El Triangulo de las Bermudas (6 page)

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Authors: Charles Berlitz

Tags: #Ensayo, #Ciencia Ficción

BOOK: El Triangulo de las Bermudas
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En la
segunda
aparición, el aparato había descendido de 300 metros (momento en que se advirtió que se hallaba fuera de la altura de 650 metros prescrita) a
menos de 100
. Para entonces probablemente ya se había estrellado.

Ese ritmo de caída no puede ser atribuido a pérdida del piloto automático, síntomas de paro de los motores, inexperiencia del piloto o a la posición de los aceleradores en el punto de media potencia.
Tiene
que haber existido alguna razón atmosférica, y lo más probable es que se haya tratado de alguna anomalía de tipo magnético.

Cuando los aviones o las embarcaciones desaparecen o se desintegran (como ocurrió en el caso de un avión) en esta zona, existe ya un número creciente de personas que se sienten invadidas por una duda persistente respecto de si las pérdidas han sido «normales"; si se han producido a causa de condiciones atmosféricas anormales, fatiga o error del piloto, falla de los mandos, defectos estructurales o del motor, o si la fuerza que a menudo parece arrebatar del cielo a los aviones y de la superficie del mar a los barcos sigue operando. John Woodwin en
This Baffling World
(Este mundo asombroso), al comentar la pública aceptación de una posibilidad semejante, hace notar que las autoridades norteamericanas y británicas nunca han proclamado oficialmente el área del Triángulo como una "zona peligrosa", y agrega: "Sin embargo, privadamente, tanto los expertos de la Marina como de la Aviación han confesado que podrían estar frente a un fenómeno ambiental, y no ante una cadena de accidentes técnicos". Goodwin observa también que, sea lo que fuere, lo que está ocurriendo podría resultar tan desconocido para las gentes de hoy como "el poder del radio para los alquimistas del siglo XV". Agrega que, "aunque no puede uno estar seguro de que exista una relación entre los aviones y barcos desaparecidos… todas estas naves se hallaban dentro de los mismos estrechos confines geográficos».

Mucho antes de producirse los incidentes aéreos de la década del 40 y los que le siguieron, la región marítima que abarca el Triángulo de las Bermudas con inclusión del cabo Hatteras, las costas de Carolina del Norte y del Sur y el Estrecho de Florida, era ya conocida como el «Cementerio de los Barcos". Los naufragios se debían habitualmente a grandes marejadas y tormentas repentinas. También suele llamarse "Cementerio de los Barcos" y "Mar de los Barcos Perdidos» al Mar de los Sargazos, pero por la razón contraria: allí, las naves no se han perdido a causa de las tormentas, sino debido a las calmas. A lo largo de los años se había advertido ya en esta amplia región la pérdida de grandes barcos sin que se produjesen llamados de SOS y sin que tampoco se hallasen con posterioridad restos o cadáveres flotantes. Sin embargo, fue sólo a partir de las desapariciones masivas de aviones de los años 1945 y siguientes, y como consecuencia de las pérdidas repentinas de embarcaciones grandes y pequeñas, que los investigadores comenzaron a estudiar las características similares de las desapariciones. El titular del
Guardian
de Manchester, publicado en la época de la pérdida del Vuelo 19, es típico de esta clase de reacciones. Se lee:

CEMENTERIO DE LOS SARGAZOS YA NO SOLO ATRAPA BARCOS: TAMBIÉN

AVIONES

Los aviones desaparecidos atrajeron la atención mundial hacia el Triángulo de las Bermudas. Pero, durante más de 170 años, y tal vez antes de que se dispusiera de archivos, se han estado perdiendo barcos grandes y pequeños, con sus tripulaciones (y éstas han desaparecido también de sus naves), dentro del Triángulo de las Bermudas.

Algunos de los incidentes relacionados con estos desastres presentan características que recuerdan poderosamente las misteriosas pérdidas ocurridas en el aire. Otros muestran sorprendentes y desusadas particularidades.

