II PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA HISTÓRICA DE ZARAGOZA 2006.
En el año 66 después de Cristo, Nerón envía a Egipto al tribuno Claudio Emiliano con una doble misión: guiar una embajada romana hasta el reino de Meroe y proseguir luego al sur en busca de las legendarias fuentes del Nilo. Esta increíble expedición, que sólo pudo repetirse en el siglo XIX, y que registran autores como Séneca y Plinio el Viejo, ha pasado extrañamente inadvertida a lo largo de la historia.
A través de estas páginas, nos adentramos en un territorio tan exótico corno temible, donde los peligros de la naturaleza y de las poblaciones salvajes, los complots internos, las batallas sorpresivas y las emboscadas militares y amorosas aguardan a cada paso. Claudio Emiliano y el prefecto Tito compiten por el mando de la expedición, y también por el amor de Senseneb, sacerdotisa de Isis.
Pero los designios e intereses de esta seductora embajadora de los nubios son tan engañosos como los de Paulo, espía de Nerón, los de Basílides, bibliotecario de Alejandría, los de Merythot, extraño sacerdote egipcio, los del mercenario griego Demetrio, los del cronista Valerio Félix, o los del propio Agrícola, que relata los hechos. Todos tienen mucho que perder y mucho que ganar en esta larga travesía que puede costarles la propia vida.
León Arsenal ha escrito una novela fascinante que fluye con la fuerza y el esplendor de las aguas de ese Nilo misterioso en el que se aventuran los protagonistas.
León Arsenal
La boca del Nilo
La expedición de Nerón al corazón de África
ePUB v1.0
Mezki10.09.12
Título original:
La boca del Nilo
León Arsenal, octubre-2005.
Editor original: Mezki (v1.0)
ePub base v2.0
Para Ana G. y su también largo periplo
en busca de las orillas del Nilo.
En el año 66 después de Cristo, Nerón envía a Egipto al tribuno Claudio Emiliano con una doble misión: guiar una embajada romana hasta el reino de Meroe y proseguir luego al sur en busca de las legendarias fuentes del Nilo. Esta increíble expedición, que sólo pudo repetirse en el siglo XIX, y que registran autores como Séneca y Plinio el Viejo, ha pasado extrañamente inadvertida a lo largo de la historia.
A través de estas páginas, nos adentramos en un territorio tan exótico como temible, donde los peligros de la naturaleza y de las poblaciones salvajes, los complots internos, las batallas sorpresivas y las emboscadas militares y amorosas aguardan a cada paso. Claudio Emiliano y el prefecto Tito compiten por el mando de la expedición, y también por el amor de Senseneb, sacerdotisa de Isis.
Pero los designios e intereses de esta seductora embajadora de los nubios son tan engañosos como los de Paulo, espía de Nerón, los de Basílides, bibliotecario de Alejandría, los de Merythot, extraño sacerdote egipcio, los del mercenario griego Demetrio, los del cronista Valerio Félix, o los del propio Agrícola, que relata los hechos. Todos tienen mucho que perder y mucho que ganar en esta larga travesía que puede costarles la propia vida.
León Arsenal ha escrito una novela fascinante que fluye con la fuerza y el esplendor de las aguas de ese Nilo misterioso en el que se aventuran los protagonistas.
La unidad básica de la legión era la centuria, de ochenta hombres cada una. Se dividía en 10 contubernios de ocho soldados cada una, todos ellos ciudadanos romanos. Una cohorte la componían 6 centurias y la legión tipo de la Roma Clásica constaba de 9 cohortes normales, además de la Primera Cohorte, que tenía 5 centurias dobles. Contaba además con 120 jinetes. Eso daba una fuerza de 5240 hombres, suponiendo que todas las plazas estuviesen cubiertas, cosa que no ocurría prácticamente nunca. Como además había oficiales sin mando de tropa, especialistas y sirvientes del ejército, su número rondaba los seis mil integrantes.
Al frente de la legión estaba un legado y, justo tras él, un tribuno laticlavio y un
praefectus castrorum
. Luego había cinco tribunos angusticlavios, que asistían al legado. Laticlavio y angusticlavio hacían referencia a las túnicas que usaban los tribunos, orladas con una franja púrpura, ancha en el primer caso y más estrecha en el segundo. El
praefectus castrorum
era un militar de carrera, en tanto que legado y tribunos estaban de paso por las legiones; un escalón en el llamado
Cursus Honorum
, que había de recorrer aquel que quisiese hacer una carrera política. Legado y tribuno laticlavio pertenecían al rango senatorial, llamados a altos cargos, en tanto que los angusticlavios eran del orden ecuestre.
