Génesis (2 page)

Read Génesis Online

Authors: Bernard Beckett

Tags: #Narrativa, Filosofía, Ciencia Ficción

BOOK: Génesis
3.44Mb size Format: txt, pdf, ePub

»El avión derribado en espacio aéreo norteamericano en el Pacífico participaba en la primera prueba de bombardeo con azufre, aunque, como todos sabemos, Estados Unidos nunca se apartó de la versión oficial de que era un avión militar que participaba en acciones hostiles.

Examinador.
Será mejor que no des por hecho que sabemos nada.

Anax se disculpó con una inclinación de la cabeza y notó que se ruborizaba de vergüenza. Esperó una señal para continuar, pero no recibió ninguna. En otras circunstancias, habría clamado contra la mala educación del tribunal.

Anaximandro:
El poder de Platón provenía de sus intereses económicos globales. Amasó su fortuna inicial en la tecnología del hidrógeno, y la aumentó mediante acertadas inversiones en la industria de la biolimpieza. Con su riqueza y sus contactos, Platón estaba mejor situado que la mayoría para prever el probable resultado de un recrudecimiento del conflicto entre las superpotencias. Era una persona muy prudente, y empezó a trasladar su dinero a unas islas del Hemisferio Sur conocidas como las Aotearoa. En el momento en que estalló la guerra, se decía que él y sus socios eran dueños del setenta por ciento de la economía de esas islas, y que estaban llevándolas hacia un estado de autosuficiencia basado en la tecnología. Cuando empeoró la situación internacional, a Platón le resultó fácil convencer a los habitantes de su patria de adopción de la necesidad de crear un sistema de defensa más eficaz. La Gran Valla Marina de la República, considerada todavía hoy la mayor hazaña de ingeniería del siglo
XXI
, se completó en 2051, once meses después del inicio de la Guerra Postrera.

»A finales de 2052, cuando se desató la primera peste, la República ya estaba aislada del resto del mundo. Platón era venerado como el salvador de las Aotearoa y, a medida que empeoraban los informes sobre el mundo exterior, también empezó a considerárselo el salvador de la raza humana. En junio de 2053, cuando se captó el último programa emitido desde el Exterior, en la República todo el mundo creía que la suya era la última patria habitable del planeta.

»Se había previsto la llegada de refugiados, por supuesto, y cuando arribaban se los despachaba. Los aviones que se acercaban eran derribados sin aviso previo, y al principio la gente se congregaba en lo alto de los acantilados para contemplar el espectáculo de los barcos fantasma que estallaban en el horizonte al ir a la deriva por la zona minada. Con el tiempo, las explosiones se hicieron menos frecuentes, y los cañones de rayos láser cada vez tenían menos objetivos aéreos. Fue entonces cuando el pueblo acudió a Platón y le pidió que lo guiara hacia tiempos mejores.

Examinador.
Un buen resumen, Anaximandro. Así pues, ésta es la República donde nació tu tema de especialización, Adán Forde. Antes de adentrarnos en la vida de ese extraordinario personaje, ¿podrías hablarnos un poco sobre la República que erigió Platón?

Anaximandro:
Los historiadores afirman que lo que mejor explica la República es su lema: «Adelante hacia el pasado.» Platón —o quizá debiéramos decir los asesores de Platón, ya que hoy en día la mayoría cree que Helena fue la principal artífice del orden social de la República— preconizaba un nuevo estilo de conservadurismo. Sostenía que el Derrumbamiento se había producido porque la gente se había alejado de su estado natural. Había aceptado el cambio sin cuestionar nada, olvidando la ley fundamental de la ciencia: que todo cambio implica deterioro. Platón dijo a los ciudadanos de la República que sólo podrían regresar a la gloria de las grandes civilizaciones creando una sociedad basada en la estabilidad y el orden.

«Platón identificó lo que él llamaba las cinco grandes amenazas al orden: la Impureza de Cuna, la Impureza de Pensamiento, la Indulgencia del Individuo, el Comercio y el Intruso. Sus soluciones eran radicales, pero la gente estaba asustada y se aferraba a sus numerosas promesas. "El Estado os ha salvado —les decía—, y ahora vosotros debéis trabajar duro para salvar el Estado."

»El pueblo se dividió en cuatro clases diferenciadas, basadas en las lecturas genómicas. Obreros, Soldados, Técnicos y Filósofos. Los niños eran separados de sus padres al nacer, y los datos sobre su origen nunca se divulgaban. Todos eran sometidos a un examen cuando cumplían un año, y se les asignaba una clase o se los eliminaba.

»Luego recibían una rigurosa educación, tanto física como intelectual. La lucha y la gimnasia eran obligatorias, junto con las matemáticas y la genética. En los meses de verano, los niños iban desnudos, pues se creía que eso disminuía el deseo de individualidad.