Principales desapariciones de aviones en el área del Triángulo de las Bermudas

(Los números corresponden a los que aparecen dentro de un círculo en el mapa
).

1. 5 de diciembre de 1945: cinco bombarderos Avenger TBM en vuelo de entrenamiento desde Fort Lauderdale, Florida; total de la tripulación, catorce; duración normal del vuelo: dos horas; perdido aproximadamente a 360 km al nordeste de la base.

2. 5 de diciembre de 1945: bombardero Martin PBM; despachado con una tripulación de trece hombres para auxiliar a la patrulla TBM; veinte minutos más tarde se perdió el contacto radial y el avión desapareció.

3. 1947: Un C-54 del Ejército de los Estados Unidos desapareció a 180 km de las Bermudas.

4. 29 de enero de 1948: Tudor IV,
Star Tiger
, cuatrimotor. Se perdió comunicación radial, después del último contacto, a 600 kilómetros al nordeste de las Bermudas; el avión se perdió con 31 pasajeros y tripulantes.

5. 28 de diciembre de 1948: DC-3 de alquiler, privado. Iba de San Juan de Puerto Rico a Miami; llevaba 32 pasajeros más la tripulación.

6. 17 de enero de 1949:
Star Ariel
, aparato gemelo del
Star Tiger
; iba de Londres a Santiago de Chile, vía las Bermudas y Jamaica; la comunicación radial se perdió a 600 km al sudoeste de las Bermudas, en la ruta hacia Kingston.

7. Marzo de 1950: Globemaster (norteamericano); desapareció en el borde norte del Triángulo, en ruta hacia Irlanda.

8. 2 de febrero de 1952: Transporte York (británico); desapareció al norte del Triángulo, en ruta hacia Jamaica, con 33 pasajeros a bordo.

9. 30 de octubre de 1954: Super Constellation (Marina); se desvaneció al norte del Triángulo, con 42 personas a bordo.

10. 9 de noviembre de 1956: avión anfibio patrullero tipo Martin P5M, de la Marina; desapareció con sus diez tripulantes, cerca de las Bermudas.

11. 8 de enero de 1962: avión-tanque KB-50, de la Fuerza Aérea; iba de Langley Field, en Virginia, hacia las Azores.

12. 28 de agosto de 1963: dos cuatrimotores Stratotankers KC-135 de la Fuerza Aérea, nuevos; iban de la base Homestead, de la Fuerza Aérea, en Florida, a un radio de reabastecimiento secreto en el Atlántico; desaparecieron a 480 km al sudoeste de las Bermudas.

13. 5 de junio de 1965: Flying Boxear C-119; con diez pasajeros a bordo; se perdió al sudoeste de las Bahamas.

14. 5 de abril de 1956: B-25 transformado en carguero civil, con cuatro pasajeros; se perdió en la Corriente del Golfo, entre Palm Beach y la Gran Bahama.

15. 11 de enero de 1957: Chase YC-122, transformado en carguero, con cuatro personas a bordo; perdido en la Corriente del Golfo, entre Palm Beach y la Gran Bahama.

16. 22 de septiembre de 1963: Cargomaster C-132, desaparecido en ruta hacia las Azores.

Principales barcos desaparecidos o encontrados a la deriva en el área del Triángulo

(Los números corresponden a los que aparecen dentro de un triángulo en el mapa
).

1. 1840:
Rosalie
, un gran navío francés, fue hallado en su ruta desde La Habana a Europa, dentro de la zona del Triángulo, con las velas desplegadas, la carga intacta y todo el personal desaparecido.

2. Enero de 1880:
Atalanta
, una fragata británica; salió de las Bermudas hacia Inglaterra con 290 personas a bordo; se desvaneció en una región presumiblemente no lejana de las Bermudas.

