T
homas Paine (1737-1809) fue un filósofo político y escritor de panfletos radicales cuyo renombrado trabajo
Sentido común
(1776) convenció a muchos norteamericanos para unirse a la revolución y luchar contra el gobierno británico. Paine rechazaba a la monarquía británica y creía que el republicanismo era la mejor forma de gobierno posible. Había sido un agitador y un propagandista durante toda su vida, y se sintió atraído por la causa revolucionaria contra los dirigentes despóticos. Fue en todos los sentidos un hombre de mundo, y como tal también participó en la Revolución francesa y escribió otro apasionado libro,
Derechos del hombre
, en el que defendió la revuelta que acabó derrocando a Luis XVI.
Tenía un don para granjearse la antipatía de sus propios seguidores y recibir pocas muestras de agradecimiento por los esfuerzos realizados a lo largo de su vida. Después de trasladarse a Francia, inesperadamente mostró su oposición a la ejecución del rey depuesto. Inmediatamente fue detenido y condenado a muerte por el gobierno revolucionario al que él mismo había apoyado. Consiguió librarse de la guillotina por los pelos, pues al verdugo se le pasó la marca con tiza que había en la puerta de su celda y que indicaba que estaba condenado a ser decapitado. Al final regresó a Estados Unidos, donde sus creencias religiosas poco convencionales (consideraba la Biblia una invención de fábula) lo convirtieron en un paria. Murió en la indigencia.
El estilo literario de Paine era intransigente, rebelde, provocativo e inspirador. En
Sentido común
tachaba a Jorge III de «bruto real», y a la monarquía de «demonio». Creía que si se establecía una forma de gobierno republicano en Estados Unidos, ésta serviría de inspiración a otros pueblos sometidos del mundo. «La causa norteamericana es en cierta medida la causa de toda la humanidad», escribió. El tesón propagandístico! de Paine hizo que se ganara el respeto de sus críticos. John Adams, el que fuera segundo presidente de Estados Unidos, lo definía como «un híbrido entre un cerdo y un perrito», pero reconocía que «sin la pluma de Paine, la espada de Washington se hubiese desenfundado en vano».
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Diez años después de su muerte, un admirador inglés exhumó los restos de Paine porque quería enterrarlo en Inglaterra. El entierro nunca llegó a tener lugar y es un misterio dónde han terminado sus huesos.
2.
Paine escribió
Derechos del hombre
en respuesta a Edmund Burke, un abogado conservador de origen inglés contrario a la Revolución francesa. Exponía que las condiciones miserables de los campesinos franceses justificaban la. revolución, y se burlaba de la propuesta de Burke de reformas modestas y paulatinas en lugar de las revueltas armadas.
3.
La creencia general es que Paine fue quien inventó el nombre de «Estados Unidos de América» para denominar a las 13 colonias.
Martes, día 2
SEMANA 25
LITERATURA
L
a novelista y crítica británica Virginia Woolf (1882-1941) fue una de las escritoras de mayor influencia del movimiento modernista. Junto a Joyce, Faulkner y otros revolucionó la novela merced a la introducción de técnicas narrativas y preocupaciones temáticas radicalmente nuevas. La implicación de Woolf en la alta sociedad intelectual inglesa la convirtió, además, en una de las principales figuras culturales de su país.
Woolf provenía de una acomodada familia londinense; se formó a sí misma leyendo en la biblioteca de su padre, un autor y editor cultivado de Cambridge. Tras la muerte de su madre en 1895 comenzó a sufrir depresiones y ataques de nervios que la acompañarían durante el resto de su vida; no obstante, su creación literaria fue prolífica. En 1912 se casó con Leonard Woolf y, junto a él, en 1917, fundó una pequeña editorial desde la que produjo y distribuyó tanto sus obras como las de otros autores.
Juntos, los Woolf desempeñaron un papel activo en la escena intelectual del Londres liberal. Durante décadas se reunieron los jueves por la tarde en la casa de la hermana de Virginia, Vanessa, en el barrio de Bloomsbury, situado en el centro de Londres. Entre los invitados a menudo se encontraban E. M. Forster, Lytton Strachey, John Maynard Keynes, T. S. Eliot, Aldous Huxley y otros. Este grupo de Bloomsbury, como terminaría llamándose, hablaba sobre filosofía, religión, política, estética, sexualidad y literatura.
Al igual que otros muchos autores de la época, Woolf y el grupo de Bloomsbury estaban horrorizados ante la brutalidad de la Primera Guerra Mundial. Llegaron al convencimiento de que los principios de la literatura realista del siglo XIX no eran los más apropiados para describir el mundo que tenían que afrontar tras la guerra. Así, decidieron desarrollar un nuevo marco de referencia para interpretar estos cambios del mundo.
La propia Woolf lideró el movimiento con
La señora Dalloway
(1925), experimentando con la narración y utilizando el monólogo interior para reflejar los pensamientos del personaje. La simpleza argumental de la novela, en la que se narra cómo una mujer hace los preparativos para una fiesta, es mucho menos importante que el trabajo interior sobre la psique de los personajes. Aunque la narración se adentra y sale de las mentes de los distintos personajes, en escasas ocasiones éstos llegan a conectar de forma significativa o ven reflejados sus pensamientos en la misma página.