»Los mejores atletas de la clase de los Obreros podían ascender, aunque sus genomas no lo predijeran, a la clase de los Soldados. Del mismo modo, los mejores pensadores tenían la oportunidad de ascender a la clase de los Técnicos, pero nunca más allá. La clase de los Filósofos estaba reservada para unos pocos ungidos.

»Hombres y mujeres vivían separados, y comían y dormían en sus comunas de trabajo. Las aventuras amorosas estaban permitidas, y una vez que las parejas habían recibido la autorización del Departamento de Variación Genética, se las animaba a casarse. Pero, incluso después de casadas, seguían viviendo con los de su propio sexo, y tenían que ganarse los permisos de tiempo compartido.

»Creo que lo que he dicho hasta ahora resume aceptablemente los principales aspectos iniciales de la sociedad de la República.

Anax comprendió que el tribunal no iba a dar muestras de aprobación, pero aun así no pudo evitar mirar a los Examinadores como una niña en su primera semana de escuela miraría a su profesor, buscando alguna señal, si no de ánimo, al menos de reconocimiento. Pero aquello no era la escuela. Aquello era la Academia.

Examinador.
¿Quién es tu tutor, Anaximandro?

Anaximandro:
Pericles, principalmente. He recibido ayuda en la escuela, por supuesto, y he investigado mucho por mi cuenta, pero...

Examinador.
Pericles.

Pronunció el nombre como si ejerciera un poder especial sobre él. Anax no supo discernir si eso era bueno o malo. Esperó la siguiente pregunta, con la esperanza de que llegaran pronto a la materia con que ella se sentía más segura: la extraordinaria vida de Adán Forde y su época.

Examinador.
A tu juicio, ¿consiguió Platón sus objetivos?

Anaximandro:
Eso depende de cuáles consideremos que eran éstos. Si lo que perseguía era el poder y el estatus —y en mi opinión es muy probable que ésas fueran sus motivaciones—, consiguió ejercer una influencia considerable, al menos mientras vivió. Sin embargo, si lo que me pregunta es si consiguió crear un estado ideal, un estado en que los individuos y la sociedad comprendieran mejor su potencial, es más difícil saberlo. Quizá a la historia le resultaría más fácil juzgar a Platón si Adán Forde no hubiera nacido.

El mero hecho de pronunciar su nombre la relajó. Durante tres largos años Adán nunca había estado lejos de su pensamiento. Aunque había muerto mucho antes de que naciera ella, Anax tenía la impresión de que lo conocía mejor que a nadie. Había estudiado muchas transcripciones y descargado muchos archivos, pero sobre todo tenía lo que Pericles llamaba «sensibilidad hacia él». Si no podía impresionar a los Examinadores ahora, jamás lo lograría. Y eso... bueno, no quería pensarlo. Le había prometido a Pericles que no pensaría en ello.

Examinador.
Sí, Adán.

Anax todavía no había conocido a nadie que pudiera pronunciar ese nombre sin detenerse ante su importancia. Ahora los nuevos pensadores estaban revisando su importancia a la baja. «La cerilla que enciende el fuego no tiene por qué tener nada especial, salvo que es la cerilla que enciende el fuego»: ése era su lema. Pero cuando pronunciaban su nombre, ellos también se detenían.

Examinador.
Anaximandro, lo primero que quiero oír es algo sobre los orígenes de Adán. ¿Quiénes eran sus padres y cómo fue su infancia? Todo el mundo sabe lo que pasó la noche que él estaba de guardia; cualquier joven podría contarnos la historia palabra por palabra, pero la vida de Adán no empezó esa noche. Explícanos cómo, en tu opinión, llegó allí.

Anaximandro:
Adán nació en 2058. Pasó su primer año de vida en la guardería Tana. Según la leyenda, su madre había ideado un método para poder distinguir a su hijo, y consiguió ser transferida a Tana para poder vigilarlo durante ese tiempo; pero lo más probable es que no sea cierto. De nuevo el mito de la causalidad. Para quienes quieran entender qué fue lo que hizo de Adán la persona que fue, la respuesta «todo, y por tanto nada» no sirve.

»Lo que sí sabemos es que nació en la clase de los Filósofos. Cuando cumplió un año, lo sometieron al examen psicológico de rigor y le leyeron el genoma. Se confirmó su capacidad para el estudio, pero se anotó una advertencia en su expediente: al menos dos de sus marcadores genéticos señalaban una posible imprevisibilidad de comportamiento. De hecho, el legendario memorando Clark proponía que se considerara su eliminación. En circunstancias normales, lo habrían sometido a un nuevo examen pasados dos meses. Pero 2059 fue el año del pánico de la segunda gran peste, y cuando murió Clark, todas sus posesiones se destruyeron como medida de precaución, así que la orden de repetir el examen nunca llegó a archivarse para una posterior tramitación. Cuando se descubrió el error, Adán había aprobado sus primeros exámenes de verbalización y ya no se podía plantear la eliminación. Había tanta confusión alrededor de su expediente que se pasaron por alto las advertencias, y la información nunca llegó a los organismos educativos.

