El Secreto de Adán (27 page)

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Authors: Guillermo Ferrara

Tags: #Aventuras, Histórico, Intriga

BOOK: El Secreto de Adán
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Adán también tenía muchas preguntas para el alemán.

—Eso lo entendemos, pero sigue sin explicarme qué tienen que ver los niños índigo que están aquí, la sexualidad de los atlantes. ¿Cuál es el descubrimiento de Aquiles?

Krüger miró a Kate con complicidad.

—Vamos por partes, Adán. Te estoy explicando las partes para que puedas ver luego el conjunto.

Adán asintió con una pizca de resignación. Kate le regaló una sonrisa amistosa para tranquilizarlo.

—Perdone, han sido horas difíciles. Y es que.

—Lo entiendo —le respondió animosamente Krüger.

Se volvió y se apoyó en un escritorio.

—Según estudios realizados en 2008 en la Universidad de Barcelona por el catedrático genetista Jordi García Fernández, el ser humano ha perdido gran parte de su código genético a lo largo de los años. Sólo se conserva cinco por ciento.

Adán no quiso interrumpirlo. Sabía que podía investigar aquello en internet más tarde.

—Creemos que los atlantes vivían en estado de iluminación, conectados con La Fuente Creadora. Imagina que tú eres una gota de agua sosteniéndose de una hoja. La gota, o sea tú mismo, tiene conciencia y se aferra a la hoja, porque es su único mundo conocido, sin saber que debajo hay un inmenso océano de agua. ¿Qué crees que sentiría la gota si desconoce que debajo de ella hay agua?

—Sentiría miedo de soltarse.

—Exacto. Miedo. Cuando el ser humano tuvo miedo comenzó a perder contacto con La Fuente. Porque ¿imaginas lo que puede pasarle a la gota si cae al océano?

Adán imaginó aquella escena.

—Está claro. Se fundiría en algo más grande.

—Exacto. La gota limitada es el ego humano que tiene miedo. Pero si se funde con el océano de conciencia universal se hace uno y lo mismo.

—Está claro, pero si los atlantes, como dice mi padre, huyeron y formaron otras culturas, como los egipcios, los minoicos, los mayas, los druidas, mantuvieron el estado de conciencia iluminada, es decir, la conexión con La Fuente —dijo Adán, ante la aprobación de Krüger.

—Estas culturas se mantuvieron fieles al Origen pero la mente del hombre fue perdiendo, poco a poco, las facultades que tenían en un inicio; el ADN original con sus 12 hebras activas fue decayendo, se transformó con el paso de los milenios en lo que somos ahora; sólo 2 hebras están activas. A pesar de todo esto, debes ver cómo se avanzó, muchos inventos y sofisticadas tecnologías se han creado con poco potencial activo. Imagina lo que sería si en vez de 2 hebras.

Adán sabía que la civilización actual había avanzado en muchos campos, como la tecnología, la informática y demás, pero en cuanto a cultura, espiritualidad y arte, no tanto; se preferían los vasos de plástico a los jarros finamente tallados de las culturas antiguas, se fabricaban edificios de hormigón y pladur en vez de partenones o pirámides.

Kate le dirigió una mirada amorosa. Adán percibió que de su cuerpo le llegaban buenas vibraciones.

—Te sorprenderá saber, Adán, que incluso Hitler exploraba sobre la existencia de la Atlántida e inició expediciones en su búsqueda como también la de objetos cargados de energía, como el cáliz del que bebió Jesús, la sábana santa, el origen de la raza aria y muchas cosas más. Todo el mundo antiguo que se interesara en el poder sabía que había existido la Atlántida y la grandeza que había en su civilización. Y aquello que todos buscaban, eso fue lo que Aquiles encontró.

44

Adán estaba expectante, su paciencia se agotaba.

—¿Pero qué es?

Sabía que ni la sábana santa ni el cáliz de Jesús podrían hacer cambiar a toda la humanidad. Debería ser algo aún más poderoso, algo que incluso abarcara a las demás religiones, no sólo un cambio espiritual sino científico.

—Te lo mostraré a continuación, es una pieza clave si se utiliza correctamente. Aunque lo que aquí tenemos es sólo un pequeño fragmento del descubrimiento madre —le anticipó el alemán.

Krüger dio unos pasos y se sentó al lado de Kate.

—Adán, creemos que estamos a punto de descubrir nuestro verdadero origen como humanidad.

—¿Cómo sabe usted estas cosas?

El alemán sonrió. Esperaba aquella pregunta.

—De dos maneras: porque los niños índigo que has visto me lo han contado, y sobre todo por lo que me reveló directamente el objeto encontrado por Aquiles.

Adán sentía una llaga en carne viva de ansiedad por aquello. Se inclinó hacia delante.

—¿Cómo es que lo sabe por los niños?

—Verás, Adán, la quinta dimensión es un portal que conecta diferentes realidades. Los estudios metafísicos creen que hay nueve dimensiones en el universo conocido. Cuanto más alto, más cerca de La Fuente. Seres muy evolucionados como Buda y Jesús existen en la novena dimensión.

