3001. Odisea final (15 page)

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Authors: Arthur C. Clarke

Tags: #ciencia ficción

BOOK: 3001. Odisea final
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"Quizás el aspecto más desconcertante de todo este asunto es de qué modo los locos, siglo tras siglo, proclamaban que ellos, ¡y solamente ellos!, habían recibido mensajes de Dios. Si todos los mensajes hubieran coincidido, eso habría resuelto la cuestión pero, claro está, eran salvajemente discordantes, lo que nunca impidió que los autoproclamados mesías congregaran miles, a veces, millones, de adherentes, los que luchaban hasta la muerte contra creyentes igualmente alucinados en una fe que difería en detalles microscópicos.

Poole creyó que era tiempo de que pudiera decir algo:

—Usted me hace recordar algo que sucedió en mi pueblo natal cuando yo era niño: Un hombre santo, abro comillas, cierro comillas, se instaló y proclamó que podía hacer milagros... y reunió una multitud de fanáticos en prácticamente un abrir y cerrar de ojos. No eran ignorantes o analfabetos; a menudo provenían de las mejores familias. Todos los domingos yo solía ver costosos autos estacionados en torno de su... eh... templo.

—Se lo llamó "Síndrome de Rasputín". Hay millones de casos así por toda la historia, en todo país. Y alrededor de una vez de cada mil, el culto sobrevive durante algunas generaciones. ¿Qué pasó en este caso?

—Pues bien, la competencia se sentía muy inquieta e hizo todo lo que pudo para desacreditarlo. Ojalá pudiera acordarme de su nombre... solía emplear uno indio, largo...
swami
No-Se-Qué... pero resultó venir de Alabama. Una de sus artimañas consistía en hacer aparecer objetos sacros de la nada, y entregárselos a sus adoradores. Ocurrió que nuestro rabino local era un aficionado a la prestidigitación, y dio demostraciones públicas en las que mostraba exactamente cómo se hacía. Todo eso no sirvió para nada: los creyentes dijeron que la magia de su maestro era real, y que el rabino simplemente estaba celoso.

"En una época, y lamento decirlo, mamá tomó a ese bribón en serio; fue poco después que papá nos abandonara, lo que puede haber tenido algo que ver con eso, y me arrastró a una de las sesiones. Yo tenía unos diez años nada más, pero pensé que nunca había visto a alguien de aspecto más desagradable: tenía una barba que podría haber dado cobijo a varios nidos de aves, y era probable que así fuera.

—Lo que me describe parece ser el modelo clásico. ¿Durante cuánto tiempo floreció?

—Tres o cuatro años. Después tuvo que dejar el pueblo con apremio: se lo descubrió organizando orgías de adolescentes. Naturalmente, él afirmó que estaba utilizando técnicas místicas para la salvación del alma. Y no me va a creer...

—Inténtelo...

—Aun en ese momento, miles de sus incautos seguían teniendo fe en él: su dios no podía equivocarse, así que tenían que haberle hecho la cama.

—¿Hecho la cama?

—¡Lo siento: acusado con pruebas falsas, algo que a veces usaba la policía para capturar delincuentes, cuando todo lo demás fracasaba.

—Hmmm. Bien, su
swami
era perfectamente típico: estoy bastante decepcionado. Pero me sirve para demostrar mi aserto: que la mayoría de la humanidad siempre estuvo loca, parte del tiempo cuando menos.

—Es un ejemplo bastante poco representativo: un pequeño suburbio de Flagstaff.

—Cierto, pero se lo podría multiplicar por miles, y no sólo en su siglo, sino a través de todas las edades. Nunca hubo cosa alguna, no importa cuán absurda, que cantidades enormes de personas no estuvieran dispuestas a creer a pies juntillas, a menudo de manera tan apasionada que habrían luchado hasta la muerte antes que abandonar sus espejismos. Para mí, ésa es una buena definición operativa de locura.

—¿Usted sostendría, entonces, que cualquiera que tuviera fuertes creencias religiosas estaba loco?

—En un sentido estrictamente técnico, sí... si es que se trata de alguien realmente sincero y no de un hipócrita. Tal como sospecho que lo era el noventa por ciento.

—Estoy seguro de que el rabino Berenstein era sincero... y era uno de los hombres más cuerdos que yo haya conocido, así como uno de los mejores. ¿Cómo explica usted eso? El único genio verdadero que conocí jamás fue el doctor Chandra, que dirigió el proyecto HAL. Una vez tuve que entrar en su oficina: no hubo respuesta cuando golpeé en la puerta, y creí que el doctor no estaba.

"Le estaba rezando a un grupo de fantásticas estatuitas de bronce, todas cubiertas con flores. Una de ellas parecía un elefante... otra tenía una cantidad de brazos mayor que la normal... Me sentí muy avergonzado pero, por fortuna, no me oyó y salí de ahí en puntas de pie. ¿Diría usted que Chandra estaba loco?

—Usted eligió un mal ejemplo: ¡los genios a menudo lo están! Así que digamos: no loco, pero mentalmente debilitado a causa del acondicionamiento recibido en la niñez. Los jesuitas afirmaban: "Dadme un niño durante seis años, y lo haré mío de por vida". Si ellos se hubieran apoderado del pequeño Chandra a tiempo, habría sido un devoto católico... no uno hindú.