3. Octubre de 1902:
Freya
, un buque alemán de tres palos; fue hallado poco después de salir de Manzanillo, en Cuba, mostrando una fuerte inclinación hacia un costado, sólo con una parte de sus mástiles y con el ancla colgando; el calendario de la cabina del capitán señalaba el 4 de octubre, el día siguiente al de su salida.

4. 4 de marzo de 1918:
Cyclops
, un barco de aprovisionamiento de la Marina de los Estados Unidos, de 150 metros de largo y 19.000 toneladas de desplazamiento; navegaba desde Barbados a Norfolk con 309 pasajeros; el tiempo era bueno; no hubo mensajes radiales ni se encontraron jamás restos de naufragio.

5. 1925: vapor
Cotopaxi
; se desvaneció en su ruta desde Charleston hacia La Habana.

6. Abril de 1932:
John and Mary
, un buque de dos palos con registro de Nueva York; fue hallado flotando pero abandonado, a 80 km al sur de las Bermudas, con las velas plegadas y el casco recién pintado.

7. Febrero de 1940: el yate
Gloria Colite
, de Saint Vincent, Antillas británicas; se le encontró abandonado, con todos sus elementos en orden, a 320 km al sur de Mobile, Atlanta.

8. 22 de octubre de 1944:
Rubicán
, un carguero cubano; fue encontrado por la Guardia Costera en la Corriente del Golfo, frente a la costa de Florida; estaba desierto, salvo la presencia de un perro.

9. Junio de 1950:
Sandra
, un vapor carguero de 106 metros que se dirigía desde Savannah, Georgia, a Puerto Cabello, en Venezuela; llevaba una carga de 300 toneladas de insecticida; pasó St. Augustine, en Florida, y luego desapareció sin dejar rastro.

10. Septiembre de 1955:
Cannemara IV
, un yate; apareció misteriosamente abandonado, a 640 km al sudoeste de las Bermudas.

11. 2 de febrero de 1963:
Marine Sulphur Queen
, un carguero de 130 metros; desapareció sin enviar mensaje alguno y sin que pudiera darse con alguna clave acerca de lo ocurrido; no se encontraron restos de naufragio; iba en ruta hacia Norfolk, Virginia, desde Beaumont, Texas, con tripulación completa; la última ocasión en que se oyó de él fue cerca de Tortugas Secas.

12. 1 de julio de 1963:
Sno' Boy
, un bote pesquero de 20 metros con 40 personas a bordo; navegaba desde Kingston, Jamaica, a Cayo Nordeste, 128 km al sur; desapareció con todos sus hombres.

13. 1924:
Raifuku Maru
, un carguero japonés; envió un mensaje radial pidiendo ayuda entre las Bahamas y Cuba, y luego desapareció.

14. 1931:
Stavenger
, un carguero con una tripulación de 43 hombres; la última ocasión en que se supo de él fue cerca de la isla Cat, en las Bahamas.

15. Marzo de 1938:
Anglo-Australian
, un carguero con una tripulación de 39 hombres; su último mensaje, recibido desde las Azores, decía: «Todo bien».

16. Diciembre de 1967:
Revonoc
, un yate de carreras de 15 metros. Desapareció mientras se hallaba a la vista de tierra.

17. 24 de diciembre de 1967:
Witchcraft
, embarcación de crucero; el dueño y un pasajero desaparecieron mientras la nave se hallaba atada a una boya del puerto, a 1.600 metros de Miami.

18. Abril de 1970:
Mílton latrides
, un carguero que se dirigía desde Nueva Orleáns a Capetown.

19. Marzo de 1973:
Anita
, un carguero de 20.000 toneladas, con 32 tripulantes, que navegaba desde Newport News a Alemania.