Examinador.
¿Y entró directamente en el grupo educativo de los Filósofos?

Anaximandro:
Así es. Los archivos demuestran que fue un alumno destacado que causó impresión desde el primer momento, especialmente en matemáticas y lógica. También destacó en lucha, y a los trece años representó a su ciudad en el torneo anual. Es ahí donde, por primera vez, vemos una exhibición de la individualidad sin la que posteriormente no habría podido desempeñar su papel.

»En el torneo conoció a una chica llamada Rebeca, que también era luchadora, y decidió que tenían que ser amigos. No lo disuadió el hecho de que no vivieran en la misma ciudad, ni siquiera en la misma isla. La última noche del torneo, Adán se escondió entre el equipaje del equipo de Rebeca. Consiguió viajar setecientos kilómetros al sur de su zona asignada y, con ayuda de Rebeca, evitó que lo detectaran durante tres días, hasta que un cocinero lo encontró escondido en la despensa de la comuna de Rebeca.

»Lo devolvieron a su casa con una amonestación, pero podríamos decir que el patrón ya estaba marcado. Adán había demostrado ser combativo e impulsivo, no temer la censura y sentirse atraído por las mujeres. Normalmente, una trasgresión así bastaba para que a un niño lo transfirieran automáticamente a la clase de los Obreros, pero su maestra presentó una petición especial, aduciendo que ella le veía un gran potencial. Se le hizo una concesión y lo enviaron a una academia militar de élite de los Guardias Republicanos. Quizá podamos afirmar que la historia cambió para siempre como consecuencia de esa decisión.

Examinador.
Si creyéramos en las causas simples.

Una vez más, Anax se ruborizó por haber cometido un error tan elemental. Había oído el rumor de que a ningún candidato se le permitían más de dos errores como ése. Pero había oído muchos rumores. Aquél no era el momento para pensar en esas cosas.

Se había dejado llevar demasiado por la historia. Péneles la había prevenido de que podía pasarle. Decidió suavizar sus comentarios.

Anaximandro:
Y no lo hacemos. Les ruego me disculpen.

Ninguno de los Examinadores reconoció su disculpa. Anax se preguntó qué haría falta para obtener de ellos alguna reacción. ¿También eran así en sus casas?

Examinador.
Háblanos de las circunstancias de la detención de Adán.

Anaximandro:
Adán tenía entonces diecisiete años. Corría el año 2075. Se había graduado con notas excelentes en la academia militar, donde había seguido cultivando su pasión por la actividad física.

»Me han pedido que hable de la detención, así que sólo comentaré de pasada que cuando se graduó había acumulado cuatro amonestaciones en su expediente, por lo que su primer destino fue una torre de vigilancia de la costa sur de la isla norte. Por aquellos tiempos había muy pocos avistamientos confirmados de barcos fantasma, y no se creía que hubiera peligro real de intentos de desembarco de refugiados.

»La verdadera emoción estaba en el norte, donde últimamente se habían registrado tres avistamientos no confirmados de un nuevo tipo de dirigible. Varios centinelas aseguraron haber visto un objeto con forma de zepelín suspendido a escasa altura en el horizonte, a la hora de la puesta del sol, y aunque los medios de comunicación de la República estaban muy controlados, los rumores se habían extendido rápidamente. Como precaución, enviaron a los mejores Soldados al norte, y se intensificaron los entrenamientos con cañones de rayos láser y aviones de ataque. Entretanto, a los Soldados como Adán, recién salidos de la escuela y con un expediente imperfecto, los dejaron al cargo de las torres de vigilancia más remotas, repartidas por la costa meridional.

»Adán llevaba exactamente siete meses en su puesto y no se había producido ningún incidente. En el juicio afirmó que esa experiencia lo había aburrido en grado sumo, y probablemente no exageraba.

»Los centinelas trabajaban por parejas y sus rutinas estaban estrictamente prescritas y monitorizadas. Cada torre de vigilancia consistía en una pequeña garita de observación encaramada en una alta estructura de metal, rodeada de una alambrada electrificada y a la que se accedía por una sola escalerilla.

»Las garitas eran muy pequeñas; en ellas apenas había espacio para que los dos centinelas se dieran la vuelta. Su trabajo era sencillo: consistía en monitorizar la larga e ininterrumpida línea de la Gran Valla Marina, una inmensa valla de tela metálica situada veinte metros más allá de la línea de la marea baja. La valla se alzaba hasta treinta metros por encima del mar. Estaba rematada con alambre de púas y protegida por pequeñas minas flotantes. Las instrucciones de los centinelas eran claras y tajantes en caso de que algo o alguien se acercara a la valla desde el Exterior.

Other books

NOLA by Alexie Aaron
Boxer Beast by Marci Fawn
Earth by Berengaria Brown
Double Jeopardy by William Bernhardt
Lady Killer by Michele Jaffe
The Summer Garden by Sherryl Woods
In My Arms by Taryn Plendl