Authors: Schätzing Frank
Un agradecimiento muy especial a Thomas Wippenbeck y su magnífico equipo del restaurante Fonda, en el distrito de Südstadt, Colonia, donde estuve tantas veces que en ocasiones corrí el riesgo, por las noches, de ser confundido con el mobiliario y ser levantado junto con las sillas. De exquisitas atenciones me rodearon en el Spitz, cuyos empleados, cuchillo y tenedor en mano, defendieron mi lugar habitual frente a los reclamos de otros clientes. Un hogar me ofrecieron siempre el Sterns, el Vintage, y el Romain Wack, en Wackes. En ocasiones me vi obligado a salir de Colonia, y entonces me marchaba a Sylt, donde fui perfectamente atendido mientras escribía, tanto por parte de Johannes King y su equipo, en el Söl'ring Hof, como por Herbert Seckler, Ivo Kóster y su equipo en el Sansibar.
Me gustaría dar las gracias especialmente a los comprometidos y maravillosos colaboradores de mi editorial, y lo haré, a modo de representación pero de manera muy especial, a través de ti, Helge, por tu amistad y tu confianza, de un valor incalculable.
El último agradecimiento, sin embargo, lo mereces tú, Sabina. Por mucho que haya disfrutado de este viaje mental a la Luna, lo más hermoso del mismo siempre fue mirar hacia la Tierra, porque allí estás tú.