«¿Tan pronto? Ni siquiera sé si besas bien…».
Si te dice: «Nos vamos a acostar».
«Si alguno de vosotros tiene telekinesis o telepatía que me levante la mano o me lo diga mentalmente».
Puede usarse también como Abridor, añadiendo: «No, es coña… Lo que pasa es que a mi amigo Marcos le ha ocurrido algo bastante extraño y estoy investigando un poco el tema. ¿Qué opináis vosotros?» Y de aquí puedes pasar al Abridor del Sortilegio.
«Muy bien, sigue así…», «Venga, venga, tú puedes» o «No te preocupes, has hecho lo correcto».
Haz este tipo de comentarios, con cierto recochineo y desde una posición de superioridad, como si fuese un niño pequeño inseguro que necesitase ser reasegurado todo el tiempo. Tú actúas como ese adulto en el que confía que le ofrece indicaciones, ánimos y estímulos cuando es necesario.
«Lo siento, estoy cogido» (FV)
Haz de este tipo de frases parte de tu vocabulario habitual. Pueden usarse en cualquier momento, pero resultan especialmente eficaces a los dos minutos de haberla conocido, cuando te ofrece las primeras muestras de atención.
«Bueno, la verdad es que estoy libre, pero no sabía cómo quitárteme de encima». (FV)
Continuación de la anterior, para hurgar más en la llaga todavía.
«Sabes, el otro día me estaba duchando en el gimnasio y vi a una chica subida a un árbol que me estaba espiando por la ventana. ¿Sabes?, se parecía un poco a ti. No serías tú, ¿verdad?» (FV)
«Tu necesidad de atención y aprobación es casi tan triste y lamentable como tu apariencia física» (FV)
Solo con quien tengas verdadera confianza, en un tono claramente amistoso y de broma. Cultiva otro tipo de frases rimbombantes y cariñosamente ofensivas.
«No estamos hablando de mi, estamos hablando de ti» (FV)
Ante cualquier acusación o defecto tuyo que señale:
«Te amo» (FV)
Con sarcasmo, especialmente después de que haya hecho algo reprobable y significando justo lo contrario.
«Haces bien». (FV)
Cuando te diga algo como: «No te he pedido tu opinión».
«No me digas lo que tengo que hacer». (FV)
Con dedo acusador, después de que te digan: «Pásalo bien» o «Que tengas un buen día», o cualquier otra cosa.
«¿Sabes? Puede que resulte un tanto cruel decirlo, pero… una de cada tres personas es fea. Mira a tu derecha; mira a tu izquierda. Si no son ellos…» (FV)
«Oye… No me estarás siguiendo… Ajá… Entiendo… Y dime, ¿por qué actúas con tanto nerviosismo cuando saco el tema?» (FV)
Con cara de mucha sospecha. Puedes adaptarla acusarla de que te sigue, o te espía, o te escucha.
«¿Te he dicho alguna vez el increíble trabajo que estás haciendo? Hay una razón» o «¿Sabes? Me encantaría decirte la brillante labor que estás haciendo… Pero no me hago el ánimo». (FV)
«Bueno, ya puestos, también añadiría que…» (FV)
Tras un ejercicio de autocrítica o de sacarse defectos a sí misma.
«No. Te gusto yo». (FV)
Chinita por lo general. Tras utilizar alabar tu estilo, o decir que le gusta alguno de tus accesorios.
«Las chicas que no saben bailar no son buenas en la cama» (FV+C)
«No me van las virgencitas» (FV+C)
A modo de Chinita. Cuando una chica demuestra un comportamiento inmaduro, sobre todo sexualmente inmaduro.
«Estás despedida» (FV)
Cuando diga o haga algo que no te gusta. Lo puedes decir con una sonrisita juguetona de suficiencia.
«Hemos roto. Te dejo que te quedes con el perro». (FV)
Cuando diga o haga algo que no te gusta.
«Nota: No salir con esta chica» (FV)
Decirlo con actitud Chulifresca, escenificando la frase y sacando libreta y boli, ya sean reales o imaginarios.
