Read Taller de escritura creativa para niños y adolescentes Online
Authors: Esmeralda Berbel
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El narrador cámara
En general los jóvenes no tienen dificultad en entender que este narrador es un ojo que graba lo que ve y lo describe con la máxima precisión. Aunque no es un punto de vista que se pueda mantener en toda la narración, propongo emplearlo porque es un ejercicio muy interesante para que el alumno aprenda a describir sin juicio, sin opinión, prescindiendo de los adjetivos y buscando palabras nuevas u olvidadas para nombrar lo que ve. El educador les explica que para este punto de vista suele utilizarse la tercera persona pero les propone probarlo también en primera, a ver qué descubren.
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Texto original
Para realizar esta consigna el profesor puede efectuar una selección de entradas de diarios. De este modo el alumno se dará cuenta de las infinitas posibilidades que ofrece este género. A continuación transcribo algunos de los que he seleccionado para estimular la creación de los alumnos. La elección de uno u otro dependerá, como siempre, de las edades del grupo. Y, sobre todo, del fragmento elegido.
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Algunos diarios
Diario de una escritora,
de Virginia Woolf;
Diarios,
de Anaïs Nin;
Diarios de la calle
, de Erin Gruwell y Freedom Writers;
Diarios,
de John Cheever;
27 de
septiembre. Un dÃa en la vida de las mujeres,
de Esmeralda Berbel,
El diario violeta de Carlota
, de Gemma Lienas...
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Propuesta
El profesor sugiere a los alumnos que busquen una libreta que les guste y que la decoren a su manera. Les explica que en ella van a escribir un diario durante el tiempo que dure el taller de escritura creativa. Les lee algunos fragmentos escogidos de los diarios propuestos para que vean distintos enfoques. Entre todos comentan los textos y la importancia de tener un diario. Yo les explico que es un ejercicio de escritura de fondo, de entrenamiento, y que es también el lugar secreto de su memoria, del registro de sus dÃas. Les digo que en el diario pueden ensayar poemas, inicios de cuentos, canciones, citas; escribir sus deseos, sus temores; poner fotos, pegar flores, pegatinas... que en el diario cabe todo. Y sobre todo, que en clase solo se leerá lo que se trabaje como consigna; lo demás es una elección del joven.
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Cosas que ocurren
Algunos jóvenes van escribiendo su diario sin dificultad; sin embargo, los menos asiduos a este tipo de escritura a veces se olvidan y hay que ir recordándoselo. El profesor puede optar por proponerles, como disciplina, que escriban dos veces por semana en el diario, que busquen unos dÃas fijos hasta que el deseo les surja de forma natural.
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Escribir en el diario
El profesor les propone que pongan especial atención, durante dos semanas, en un tema, por ejemplo: que escriban sus sueños o el despertar o el final del dÃa o sobre la escuela, la familia, su futuro...
El tema puede ser para todos el mismo o que cada uno lo elija. El maestro indica un dÃa de lectura en el que los alumnos habrán seleccionado los fragmentos de diario que más les gusten para compartir.
Cada dos semanas pueden ir variando el tema.
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Recordar
Todo lo que vayan escribiendo que no sea una tarea del taller es personal y privado, por lo que nadie debe leer lo que hayan escrito libremente y en intimidad. Solo aquellos temas que el profesor y los alumnos han decidido como opción de escritura serán los que mostrarán en clase.
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Primera clase
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Texto original
Para este ejercicio escojo estos dos poemas de Gustavo Adolfo Bécquer que están incluidos en las
Rimas.
Poema V: «EspÃritu
sin nombre / indefinible esencia / yo vivo con la vida / sin formas de
la
idea...».
Poema XI:
«Yo soy ardiente, yo soy morena / yo soy el sÃmbolo de la paÂsión...».
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Propuesta
Ãsta es una consigna que suelo hacer en dos sesiones. El educador fotocopia los poemas de Bécquer y los reparte para que los jóvenes puedan seguir la lectura. El maestro pide un voluntario y leen, atentamente, los dos poemas tantas veces como sea necesario. Los alumnos anotan en su libreta las estrofas o frases que les resultan difÃciles de comprender asà como las palabras que no entienden. El educador les sugerirá que las metáforas o expresiones que no entienden pueden imaginarlas o sentirlas o bien les dará algunas claves de lectura y algunos ejemplos para definir las metáforas y las palabras que no conocen entre todos.
