Authors: Audrey Storm
Cor
r
í mis manos a la espalda y comen
z
ó a besar mi cuello. Yo po
dí
a sentir sus
mú
sculos obteniendo tensa en su espalda y yo sa
bí
a que me que
rí
a tanto como yo lo que
rí
a.
"Lo conseguido en usted?", le pregun
té
.
É
l me mi
r
ó y sonr
ió
. Esa sonrisa era una de las razones por las que me enamo
r
é d
eé
l. Era el tipo de sonrisa que ha
rí
a una mujer
dé
bil en las rodillas. Me agar
r
ó la cabeza y comen
z
ó a besar
aé
l apasionadamente.
Alvah no perder tiempo y estaba encima de
mí
, en segundos. Sen
t
í su mano entre mis piernas com
oé
l mueve su polla a mi puerta. En ese momento, yo estaba tan contenta de que yo no ha
bí
a tenido relaciones sexuales con John. Alvah hab
rí
a conocido por seguro.
É
l empu
j
ó duro contra mi entrada, forzando su polla dentro de
m
í y yo inhala profundamente. Ha
bí
a pasado mucho tiempo desde que ha
bí
a sentid
oé
l dentro de
m
í que era casi doloroso, pero se sen
tí
a tan sorprendente al mismo tiempo. No tome Alvah largo, y yo po
dí
a sentir qu
eé
l me llenado con su esperma caliente
.É
l me mi
ró
.
"¿
Quieres
má
s?
"
, pregun
tó
. Me entusiasmo asint
i
ó mi cabeza
sí
. Una vez
má
s comen
z
ó a bombear dentro y fuera de
mí
, y en cuest
ió
n de segundos ambo
sé
ramos cumming nuevamente. Alvah me be
s
ó suavemente en la frente antes, sa
c
ó su polla fuera de
m
í y laicos en su lado de la cama. Yo estaba sorprendido de lo
rá
pido que ha
bí
a cum y cualquier pensamiento d
eé
l tener un asunto disminu
y
ó en ese momento.
Me arrast
r
ó y me ti
r
ó Alvah cerca d
eé
l. Pa
s
é la noche durmiendo en sus brazos.
Al
dí
a siguiente cuando Alvah izquierda para el trabajo, me lla
m
ó Alissa inmediatamente. Le con
t
é lo que ha
bí
a sucedido y ella no sa
bí
a q
u
é decir. Ella me dijo que tal vez ha
bí
a sido en el club y ha
bí
a visto que yo no ha
bí
a visto a nadie. Ella me dijo que no era posible, porque, por supuesto, ella no sa
bí
a todo el mundo al
lí
.
Me sen
t
é at
rá
s y pen
s
ó en la posibilidad de que mi marido va a un club como ese
.É
l no necesita ir a un club a recoger a las mujeres; era hermosa en todos los sentidos
.É
l era acertado y que pod
rí
a haber tenido a cualquier mujer qu
eé
l que
rí
a. Yo estaba seguro de qu
eé
l no estaba en el club. Tal vez estaba diciendo la verdad cuando lle
g
ó a trabajar hasta tarde.
Alissa me pid
i
ó que me uniera a ella nuevamente esa noche, y aunque yo estaba vacilante, deci
d
í que iba a. Que
rí
a mirar alrededor del club y ver si en realidad Alvah era miembro.
Alissa me recog
i
ó un poco
má
s tarde de la noche anterior. No tenemos que tomar un tour del club de manera que nos dio un poco de tiempo extra. Es
tá
bamos en nuestro camino cuando pregun
t
é Alissa c
uá
n a menudo iba al club.
"Oh, bueno, casi todas las noches", me contes
tó
.
Yo estaba confundido,
"c
uá
ntos hombres han dormido con usted?".
Ella me dijo que
só
lo ha
bí
a dormido con dos de los hombres que ha
bí
a al
l
í y que ha
bí
a que tener cuidado de que tienes que saber porque, como dijo ella, hubo algunos verdaderos estrafalarios. Le pregun
t
é por q
u
é ella no
só
lo satisfagan los chicos fuera del club y ella me dijo que estaba en contra de las reglas. Lo que suced
i
ó en el club permanec
i
ó en el club. Ambos hombres los v
eí
a estaban casados. Sus esposas eran parte del club y ha
bí
a hombres de su propia, pero nunca se les permi
tí
a tomar su relac
ió
n fuera del club.
Me sen
t
é at
rá
s y pen
s
é por unos momentos. Me preguntaba
có
mo reacciona
rí
a Alvah si me lo lle
v
ó al club. Por supuesto, no me gusta
rí
a compartir co
né
l, pero qui
zá
s se
rí
a de gran ayuda para animar un poco las cosas entre nosotros.