Cada centuria estaba al mando de un centurión, secundado por otros oficiales, como el optio o el
tesserarius
(ordenanza). La caballería no era una unidad propiamente dicha y estaba dividida en decurias, que realizaban tareas de exploración o avanzada. Había también oficiales sin mando de tropa, con tareas concretas en la administración de la legión, y los llamados
extraordinarii
, de libre designación para misiones específicas.
Hay que señalar que el caso de Egipto era especial. Esa provincia, granero del imperio, era considerada clave estratégica por los césares, hasta el punto de que las leyes prohibían a un miembro del rango senatorial pisar esa tierra. Por eso, el gobernador de la provincia pertenecía al rango ecuestre.
En el caso de las dos legiones estacionadas allí, por esa misma razón, no existía el cargo de legado, y el mando recaía sobre un
praefectus legionis
del orden ecuestre, auxiliado por un
praefectus castrorum.
Las legiones estaban asistidas por auxiliares, tropas regulares reclutadas entre súbditos romanos sin ciudadanía. La infantería formaba cohortes, de 1000 o de 500 hombres; cada una con un
praefectus cohortis
a la cabeza y divididas en centurias, con sus centuriones, optios, signíferos y
tesserari
. La caballería se agrupaba en alas, al mando de un
praefectus alae
. Había también algunas tropas mixtas de caballería e infantería, llamadas
cohors equitates.
Existían además, en algunas provincias fronterizas, fuerzas irregulares de bárbaros a sueldo de Roma. Se agrupaban la infantería en
numeri
y la caballería en
cunei
y, aunque estaban al mando de oficiales romanos, sus insignias, gritos de guerra y voces de mando eran las suyas autóctonas.
Si era necesario, se creaban destacamentos para misiones concretas. Se llamaban vexilaciones y con frecuencia eran una subdivisión temporal de una legión. Repetían a pequeña escala el esquema organizativo de las legiones y contaban con un estandarte propio, el
vexillum
. Una de esas unidades fue la que mandó Nerón a buscar las fuentes del Nilo, el año sexto de su reinado, el 813 a contar desde la fundación de Roma.
A
FRICANO
, C
NEO
A
URELIO
. Rico comerciante romano, voluntariamente exiliado en Asia Menor.
A
GRÍCOLA
, J
UNIO
. Mercader romano, uno de los que participó en la expedición a Nubia.
A
NFÍGENES
. Mestizo, habitante de Emporion.
A
MANIKHATASHAN
. Candace, reina consorte de Amanitmenide en el trono de Meroe.
A
MANITMENIDE
. Rey de Meroe en la época de la expedición al sur.
A
RISTÓBULO
A
NTIPAX
. Personaje que se convierte en una pequeña leyenda para los romanos enviados a Nubia.
A
VIANO
, C
AYO
J
ULIO
. Legado militar al mando de una de las legiones de Asia Menor.
B
ASÍLIDES
. Erudito griego de Alejandría, miembro del Museo de esa ciudad y designado por los rectores del mismo para acompañar, en calidad de geógrafo, a la expedición.
C
RISANTO
, Q
UINTO
. Nuevo rico, hijo de libertos, que dirige la caravana que acompaña a los soldados romanos en su viaje hacia Meroe.
D
EMETRIO
. Mercenario griego de Egipto, compañero de fatigas de Agrícola en la expedición.
D
IOMEDES
. Aventurero griego alejandrino, uno de los dos jefes de Emporion.
E
MILIANO
, C
LAUDIO
. Pretoriano, enviado al frente de dos centurias de sus hombres a Egipto, por el propio Nerón, para dirigir la expedición a Nubia.
F
LAMINIO
.
Extraordinarius
romano al mando de uno de los
numen
de mercenarios libios.
H
ESIOCO
. Exiliado griego de Egipto que vive junto al Nilo, cerca ya de los grandes pantanos.
J
ANUARIO
, G
AGILIO
. Tribuno menor, uno de los dos asignados a la
vexillatio
romana.
M
ARCELO
, C
AYO
. Pretoriano, mano derecha de Emiliano.
M
ERYTHOT
. Sacerdote ambulante egipcio que se gana la vida como adivino.
P
AULO
. Uno de los libertos de la corte que rodea a Nerón. Enviado por éste a acompañar a la expedición.
Q
UIRINO
, A
NTONIO
.
Extraordinarius
romano, uno de los dos asistentes personales de Tito.
S
ATMAI
. Jefe de la escolta de la sacerdotisa Senseneb.
S
ELEUCO
, S
ALVIO
.
Extraordinarius
romano, amigo de Quirino y asistente, como él, de Tito.
S
ENSENEB
. Sacerdotisa nubia de Isis. Enviada por sus reyes como embajadora, con la misión de acompañar a los expedicionarios romanos.