Taller de escritura creativa para niños y adolescentes (3 page)

BOOK: Taller de escritura creativa para niños y adolescentes
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A lo largo de mi experiencia como profesora he comprobado que muchas de las consignas que he trabajado con adultos se pueden adecuar a los más pequeños; basta con cambiar u omitir los aspectos más difíciles para ellos y no insistir en la teoría ni dar demasiadas explicaciones de los textos. Ellos, a su manera, sacan excelentes y sorprendentes conclusiones, comprenden la historia o el cuento desde una perspectiva que a veces el adulto ha olvidado.

Y otro aspecto referente a las consignas que quiero destacar es la importancia de la actitud del educador frente al grupo o al niño respecto a la elección de propuestas. Me gusta buscar textos literarios de calidad, sean para el público que sean, y veo si ellos pueden captar algo de esa poesía o si yo puedo extraer algo de ahí y explicárselo en su lenguaje. Por eso insisto en que la elección de una propuesta tiene que ver con tener una actitud de igual a igual ante el niño, salvando la distancia de la edad y la experiencia. Yo propongo confiar en la inteligencia limpia y creativa del niño, dándole textos que sean un reto para el profesor y para el alumno. Y confiar en que el niño los sabrá resolver.

La escritura creativa es, a estas edades, un juego, un descubrimiento y un espacio de relación del niño consigo mismo y con el grupo. Y, sin duda, también lo es para el profesor.

 

 

La línea imaginaria

 

Texto original

Las líneas de la mano,
de Julio Cortázar. Este microrrelato lo podéis encontrar en el libro
Historias de cronopios y de famas
.

 

Propuesta

El profesor lee el microrrelato o explica, guiándose por el cuento original, la historia de la línea viajera. Si los niños son muy pequeños, suelo dejar el final abierto o me invento otro.

 

Opciones

Si leéis el relato, podéis pedir que anoten las palabras que no entiendan y luego, entre todos, las deducís, ya sea con pistas que da el educador o con ejemplos. Cuando se las leo directamente del diccionario, las olvidan. A veces les propongo que estas palabras salgan en el texto que van a escribir. Así aprenden a fijar un nuevo vocabulario.

 

Escribir

Los alumnos escriben el recorrido de una línea que se escapa y se va de viaje. Se escapa del lugar que quieran y viaja a donde imaginen. El profesor puede dar algunos ejemplos y preguntarles dónde ven líneas, cómo se mueven, de qué textura son, qué quieren, etcétera.

 

 

Inventar una palabra

 

Texto original

Odradek
, del cuento
Las preocupaciones de un padre de familia
, de Kafka. También lo podéis encontrar en el bestiario de
El libro de los seres imaginarios
, de Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero.

 

Propuesta

La lectura de ambos textos es solo como guía para el profesor, ya que son bastante complejos. La consigna parte de la misma idea que
Odradek
pero con algunas variantes. El niño inventa una palabra y le da vida. Explicar la etimología de la palabra como lo hace Kakfa en el texto es opcional. Podéis dar algunos ejemplos de palabras inventadas para que se hagan una idea del ejercicio.

 

Ejemplos de palabras inventadas

«
Un día encontré un
Tupanick
y me lo quedé, lo llevé al cine bien doblado dentro de mi zapato pero él también quería ver la película, entonces...»
O bien:
«Yo tengo un
Sinosec
que me despierta cada mañana, es rosa y brilla cuando le soplo. A veces...».

 

Escribir

El educador les propone que inventen una palabra, que la escriban y que creen un cuento con ella. El joven escritor no tiene por qué dar explicaciones de lo que significa la palabra. Ése es su secreto y el profesor puede recordarle que tampoco hay que adivinar de qué se trata.

 

Este es uno de los ejercicios que más les divierte y les da tanto juego que algunos niños crean todo un universo propio a partir de una o más palabras inventadas.

 

 

El día de hoy

 

Texto original

Esta consigna se puede plantear de diversas formas: o bien leyendo algunas entradas del
Diario de Ana Frank
que consideréis adecuadas o bien poniendo ejemplos inventados, o iniciando la propuesta sin lectura previa, ya que algunos niños reconocen enseguida la escritura del diario personal.

 

Propuesta

El profesor explica qué es un diario personal, quizá algún niño ya esté escribiendo uno, y si no, es un buen momento para sugerirles que lleven uno consigo e incluso pueden confeccionar uno en clase.

 

Opciones

El profesor les sugiere que expliquen lo que ha sucedido durante el día, poniendo especial atención en uno de los cinco sentidos. Suelo aprovechar esta consigna para hablarles de la sinestesia. Otra posibilidad es que primero relaten el día tal cual y después lo pasen a un día sensitivo.

 

Ejemplo

Si escogen la vista:
Me despierto
y es azul el sonido de mi despertador y azul la voz de mamá que dice: «¡Arriba!», entonces me siento de color...
Si escogen el tacto:
Me he despertado blanda, mi pijama es blando y toco el olor de mi habitación que también es suave...

 

Escribir

El profesor les invita a que escriban lo que les ha pasado desde que han abierto los ojos hasta un momento determinado del día.

 

Variante

También podéis proponer un diario colectivo en el que cada niño escribe durante una semana y luego lo pasa a otro compañero. Si les gusta la idea, se puede escoger un tema: a) centrar la escritura en el despertar o el final del día, b) en la lectura, c) en los amigos, etcétera, o hacerlo libre, sin tema previo.

 

 

Como algo y me transformo

 

Texto original

Pelar una naranja, descortezar el mundo, desvendar el seno de una momia adolescente. Me como una naranja y tengo un día anaranjado. En rigor, una naranja me devora por dentro. Necesita de mí para poder transformarse en otra cosa, para sobrevivir, y cuelga ya, naranja otra vez, al final de los tiempos, del árbol dorado de mi vida.

