—¿Y este personaje, San Michael, anda todavía por aquí? —preguntó, tomando el último sorbo de su café.
—Sin la menor duda —afirmó Michael—. No se lo presentamos a Patrick, el tiempo era demasiado escaso, como ya dijo Simone, pero queremos, decididamente, que tú lo conozcas. —Michael cruzó la habitación, súbitamente burbujeante de energía—. ¿Recuerdas todas esas infinitas preguntas que Richard solía formular, respecto de quién fabricó El Nodo y Rama y de cuál era el propósito de esto y de aquello? San Michael sabe todas las respuestas… ¡y explica todo con tanta elocuencia!
—¡Dios bendito! —exclamó Nicole, con un leve dejo de sarcasmo—, por lo que se oye de él parece ser fantástico… Demasiado bueno para ser verdad… ¿Cuándo tendré el privilegio de conocerlo?
—Ahora mismo, si lo deseas —dijo Michael O'Toole, expectante.
—Muy bien —aceptó Nicole, ahogando un bostezo—. Pero recuerden que soy una vieja cansada, achacosa y excéntrica… No puedo permanecer despierta para siempre.
Michael caminó ágilmente hasta la puerta más alejada del estudio.
—San Michael —llamó—, ¿podrías entrar, por favor, y conocer a Nicole, la madre de Simone?
Pocos segundos después, lo que parecía ser un joven sacerdote humano de poco más de veinte años, vestido con una sotana azul oscuro, ingresó en la habitación y cruzó hasta la silla de ruedas de Nicole.
Estoy encantado —dijo, con una sonrisa beatífica—. He oído hablar de ti durante años.
Nicole extendió la mano y estudió resueltamente al alienígena. No había nada, que ella pudiera ver, que identificara a ese individuo como algo que no fuese un ser humano.
Mi Dios
, pensó rápidamente.
No sólo su tecnología es fantástica sino, también, su velocidad de aprendizaje es vertiginosa
.
—Y ahora, dejemos una cosa en claro desde el comienzo —le dijo a San Michael con sonrisa irónica—. Hay demasiados Migueles acá
[18]
. No pienso referirme a ti como San Michael. No es mi estilo. ¿Debo llamarte simplemente San o Mike o hasta Mickey…? ¿Qué prefieres?
—Cuando ambos están cerca, a mi marido lo llamo Michael Mayor —terció Simone—. Eso parece funcionar muy bien.
—Muy bien —aceptó Nicole—. Como decía siempre Richard, «Donde estuvieres…». Siéntate, Michael, aquí, cerca de mi silla de ruedas… Michael Mayor te ensalzó de tal manera que no quiero que mi mala audición sea la causa de que pierda alguna de tus perlas de sabiduría.
—Gracias, Nicole —dijo San Michael, sonriendo a su vez—. Michael y Simone también alabaron tus virtudes, pero es obvio que subestimaron la agudeza de tu ingenio.
Y tiene personalidad también
, pensó Nicole.
¿Es que nunca dejarán de ocurrir milagros?
Una hora más tarde, después que Simone la hubo ayudado a meterse en la cama de la habitación para huéspedes, al final del vestíbulo, Nicole estaba tendida de costado, mirando con fijeza hacia la ventana. Aunque estaba muy cansada, no podía dormir. Su mente estaba demasiado activa, recorriendo una y otra vez los sucesos del día.
A lo mejor debo tocar el timbre para pedir algo que me ayude a dormir
, pensaba, palpando con la mano, de manera automática, el botón que había en la mesa de al lado de la cama.
Simone dijo que San Michael vendría si yo lo llamara. Y que él podía hacer cualquier cosa que hiciera El Águila
. Una vez que se aseguró de que verdaderamente podía solicitar ayuda si le persistía el insomnio, volvió a adoptar la postura que le era más cómoda para dormir y permitió que su mente vagara en libertad.
Sus pensamientos se concentraron en lo que había visto u oído desde su llegada a ese aislado enclave en el que vivían Michael, Simone y su familia. San Michael explicó que esa seudo Nueva Inglaterra era una pequeña sección dentro del módulo de habitación de El Nodo, y que en las proximidades había otros varios centenares de especies residentes semipermanentes. ¿Por qué, le preguntó ella, Michael Mayor y Simone habían optado por llevar una existencia cotidiana separada de todos los demás?
—Durante años —respondió Michael O'Toole— vivimos en un ambiente con muchas especies. En efecto, tanto durante como después que hubieran nacido nuestros cuatro hijos traídos en forma natural, se nos trasladaba violentamente, o así parecía, de un sitio a otro, sometiendo a prueba nuestra capacidad de adaptación, así como nuestra compatibilidad, con una amplia gama de otras especies vegetales y animales… En aquel entonces, San Michael confirmó lo que ya sospechábamos, o sea, que, intencionalmente, nuestros anfitriones nos estaban exponiendo a diversidad de ambientes, para reunir más información sobre nosotros… Cada nueva localidad era otro desafío…
Michael Mayor dejó de hablar durante un momento, como si estuviera librando una batalla con sus emociones.
