"¡La muerte no existe!"
Adán sonrió y su rostro resplandeció. Miraba alrededor cómo muchos se reencontraban con seres amados de la antigua vida en la Tierra.
Aquello era un festival.
Comprendieron que la nueva dimensión era un estado de conciencia donde todo era posible, un proceso que se había estado gestando e iniciado hacía tiempo y que ahora se proyectaría desde 2012 en adelante.
Podían ver también una realidad inferior, donde los seres que todavía no habían alcanzado la vibración del nuevo Homo universal deberían continuar su aprendizaje en otro planeta del universo, regido por las leyes de la tercera dimensión. Tal como se había dicho bíblicamente:
La casa de mi Padre tiene muchas moradas
.
Aunque no era la dimensión más elevada, en la quinta dimensión había poder. Gloria. Éxtasis. Júbilo.
De la misma forma que lo había enunciado la física cuántica, había muchas opciones disponibles. Un nuevo ADN se ponía en funcionamiento, no como una simple constitución de elementos químicos, sino como una nueva conciencia en un cuerpo de partículas lumínicas.
Todo lo que deseaba un ser lo tenía. ¡El universo era un sitio compartido por La Fuente Original!
Cada uno creaba su realidad con su intención.
La imaginación creativa era el poder supremo.
"Nada te pertenece pero eres dueño de todo."
Había una corriente de comprensión que poco a poco comenzaba a asentarse, igual que en una escuela. Los nuevos seres aprenderían cosas asombrosas sobre cómo sería la nueva vida.
Todo era naturalmente orgásmico, celebrativo e inteligente.
El nuevo Homo universal comprendió el plan de La Fuente Original. Un camino de evolución individual paralelo a la evolución cósmica eterna. Había terminado el periodo de inconsciencia donde se creía que la Tierra era el único planeta que tenía vida en todo el universo.
—Si hubieran sabido en la Tierra que luego de muertos había vida —les había trasmitido Nikos en medio de aquella reunión—, ¡todo el mundo hubiera abandonado el planeta y paralizado la evolución! Por eso es un misterio. Pero ya ven, ¡estoy vivo con ustedes!"
Adán y Alexia, al unirse desde el entrecejo en aquella dimensión, comprendieron los símbolos conocidos que estaban al principio y al final de la tablilla, el Alfa y la Omega.
Creyendo que eran los símbolos del inicio y el final, en realidad eran símbolos de la unión de los principios femenino y masculino, los símbolos de la reunión.
Una fuerte presencia se sintió en el horizonte. Una gran cantidad de luces emergía ante la vista de todos. Miles de círculos de luces en el cielo. Parecía una bandada de aves brillantes que se fueron acercando hacia donde estaban todos. Eran más de un millar.
Adán compartió una misma emisión telepática con todos y luego vendrán trayendo la señal futura los hombres del Sol.
Aquellas eran naves ovaladas que se agruparon en un gigantesco círculo sobre lo alto. De una de ellas se abrió una puerta y se escuchó un sonido dulce, como una voz femenina.
—Ésta es una nueva realidad —dijo con una bellísima vibración—. Bienvenidos a la luminosidad."
Era una presencia femenina de belleza suprema, rodeada de luz y color que dirigió sus palabras hacia todos.
—Estamos tan felices como ustedes de que hayan podido pasar el umbral y acceder a la nueva dimensión. Necesitarán ser afianzados en la verdad y la integridad de su nuevo estado. Su nueva realidad tiene muchas sorpresas. Su nuevo código genético les aportará comprensión. Esta reconexión con el universo es el regalo de La Fuente Original que nos ha creado a todos.
"Nosotros somos seres que habitamos en Sirio, las Pléyades y en la constelación de Orión; somos sus hermanos mayores en esta galaxia, quienes han estado velando por su evolución desde hace mucho tiempo terrestre, pero había sido complejo comprender nuestra relación con su antiguo estado de conciencia y con las restricciones para impedir que supieran la verdad. No podíamos alterar su libre albedrío. Siempre hemos estado cerca pero sus antiguos ojos no podían vernos. Ahora el mayor secreto de todos les está siendo revelado. Son seres eternos cambiando de formas. Evolucionando al lado de La Fuente Original, lo que mal llamaron Dios, creencia que generó tantos conflictos. Pero ahora irán sintiendo en esta dimensión que el universo no se maneja por el tiempo, sino por la eternidad. Podrán comprender progresivamente esta nueva faceta."
La multitud estaba en éxtasis. La voz resonaba con su cadencia femenina en todos los rincones de la Nueva Tierra.
—El universo es una creación cósmica sostenida en la conciencia del Todo —añadió la voz—. La Fuente crea en su conciencia infinita innumerables universos, los que existen y se regeneran; así y todo, para La Fuente, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que emplean ustedes en un abrir y cerrar de ojos. La conciencia infinita del Todo es la matriz del cosmos. En la conciencia de la Madre-Padre los hijos están en su hogar. No hay nadie que no tenga padre y madre en el universo. La Fuente está en todas las cosas y en estas cosas y vidas, nada reposa; todo se mueve; todo vibra.
