Read Nocturna Online

Authors: Guillermo del Toro y Chuck Hogan

Tags: #Ciencia Ficción, Terror

Nocturna (56 page)

BOOK: Nocturna
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Setrakian dijo que el dolor no le molestaba.

—Es el fracaso lo que no deja dormir al hombre.

Estas palabras le recordaron a Eph que no había podido encontrar a Kelly. Una parte de él quería creer que ésa era una razón para conservar la esperanza.

—No fuiste tú quien falló —replicó Eph—. Sino el sol.

—Él es más poderoso de lo que pensaba —comentó Setrakian—. Tal vez lo sospechaba… lo temía… seguramente… pero nunca lo supe a ciencia cierta. Él no es de este mundo.

Eph coincidió.

—Él es un vampiro.

—No, no de este planeta.

A Eph le preocupaba que el golpe hubiera afectado al juicio del anciano.

—Lo importante es que lo herimos y lo marcamos. Y ahora está huyendo.

El anciano no se consoló con eso.

—Todavía anda por ahí. Continuará acechando. —Aceptó el vaso que le había llevado Eph, bebió el brandy y se recostó de nuevo—. Estos vampiros… están en su infancia. Pronto seremos testigos de una nueva etapa de su desarrollo. Se requieren siete noches para transformarse por completo, y para que su nuevo sistema de órganos parasitarios termine de formarse. Cuando esto ocurra, cuando sus cuerpos ya no estén conformados por órganos vitales: corazón, hígado, pulmones, sino por una serie de espacios anfitriones en el cuerpo, entonces serán menos vulnerables a las armas convencionales. Seguirán madurando y aprendiendo, haciéndose más inteligentes y adaptados a su ambiente. Se agruparán y coordinarán sus ataques, y se volverán mucho más diestros y letales, lo cual hará que sea mucho más difícil encontrarlos y derrotarlos. Llegará un momento en que será imposible detenerlos. —El anciano terminó el brandy y miró a Eph—. Creo que lo que vimos esta mañana en aquella terraza supone el fin de nuestra especie.

Eph sintió el peso del futuro gravitando sobre ellos.

—¿Hay algo que no me hayas dicho todavía?

Setrakian extravió la mirada y sus ojos reflejaron pesimismo.

—Son demasiadas cosas juntas como para mencionarlas ahora.

El anciano no tardó en dormirse. Eph miró sus dedos retorcidos sostener el dobladillo de la sábana. El anciano tenía sueños febriles, y Eph no pudo hacer otra cosa que limitarse a observar.

—¡Papi!

Zack estaba sentado frente al computador, y Eph lo agarró desde atrás, lo envolvió en otro abrazo, le besó la cabeza y respiró el aroma de su pelo.

—Te quiero, Z —le susurró.

—Y yo a ti, papi —respondió Zack. Eph le acarició el cabello antes de soltarlo.

—¿Cómo vamos?

—Ya casi terminamos —dijo Zack mirando el computador—. Tuve que inventarme una dirección de correo electrónico. Escoge una contraseña.

Zack le estaba ayudando a subir el vídeo de Ansel Barbour que había grabado en el cobertizo —aunque Eph todavía no se lo había mostrado— a la mayor cantidad de páginas web de vídeos y de intercambio de archivos posible. Quería que la gente viera a un vampiro en Internet. Era la única forma efectiva para crear una conciencia colectiva sobre la gravedad de la situación. No le preocupaba la posibilidad de estimular el caos y el pánico; los motines continuaban, reducidos básicamente a los barrios pobres, aunque su propagación era simplemente cuestión de tiempo. La alternativa de guardar silencio de forma deliberada ante la posibilidad de la extinción de la raza humana era demasiado absurda para considerarla.

Esta plaga tendría que ser combatida de raíz, pues de lo contrario todo estaría perdido.

—Selecciono un archivo, éste por ejemplo, y lo subo a la página… —explicó Zack.

—Mirad esto. —La voz de Fet provenía de la cocina, donde estaba viendo la televisión y comiendo una ensalada de pollo en un envase de plástico.

Eph fue a la cocina. La grabación de los helicópteros mostraba varios edificios en llamas, y espesas columnas de humo negro se levantaban por todo Manhattan.

—La situación se está agravando —dijo.

Eph vio que los papeles escolares que tenía Zack en la puerta del refrigerador se desprendían. Una servilleta voló por encima del mostrador y cayó a los pies de Fet.

Eph miró a Zack, quien había dejado de escribir en el computador.

—¿Qué fue ese viento?

—La puerta de atrás debió de abrirse —contestó Zack.

Eph buscó a Nora. Ella salió del baño y preguntó:

—¿Pasa algo? —Todos la estaban observando.

Eph miró hacia el otro extremo de la casa, en dirección a la puerta de cristal corrediza que conducía al jardín de atrás.