Toda depredación es una redención. Todo canibalismo es una asunción. Voy a comerme otra naranja. La naranja me ha iluminado los interiores como un sol en gajos, y ha quedado ahí la ese rosa y blanca de su cáscara. Qué nalga breve y pugnaz del mundo acaricio en la naranja. Se reparte su sabor, su olor, su química, por todo mi cuerpo, y aprendo más de la vida, del mundo, del tiempo, gracias a la naranja, que en todos los libros de Kant y Platón. Llevo ya dentro un fanal anaranjado, y siglos de experiencia, sabiduría, decantación, licores, azúcares metafísicos y veranos líricos, que estaban empaquetados en la naranja, que la habían hecho posible. Comer una naranja, desvendar el seno dorado y egipcio de una adolescente. Si hay que creer en algo, creo en la naranja.

Mortal y rosa
, de F
RANCISCO
U
MBRAL

 

Propuesta

Este texto es solo para que el profesor se inspire en esta idea, en la alquimia que propone el autor. Aunque el texto original es complejo, alguna vez, dependiendo de los niños y del tiempo que hace que les doy clases, me he atrevido a leer el texto completo y ver qué pasaba. No lo entienden pero sí captan lo esencial y algunos exclaman: «¡Oh, a mí me gusta!». Si les pregunto qué les gusta, responden: «Que se come una naranja y se vuelve todo naranja»; «Que la naranja es un sol en su cuerpo». El texto se presta a que lo contéis a vuestra manera y que ellos anoten las palabras que no entiendan y después las podéis descifrar entre todos o bien con ejemplos o explicando lo que significan. Proponerles que utilicen algunas de esas palabras en un próximo ejercicio o al escribir
Me como algo y me transformo.

Otra
posibilidad, con los más pequeños, es leer solo algunas frases del inicio.

 

Escribir

El profesor les propone que imaginen que se comen algo comestible o no y ver qué les sucede. Recordarles que no tienen que seguir el texto, que pueden comerse cualquier cosa, como un paisaje, una biblioteca, un pensamiento, etcétera. ¡Y a escribir!

 

 

La carta

 

Propuesta

Para este ejercicio no es necesario hacer ninguna lectura previa; de la misma forma que la escritura de un diario íntimo es una práctica habitual entre algunos jóvenes, también lo es la carta, aunque ya no se escriban como antes, a mano, ni se envíen en un sobre y se echen a un buzón. Aun así, algunos recuerdan haber escrito alguna carta o alguna postal.

Este ejercicio lo hacemos siempre completo: escriben la carta, hacen ellos mismos el sobre y elaboran también el sello. Así que unos días antes les pido que traigan todo cuanto necesiten para fabricar su carta: papel, tijeras, pegamento, colores, pegatinas, recortes, purpurinas, etcétera.

 

Opciones

Aunque es un ejercicio libre, se presta a muchas variantes. El profesor puede decidir primero realizarlo sin más consigna que el género epistolar y después hacer algunos cambios:

 

a) Que los alumnos imaginen que están en otro país, que son mayores de edad o tienen otra edad diferente a la real; pueden inventarse una profesión, un recorrido vital, etcétera. Y desde ahí escriben a quien quieran.

b) También pueden escribirse a sí mismos.

c) Y otra posibilidad es escribir una
Carta anónima,
ya sea inventando el destinatario o no. A veces los niños quieren decir algunas cosas que no se atreven; ésta es una oportunidad.

 

Cosas que ocurren

Si el profesor les da a escoger entre varias opciones y es difícil ponerse de acuerdo, puede sugerir hacer otro día otra consigna respecto a la carta o bien que la hagan en casa y se lea en la próxima sesión. Algunos alumnos, cuando la carta tiene un destinatario real, desean echarla al buzón. Podéis tener algunos sellos preparados o pedirles que se encarguen ellos de comprarlos. Y ¡a esperar respuesta!

 

Escribir

Los alumnos empiezan a escribir su carta con las pautas que el profesor haya decidido o que hayan acordado entre todos. El educador tendrá en cuenta que, al ser un género privado, si alguien no quiere leer en voz alta lo que ha escrito, no tiene por qué hacerlo. Una vez hayan acabado, pasan a crear el sobre y el sello. En general, desean dar la carta a quien va dirigida pero es posible que algún alumno quiera quedársela, así que el envío es siempre una elección del niño.

 

Variante

El maestro puede invitar a sus alumnos a que creen un libro epistolar. Que escriban cartas, durante el curso y con cierta frecuencia, a sus padres, hermanos, amigos, familiares... Si la envían, que hagan una copia y las vayan guardando. Al cabo de unos meses pueden confeccionar ellos mismos un libro de cartas. Pueden hacerlo con la respuesta del destinatario o solo con las cartas escritas por ellos.

 

 

La escritura automática

 

¿Qué es?

A los más pequeños les encanta que les explique de dónde viene esta técnica, quién la creó y por qué. Aprovecho para hablar de las asociaciones libres, técnica similar a la escritura automática y que también se puede llamar «lluvia de ideas». Que eso es lo que vamos a escribir, una tormenta de ideas.

Me gusta hacer este ejercicio con alumnos de todas las edades porque la escritura automática da al escritor el permiso de gozar de una absoluta libertad de imaginación. Y los textos que surgen en clase son muy sorprendentes. Con esta consigna los alumnos escriben imágenes muy atrevidas y juegan con la metáfora, la sinestesia y lo absurdo con una fluidez que solo aparece cuando la lógica del pensamiento está menos presente.

 

 

Pautas

1
)
El profesor explica que hay que escribir sin un tema previo.

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