El Hombre Multiorgásmico (20 page)

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Authors: Mantak Chia & Douglas Abrams Arava

BOOK: El Hombre Multiorgásmico
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Sexualizar el Espíritu

No es ningún secreto que la mayoría de la gente experimenta la trascendencia más intensamente en su dormitorio que en la iglesia, sinagoga, templo o mezquita. La cópula nos permite transcender los límites de nuestro cuerpo físico, fundirnos con otro ser humano y, en ocasiones, incluso sentirnos unidos al universo.

Según el Tao, el cielo y la tierra están en unión sexual constante, equilibrándose y armonizándose mutuamente. Cuando hacemos el amor podemos conectar con esta energía universal. El instructor del Tao Sanador, Stefan Siegrist, explicó: «Gracias a la sexualidad taoísta, uno puede volver a experimentar la armonía perdida (o unidad espiritual) con la naturaleza y el universo de la que suelen hablar la filosofía y la religión». Pero, a diferencia de algunas religiones, el taoísmo considera que la sexualidad y la espiritualidad son inseparables. La espiritualidad está «encarnada» y el espíritu impregna el mundo físico, incluyendo nuestros cuerpos.

Según el Tao, cada uno de nosotros tiene tres tipos de energías superpuestas. En este libro hemos estado trabajando fundamentalmente con la más física de las tres, el ching-chi o energía sexual. Pero a medida que cultivamos la energía sexual, esta se refina convirtiéndose en chi o energía bioeléctrica (descrita en el capítulo 2), que posteriormente se extiende por todo el cuerpo. Y ésta, a su vez, se refina produciendo el
shen
o energía espiritual. Las tres están interrelacionadas y conectadas con el cuerpo. En esta sección aprenderás a hacer circular y a refinar la energía sexual en compañía de tu pareja. Esta técnica te ayudará a expandir el orgasmo, transformándolo de una experiencia puramente física en una experiencia espiritual: ésta es la verdadera naturaleza de la unión de almas.

EJERCICIO 13
LA UNIÓN DE ALMAS (Intercambio de Energía Sexual)

EXPANDIR
: Las técnicas antes descritas en este mismo capítulo harán que tu energía sexual y la de tu compañera se expandan hasta el punto en el que estarán preparadas para circular por el cuerpo. Cuanto más lubricada está una mujer, más energía yin tiene. Como señalamos anteriormente, puedes beber su yin directamente durante el sexo oral y también puedes beberlo de los pezones. La expansión será más fácil si tú (y, en el caso ideal, también tu compañera) habéis aspirado la energía hacia arriba y estáis haciendo que circule por vuestro cuerpo (es decir, por vuestra órbita microcósmica).

ABRAZAR
: Abraza a tu pareja en una posición en la que estéis cara a cara, manteniendo la mayor parte de vuestros cuerpos en contacto. Si la mujer es notablemente más liviana o más débil, debe permanecer encima. En los demás casos, no importa quién esté encima. Recordad que os debéis mirar profundamente a los ojos: el contacto ocular, como mencionamos antes, es fundamental. Enviaos mutuamente amor y energía a través de la mirada.

RESPIRAR
: La coordinación de la respiración es esencial para intercambiar chi. Ahora que has dejado de hacer movimientos de penetración o de giro y tienes abrazada a tu pareja, sitúa la nariz cerca de la oreja de tu amante y tu oreja cerca de su nariz. Esto hará que cada uno de vosotros pueda oír la respiración del otro. Entonces, sincronizad ambas respiraciones: podéis inspirar y espirar simultáneamente, o uno puede inspirar mientras el otro espira. Mantened vuestros pensamientos centrados cada uno en el otro y sed conscientes del movimiento rítmico de vuestros pechos.