—Todo es dual, todo tiene dos polos; todo su par de opuestos; todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley del cosmos, el orden original. Todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.
—Como son cocreadores, todo está disponible, La Fuente no hace otra cosa que destruir lo viejo y construir lo nuevo. Han dejado de ser inconscientes, ahora son amos y dioses en comunión con la luz. Ahora son completamente libres."
Luego de pronunciar aquellas palabras, los seres dimensionales de Sirio y Orión comenzaron a descender de sus naves. Eran altos, brillantes, poderosos.
El ser femenino que les habló bajó con otros seres resplandecientes. Les revelaron que tuvieron el encargo de La Fuente, hacía muchos miles de años, de sembrar la vida tridimensional inteligente en el planeta Tierra y crear la fusión entre el
Homo neanderthal
con cepas de su propio ADN dimensional avanzado, para fabricar al antiguo
Homo sapiens
.
Los
Homo sapiens sapiens
eran los únicos que no sabrían que había vida y existencia en diferentes niveles y dimensiones. Había sido el misterio a lo largo de toda su historia pasada.
Adán, Alexia y la nueva humanidad universal comprendían con enorme júbilo el Plan Divino y la generosidad de la Conciencia Cósmica Original.
Luego de aquel primer encuentro desde la nave más grande, una puerta se abrió. Una multitud de energías brillantes, inmaculadas, angelicales y bellas se desplegó como un abanico. Miles de seres iluminados formaron un círculo enorme. Desde el centro, una energía más potente que todas las demás, con una figura de extremo brillo, se elevó.
—La promesa al fin se cumple —dijo el ser que les habló.
Todos estaban impactados por aquella presencia. Un magnetismo sin igual, una corriente de amor universal, una vibración de gozo supremo. Sintieron la misma ráfaga de emoción conmovedora deslizándose por las fibras de su conciencia, era un impacto vibratorio. De aquel ser lumínico brotaba un poder de atracción inmenso que les abrazó hasta las raíces mismas y la esencia de su ser.
—Su último Mesías Solar está aquí —dijo ella con veneración—. Lo han conocido con un nombre terrestre, aunque nosotros lo conocemos con otro.
A nadie le hizo falta decir quién era.
Hablaba de Jesús.
Ω
ABXΔEΦΓHIϑKΛMΘΠPΣTΓςΩΞΨZ
La nueva realidad, el universo sin límites
El Amor era lo único que existía.
La misma energía que circulaba en todo momento y a través de muchas formas. El momento presente era Amor. No era un amor hacia algo o alguien, era la característica intrínseca del universo. Un perfume que flotaba en el ambiente.
El único objetivo del Amor era crecer, multiplicarse, extenderse.
Los nuevos Homo universales vivieron para crear, sentir, evolucionar y compartirse a nivel espiritual, sexual y amoroso, conectándose en un abrazo para derramar la luz en el otro. Hacían del acto del amor una obra de arte, un suceso sagrado.
Se concretaba el auténtico significado del
Elohim
: la unión de lo Femenino-Masculino. Aquél era el cambio y el momento de la infancia de la nueva humanidad, y crecería para hacerse madura para compartir la vida en el espacio con otras civilizaciones.
El ser individual se sentía un ser universal, no tenían ningún rastro de ego o separatismo, los nuevos seres compartían la alegría, el arte, la danza, la inteligencia, el amor y el éxtasis de saberse criaturas creadoras de un universo maravilloso con miles y miles de galaxias disponibles adonde ir una vez que terminara su nivel evolutivo en la Nueva Tierra. El individuo usaba la imaginación, la intuición y la intención para manifestar todo aquello que quería crear.
El sentimiento de muerte desapareció por completo. Todos los seres veían con su ojo consciente la partida del alma de aquel cuerpo para nacer en otro. Continuaban conectados al saber que luego volverían a encontrarse como almas eternas en nuevos cuerpos.
El amor por el cosmos que cada uno expresaba lo demostraba cuidando y amando cada cosa. Nadie experimentaba dolor, no era posible. Todo estaba en conexión espiritual y la existencia era un festival de deleite.
El nuevo ser había descubierto el secreto de su origen, el emblema del ADN desplegado en toda su potencialidad, su vinculación con La Fuente Creadora que había elegido compartirse en innumerables formas y figuras a través del
big bang
original. Un ciclo cósmico respiratorio que daba paso a una nueva inhalación y exhalación, para volver a replegarse una y otra vez… eternamente.
Y así quedó sellado el cambio para el nuevo Homo universal, descubriendo el máximo secreto que había estado oculto durante milenios.
Descubrió quién era.
Descubrió de dónde venía.
Descubrió el secreto de Adán.
También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria. Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.
Lucas 21: 2528
Proyecta fuerza colectiva cada vez que hagas tu meditación personal, en otros lados del mundo estarán muchas personas haciendo un mismo contacto vibracional. Así los iguales se atraen.