E
l rey David, que sucedió en el trono a Saúl, fue el segundo y más importante monarca de Israel. Hijo de Jesé, fue educado para ser pastor. Su historia aparece en el libro de Samuel y quizá es más conocida por el episodio de su lucha contra Goliat.
Goliat era un gigante filisteo, que algunos consideran que medía cerca de tres metros de altura. En el momento de su encontronazo con David, los filisteos estaban en guerra con los israelitas. Antes de meterse en batallas, Goliat conminó a sus enemigos a enviarle un guerrero que pudiera derrotado. Lo repitió a diario durante 40 jornadas, pero ningún israelita aceptó el reto. Al fin llegó David, adolescente aún, que había aparecido por el escenario de la guerra tan sólo para llevar comida a sus hermanos mayores, y le plantó cara.
El rey Saúl, fascinado por la valentía de David, le ofreció arma y armadura, pero él las rechazó. Salió al encuentro de Goliat armado sólo con su honda y algunas piedras. Antes de que el otro pudiera golpearle, le lanzó una roca que lo golpeó en la cabeza y lo noqueó. Entonces cogió su espada y con ella lo decapitó, coronando su inesperada victoria.
A partir de entonces, su popularidad se disparó a lo largo y ancho de Israel. El rey Saúl comenzó a verlo como una amenaza e intentó que lo mataran. Su propio hijo y heredero al trono, Jonatán, se hizo amigo de David y lo ayudó a sobrevivir. Tiempo después, David sería elegido para suceder a Saúl y convertirse en segundo rey de Israel.
Como monarca, David unificó las tribus del norte y el sur de Israel y trasladó la capital a Jerusalén. Gobernó durante cerca de 40 años, a partir de aproximadamente el año 1000 a. C., y se enfrentó a muchas dificultades. Se enamoró y dejó embarazada a una mujer casada llamada Betsabé, y para tapar su pecado ordenó que su marido, soldado de su ejército, fuera enviado a la primera línea de fuego, donde perdió la vida. En respuesta a ello, Dios envió a un profeta, Natán, para que afrontara su crimen.
Pese a sus imperfecciones, la fe judía mantiene que Dios prometió a David que su linaje gobernaría Israel por los siglos de los siglos. La tradición mesiánica judía sostiene por tanto que, cuando llegue el Mesías, éste será descendiente de David.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Se especula con que el tamaño de Goliat pudiera ser el resultado de un defecto en sus glándulas pituitarias que le hubiera provocado un crecimiento anormal. Otro síntoma hipotético de este defecto sería su visión de túnel, lo que tal vez explicaría cómo David pudo acercarse a él sigilosamente.
Lunes, día 1
SEMANA 10
HISTORIA
E
n 1214, el rey inglés Juan perdió la guerra contra el monarca francés Felipe. Regresó entonces a casa e intentó volver a llenar las arcas reales imponiendo unos elevados impuestos a los barones que no habían apoyado su campaña bélica en el continente. Éstos se rebelaron contra él y en el verano de 1215 conquistaron Londres.
Tras la caída de la ciudad, el rey Juan negoció un acuerdo en Runnymede, una pradera junto al río Támesis. Ese pacto garantizaba una serie de libertades fundamentales y ponía límites al poder absoluto del monarca, que se resumían en una declaración bautizada como Carta Magna. El 19 de junio, el documento recibió el sello real, y se ordenó que fuera leído en todas partes. Suponía un compromiso no sólo para el rey Juan, sino también para sus herederos, por los siglos de los siglos.
El primer borrador del acuerdo tenía como beneficiarios a los barones, pero en la versión final se cambió por cualquier hombre libre. Por entonces éstos eran minoría entre la población inglesa, pero con el paso de los siglos la expresión llegaría a incluir a todos los ciudadanos.
La primera parte de la Carta Magna prometía que la Iglesia de Inglaterra «debe ser libre, no debe ver recortados sus derechos, y debe mantener intactas sus libertades».
Las siguientes cláusulas codificaban la relación feudal entre el rey y la nobleza. Garantizaba además que ningún hombre podía ser encarcelado sin su correspondiente procesamiento y estipulaba que no podrían imponerse tasas feudales sin el «consentimiento mayoritario» del reino. El último apartado creaba un consejo de barones y clérigos al que se autorizaba el uso de la fuerza contra la corona para hacer cumplir el acuerdo.