CIRCULAR
: Para armonizaros, tanto tú como tu pareja debéis ser capaces de activar vuestra propia órbita microcósmica como primer paso para equilibrar el canal posterior, que asciende a lo largo de la columna y es más yang, con el canal anterior que baja por la línea media del cuerpo y es más yin. Recuerda que debes aspirar la energía hacia arriba contrayendo los músculos del ano y/o utilizando la mente, y después debes guiarla hacia la parte delantera del cuerpo a través de la lengua.

INTERCAMBIAR

  1. Después de dedicar un rato a la respiración armonizada, ambos debéis aspirar la energía desde los genitales hasta la coronilla.
  2. Entonces, durante la inspiración compartida, debes visualizar que aspiras su fresca energía yin desde su vagina hasta tu pene. (Ella debe visualizar que aspira tu cálida energía yang desde tu pene hasta su vagina.)
  3. Ambos debéis continuar aspirando esta energía hasta el perineo, después hasta el coxis y por último elevarla por la columna hasta la cabeza.
  4. Después espira y permite que la energía descienda desde la coronilla y baje por la línea media del entrecejo hasta la cara y la lengua que, si está en contacto con la de tu pareja, te permitirá intercambiar energía a través de la boca. Desde la lengua, la energía debe seguir descendiendo por el canal frontal hasta el ombligo. (También puedes intercambiar la energía procedente del corazón transmitiéndola a través de tu pecho hasta el suyo, desde donde descenderá por su canal frontal. Ella puede hacer lo mismo contigo.)
  5. Continuad respirando e intercambiando energía de nueve a dieciocho veces, o todo el tiempo que deseéis.

YIN Y YANG

La mayoría de la gente que sabe algo de taoísmo ha oído hablar del yin y el yang y de sus posiciones cíclicas y complementarias dentro del símbolo del Tao. Casi todo el mundo sabe que el yin es la energía femenina del universo y que el yang es su contraparte masculina. Estas dos energías primordiales son el protón y el electrón que permiten manifestarse a la creación y permiten también que tú y tu pareja podáis armonizar y refinar vuestra energía sexual.

En palabras del 1 Ching: «La interacción de un yin y un yang se llama Tao, y el constante proceso generativo que se produce se llama “cambio”»
[2]
.

Según Su Nü, «yang sólo puede funcionar con la cooperación de yin, yin sólo puede crecer con la ayuda de yang». Cada uno de nosotros tenemos dentro energías masculinas y femeninas; el yin y el yang son fuerzas dinámicas que pueden convertirse una en la otra. Actualmente mucha gente opina que masculino y femenino sólo son términos culturales utilizados para denotar el género. Pero según el Tao, aunque la cosa varía mucho de un individuo a otro, los hombres generalmente tienen más energía yang (masculina) y las mujeres más energía yin (femenina). El Tao siempre ha reconocido que los hombres son parcialmente femeninos y que las mujeres también son parcialmente masculinas y que cualquier posición binaria es fundamentalmente falsa. Esta idea está representada dentro del símbolo del Tao por el pequeño círculo que representan lo masculino dentro del símbolo femenino y lo femenino dentro del símbolo masculino. Cada parte contiene un poco de la otra.

Aunque debemos evitar las oposiciones binarias, también debemos ser conscientes de nuestras necesidades individuales, especialmente en el dormitorio, porque de otra forma sufriremos las consecuencias. Por ejemplo, yang se excita más rápido pero también se extingue más rápido; yin se excita más despacio y se extingue más despacio. Como los hombres tienden a ser más yang y las mujeres más yin, pueden ayudarse mutuamente a alcanzar un mejor equilibrio intercambiando sus energías cuando hacen el amor. Lo ideal es que ambos tengan conciencia del intercambio que está teniendo lugar; en el capítulo siguiente explicamos lo que tu pareja debe saber para canalizar su propia energía. Se puede sentir el intercambio de energía con una compañera amorosa aunque ella no sepa nada de sexualidad taoísta, pero será difícil hacer el ejercicio 13 sin contar con su participación activa e informada. Cuanto más puedas compartir con ella, más fácil e intenso será el intercambio.