—Es posible, pero estoy perplejo: ¿por qué estaba usted tan ansioso por conocerme? Temo que nunca fui devoto de algo. ¿Qué tengo yo que ver como todo esto?

Lentamente, y con el obvio deleite del hombre que se libera de un pesado secreto guardado por mucho tiempo, el doctor Khan le contestó.

20. Apóstata

REGISTRO — POOLE

—Hola, Frank... Así que finalmente conociste a Ted, Sí, podrías decir que es chiflado... si es que así defines a un entusiasta sin sentido del humor. Pero los chiflados frecuentemente se salen con la suya porque conocen una Gran Verdad —¿puedes oír mis mayúsculas?— y nadie los escucha... Me alegra que tú lo hicieras... y sugiero que lo tomes bastante en serio.

"Dijiste que estabas sorprendido de ver un retrato del Papa expuesto, de modo destacado, en el departamento de Ted: debe de haber sido su héroe, Pío XX... estoy segura de que te lo mencioné. Busca información sobre él: ¡generalmente se lo llamaba el Impío! Es una historia fascinante y se corresponde de manera exacta con algo que sucedió justo antes que nacieras. Seguramente sabrás cómo Mijaíl Gorbachov, el Presidente del Imperio Soviético, produjo la disolución de éste a fines del siglo XX, al exponer los crímenes y excesos que en él se cometían.

"No intentaba llegar tan lejos: esperaba reformarlo, pero eso ya no era posible. Nunca sabremos si Pío XX tuvo la misma idea, porque fue asesinado por un cardenal demente poco después de haber horrorizado al mundo al dar a publicidad los archivos secretos de la Inquisición....

"Los religiosos todavía estaban conmovidos por el descubrimiento de la AMT—0 nada más que unas décadas antes: eso produjo gran efecto sobre Pío XX y ciertamente influyó sobre sus actos...

"Pero todavía no me contaste cómo Ted, ese viejo criptodeísta, cree que puedes ayudarlo en su búsqueda de Dios. Tengo la convicción de que todavía estaba furioso con Él por esconderse tan bien. Mejor no digas que te conté esto.

"Pero, pensándolo bien, ¿por qué no?

"Cariños Indra.

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SEÑORITA PRINGLE

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—Hola, Indra. Tuve otra sesión con el doctor Ted, ¡aunque todavía no le dije por qué crees, precisamente, que está enojado con Dios!

"Pero he tenido algunas discusiones muy interesantes... no, diálogos... con él, aunque es él que habla la mayor parte del tiempo. Nunca pensé que volvería a adentrarme en la filosofía después de todos estos años de ingeniería. Quizá tuve que pasar por ellos primero, para apreciarla. ¡Me pregunto cómo me calificaría Ted como alumno!

"Ayer intenté esta línea de enfoque, para ver cuál era su reacción. Quizás es original, aunque lo dudo.

Pensé que te gustaría oírla: me interesan tus comentarios. He aquí sobre qué discurrimos:

SEÑORITA PRINGLE — COPIAR AUDIO 94.

"—Seguramente, Ted, no puedes negar que a la mayoría de las más grandes obras del arte humano las inspiró la devoción religiosa. ¿Eso no demuestra algo?

—Sí... ¡pero no de una manera que le brinde mucho consuelo a creyente alguno! De vez en cuando, la gente se divierte haciendo listas de los Más Grandes y los Más Grandiosos y los Mejores: estoy seguro de que era un entretenimiento muy difundido en tus días,

—Por cierto que sí.

—Pues bien, hubo algunos famosos intentos por hacer esto con las artes. Por supuesto, tales listas no pueden establecer valores absolutos... eternos... pero son interesantes y muestran cómo los gustos cambian de una época a otra...

"La última lista que vi fue en la Artnet de la Tierra hace nada más que unos años: estaba dividida en Arquitectura, Música, Artes Visuales... Recuerdo algunos de los ejemplos... el Partenón, el Taj Mahal...
Toccata y Fuga
de Bach iba primera en música, seguida por la Misa
de Réquiem
de Verdi. En arte, la Mona Lisa, claro. Después, no estoy seguro del orden, un grupo de estatuas de Buda en alguna parte de Ceylán, y la máscara mortuoria de oro del joven rey Tut.

"Aun si pudiera recordar todos los demás, lo que, claro está, no puedo, no importa: lo que interesa son sus antecedentes culturales y religiosos. En total, no predominaba una sola religión... salvo en música, y eso podía deberse a un accidente puramente tecnológico: el órgano y los demás instrumentos preelectrónicos se perfeccionaron en el Occidente cristianizado. Pudo haber resultado muy diferente si, por ejemplo, los griegos o los chinos hubiesen considerado las máquinas como algo más que juguetes.