«Tú y yo no podríamos estar juntos. Somos demasiado parecidos. Nos pelearíamos todo el tiempo… y yo ganaría siempre». (FV)
Después de prácticamente cualquier comentario suyo, especialmente de desaprobación.
«Bonitos zapatos… ¿Los hacen también en talla de mujer?» (FV)
Por lo general, úsalo a modo de Chinita.
«Bonitos zapatos… ¿Vienen con ese papel —o chicle, o lo que sea— pegado en la suela?» (FSIT+V)
«Hey… Esa falda está muy bien. Hay una chica por allí con otra exactamente igual». (FV)
«Hey… no estás nada mal para no levantar dos palmos del suelo». (FV)
Úsala a modo de Chinita, por lo que te pueda pasar.
«Me gusta esa camisa. Estoy seguro de que hasta la hacen en tu talla». O «Me gusta esa camisa. Es increíble lo bien que te esconde la tripita». (FV)
«Me encanta tu pelo. Me recuerda un poco a las pelusas esas que se forman cuando barres (o al nido de un pajarito)» (FV)
«Me encanta tu pelo. Imagínate lo bien que quedaría si estuviese lavado» (FV)
«Me encanta ese peinado. Hace que tu cabeza parezca normal» (FV)
«Disculpa… ¿Hablas español?» (FV)
Si tartamudea o titubea. Eso sí, hazlo con un lenguaje no verbal amable.
«No tienes ningún tipo de minusvalía mental, ¿verdad?» (FV)
. Chinita.
«¿Conoces la diferencia entre un bistec y un pene? ¿No? Vente a cenar a mi casa» (FV)
«¿Te apetecería saborear una cosita que ha hecho mi mamá?» (FV)
Obviamente, me refiero a mí.
«Bonitas piernas… ¿A qué hora abren?» (FV)
«¿Sabes lo que dice una chica después de su tercer orgasmo? ¿No? Pues yo sí» (FV)
«Perdona, es que he perdido mi osito de peluche… ¿Te vienes a dormir conmigo?» (FV)
«Tienes 206 huesos en el cuerpo… ¿Qué tal uno más? (Al rato…) Ah, no, que es un músculo… (Al otro rato) ¡Hostia, tampoco!» (FV)
«Me gustaría ver qué pinta tienes cuando estoy desnudo» (FV)
«Mira, no soy muy bueno entrando a las tías… Si te parece, te empiezo a tocar las tetas ya…» (FV)
«¡Increíble!… ¿Sabes que tienes el pelo a juego con el color de mi almohada?» (FV)
Debes poner cara de alucinado al decirlo.
«¿Sabes que en mi carné de conducir figuro como donante de órganos? Pues aprovéchate, que aun estoy vivo» (FV)
«Sabes por qué el 75% de las valencianas está insatisfechas sexualmente, ¿no? Uno no puede estar en todas partes a la vez» (FV)
Yo uso este porque soy de Valencia. Adáptalo a tu región.
«Si quedamos para desayunar juntos, ¿cómo te despierto? ¿Por teléfono o con el codo?» (FV)
Esta está bien después de haberla llevado a hablar sobre quedar juntos para desayunar.
«Mierda, mi preservativo caduca mañana. Sería una lástima dejar que se desperdicie, ¿no crees?» (FV)
Ten alguna respuesta preparada para cuando te digan: «Vaya, ¿cuánto tiempo has estado a dos velas?».