Si tienes dificultades para aspirar la energía de tu compañera, debes contraer el pene, el perineo y el ano. Bombear ligeramente estos músculos varias veces te ayudará a aspirar la energía. (También puedes absorber su energía rítmicamente, con respiraciones breves, como en el ejercicio de la Aspiración en Frío; ver capítulo 3.) Cuando hayas adquirido un gran control sobre tu energía sexual y no te preocupe eyacular, puedes enviar tu cálida energía yang directamente a través del pene hasta tu pareja. Ella, a su vez, debe imaginarse que envía su fresca energía yin desde la vagina hasta el pene.

No puedes recibir su energía yin sin darle tu energía yang. Si permites que absorba tu exceso de energía yang podrás evitar que la energía se concentre demasiado en los genitales, lo que te llevaría a eyacular. Una vez que eyacules, será difícil intercambiar energía porque habrás perdido casi toda la tuya. Recuerda que lo importante es el intercambio.

Es probable que no seáis capaces de abrir todos los puntos a lo largo de la columna la primera vez que intentéis hacer este intercambio. Tal vez os cueste mucho tiempo, meses incluso, pero finalmente acabaréis sintiendo una cálida corriente entre vuestras bocas y entre vuestros genitales. Como describe un hombre multiorgásmico: «Algunas veces, cuando ambos estamos teniendo un orgasmo y besándonos apasionadamente, siento que la energía nos atraviesa a los dos. Pasa por nuestras lenguas, baja por mi cuerpo hasta el pene, entra en su vagina y vuelve a subir por su espalda hasta nuestras lenguas. Es increíble».

Al principio la energía puede parecer tan explosiva que te cueste distinguir entre la tuya y la de tu compañera, pero, finalmente, acabarás distinguiendo entre su fresca energía yin y tu cálida energía yang. Si tu pareja no sabe hacer circular su energía, puedes ayudarla guiando la energía desde tu pene hasta su vagina, después subes por su columna hasta la cabeza, bajas hasta su lengua (que estará en contacto con la tuya) y por último sigues bajando por delante hasta su vagina.

ENCONTRAR EL CAMINO
Movimientos de Energía Espontáneos

No te sorprendas si al principio la energía se mueve espontánea e impredeciblemente. Por ejemplo, podéis experimentar que la energía asciende en ambos por la línea media delantera del cuerpo. Algunas parejas experimentan que la energía se dispara hasta lo alto de la cabeza descendiendo posteriormente como una ducha, mientras que otras se sienten rodeadas por un capullo de energía. Si experimentáis cualquiera de estas cosas no debéis preocuparos. Relajaos y disfrutad el movimiento de estas energías sutiles a través y alrededor de vuestros cuerpos.

CULTIVAD VUESTRA ENERGÍA

Cuando tengáis una práctica considerable, podréis abrir centros de energía cada vez más altos, llamados
tan-tien
(depósitos o reservas) por los chinos. Según el taoísmo, el primero de estos depósitos se encuentra al nivel del ombligo, el segundo en el corazón y el tercero en la cabeza (ver figura 3). Michael Winn explica: «Aunque en realidad todo el cuerpo es un gran
tan-tien
o campo de energía interconectado, lo más fácil es intentar abrir cada centro ordenadamente. Debes abrir primero los centros inferiores para proporcionar una plataforma sólida a los superiores».

Algunos occidentales que han estudiado yoga confunden estos depósitos con los chakras hindúes, que se han convertido en sinónimos populares de los centros de energía del cuerpo. Los siete o doce chakras generalmente están más localizados y separados que los
tan-tien
, que son parte de un circuito mayor —la órbita microcósmica— que rodea todo el cuerpo.

Aunque la filosofía tántrica hindú es similar en muchos aspectos al taoísmo, especialmente en cuanto al énfasis en la conservación y transformación del poder del esperma, los métodos específicos usados por el tantra son diferentes.

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