Authors: Audrey Storm
"¿
Qu
ié
nes son ustedes?"
"Mi amigo Alissa," me contes
tó
.
"Oh yeah, Aliss
a…
" dice con una sonrisa.
"Usted sabe de ella?", le pregun
té
.
"Oh, no, no se preocupe. No
s
é su parecido. Ella es una de las n
iñ
as de mi amigo".
"Oh," me contes
tó
, no saber q
u
é decir.
John sentaron conmigo, bebiendo la mayor parte de la noche, y desp
ué
s de tres o cuatro bebidas
,é
l me pid
i
ó que me uniera
aé
l en la pista de baile. Deci
d
í que no ha
rí
a d
añ
o un baile y le dije que me encanta
rí
a bailar.
Una vez que es
tá
bamos en el piso, John me ti
r
ó cerca d
eé
l sin dudarlo. Te
ní
a sus manos sobre el pequ
eñ
o de mi espalda y me te
ní
an firmemente contr
aé
l
.É
l no iba a dejar ir y puedo decir que por la forma en que celeb
r
ó conmigo.
Su rostro estaba a pocos cen
tí
metros de distancia del
mí
o y yo po
dí
a sentir su respirac
ió
n en mi cuello. Yo tamb
ié
n pod
rí
a sentir qu
eé
l metiendo conmigo a tra
vé
s de su panta
ló
n, y por primera vez en
añ
os, me sen
t
í sexy. Me sen
t
í como si era deseable, y que un hombre se sen
tí
a atr
aí
do por
mí
. Se sint
i
ó tan bien.
Mi
r
é alrededor de la pista de baile y era obvio que yo ha
bí
a perdido Alissa. Tuve la sensac
ió
n de que ella se fuera con un p
uñ
ado de hombres de su propia, disfrutando de su noche. Yo puse mis manos alrededor del cuello de Juan y decid
i
ó un cierre no perjudica
rí
a a la danza.
John le susur
r
ó en mi
oí
do,
"no tiene que ser de sexo".
He tirado hacia at
rá
s y lo mi
ró
, tratando de entender lo que que
rí
a decir. Lentamente, se trasla
d
ó en acercarse y comen
z
ó a besar a
mí.É
l pro
b
ó de manera incr
eí
ble, y sus labios
cá
lidos se sint
i
ó tan bien contra el
mí
o. Me sen
t
í como si estuviese derritiendo en sus manos.
La noche fue a
sí
; queremos bailar, beso, tomar una copa, terminan en la pista de baile de nuevo. Estoy seguro de qu
eé
ramos l
aú
nica pareja que no tome ventaja de las otras plantas del club, y reconozco que
má
s de una vez he querido qu
eé
l acaba de tomar mi mano y llevarme al siguiente piso, pero nunca lo hizo.
Pare
cí
a como si no perteneciera a este lugar; pare
cí
a ser un verdadero caballero. Es
tá
bamos sentados en el bar cuando Alissa se acer
c
ó y me pregun
t
ó si estaba dispuesta a ir.
Caminamos a Alissa del coche, y cuando llegamos, ella me pregun
t
ó si me sen
t
é en el bar durante toda la noche. Le con
t
é acerca de John y
có
mo ha
bí
amos pasado la noche hablando. Yo, sin embargo, no decirle sobre el baile o la elaborac
ió
n.
Cuando lleg
u
é a casa, Alvah no estaba en casa
aú
n. Sen
t
í un poco de tristeza; ni siquiera sa
bí
a que se ha
bí
a ido
.É
l ni siquiera perder conmigo. Una vez yo estaba en el interior de la casa, empe
c
é a tomar mi ropa para que yo pudiera entrar en la ducha, y por primera vez en mucho tiempo, me sen
t
í muy sexy. Casi me arrepen
t
í de no tener sexo con John mientras yo estaba en el club. Yo no po
dí
a dejar de pensar en
có
mo su polla apretada contra
m
í mientras bailamos. Es casi como si yo toda
ví
a po
dí
a sentir su cuerpo contra el
mí
o.
Rá
pidamente me lavaron mi cuerpo, secado, y fuimos a la cama. Me sorpren
d
í al encontrar Alvah ya en la cama cuando lleg
u
é al
lí
.
"Cuando te hiciste Casa?", le pregun
té
.
"Hace unos minutos", dijo me es
t
á mirando con una sonrisa en su rostro.
Me r
eí
,
"¿
Q
u
é es
tá
s tan feliz?".
"Necesito tener un motivo para ser feliz?".