Una persona apareció y se detuvo con los brazos rígidos a los lados.

Eph la observó paralizado.

Era Kelly.

—¡Mami!

Zack corrió hacia ella, pero Eph lo agarró por detrás. El chico pareció molestarse, pues se desprendió de su padre y lo miró sorprendido.

Nora se apresuró a contenerlo.

Kelly estaba de pie, observándolos sin expresión alguna, y sin parpadear. Parecía sumamente conmocionada, como aturdida por una explosión reciente.

Eph comprendió de inmediato; era lo que más había temido hasta ahora y sintió un dolor agudo en el pecho.

Kelly Goodweather se había transformado. Una cosa muerta había regresado a su hogar.

Sus ojos vacíos se posaron en Zack. En su Ser Querido. Había regresado por él.

—¿Mami? —exclamó Zack, tras comprender que su mamá no estaba bien.

Eph sintió un movimiento rápido atrás. Era Fet, quien llegó corriendo y agarró la espada de Eph. La blandió, mostrándole a Kelly la hoja de plata.

El rostro de Kelly se contrajo. Su expresión se hizo perversa y le enseñó los dientes.

Eph sintió que el corazón se le caía a los pies.

Ella era un demonio, una vampira.

Uno de ellos.

Había desaparecido para siempre de su vida.

Zack retrocedió con un gemido ahogado al ver a su madre diabólica… y se desmayó.

Fet avanzó hacia ella con la espada, pero Eph levantó los brazos para impedirle el paso. Kelly retrocedió al ver la espada como un gato erizado y les gruñó. Le lanzó una última mirada siniestra a su hijo inconsciente… se dio la vuelta y escapó.

Eph y Fet la vieron saltar la verja que había entre su casa y la de sus vecinos, para desaparecer en la noche.

Fet cerró la puerta con seguro, bajó las persianas y miró a Eph, quien permaneció en silencio, mirando a Nora, que estaba arrodillada al lado de Zack con una expresión completamente angustiada.

Eph comprendió entonces lo terrible que era esa peste, en la que un familiar se enfrentaba a otro, y la muerte se oponía a la vida.

El Amo la había enviado a ella. La había convertido y transformado para hacerles daño a Eph y a Zack, para atormentarlos y vengarse.

Si el grado de devoción hacia un ser querido en la vida era proporcional al deseo de reunirse con él en la muerte… Eph sabía muy bien que Kelly no descansaría hasta lograr su propósito. Ella seguiría acechando a su hijo por siempre, a menos que alguien la detuviera.

Comprendió que la batalla por la custodia de su hijo no había terminado. En realidad, sólo había pasado a otro nivel. Eph vio la expresión vacilante de sus acompañantes, los incendios en la televisión… y luego miró el computador. Hundió la tecla
Enter
, terminando lo que Zack había iniciado. Envió el vídeo con el que demostraba la irrupción violenta de los vampiros en el mundo… y luego fue a la cocina, donde Kelly guardaba el whisky. Y por primera vez en mucho tiempo, se sirvió un trago…

Los autores valoran, reconocen, agradecen y recomiendan

con entusiasmo el libro
The Rats: Observations on the

History and Habitat of the City's Most Wanted Inhabitants
,

de Robert Sullivan (Bloomsbury, 2004).

GUILLERMO DEL TORO es uno de los directores de cine más creativos e imaginativos de hoy en día. Nacido en Guadalajara (Jalisco, México) en la década de 1960, lleva prácticamente toda su vida dedicándose a la gran pantalla, compaginando su labor de director y guionista con su reconocido trabajo como productor y artista de efectos especiales. Ha creado inolvidables películas tales como
Mimic, Blade II, Hellboy, El espinazo del diablo
o
El laberinto del fauno
(que fue galardonada con tres Oscar).
Nocturna
significó su primera inmersión en el mundo literario.

CHUCK HOGAN abandonó su trabajo como dependiente de un videoclub cuando su primera novela,
The Standoff
, se convirtió en un
best seller
, traduciéndose a catorce ediciones internacionales. Su última novela antes de
Nocturna, El príncipe de los ladrones
, obtuvo en 2005 un premio Hammett a la mejor novela policiaca y fue proclamada por Stephen King como uno de los diez mejores libros de ese año.

NOTAS

[1]
Siglas de Federal Aviation Administration, Administración Federal de Aviación.
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[2]
Hazardous material
. Se aplica a los técnicos especializados en sustancias peligrosas.
<<

[3]
Transportation Security Adiministration, departamento de seguridad de transportes estadounidense.
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[4]
En inglés
fire sale
se refiere a la venta de bienes o artículos a muy bajo precio, sobre todo tras bancarrotas o por liquidación.
<<

[5]
Metropolitan Transportation Authority, corporación público-benéfica responsable del transporte colectivo en la región de la ciudad de Nueva York.
<<

BOOK: Nocturna
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