La Carta Magna está considerada como la piedra fundacional de la libertad y el imperio de la ley en Inglaterra, así como el origen de la monarquía constitucional. Sin embargo, por lo general se hizo caso omiso de su existencia en los siglos que siguieron a su redacción. El papa Inocencio II anuló el documento ese mismo mes de septiembre. Se volvió a sancionar 1217, pero fue considerado carente de cualquier valor legal.
Su importancia fue restituida por sir Edward Coke, un líder parlamentario del siglo XVII, que citó repetidamente sus principios en su batalla contra los monarcas estuardos. Más adelante, constituiría una fuente de inspiración para los colonos norteamericanos en su lucha por la independencia.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Carta Magna significa «Gran Carta» en latín.
2.
Han sobrevivido cuatro copias originales; dos están en la Biblioteca Británica y las otras en los archivos catedralicios de Lincoln y Salisbury.
3.
La American Bar Association brindó su reconocimiento en 1957 a la deuda contraída por las leyes norteamericanas con la Carta Magna erigiendo un monumento en Runnymede.
Martes, día 2
SEMANA 10
LITERATURA
Conocí a un viajero de una tierra antigua,
que dijo: «Dos enormes piernas de piedra y sin tronco
se yerguen en el desierto… cerca de ellas, en la arena,
yace medio enterrado un rostro hecho trizas, cuyo ceño,
sus labios fruncidos, su gesto despectivo de frío poder,
muestran que su escultor supo leer bien esas pasiones
que aún sobreviven, acuñadas en esos objetos inanimados,
a la mano que las creó y al corazón que las alimentó;
y en el pedestal, aparecen estas palabras:
¡Mi nombre es Ozymandias, Rey de Reyes,
contempla mi obra, tú, poderoso, y desespera!
Nada sobrevive a su lado. Alrededor de los restos desmoronados
de este colosal naufragio, desnuda e ilimitada
se extiende hacia la lejanía la solitaria y llana arena».
Percy Bysshe Shelley (1792-1822) fue uno de los más importantes poetas románticos ingleses de principios del siglo XIX. Estos artistas respondieron al racionalismo que había dominado el arte y la literatura durante la Ilustración en el siglo XVIII, celebrando en su lugar la sublimación de la naturaleza y el poder de la libertad, la pasión y las emociones humanas.
«Ozymandias» (1818) es un soneto de Shelley, que sigue el mismo esquema estricto de 14 versos que usaron Petrarca, Spenser, Shakespeare y otros durante el Renacimiento. Por lo general, un soneto se escribe en pentámetro yámbico: cada línea la componen cinco pies (unidades de dos sílabas que siguen un orden tónico-átono). Además, un soneto petrarquista, como lo es «Ozymandias», se divide habitualmente en dos partes: las ocho líneas de apertura (octava) y las seis finales (sexteto). A menudo la octava plantea una pregunta que responde el sexteto; en este caso, la primera dibuja una imagen sobre la que el segundo aportará luego una nota irónica.
El narrador de «Ozymandias» transmite una historia que ha escuchado sobre una estatua en su día grandiosa que ahora yace hecha añicos derrotada por el desierto. El «ceño» de la estatua y su « gesto despectivo de frío poder» transmite de forma arrogante el poder que una vez tuvo Ozymandias. Esa arrogancia alcanza su límite con su fanfarrona inscripción («contempla mi obra, tú, poderoso, y desespera»), que al instante es' rebajada por la imagen de las vastas arenas que hace tiempo que enterraron esa «obra», rodeando la estatua de la nada más absoluta.
Shelley critica el poder político y su capacidad para sobrevivir al paso del tiempo, a la naturaleza y a la historia, algo típico del pensamiento romántico. El poema lleva implícita la insinuación de que el valor del arte es más duradero que cualquier autoridad política temporal. Después de todo, el poema y las imágenes que contiene han sobrevivido mucho más que el reinado de cualquier gobernante.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
«Ozymandias» fue inspirado por una estatua caída en el templo funerario de Ramsés 11, cerca de Luxor (Egipto). De acuerdo con el historiador de la antigüedad Diodoro, en su tiempo la estatua mostraba la inscripción «Rey de Reyes soy yo, Ozymandias. Si alguien quiere saber cuan grande soy y dónde estoy, que intente superar una de mis obras».
Miércoles, día 3
SEMANA 10
ARTES PLÁSTICAS