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Escribir
El profesor les sugiere, a partir de la lectura poética, que escriban su «Yo soy» como ellos quieran, de forma lÃrica o en prosa, siguiendo las pautas del poeta o creando un texto sobre quiénes son. Pueden mezclar la ficción con aspectos autobiográficos, emplear la forma de relato, de prosa poética, de cuento... Lo pauta es la repetición, en el texto, del «Yo soy».
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Segunda clase
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Texto original
Poema «Yo soy», de Elena Medel, incluido en el libro
Mi primer bikini.
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Propuesta
La idea es volver a escribir un «Yo soy» desde otro enfoque; concretamente desde el universo que propone la poetisa Elena Medel. En el texto original el «yo» poético es el poema adentrado en el universo de la escritora Irène Némirovsky. El profesor entrega una fotocopia del poema a cada alumno y les pide que lo lean en silencio. También pueden hacerse grupos de dos o tres jóvenes. Les pide que subrayen o anoten todo lo que no entienden del poema. El maestro explica de qué habla Elena Medel, a qué momento histórico se refiere y quiénes son las personas que nombra. Los chicos leen de nuevo el poema. Si el educador lo considera oportuno, lo lee en voz alta. Cuando esté bastante claro en qué universo ha entrado la poetisa, el maestro les pide que piensen en un «Yo soy» con el que se identifiquen y acerca del cual quieran escribir.
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Ejemplos de temas que han salido en algunas clases
«Yo soy Tim Burton», y a partir de aquà entran en su universo fÃlmico, en sus personajes, su color, su estética, sus sentimientos... O: «Yo soy un libro», y narran la aventura del libro y del lector, algunas historias que les han impactado... O: «Yo soy lo que nadie dice», y narran lo callado, el silencio, frases que alguien tiene guardadas, los sonidos del decir y del callar...
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Cosas que ocurren
Ãsta es una de las consignas que más me ha hecho dudar cuando la he propuesto a adolescentes. Es un reto. Les cuesta, la consideran difÃcil. Es cierto que el poema puede parecer para adultos, sin embargo la autora tenÃa diecisiete años cuando lo escribió; eso es lo que les cuento a los chicos. Si el profesor tiene un poco de paciencia, verá cómo acaban resolviendo las dificultades iniciales, creando un mundo propio y sorprendente, no solo para el que lo escribe sino para los que tenemos el privilegio de oÃrlo.
Algunos adolescentes cambian la consigna de «Yo soy» por «Yo no soy» o mezclan ambas. Yo suelo permitÃrselo con la condición de que traigan a clase, otro dÃa, su «Yo soy».
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Escribir
El educador les cuenta que en cuanto tengan el tema del poema se lancen a escribir. La pauta de esta consigna es que inicien cada verso o alguno de los versos con las palabras «Yo soy».
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Propuesta
El profesor les explica que van a escribir un fragmento de la vida de uno de sus compañeros. Escogen una pareja. Si el grupo es impar, el maestro puede ponerse de alumno. Buscan un lugar en la sala en el que estén cómodos y, si es posible, alejados del resto. Deciden quién empieza a hablar y quién toma notas. Y a la voz de «¡Ya!» del maestro, el biógrafo empieza a escribir o escuchar lo que dice su compañero, a quien puede ayudar, si es necesario, con preguntas como: «¿Dónde naciste?», «¿Qué sabes de tu nacimiento?», «¿Cómo te sientes?», «¿Cómo son tus hermanos, tus padres, tu familia...?». Las preguntas sirven como estÃmulo por si el alumno se queda en blanco pero el profesor les recuerda que no es una entrevista. El biógrafo puede pedirle que hable más despacio o que lo repita, si necesita apuntar con precisión algún detalle. Cuando uno acaba, hacen el cambio; el que contaba es ahora el que escucha al otro, es decir, el biógrafo.