Capítulo 3

El «Mar de los Barcos Perdidos
»

LAS DESAPARICIONES DE BARCOS DENTRO DEL
Triángulo se han producido principalmente dentro de la región del Océano Atlántico Occidental llamada Mar de los Sargazos, una extensión de agua que en gran parte permanece inmóvil y que deriva su nombre del alga marina
Sargassum
. Si se necesitase algún elemento para aumentar el misterio del Triángulo, nada más indicado para aportarlo que el Mar de los Sargazos, un misterio de por sí desde que los primeros marinos españoles y portugueses lo descubrieron, hace 500 años. Además, si incluimos las que ahora parecen probables penetraciones y travesías de esta zona realizadas por navegantes fenicios y cartagineses, resultaría que el enigma ha sido observado durante miles de años.

La característica de esta enorme zona es la presencia de una especie de alga flotante, el sargazo, que marca los límites de este mar dentro de un océano, ya sea flotando en forma separada o en grandes masas. Cuando Colón contempló todas aquellas algas en su primer viaje, dedujo erróneamente que la tierra estaba cerca, y se sintió muy reconfortado. Por cierto, su tripulación no compartía del todo aquel sentimiento.

El límite norte de este mar de algas está constituido por la Corriente del Golfo, que avanza primero hacia el Nordeste y luego hacia el Este. Por el Oeste y el Sur limita con la misma Corriente del Golfo, en su desplazamiento de regreso, y con la Corriente Nord-Ecuatorial. Aunque es algo amorfo, se extiende desde los 37° de latitud Norte, aproximadamente, hasta los 27° de latitud Norte, y desde los 75° Oeste hasta los 40°

Oeste. Bajo sus profundas aguas yacen las llanuras abisales de Hatteras y Nares, la abrupta elevación de Bermuda, numerosas e intrigantes montañas marinas, que se elevan hacia la superficie, pero terminan en cumbres planas, como si en alguna época hubiesen sido islas. En sus límites orientales se encuentra una parte de la cordillera del Atlántico Norte, enorme cadena montañosa en medio del océano Atlántico, cuyas altas cumbres irrumpen a través de la superficie marina para constituir las islas Azores. En otras palabras, se trata de un mar casi estancado y desprovisto de corrientes, excepto en sus límites. Se extiende desde unos 320 km al norte de las Grandes Antillas hasta la Florida y la costa Atlántica; permanece a una distancia de tierra que generalmente no llega a los 320 km, y se desplaza hacia los alrededores del cabo Hatteras, siguiendo luego en dirección de la Península Ibérica y África, hasta la cordillera del Atlántico Norte, para regresar por fin hacia las Américas.

Otra de las características de este mar está constituida por sus calmas de muerte, que pueden estar en el origen de la leyenda pintoresca pero inquietante del «Mar de los Barcos Perdidos", el "Cementerio de los Barcos Perdidos" y el "Mar del Miedo». Cuenta esta creencia de los marinos que existe un gran cementerio en la superficie del Atlántico que contendría barcos de todas las edades de la navegación humana, capturados e inmovilizados en campos de algas y sufriendo una lenta descomposición, pero gobernados todavía por tripulaciones esqueléticas, o más bien por tripulaciones de esqueletos integradas por los infortunados que no consiguieron escapar y debieron así compartir el destino de sus navíos. En esta zona de la muerte habrían de encontrarse buques de vapor, yates, balleneros, clípers, paquebotes, bergantines, barcos piratas y, para que la historia resulte mejor, galeones españoles repletos de tesoros. En sus nuevas y entusiastas versiones de los relatos, los marinos incluían otros barcos que, para la época de la nueva narración ya estaban podridos y desaparecidos, como por ejemplo los dragones de los Vikingos, que se quedaron llenos de esqueletos al mando de los remos, galeras árabes, trirremes romanos, con sus grandes bancos de remeros, navíos de comercio fenicios con anclas de plata e incluso las grandes embarcaciones de la perdida Atlántida, con sus remos cubiertos de láminas de oro. Todos condenados a pudrirse durante centurias en un océano inmóvil.

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