—Espere —la voz de Adán sonó con ímpetu—. No termino de ver la relación de estos niños con la evolución del ADN, el portal de la transición de dimensiones, las profecías mayas, la Atlántida.

Krüger le dirigió una mirada compasiva.

—Lo comprenderás pronto por tus propios medios. Es necesario que olvides la mirada de la hormiga y comiences a usar la mirada del águila, Adán.

—¿Qué quiere decir?

—Cada ser humano es un ser divino potencial, una reproducción perfecta de la totalidad y, dentro de sí mismo, se hallan contenidas todas las dimensiones y energías cósmicas. Sólo hay que recordar.

—¿Recordar?

Krüger asintió.

—Recordar y potenciar el ADN, todo lo que necesitas ya lo tienes dentro. Por eso las religiones han hecho énfasis en no dejar por ningún medio que el ser humano crezca. Le inculcaron miedo desde la infancia y le infectaron la mente con muchas teorías erróneas.

Adán estaba inquieto.

—Ya sé que las religiones, a través de sus creencias, han iniciado muchas contiendas entre ellas y que el problema principal es que han tratado de imponer creencias muertas a fuerza de sangre y fe ciega —Adán dio un respingo—. ¡Teorías deformadas! No tienen experiencias directas, han deformado el mensaje de los guías.

¿Usted cree que Jesús estaría contento, si volviese a la Tierra, al ver el trabajo que la iglesia ha hecho durante estos dos milenios? ¿Estaría satisfecho con las cruzadas y la quema de brujas? ¿Estaría feliz del dinero del Vaticano mientras miles se mueren de hambre? Si viniera Mahoma ¿qué les diría a sus seguidores actuales de las bombas y la ablación del clítoris en nombre de Dios?

—No nos desviemos, Adán. Los niños índigo que están aquí y que estamos estudiando ya han nacido con mayor potencial genético, sus padres saben que ésta es una escuela para ellos. Aquí han sido estimulados en su ADN, aún más con la valiosa y trascendente ayuda de Aquiles. Una parte de lo que hemos aprendido de ellos es lo que te estoy contando a ti.

—Me cuesta creer que los niños de verdad le revelaron lo que me está diciendo.

Krüger asintió nuevamente con una sonrisa.

—Hemos hecho experimentos en niños distintos que no se conocían entre ellos, que nunca se habían visto y todos nos han dado información similar con diferentes palabras.

Adán estaba sorprendido de escuchar aquello.

—Mira en estas placas —le dijo Krüger acercándose a un pequeño panel transparente amurado que tenía luces detrás—. Son las imágenes de los cerebros de los niños índigo, con los que hemos hecho el mismo experimento científico antes y después.

Adán observó que había unos notorios círculos luminosos dentro de las imágenes de los cerebros captados en aquellas tomografías.

—¿Qué son?

—Círculos de luz —dijo el genetista—. Nunca hemos visto nada igual. Suponemos que es la activación del ADN.

—Creemos que pueden ser los primeros efectos y el inicio de la activación en el ADN con la influencia de la nueva energía cósmica. Los primeros síntomas de la llegada de la lluvia de fotones desde el centro de la galaxia.

Adán escuchaba atentamente.

—Te lo explicaré científicamente —dijo Krüger—. Los neurotransmisores principales del cerebro son secretados con más potencia en la terminal nerviosa. Los péptidos cerebrales requieren que dentro del cuerpo neuronal existan los fenómenos de transcripción, traducción y procesamiento post­traducción de datos almacenados; el producto final es transportado a través del axón para su secreción. Las moléculas así producidas sirven como precursores para varios péptidos cerebrales activos. El hipotálamo y la hipófisis o glándula pituitaria juegan un papel fundamental en la expansión del estado de conciencia y también a nivel bioquímico en el despertar de la actividad sexual. Mueven todo lo que está debajo de la cabeza. La palabra hipófisis viene del griego hipo que significa debajo, y fisis, crecer, donde se hallaban situados los centros de la inspiración, la creatividad, la intuición y la espiritualidad.

—O sea que por medio de la súper activación de la hipófisis crecería el potencial de todo lo que está debajo, o sea, las glándulas endocrinas activas y los
chakras
emitirían todo su poder. De esta manera, la información ya almacenada en estado latente se activaría y daría lugar al inicio de un programa interno que ya existía, es como si se encendieran archivos y programas especiales de una computadora que no estaba del todo activa.

Se produjo un silencio.

Adán recordó que en la antigua religión egipcia se designaba "Ojo de Horus", que todo lo ve, al ojo de la conciencia divina, al ojo solar. ¿Tendría que ver la extraña actividad que estaba manifestando el Sol con la activación del tercer ojo entre la gente? Recordó que en la meditación le enseñaron a llevar la atención hacia aquel punto.