La idea es contar con las palabras del otro y las propias un breve relato de su vida, una breve biografÃa.
Desde mi punto de vista, es un ejercicio muy válido para conocer mejor al otro y aprender a escribir y describir aspectos que no corresponden a nuestra propia vivencia. Además, el joven tiene que trabajar bien el relato, encadenar las frases, mantener la oralidad, la exactitud de lo que le han contado a la vez que puede narrar algunos aspectos del lenguaje no verbal, rasgos de su compañero, cómo habla, cómo utiliza los silencios, si se rÃe, si se emociona, etcétera.
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Lecturas
Aprovecho este ejercicio para preguntar si han leÃdo alguna biografÃa, qué les ha parecido, qué opinan de este género. Y si nadie conoce ninguna, entre todos podemos pensar de quién nos gustarÃa saber algo de su biografÃa y leer algún fragmento o capÃtulo durante el curso. El educador puede sugerir algunas biografÃas que considere adecuadas, ya sean de actores, dramaturgos, cineastas, pintores, poetas, escritores, etcétera.
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Escribir
Con las notas que han tomado o bien con la escucha en clase, empiezan a elaborar la biografÃa del compañero. Escriben en primera persona, como si el otro fueran ellos. Si no les da tiempo, elaboran el texto en casa y lo traen para compartir la lectura en la próxima clase.
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Variante
Pueden escribir la biografÃa desde otro punto de vista, incluirse o no en el texto, decir que es algo que les contaron o emplear la forma de monólogo o inventar una nueva manera de contar la vida del otro. Si lo desean, pueden poner de su cosecha, es decir, mezclar la realidad con la ficción.
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Qué necesitamos
Algunos objetos que hagan la función de micrófono. Una grabadora por alumno (opcional). Vasos y algunas botellitas de agua mineral.
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Texto original
El educador escoge algunas entrevistas que le gusten y que considere adecuadas para realizar este ejercicio. Si algún alumno muestra interés en el género, le sugiero que busque libros en las bibliotecas, que seleccione alguna entrevista y la traiga a clase para compartir. El profesor puede proyectar algún vÃdeo de entrevistas que considere interesante.
Ãstos son los libros de entrevistas con los que a veces trabajo:
Confesionario
y
Confesionario 2
, de Juan Ramón Iborra;
Conversaciones americanas
, de Reina Roffé;
Trátame bien,
de Esmeralda Berbel;
34 actores hablan de su oficio
, de Arantxa Aguirre, etcétera.
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Propuesta
Escogen algunas entrevistas para leer en voz alta y el maestro les propone que pongan especial atención en las preguntas. Una vez que se hayan impregnado bien de las lecturas, el profesor les pide que se tomen unos minutos para decidir qué personaje van a inventarse: escritor, actor, cantante, modelo, polÃtico, ama de casa, asistenta, preso, obrero, camarero... Y se preparan bien el personaje.
Escogen una pareja y deciden quién empieza a entrevistar. El que hace de periodista coge libreta y bolÃgrafo y, si quiere, la grabadora. Prepara algunas preguntas mientras el entrevistado se mete en la piel de su personaje. Si los alumnos quieren, preparan una mesa con botellas de agua y usan el micrófono para dar más verosimilitud a la tarea.
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Escribir
Cuando el maestro vea que están todos preparados, les indica a los periodistas que empiecen a formular las preguntas. Aunque utilicen grabadora, es importante que tomen algunas notas. Entre todos estipulan un tiempo que, dependiendo del ritmo de la clase, puede alargarse o ser más breve. Se toman un descanso antes de cambiar el rol.
El profesor les propone que elaboren bien su entrevista en casa y que la traigan el próximo dÃa para compartir la lectura en clase.
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Qué necesitamos
Folios y sobres.
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Propuesta
El profesor les dice que la consigna es escribir una carta, asà que deben pensar a quién desean dirigirse, si hay alguien con quien tienen pendiente una conversación o simplemente a qué persona le quieren contar, por escrito, lo que sienten, viven, piensan, etcétera.
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Destinatario
Una vez hayan escrito la carta, se la entregan a uno de sus compañeros y éste la recibe y responde como si fuera el destinario.