A Woolf también le fascinaba la percepción que tenía la gente del fluir del tiempo, desde el presente huidizo hasta las décadas ya pasadas. En la extensa primera parte de su novela
Al faro
(1927), se centra en todos los pormenores de un único día. En la segunda parte, mucho más breve, se describe el paso de muchos años en unas cuantas páginas. Woolf dio un paso de gigante tanto en la exploración del tiempo como en la del monólogo interior en
Las olas
(1931), un trabajo experimental que sigue las voces de seis amigos desde la juventud hasta la vejez.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Al final de sus días, Woolf se sentía incapaz de soportar la carga de su enfermedad mental. En marzo de 1941, tras dejar una nota a su marido, se ahogó en el río Ouse, situado cerca de su casa en Sussex.
Miércoles, día 3
SEMANA 25
ARTES PLÁSTICAS
F
rancisco de Goya y Lucientes (1746-1828) nació en la localidad zaragozana de Fuendetodos, hijo de un orfebre. Convertido en el pintor oficial de la corte de Carlos IV, Goya se transformaría no sólo en el principal artista español del romanticismo, sino también en el buque insignia del expresionismo moderno.
Son numerosas las leyendas sobre los inicios de Goya como torero, guitarrista y donjuán. En 1775 se trasladó a Madrid, donde se convirtió en diseñador de la fábrica de tapices reales de Santa Bárbara.
En 1798 publicó los «Caprichos», una serie de 83 grabados y aguatintas. El más conocido es el número 43,
El sueño de la razón produce monstruos
, en el que unas criaturas horrendas que representan pesadillas rodean la cabeza de un hombre que se ha quedado dormido sobre una mesa. En ese mismo año, el rey Carlos IV lo nombró pintor oficial de la corte. En 1799 finalizó la obra
La familia de Carlos IV
, un retrato grupal que algunos críticos piensan que hizo burlándose de la familia real. (La familia aparece en cierta forma grotesca y vulgar a pesar de lo elegante de sus vestimentas.) El modelo que Goya utilizó para la composición fue la obra
Las Meninas
, de Diego Velázquez. Al igual que su predecesor, que también fue pintor de la corte de un monarca español, Goya incluyó un autorretrato delante de un caballete al fondo del cuadro. Entre 1800 y 1808 pintó dos de sus obras más famosas, la
Maja desnuda
y la
Maja vestida
que retrataban a la misma maja, o cortesana, sin ropa y con ella.
Otras de las dos obras más conocidas del pintor son el
Dos de mayo
, 1808 y el
Tres de mayo
, 1808, basadas en la invasión napoleónica de España. El día 2 de mayo, después de que el emperador proclamara rey a su hermano, una muchedumbre intentó luchar contra los soldados franceses. Al día siguiente, un pelotón de fusilamiento ejecutó a 30 civiles españoles como medida de represalia. Seis años después Goya llevó las dos obras ante Fernando VII, una vez que la corona española hubo recuperado el trono. Mientras que en el
Dos de Mayo
, 1808 se muestra la escaramuza entre los españoles y las tropas galas, el
Tres de mayo
, 1808 retrata al pelotón de fusilamiento a punto de ejecutar a un grupo de hombres desafiantes y asustados que aguardan la muerte con los brazos abiertos.
Desilusionado ante la situación política de España, Goya se retiró a su casa de campo, conocida como la Quinta del Sordo (Goya perdió el oído en 1792). El pintor recubrió las paredes de su residencia con una serie de
pinturas negras
de pesadilla que revelan su imaginación desesperada y febril. Quizá el más terrible de los murales sea
Saturno devorando a sus hijos
, en el que se retrata al gigante ensimismado desgarrando el cadáver sanguinolento de uno de sus hijos.
A partir de 1824 Goya dejó de pintar. Se exilió voluntariamente a Francia y murió en Burdeos en 1828. Sus restos fueron devueltos a Madrid en 1899.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
En el
Tres de mayo,
1808, los soldados franceses están de espaldas al espectador, creando un muro sin rostro, mientras que cada uno de los españoles que espera la muerte responde con emociones de diferente índole. Goya mostró a las víctimas vulnerables y humanas y a los miembros del pelotón fríos e insensibles ante el dolor que ocasionaban.
Jueves, día 4
SEMANA 25
CIENCIA
E
n los reinos vegetal y animal hay dos formas principales de reproducción: la sexual y la asexual. Una es más arriesgada y la otra más cara.
Para la reproducción asexual sólo es necesario un padre. No se invierte ni tiempo ni energía en encontrar una pareja y cortejarla o en el propio acto sexual. La gemación es una forma común de reproducción asexual típica de las fresas, los álamos y el coral. En la gemación, los vástagos crecen de una parte de su progenitor. A veces se separan de él, pero en otras ocasiones permanecen unidos durante toda la vida. A menudo los campos de fresas o de álamos se consideran como un único y gran organismo, unido a través de un sistema de gemación de enredaderas y raíces. En el caso de la fragmentación, otra forma común de reproducción asexual, el progenitor se divide en pequeñas partes que crecen convirtiéndose en individuos independientes. En otras palabras, la muerte del progenitor lleva al nacimiento de vida nueva. Los gusanos planos son conocidos por fragmentarse.