"A
s
í no", me contes
tó
. "Supongo que no".
He deslizado en la cama y que arrast
r
ó a mirar a
mí
. Me sen
t
í como si la culpa fue escrita por toda mi cara. Yo sentado a mi lado, mirando lejos d
eé
l, y sen
t
í su brazo deslice alrededor de mi cintura. No ha
bí
a celebrado conmigo mientras dor
mí
amos en mucho tiempo yo sa
bí
a que algo extr
añ
o estaba sucediendo.
Me sen
t
í
é
l mueve su cuerpo cerca al
mí
o, y antes de que yo sa
bí
a qu
eé
l fue presionado contra
mí
.
"¿
Q
u
é es
tá
s haciendo?
"
, le pregun
té
.
É
l comen
z
ó a besar a
m
í en la parte de at
rá
s del cuello y yo po
dí
a sentir su polla, aso
má
ndose desde det
rá
s de
mí
. Yo estaba tan confundido. Lo que en el mundo estaba pasando
?É
l nunca ha actuado como este hacia
mí
.
Yo ro
d
é sobre mi espalda. "Q
u
é es
tá
s haciendo", me pregun
t
ó de nuevo.
É
l toda
ví
a no me responde, pero empe
z
ó a besar mi pecho, deslizando sus manos por mi cuerpo.
"Estoy hambriento", dijo.
Finalmente enten
dí
. No ha
bí
a sido capaz de alimentar esa noche y, por supuesto, esperaba que me encargue d
eé
l.
Me sen
té
, retiro mi camisa para qu
eé
l pudiera ser capaz de alimentar
.É
l siempre alimentada en zonas que no sean visibles. Muchas personas piensan que cuando un vampiro se alimenta, no deja una marca, pero en realidad deja un hematoma grande, a
s
í que es
tá
bamos siempre atenta para asegurarse alimen
t
ó a donde nadie
má
s pod
rí
a ver.
Alvah be
s
ó a su manera abajo a mi es
tó
mago. No sa
bí
a por q
u
é estaba besando a
mí
; todo lo que te
ní
a que hacer era alimentar. Me sen
t
í sus colmillos hundirse en mi piel y el olor d
eé
l succionando mi sangre. Me preguntaba si se
rí
a capaz de decir yo ha
bí
a bebido esa noche.
Mientras se alimentan, sus manos deambulaba por mi cuerpo, y lo agar
r
ó por los pechos y exprimido. Es di
fí
cil no disfrutar de su tacto; desp
ué
s de todo
,é
l era mi marido, y yo no le aman. Si hubo al
gú
n hombre que
rí
a que me toque, er
aé
l.
Se desli
z
ó su pulgar sobre mi pe
zó
n y me de
j
ó escapar un pequ
eñ
o quejido. Ha
bí
a pasado mucho tiempo desde que me ha tocado de esta manera, y me do
lí
a todo el cuerpo para
má
s. Me encan
t
ó la manera en que sint
i
ó cuando alimen
tó
; yo sa
bí
a que me estaba proporcionando
aé
l con la vida, que me estaba dando lo qu
eé
l necesita. Me sen
t
í culpable por pasar el tiempo con Juan y inten
t
ó empujar el pensamiento fuera de mi cabeza y a disfrutar de la sensac
ió
n de las manos de mi esposo en mi cuerpo.
Cuando fue terminado de alimentac
ió
n, sen
t
í su lengua lamiendo mi piel, limpiando la
sú
ltimas gotas de sangre
.É
l levan
t
ó su cabeza y me mi
ró
. Sus ojos pare
cí
a como si ellos perforados a tra
vé
s de mi alma. Me que
d
é sorprendido al ver c
uá
nto sus ojos me recuerda a John's-tan azul que pare
cí
a como si no fueran reales. Qui
zá
s por eso yo estaba tan atr
aí
do a John; de una manera pequ
eñ
a, ha
bí
a me recor
d
ó a mi marido.
Alvah bajado sus labios y me be
s
ó suavemente. Me ha
bí
a olvidado c
uá
nto echaba de menos la sensac
ió
n de sus labios en la mina. Mientras ya
cí
a al
l
í besar
aé
l, me preguntaba q
u
é ha
bí
an tr
aí
do en esta
sú
bita atenc
ió
n. Lo que le ha
bí
a provocado el deseo de repente me? Es que quienquiera que se alimentan d
eé
l ha
bí
a parado? No importaba en ese punto; todo lo que yo que
rí
a era sentir mi marido por su cuerpo contra el
mí
o.