«Tú. Yo. Esposas. Nata líquida. ¿Alguna pregunta?» (FV)
«Yo lo que quiero es follar. No sé si me explico» (FV)
Te acercas a la chica, mojas el dedo en la humedad del vaso y lo secas en su blusa:
«Será mejor que nos quitemos estas ropas mojadas antes de que nos resfriemos» (FV)
«¿Trabajas para MRW (o cualquier empresa de transporte o mensajería conocida)? No, es que como me ha parecido que me mirabas el paquete…» (FV)
«Puede que no sea el tío más guapo del local, pero soy el único que está hablando contigo» (FV)
«Realmente estoy luchando contra la necesidad de hacerte esta noche la mujer más feliz del mundo» (FV)
«¿Son de verdad?» (FV)
«Por una sonrisa tuya recorrería un kilómetro… Pero iría mucho más lejos por eso que haces con la lengua» (FV)
«Me encanta ese vestido. Quedaría perfecto hecho un burruño en el suelo de mi cuarto» (FV)
«Mi nombre es M-A-R-I-O. Recuérdalo, porque lo estarás gritando más tarde» (FV)
«¿Qué tal una noche de pizza y sexo en mi casa? ¿Qué pasa? ¿Es que no te gusta la pizza?» (FV)
Aunque todas las Rutinas de Valor son —o tratan de ser— DAVs, no todas las DAVs son necesariamente Rutinas. Recuerda que llamaremos DAV a cualquier cosa que suponga una Demostración de Alto Valor, esté enlatada o no y se lleve a cabo expresamente o no.
Las Rutinas de Valor pueden incluir toda clase de DAVs preparadas de antemano y que exijan una actitud activa por tu parte. Desde Historias DAV
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hasta juegos, trucos de magia, demostraciones, técnicas de lectura en frío, chistes o juegos para meterte con el Objetivo como si fuerais críos de colegio, etc.
Recuerda que muchas de ellas pueden convertirse en Rutinas de Romance, simplemente utilizándolas a solas con el Objetivo y cambiando un poco el enfoque a uno más propio de la Campaña de Romance.
LAS MUJERES SOIS PREDADORAS SEXUALES —VERSIÓN EXTENDIDA— (RV)
«Las mujeres son auténticos predadores sexuales. En serio. Por ejemplo, son el único sexo que dispone de una parte del cuerpo diseñada únicamente para proporcionar placer erótico. Y hay diez veces más terminaciones nerviosas en esa parte del cuerpo que en cualquier otra cosa de las que existen en un hombre. Así que, ¿cómo puedes nunca estar tranquilo con una mujer?
»Esa es la razón además de que ellas hagan “¡AAAAAAAHHHHHH! ¡AAAAAAAAAAAAHHHHH! ¡MMMMMMMHHHHHHAAAAAA!”».
Si no es apropiado hacer esto, di: «que ellas se desgañiten como posesas, mientras que los hombres hacen “grñññ”».
«Además, nunca he encontrado una mujer que no empiece a toquetearme a los pocos minutos de estar con ella (como tú estás haciendo toda la noche). Lo cierto es que hay momentos en que lo hacéis sentir a uno como una salchicha con patas.
»Así que, ¿cómo puedo confiar en vosotras/ti?».
Esta rutina viene muy bien para preceder a MI PRIMERA VEZ.
POR QUÉ ME GUSTA LA NUDISTA (RV)
«Me gusta porque es tranquila y a veces el agua está más limpia. Me encanta relajarme, hacerme el muerto mientras siento el agua que me acaricia el culo y las pelotas, meciéndome como a un bebé indefenso.
»¿Y por qué iba a darme vergüenza? Los tíos me ven la banana todo el tiempo en el gimnasio y a estas alturas me han visto en bolas demasiadas tías como para… (sonrisa) preocuparme por ello.
»Si voy solo, ¿qué me importan los extraños? Y si voy con alguien que conozco, ¿qué tengo que ocultarle? ¿No tengo confianza suficiente para mostrarme como Dios me trajo al mundo?
»Si voy con una chica especial, puede ser un buen principio. Y si no está a la altura de mis expectativas, ¿qué problema tengo en que me vea desnudo?».
DEMASIADO PARECIDOS (RV)
«Tú y yo no podríamos estar juntos. Somos demasiado parecidos. Tú no te tragarías mis historias y yo no me tragaría las tuyas. ¿Qué gracia tiene eso?».
UN CHICO EXIGENTE (RV+C)
«Yo solo quiero una mujer que sepa cuidar de sí misma, con grandes aptitudes sociales y sedienta de experiencias nuevas y de exprimir la vida a fondo. Quiero una mujer con mucha energía y con la que tenga mucha química.