Cuando llegamos al club, me vio Juan sentado en la barra por
s
í mismo.
"Pen
s
é que nunca fueron regresando", dijo.
"Supongo que estaba equivocado", me respond
i
ó con una sonrisa. Yo miraba profundamente a John's en los ojos y no he podido obtener sobre c
uá
nto se pare
cí
a Alvah's, y yo no po
dí
a sacudir la sensac
ió
n de que algo
má
s es
t
á sucediendo.
John to
m
ó mi mano y me lle
v
ó a la pista de baile. Sa
c
ó cerca de
m
í y me pregun
t
ó si ha
bí
a disfrutado la noche anterior. Le dije que ha
bí
a sido maravilloso y empezamos a hablar acerca de mi marido. No
s
é por q
u
é me sen
t
í tan
có
modo hablando co
né
l acerca de mis problemas, pero como he hablado yo po
dí
a decir que estaba escuchando.
Mi marido me expli
c
ó
có
mo se ha
bí
a vuelto demasiado ocupado para prestar atenc
ió
n a
m
í y
có
mo yo cr
eí
a que no me amas
má
s. Le dije
có
mo Alvah ha
bí
an hecho el amor para
m
í la noche anterior por primera vez en muchos
añ
os. Como mi
r
é a Juan, pude ver que ha
bí
a tristeza en sus ojos. Era como si supieran exactamente lo que yo estaba hablando.
Bailamos un rato y John me pregun
t
ó si que
rí
a ir a la siguiente palabra. Yo no estaba seguro de lo que que
rí
a en ese momento. Yo ha
bí
a crecido fond de John en el poco tiempo que le cono
cí.É
l pare
cí
a tan atento, tan interesado en
mí
, y me sen
t
í genial tener a alguien deseo nuevamente conmigo.
Le dije que po
dí
amos ir a la siguiente planta y pasar al
gú
n tiempo de conocernos unos a otros,
yé
l me condujo a la puerta a tra
vé
s de la pista de baile. Cuando finalmente llegamos a la habitac
ió
n, me sen
t
é y le dijo a Juan que yo no creo que pudiera pasar con ella. Le dije c
uá
nto me encan
t
ó Alvah y que no que
rí
a traicionarlo. John
só
lo se incli
n
ó y comen
z
ó a besar a
mí
. Me dijo que no me preocupara que todo iba a estar bien.
Empe
c
é a relajarme un poco como John's manos encontraron su camino bajo mi camisa y comen
z
ó a deshacer mi bra. Me levan
t
ó mi camiseta sobre mi cabeza para qu
eé
l pudiera retirar mi bra
.É
l miraron hacia mis pechos y sus ojos desencajados cuando vio el hematoma de Alvah alimentando la noche anterior. Ha
bí
a pasado mucho tiempo desde que me ha
bí
a alimentado Alvah olvi
d
ó el hematoma. John dirig
i
ó sus dedos sobre el hematoma y me mi
ró
.
"Su marido", le pregun
tó
.
"No es lo que usted piensa", comen
cé
, pero yo no te
ní
a ni idea de
có
mo explicar sin dic
ié
ndole que Alvah era un vampiro.
"Entiendo", decla
r
ó John com
oé
l mov
i
ó sus labios cerca del hematoma. Yo po
dí
a sentir qu
eé
l moviendo su lengua contr
aé
l, y aunque fue doloroso, tamb
ié
n era agradable.
Como John's manos acariciaba mis pechos, yo po
dí
a sentir su lengua trabajando en el hematoma que ha
bí
a sido abandonado por Alvah. No entiendo su obses
ió
n con la marca.
Juan me mi
r
ó y dijo,
"Alvah es
t
á aq
uí
".
Yo sa
bí
a qu
eé
l no les ha
bí
a ordenado del nombre de mi marido, a
s
í que sa
bí
a que no ha
bí
a manera de saber acerca de Alvah. Yo se que
d
ó sin aliento.
"Q
ué?¿Có
mo puede saber su nombre
?¿Dó
nde es
t
á mi marido?".
Juan me expli
c
ó que ha
bí
a muchos vampiros en el club, que vinieron a alimentar cuando sus comp
añ
eros ya no eran atr
aí
dos a ellos o cuando se negaron a darles de comer. Yo sa
bí
a que nunca se ha
bí
a negado a alimentar Alvah-yo le hubiera dado m
iú
ltima gota de sangre si se lo pid
ió
.