginia Woolf y William Faulkner, y los poetas T. S. Eliot y Ezra Pound.
Durante los últimos años del siglo XIX, la literatura occidental había estado dominada por el realismo. Gustave Flaubert, Theodore Dreiser, Émile Zola y otros novelistas de ese período habían intentado representar a los personajes, las situaciones y los condicionamientos sociales de forma precisa y con meticuloso detalle.
Sin embargo, y coincidiendo más o menos con el cambio de siglo, varias ideas revolucionarias en numerosos campos cuestionaron nuestra habilidad para reconocer y describir la realidad, e incluso la misma existencia de una realidad objetiva. En psicología, Sigmund Freud exploró la idea del inconsciente, asegurando que la mente humana y el yo sólo podían ser conocidos mediante el psicoanálisis. En lingüística, Ferdinand de Saussure aseguró que el lenguaje era una construcción cultural arbitraria Poco fiable. En antropología, James Frazer introdujo formas más sofisticadas de estudiar las religiones y culturas no occidentales, mostrando alternativas a la visión del mundo occidental. Y, en física, las teorías de la relatividad de Albert Einstein socavaron incluso los aparentemente consolidados principios del espacio y el tiempo.
En conjunto, estas ideas dispares ejercieron una enorme influencia en el mundo literario y artístico. Mientras el realismo del siglo XIX se había obsesionado por retratar el mundo de forma precisa, estos nuevos autores y artistas del XX (tildados enseguida de modernistas) empezaron a plantearse la cuestión de cómo puede mostrarse la realidad si la verdad objetiva no existe.