Sábado, día 6
SEMANA 5
FILOSOFÍA
C
ontempla a los seres humanos como si estuvieran en una morada similar a una caverna subterránea, con su entrada, alargada, abierta a la luz en toda la amplitud de esa cueva. Están allí desde su niñez, con sus piernas y cuellos encadenados de forma que no pueden moverse, y sólo ven lo que está frente a ellos, siendo incapaces por sus ataduras de girar la cabeza hacia atrás…»
P
LATÓN,
La república
En sus escritos, Platón emplea el personaje de Sócrates, su mentor en la vida real, para exponer sus propias ideas filosóficas.
La república
fue escrita en forma de diálogo entre éste y sus estudiantes.
En este famoso pasaje de la obra, Sócrates describe un escenario en el que los hombres, atrapados en una caverna, sólo pueden ver las sombras de los objetos proyectados en el muro. Están obligados a mirar hacia delante mientras una hoguera arde a sus espaldas. Se levantan objetos frente al fuego, y proyectan imágenes que ellos identifican. Por ejemplo, los hombres de la caverna pueden creer que están viendo un libro, pero lo que contemplan en realidad es la sombra del libro que hay detrás de ellos.
Cuando un hombre escapa de la caverna para ser testigo de la verdadera naturaleza de las cosas, primero le hace daño el brillo del sol y le confunden los objetos físicos. Pero cuando al fin comprende la verdadera naturaleza del mundo, se apiada de las masas que sólo conocen sombras. Por supuesto, los hombres en la caverna de Sócrates se resisten aprender la verdad y creen que ese amigo que ha huido está loco al escucharle describir lo que ve.
En esta alegoría, los hombres atrapados en la caverna representan a las masas ignorantes. Sólo ven la representación de los objetos, las vistas y sonidos que pueden discernir nuestros sentidos físicos. Aquel que escapa de la cueva para ser testigo de la verdadera naturaleza de las cosas el filósofo. Empleando su intelecto, es capaz de discernir formas (verdades abstractas e inmutables que constituyen la base real del universo).
La república
trata en último término del asunto de la justicia. Platón pensaba que uno debe saber lo que es bueno para poder establecer lo que es justo. Así, los filósofos, que comprendían la forma del bien, desgobernar como reyes, mientras que el resto de la sociedad debería organizarse para satisfacer las demandas de sus mandatarios.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Platón nació en Atenas hacia el año 427 a. C.
2.
Se refería a sus reyes filosóficos con el término de «Guardianes».
Domingo, día 7
SEMANA 5
RELIGIÓN
S
ara era la mujer de Abraham y la matriarca de los judíos.
Sara era tan guapa que cuando huyó con Abraham a Egipto durante una hambruna, su belleza hizo temer al patriarca por su seguridad. Preocupado porque el faraón ordenara matarlo para quedarse con su mujer, Abraham hizo creer a todos que eran hermanos. El faraón sí se quedó con Sara, pero le perdonó a él la vida y le colmó de regalos. Dios castigó al faraón, permitiendo a la pareja escapar juntos de Egipto.
Pese a su belleza, Sara fue estéril durante la mayor parte de su vida y no pudo darle un hijo a Abraham. Por ello, como era costumbre, le facilitó a su criada, Hagar, para que pudiera dar continuidad a su linaje. Hagar dio entonces a luz al primer hijo de Abraham, Ismael.
Tras el nacimiento, la relación de Sara con Hagar se hizo tensa. La criada ya no le guardaba respeto, y ella estaba celosa. Sara pidió finalmente a Abraham que desterrara a Hagar y a su hijo. De acuerdo con la tradición judía, Sara tenía mayor visión profética que el propio Abraham, y por tanto él accedió a sus deseos.
Cuando Sara contaba 90 años de edad, Dios le dijo a Abraham que al fin podría engendrar a su hijo, lo que hizo reír a éste. Dios insistió, pero cuando Sara escuchó de pasada esas palabras también se rió. Sin embargo, se sintió avergonzada por haber dudado de Dios y reafirmo su fe. Un año después dio a luz a Isaac, de cuyo linaje saldrían las 12 tribus de Israel.