—Las penurias psicológicas fueron enormes en aquellos primeros tiempos. No bien nos adaptábamos a un conjunto dado de condiciones de vida, nos las alteraban bruscamente… Sigo teniendo la convicción de que la muerte de Darren no se habría producido si todo no hubiera sido tan extraño en ese mundo subterráneo… Y casi perdimos a Katya, en otra ocasión, cuando tenía sólo dos años, más o menos, y un ser marino parecido a un calamar confundió su curiosidad con un acto de agresión…
—Después que nos pusieron a dormir la segunda vez —intervino Simone—, y se nos transportó a este Nodo, tanto Michael como yo estábamos agotados por los años de ensayos. Los hijos ya habían crecido y empezaban a tener sus propias familias; solicitamos, y se nos concedió, algo de vida privada…
—Todavía salimos al otro mundo —añadió Michael—, pero interactuamos con los exóticos seres de distantes sistemas estelares porque queremos, no porque sea una necesidad… San Michael nos mantiene informados regularmente sobre las idas y venidas de los seres parecidos a pelotas de básquet, de los que avanzan dando saltos hasta el cielo y de las tortugas voladoras. Él es nuestra ventana de información hacia el resto de El Nodo.
San Miguel es extraordinario
, pensó Nicole,
y mucho más evolucionado aun que El Águila mismo. Responde a todas las preguntas con tal certeza… pero hay algo en él que me hace dudar. ¿Son todas esas respuestas tajantes, sobre Dios y el origen y el destino del universo, realmente correctas, o es que, de alguna manera, a San Michael se lo programó, sobre la base de la fuerza del amor de Michael por los procesos catequísticos, para que sea su perfecto acompañante alienígena?
Se volvió en la cama y consideró su propia relación con El Águila.
A lo mejor simplemente estoy celosa porque Michael parece haber aprendido tanto… y El Águila no estaba dispuesto, o no estaba en situación, de responder a mis preguntas… Pero, ¿quién empieza mejor, el niño que tiene un mentor que todo lo sabe y todo lo dice, o aquel cuyo maestro lo ayuda a encontrar sus propias respuestas…? No lo sé… No lo sé… Pero lo que hizo San Michael en el caballete fue toda una demostración
.
—¿No ves, Nicole —por enésima vez, Michael Mayor se levantó de un salto de su sillón—, que todos estamos participando del gran experimento de Dios?
Todo
este universo, no sólo nuestra propia galaxia, sino todas las galaxias que se extienden hasta los confines de los cielos, le suministrarán un solo dato local a Dios… Él, Ella o Eso está buscando la perfección, para que todo ese pequeño conjunto de parámetros iniciales, una vez que el universo sea puesto en movimiento por la transformación de energía en materia, evolucione, en el transcurso de miles de millones de años, hasta dar una sola armonía perfecta, un testimonio de la consumada habilidad del Creador…
Nicole tuvo algo de dificultad para seguir los cálculos de matemática superior, pero entendió en verdad el meollo de los diagramas que San Michael había trazado en el caballete del estudio.
—¿Así que en este momento —le había dicho al alienígena de cabello rizado y ojos azules— existen incontables universos más que están evolucionando, cada uno comenzado por Dios con diferentes condiciones iniciales y, de alguna manera, Dios los metió a ti, El Águila, El Nodo y Rama
adentro
de este proceso de evolución en particular, para que obtuvieran información? ¿Y que el propósito de todo esto es que Dios pueda definir alguna estructura matemática, relacionada con la Creación, que siempre produzca un resultado armonioso?
—Exactamente —respondió San Michael. Una vez más, señaló el diagrama que había sobre el caballete—. Imagina que este sistema de coordenadas que tracé es una representación simbólica, en dos dimensiones, de la hipersuperficie disponible de parámetros que definen el instante de la Creación, el momento en que a la energía por vez primera se la transformó en materia. Cualquier ordenamiento o vector que represente un conjunto específico de condiciones iniciales para el universo se puede representar como un solo punto en mi diagrama. Lo que Dios está, y ha estado, buscando, es un conjunto denso y acotado muy especial, situado en esta hipersuperficie matemática. Este conjunto especial que Él está buscando tiene la propiedad de que
cualquiera
de sus elementos, es decir, cualquier ordenamiento de condiciones correspondiente al instante de la Creación, elegido de
dentro
de este conjunto, producirá un universo que, con el tiempo, termine en armonía.