»Una mujer que no se eche atrás en el último minuto, que tenga claro lo que quiere. Que esté además en contacto con su propia sensualidad, que sepa y quiera disfrutar de su cuerpo y de su mente. Quiero una mujer que sepa coger lo que quiere sin esperar a que sus amigas le den permiso para hacerlo. Que tenga clase, que sea inteligente y culta. Además, una mujer que sea aventurera y posea una gran imaginación.
»¿Eres tú ese tipo de mujer?».
POR QUÉ SOY UN SOBRAO Y UN NARCISISTA (RV)
«Lo de creído ya lo he oído varias veces. No sé por qué la gente se empeña en decir que soy un sobrao y un narcisista. Supongo que, en el fondo, se debe a que me respeto a mí mismo y a mi cuerpo. Y a que, además, soy exigente.
»Pero mira, no voy a disculparme por ser como soy. No me importa lo que la gente piense de mí. Hago lo que quiero, cuando quiero. Pero eso es algo que probablemente ya has descubierto a estas alturas».
POR QUÉ SOY EXIGENTE (RV+R)
«Además, Pepita, te diré algo. ¿Qué sentido tendría no ser exigente? Mira a tu alrededor. ¿Sabes cuánta gente hay en el mundo?
»Exacto. Mucha más de la que jamás tendrás tiempo material para llegar a conocer.
»Estamos rodeados de una masa informe de proporciones colosales. Vivimos inmersos en un mar de gente que algún dios parece haber vomitado tras una noche de indigestión. Si no fuésemos un poco selectivos, ¿no crees que la marea nos arrastraría a esa orilla pestilente en la que las vidas se pudren?
»Y, o mucho me equivoco, o tú también eres así. Por más que te esfuerces en ocultarlo».
LAS SUPERNENAS (RV)
«Por cierto, me recordáis a las Supernenas…» A partir de aquí les puedes empezar a poner nombres a cada una. Recuerda que Pétalo es la jefa pelirroja. Burbuja es la rubia cursi y Cactus la morena con mala leche. A partir de aquí, puedes empezar a burlarte de ellas y a asignarles nombres a cada una.
TEST DE LAS MEJORES AMIGAS (RV+R)
«¿Desde cuándo os conocéis? Vale, os voy a hacer un test que a mis amigos y a mí nos gusta llevar a cabo. Se trata del test de las mejores amigas.
»¿Listas?
»Vale, miradme: os voy a hacer una simple pregunta. ¿Usáis las dos el mismo champú? ¿Sí o no?».
Antes de contestar, suelen mirarse la una a la otra y suelen confirmarse en silencio y casi telepáticamente. Si esto ocurre, les puedes decir: «Mira, ya sé que sois mejores amigas, la respuesta no importa. Lo sé porque habéis hecho lo que suelen hacer las mejores amigas, que es mirarse la una a la otra y usar “telepatía de amigas”».
Si, por el contrario, no tienen mucha conexión, mantendrán contacto visual contigo. Si tienen conexión, se mirarán para responder la pregunta y, a menudo, lo seguirán haciendo después mientras hablas. Podrás entonces exclamar: «Oh, no, ya lo estáis haciendo otra vez», con lo cual provocarás más risitas.
Además, el test puede ayudarte a descubrir cuál de las dos es más dominante y tiene mayor influencia sobre la otra. Esto es un conocimiento que deberás tener en cuenta a la hora de afinar y calibrar mejor tu juego.
Si, por ejemplo, se miran una a la otra al mismo tiempo, se tratará de una relación muy equilibrada. Si una mira a la otra antes, es la más pasiva, sumisa o buscadora de aprobación de las dos.
Esta es una rutina idónea para parejas de amigas o incluso amigos.
EL TRES (RV+R)
«Préstame atención y concéntrate, ¿vale?», le dices mientras la miras a los ojos. «Quiero que me digas un número del uno al cuatro, ¿vale? ¡Ya!».