Las ciencias orientales le llamaban Ajña Chakra, y muchas técnicas de meditación se usaban con el fin de estimular el tercer ojo. El filósofo francés René Descartes, fundador de la ciencia óptica, pensaba que la glándula pineal era el asiento del alma. Y los antiguos griegos sostenían lo mismo, inclusive en el siglo IV a.C, Herófilo describió la glándula pineal como un órgano que regulaba y emitía pensamientos.

Adán también recordó que los budistas llamaban a los ojos físicos "los ladrones del alma", porque siempre están buscando fuera lo que ya tienen dentro. Esta tradición decía que los ojos físicos corresponden a la dualidad, a ver lo bueno y lo malo. Y en otras tradiciones se menciona que en la crucifixión de Jesús, en el monte Gólgota, que significa calavera, los ladrones crucificados a su lado representarían los ojos físicos, mientras Jesús, que está en el medio, representa el ojo de la conciencia.

Krüger tomó una de las tomografías y añadió:

—En la glándula pineal tenemos poder, Adán. El tercer ojo es el ojo de la conciencia, se puede captar ese estado de saber intuitivo. Lo que Arquímedes descubrió al exclamar su famoso
Eureka
se lo debió al ojo intuitivo.

Kate colocó nuevas tomografías sobre la pantalla.

—Después de ver esto, Kate y yo hemos comprobado en carne propia el efecto del hallazgo de Aquiles en nuestros propios cerebros. Y eso que es sólo una milésima parte de lo que él consiguió, y que desgraciadamente no sabemos dónde se halla. Imagina si toda la humanidad —el genetista se detuvo al pensar aquello. Y agregó con VOZ suave—: Somos unidades de conciencia en evolución, Adán. Todo está funcionando exactamente según el propósito de La Fuente, todo está progresando y evolucionando de un estado a otro, destruyéndose, creándose y conservándose para volver a destruirse y crecer, buscando eternamente un perfeccionamiento cada vez mayor.

—Ya sabes que el término alma personal es una chispa de la llama eterna de la creación. Y nuestra chispa personal salta una y otra vez de cuerpo en cuerpo, de experiencias en experiencias, sin extinguirse nunca, de manera que retorne a La Fuente de donde ha salido. Es como un juego, ¿lo comprendes? Ahora estamos a punto de abandonar este peregrinaje en la Tierra de la tercera dimensión. Lo que nos espera es una celebración, aunque mucha gente sienta miedo por la transición y otros se empeñen en bloquearla por varios factores. Por eso supongo que fue secuestrado Aquiles.

Adán se puso de pie.

—¿Él era un hombre de mentalidad abierta pero sentía que aquello debía encajar pieza por pieza en el ADN y en el cerebro son lo que nos llevará a entrar en otra dimensión? —preguntó.

Krüger negó con la cabeza.

—No creo que suceda para todos, sólo evolucionarán a la siguiente dimensión los que estén vibrando en sintonía con el Portal y con la energía de La Fuente, que los mayas llamaron el Sol Central. Creo que no se trata de azar, ni de bondad, ni de realizar actos caritativos, es energía y conciencia. La diferencia será para quienes tengan un grado de conciencia expandida y trabajo energético ya realizado durante años, eso hará que puedan soportar el cambio en su sistema nervioso, el cerebro y el ADN.

El sexólogo guardó silencio, necesitaba reflexionar sobre aquello. A su mente le vino un pasaje de la Biblia, en Daniel 12, un versículo que coincidía con aquello:

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para la vida eterna, y otros para vergüenza y perversión perpetua.

—¿Y los que no puedan atravesar el portal energético?

Krüger se acercó a Adán y casi como un susurro le dijo:

—Esto es muy difícil de predecir, pero la energía cósmica por sí misma abrirá un camino en la Gran Espiral de Ascensión. Los que no la perciban seguirán viviendo en otra realidad más afín a su vibración energética, a su cerebro y a su ADN. Después de todo, no hay que temer a la muerte como algo futuro, ya que ahora mismo alrededor del globo están muriendo miles de personas por diferentes causas, como ha sucedido siempre, y todos seguirán su propio camino evolutivo.

Adán tomó un poco de espacio.

—Mi padre, en su libro, sugiere que de esa forma desaparecieron los mayas, al entrar en un portal dimensional. Por eso abandonaron sus ciudades.

—Exacto.

—Bueno, ¿y todo lo aprendido? ¿Dónde queda el amor de la divinidad por toda la humanidad? —dijo Adán mirando a Kate.

Krüger suspiró.

—Adán, no hay acto amoroso más grande de La Fuente que ofrecernos un acercamiento, la posibilidad de sentir su presencia en todo momento como sintieron los primeros seres inteligentes. La Tierra fue un experimento creado hace miles y miles de años, y un sitio de aprendizaje a través de sucesivas vidas, acumulación de experiencias, de karma, las vivencias para crecer. Ahora este planeta se prepara para evolucionar después de un ciclo muy largo de años.

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