Casi 40 años después, Sara moría en Hebrón a la edad de 127. De acuerdo con algunos escritos, su fallecimiento tuvo relación con el sacrificio que estuvo a punto de llevar a cabo Abraham con Isaac. En una de esas historias se cuenta cómo Satanás le dijo a Sara que Abraham había matado a Isaac; cuando descubrió que en realidad no había sido así, murió de alegría.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Sara está enterrada junto a su marido, Abraham, en la Cueva de los Patriarcas de Hebrón. También yacen allí su hijo Isaac y la mujer de éste, su nieto Jacob y su primera esposa, Lea.
2.
La única de los patriarcas y las matriarcas del judaísmo que no está enterrada en Hebrón es la segunda mujer de Jacob, Raquel, que yace en Belén.
Lunes, día 1
SEMANA 6
HISTORIA
E
n 1799, soldados franceses del ejército de Napoleón descubrieron una misteriosa roca negra enterrada entre la arena cerca de la ciudad egipcia de Alejandría. En esa piedra había inscripciones en tres lenguas antiguas, la primera de ellas en griego. Los expertos la dataron alrededor del año 196 a. C., cuando Egipto era una provincia del Imperio griego creado por Alejandro Magno. Las otras dos inscripciones de la roca negra eran versiones diferentes de jeroglíficos, la escritura tradicional de los egipcios.
Durante miles de años, Egipto fue uno de los grandes imperios de la edad antigua. Gobernado por los faraones, los egipcios construyeron gigantescos monumentos como las grandes pirámides y la Esfinge. Sus ejércitos controlaban las tierras que van de la actual Siria a Sudán. Los faraones construyeron prósperas ciudades y espléndidas tumbas para ellos mismos.
Pero durante siglos, antes del descubrimiento de la piedra de Rosetta, historiadores y arqueólogos fueron incapaces de leer los numerosísimos vestigios de escritura legados por los escribas egipcios. Usaban un complicado lenguaje que resultaba incomprensible incluso para los mayores expertos modernos.
La piedra de Rosetta, que registraba un edicto emitido por las autoridades griegas a la población egipcia, desentrañó los secretos del antiguo Egipto. Alineando el texto griego con los jeroglíficos, un estudioso francés llamado Jean-François Champollion fue capaz de descodificar el complejo lenguaje egipcio tras años de estudio. Descifrar los jeroglíficos permitió a los historiadores y arqueólogos del siglo XIX alcanzar conocimiento mucho más profundo del antiguo Egipto.
Traducir la piedra de Rosetta fue un logro científico por derecho propio. Champollion era un lingüista prodigioso que hablaba decenas idiomas. Un estudioso británico, Thomas Young, ayudó también a descodificar las inscripciones. Los británicos se hicieron con la piedra de Rosetta en 1801, y ahora descansa en el Museo Británico de Londres.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Durante la Primera Guerra Mundial, la piedra de Rosetta y otros importantes objetos de exposición fueron trasladados del Museo Británico a una estación de metro para protegerlos de los bombardeos sobre Londres.
2.
Los textos de la piedra de Rosetta resumen las ejemplares hazañas del faraón griego Tolomeo V, de 13 años de edad, con el fin de convencer a los egipcios de su divinidad.
3.
Los antiguos egipcios creían que los cuerpos debían ser preservados tras la muerte, por lo que embalsamaban con mucho cuidado los cadáveres de sus reyes mediante un proceso conocido como momificación. En el siglo XIX aún quedaban charlatanes en Europa que aseguraban que el polvo de las momias tenía propiedades medicinales.
Martes, día 2
SEMANA 6
LITERATURA
E
l corazón de las tinieblas
, una novela corta escrita por Joseph Conrad en 1899, fue una obra muy adelantada a su tiempo y en muchos aspectos la primera novela que puede considerarse del siglo XX. Pese a sus raíces en el estilo realista de finales del siglo XIX, trataba numerosos temas que caracterizarían la era modernista que vendría después. Es también notable por ser una de las primeras obras literarias que examina con mirada crítica los abusos desenfrenados que el imperialismo europeo había cometido en África y Asia durante el siglo XIX.
El corazón de las tinieblas
es una obra concisa, de sólo unas 80 páginas. Narra la historia en
flash back
un hombre llamado Marlow, al que contrata una empresa belga que comercia con las colonias, conocida sólo como «la Compañía». Es enviado al Congo belga como patrón de un barco de vapor que remonta el río Congo hasta la remota Estación Interior de la Compañía, dirigida por un mercader de marfil llamado Kurtz. Al llegar a África, Marlow se queda sorprendido por la decrepitud de las instalaciones de la empresa y por la despiadada explotación racista a la que someten los europeos a los nativos de ese continente.