—Crear un universo que concluya con todos los seres vivientes proclamando la gloria de Dios es un problema casi imposible —declaró Michael Mayor—. Si no hay suficiente materia, la explosión y la inflación del instante de la Creación redunda en un universo que se expande para siempre, sin interacción suficiente de los componentes individuales, durante la evolución, como para producir y mantener la vida. Si hay demasiada materia, entonces el tiempo es insuficiente como para que la vida y la inteligencia se desarrollen plenamente antes que la gravedad ocasione el Gran Colapso que ponga fin al universo.
—El caos confunde también a Dios —explicó San Michael—. El caos es un derivado de todas las leyes físicas que rigen la evolución de cualquier universo que se haya creado. Evita la predicción precisa del resultado de procesos en gran escala, de modo que, a priori, Dios no puede calcular simplemente lo que va a ocurrir en el futuro y, en consecuencia, aislar, mediante técnicas analíticas, las zonas de armonía… La experimentación es el único camino posible para que Él descubra lo que está buscando…
—La estructura que se opone al designio de Dios es abrumadora —añadió Michael Mayor—. Para que Dios pueda alcanzar el éxito, no sólo la vida y la inteligencia tienen que evolucionar, a partir de partículas subatómicas en bruto convertidas en átomos merced a cataclismos estelares, sino que, también, esta vida debe alcanzar un nivel, tanto de autoconocimiento espiritual como de capacidad tecnológica, que pueda transformar activamente todo lo que la rodea…
Así que Dios
, pensaba Nicole en su habitación, recordando la discusión,
es el diseñador en última instancia, el ingeniero en última instancia. Él, o Ella, le da forma al momento de la Creación de una manera tal que, miles de millones de años después, seres vivos den fe de la maravilla de la Creación…
—Hay una parte de esto que sigo sin entender —había dicho Nicole a los dos Michael y a Simone, cerca del final de la velada—. ¿Por qué debe Dios crear tantos universos para conducir su experimento? Una vez que se comprobó la existencia de un resultado armonioso, ¿la tarea no se vuelve fácil? ¿No se puede, simplemente, repetir las condiciones iniciales que se dieron para ese universo?
—Ese no es un problema suficientemente difícil para Dios —le respondió San Michael—. Dios desea saber la extensión de la zona de armonía en la hipersuperficie de los parámetros de la Creación, así como todas las características matemáticas de la zona… Además, no creo que ya aprecies el alcance del problema de Dios. Nada más que una fracción minúscula de todos los universos posibles puede culminar en forma armoniosa. El resultado natural de la transformación de energía en materia es un universo que no tiene vida en absoluto o, en el mejor de los casos, seres vivos temporales, agresivos, que son más destructores que constructores. Aun una pequeña región de armonía dentro de un universo en evolución es un milagro… Esa es la razón de que toda la empresa sea tal desafío para Dios.
Entonces, Michael Mayor se había vuelto a parar de un salto.
—Lo que Dios está buscando es un universo que, antes de morir en el Gran Colapso, haya alcanzado
total
armonía. Es decir que cada partícula subatómica de Su creación participe activamente en esa armonía… Durante un tiempo, ni yo mismo podía comprender toda la grandiosidad de este concepto. Entonces, San Michael me habló sobre una especie que hace seres vivos a partir de roca y polvo, como hizo nuestro Dios bíblico, a través de la trasmutación y el reordenamiento de los elementos. La armonía
total
exige que las especies evolucionadas, como la nuestra, utilicen sus herramientas tecnológicas para transformar las cosas animadas e inanimadas en seres que aporten su contribución a la armonía…
Nicole recordó que, en este punto de la conversación, había anunciado que su mente estaba sobrecargada y que quería ir a dormir. San Michael le pidió que esperara unos pocos minutos más, de modo que él pudiera resumir lo que, según creía, había sido una discusión ligeramente desorganizada. Nicole se mostró de acuerdo.
—Para volver a tu primera pregunta —manifestó San Michael—, cada uno de los Nodos es parte de una inteligencia jerárquica que reúne información en toda esta galaxia en especial. La mayor parte de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, tiene una sola superestación, a la que llamamos el monitor primario, situado en alguna parte cerca del centro de esas galaxias. Al conjunto de los monitores primarios lo creó Dios en el mismo momento en que empezó el universo y, después, lo desplegó para aprender lo más posible sobre el proceso de la evolución. Los Nodos, los
Portaaviones
y todas las demás estructuras de ingeniería que viste fueron, a su vez, diseñados por el monitor primario. Toda la actividad, incluyendo lo que ha estado ocurriendo desde que la primera espacionave Rama ingresó en tu sistema solar, hace años ya, tiene por objeto el desarrollo de criterios cuantitativos para que los utilice el Creador, lo que permitirá que siguientes universos concluyan en armonía, a pesar de las tendencias hacia el caos de las leyes de la naturaleza.