"Pero lo que realmente resuelve la discusión, en lo que a mí concierne, es el consenso general respecto de la única obra de arte más grandiosa. Una vez y otra, en casi todas las listas, aparece
Angkor Wat
y, sin embargo, la religión que la inspiró estuvo extinguida desde hace siglos; ¡ni siquiera se sabe con precisión qué era, salvo que comprendía centenares de dioses, y no simplemente uno!

—Ojalá le hubiera podido lanzar eso al bueno del rabino Berenstein: estoy seguro de que habría tenido una buena respuesta.

—No me cabe duda. Ojalá yo mismo hubiera podido conocerlo. Y me alegra que nunca llegara a vivir para ver lo que le ocurrió a Israel.

FIN AUDIO.

—Ahí lo tienes, Indra. Ojalá el Granomedes contara con
Angkor Wat
en su menú: nunca lo vi... pero no se puede tener todo...

"Ahora, la pregunta que realmente querías que se te contestara: ¿por qué el doctor Ted está tan encantado de que yo me encuentre acá?

"Como sabes, está convencido de que la clave de muchos misterios se encuentra en el satélite Europa, donde a nadie se le ha permitido aterrizar desde hace mil años.

"Piensa que yo puedo ser la excepción. Está convencido de que allá tengo un amigo... sí: Dave Bowman, o en lo que sea que ahora se ha transformado...

"Sabemos que sobrevivió a la tracción hacia el monolito Hermano Mayor... y que, de alguna manera, volvió a visitar la Tierra después de eso. Pero hay más que yo no sabía. Muy poca gente lo sabe, porque a los medeanos los avergüenza hablar de ello...

Ted Khan pasó años recogiendo las pruebas, y ahora está absolutamente seguro de los hechos, aun cuando no los puede explicar. Durante, por lo menos seis ocasiones, con un siglo de distancia entre ellas, observadores confiables ubicados aquí, en Anubis, informaron haber visto una... aparición, exactamente igual a la que Heywood Floyd vio a bordo de la
Discovery.
Aunque ninguno de ellos conoce ese incidente, todos pudieron identificar a Dave cuando se les mostró su holograma. Y hubo otro avistamiento a bordo de una nave de exploración que se aproximó mucho a Europa, hace seiscientos años...

"En forma individual, nadie toma estos casos en serio pero, en conjunto, siguen un patrón. Ted está completamente seguro de que Dave Bowman sobrevive en alguna forma, presuntamente relacionada con el monolito al que denominamos Gran Muralla... y que todavía tiene cierto interés en nuestros asuntos.

"Aunque no hizo intento alguno por comunicarse, Ted tiene la esperanza de que podamos hacer contacto; está convencido de que soy el único ser humano que puede hacerlo...

"Todavía estoy tratando de tomar una decisión. Mañana lo discutiré con el capitán Chandler. Te haré saber lo que decidamos. Cariños, Frank.

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TRASMITIR-INDRA

21. Cuarentena

—¿Crees en aparecidos, Dim?

—Por cierto que no... pero, al igual que cualquier hombre sensato, les tengo miedo. ¿Por qué preguntas eso?

—Si no fue un aparecido, fue el sueño más claro qué haya tenido jamás: anoche mantuve una conversación con Dave Bowman.

Poole sabía que el capitán Chandler lo tomaría en serio cuando la ocasión cuadrase; no quedó decepcionado:

—Interesante... pero hay una explicación obvia: ¡estuviste viviendo acá, en la Suite Bowman, por el amor de Deus! Tú mismo me dijiste que se la siente embrujada.

—Estoy seguro... bueno, noventa y nueve por ciento seguro... de que tienes razón, y que a todo este asunto lo impulsaron las charlas que mantuve con el profe Ted. ¿Oíste hablar de los informes que dicen que, en ocasiones, Dave Bowman aparece en Anubis? ¿Más o menos una vez cada cien años? Del mismo modo que lo hizo ante el doctor Floyd a bordo de la
Discovery
, después que se la reactivó.

—¿Qué ocurrió ahí? Oí relatos vagos, pero nunca los tomé en serio.

—El doctor Khan sí, y también yo: vi las grabaciones originales: Floyd aparece sentado en mi antiguo asiento, cuando una especie de nube de polvo se forma detrás de él y adopta la configuración de la cabeza de Dave. Es entonces cuando pronuncia ese famoso mensaje, en el que le advierte que se vaya.

—¿Y quién no lo haría? Pero eso fue hace mil años. Hubo tiempo más que suficiente para simularlo.

—¿Con qué objeto? Khany yo estábamos mirándolo ayer. Apostaría mi vida a que es auténtico.

—A decir verdad, estoy de acuerdo contigo. Y oí esos informes...

La voz de Chandler se fue extinguiendo, y dio la impresión de estar levemente avergonzado.

—Hace mucho tiempo tuve una novia aquí, en Anubis. Me contó que su abuelo había visto a Bowman. Me reí.

—Me pregunto si Ted tiene esa aparición en su lista. ¿Podrías ponerlo en contacto con tu amiga?

—Eh... preferiría no hacerlo. No nos hemos hablado desde hace años. Por lo que sé, ella podría estar en la Luna o en Marte... De todos modos, ¿por qué está interesado el profesor Ted?

—Eso es lo que precisamente deseaba discutir contigo.

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