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Authors: Adolfo Bioy Casares

Tags: #Otros, #Biografía, #Memorias

Descanso de caminantes (21 page)

BOOK: Descanso de caminantes
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Idiomáticas. Ladino
. En la Argentina, usualmente
taimado
; pero también,
astuto, hábil
. Como en la huella:

A la huella, huella

seguí el camino
,

que no te vas a perder

si sos ladino
.

Dijo mi amiga: «Una persona que menstrúa una vez cada veintitantos días no puede ser filósofo». Atinadas palabras a las que yo agregaría (después de nuestra
serata
del 7 de agosto de 1981): Tampoco amante.

Soy un hombre anterior a la pasta de dientes
. Cuando era chico no se conocían, o no eran de uso general, las pastas dentífricas. Por lo menos, en los primeros veinte años de mi vida, me lavaba los dientes (como todos en casa) con cepillo que enjabonábamos primero en jabón de España y después, para blanquear, hundíamos en polvo de creta. El jabón de España era muy duro, seco, poco espumoso, a pintas grises y blancas como huevo de tero; el polvo de creta era blanco. Usábamos cepillos norteamericanos, de marca Prophylactic.

Pese al llamativo título de esta nota, debo reconocer que en los baños de la casa de mi abuela vi siempre amarillos pomos de pasta Kolynos. Vi (y usé) esa pasta dental alguna vez que fui a dormir a su casa, a los 13 o 14 años. No me cabe duda de que esos pomos correspondían a una manera nueva de lavarse los dientes, que todavía no había entrado en casa. Las buenas dentaduras de nosotros tres (ellos tuvieron escasas caries; yo, ninguna, hasta ser hombre y, entonces, muy pocas) eran un argumento de peso para no dejarnos llevar por modas y no sustituir nuestros conocidos de siempre, el jabón y la creta, por dudosos productos propuestos por la propaganda de industriales norteamericanos.

Mi joven vecino estaba orgulloso y visiblemente halagado. Recibiría en su casa a una amiga que había conocido en Brasil. Una mujer exótica —negra—, muy fina, inteligente, de extraordinaria belleza. Cuando la tuvo en la casa, dejó ver alguna reticencia. La mujer había llegado con una hija, de ocho o diez años. Pasaban los días y mi vecino ya no se mostraba tan contento. Empezó a viajar a Chapadmalal, para los fines de semana. Por último explicó: «Ya no las aguanto. Lo que más me preocupa es que no tengo la menor idea de cuándo se va a ir esta negra de mierda».

Idiomáticas. Elemento
. Gente que habita un, o concurrente a, un hotel, barrio, café, colegio, etcétera.

En pleno Caballito está el convento
,

pero gran cosa no es el elemento
[10]
.

Karl Baedeker, Buenos Aires:
Guía turística para inmigrantes
, Leipzig, 1893.

Idiomáticas
.

Convento
por
conventillo
, inquilinato o casa de inquilinato.

Desmejorado
. Eufemismo. «Lo encontré muy desmejorado». De mal aspecto.

La «
buena salvaje
. La muchacha y su madre, que desean mudarse, vieron un departamento nuevo, en la calle French, que les gustó mucho; sin embargo debieron renunciar a comprarlo porque el precio era, para ellas, excesivo. Días pasados, madre e hija comieron en casa de un amigo y su mujer: jóvenes recién casados, verdaderamente preferidos de la madre. La hija, al enterarse de que estos amigos querían comprar un departamento, les dijo que vieran el de la calle French. No bien salieron de la casa, la madre increpó a la muchacha». Le dijo: «Adoro ese departamento; si ellos lo compran, vaya estar furiosa; nunca podré visitarlos, en esa casa, que debiera ser mía». La hija le dijo que aunque no lo compraran sus amigos, tampoco ellas podrían comprarlo. «¿Qué sabés? —le contestó la madre—. Si Felicio, el peluquero puto, ganó la lotería y se fue a Turquía, ¿por qué yo no puedo ganarla?»

Sorprendido
. Jeremy Taylor, el gigantón estúpido, que se fue al Uruguay con plata de tantos English o lrish porteños, vivía desde hace mucho en Buenos Aires. Como también tenía negocios en Uruguay, viajaba frecuentemente entre las dos Bandas, De uno de esos viajes volvió antes de la fecha fijada, y al entrar en su cuarto encontró en la cama, con su mujer, al diputado radical Rodríguez Araya. Taylor, fuera de sí, empezó a gritar, desenfundó un revólver calibre 38 y disparó un tiro al aire; esto fue su perdición, porque Rodríguez Araya procedió a desarmarlo y lo entregó a un vigilante. Después de dos días de calabozo, Taylor recuperó su libertad, para enterarse de que se le seguía un juicio por portación y uso de armas, escándalo, agresión y desacato a la autoridad.

Me contó José Vergara que basta principios de siglo, en España, en las barberías de aldea, había un huevo de madera, como los que usaban las zurcidoras, que los clientes viejos se ponían en la boca para rellenar la mejilla y ofrecer a la navaja una superficie desprovista de arrugas. «Era un solo huevo, que a lo largo del día entraba en sucesivas bocas. La noción de higiene llegó hace poco». Según el mismo Vergara, en tiempos de su abuelo, después de un baño la gente se metía en cama, para no enfriarse. También dijo que un médico inglés, de mediados del siglo XIX, para no sé qué mal recomendaba una ducha, con la salvedad de que no había que tomarla sin un médico presente. Dudo de la exactitud de esta última información, porque tengo entendido que por entonces las duchas (aun las frías) eran habituales en los colegios británicos.

Una de las razones para que la iglesia condenara la
Encyclopédie
fue que en alguno de sus artículos dijo Buffon que los animales tenían alma.

Escenas del siglo XX
. En el tercer piso de esta casa tiene sus oficinas la embajada libia. De tanto encontrarnos en el ascensor o en el hall de entrada, nos cruzamos saludo con los diplomáticos, o con algunos de ellos, porque en verdad son gente poco afable, o que sí lo parece. Uno que siempre saludaba y con el que solíamos cambiar frases que no iban más allá del saludo del tiempo era el encargado de negocios: hombre alto, de tez clara, con anteojos. Llegó a invitarnos a alguna fiesta en celebración de alguna fecha de su país y a pedirle a Silvina que le prestara un ejemplar del libro
Árboles de Buenos Aires
. A la fiesta no fuimos; Silvina le prestó el libro (después supo que la embajada había comprado algunos ejemplares en la librería La Ciudad). Ayer, 29 de agosto, el portero me contó que la semana pasada ese hombre huyó al Cairo; el nuevo encargado de negocios, que apenas saluda, inició una investigación; mantuvo encerrados por largas horas en un cuarto al chofer, en otro a la secretaria y después, por separado, los sometió a interrogatorios sobre qué sabían de la fuga. Parece que todos los funcionarios de la embajada se recelan.

Otra buena salvaje
. A Jovita, que lleva la cruz de su asma y cuyo marido, Pepe Montes, está con una úlcera, la mucama por horas, una muchacha buenísima, le previno: «Alguien los quiere mal a ustedes dos y los ojeó. Si no se defienden, esa persona va a matarlos».

La señora me dijo: «A veces yo me pregunto, Bioy, si el psicoanalista no les habrá extendido a mis hijas una patente para ser lo que usted y yo siempre hemos llamado unas sinvergüenzas».

High life de conventillo
(principios de siglo).

Mesa de luz con su vela

y su tarro de color
,

sobre el colchón una grela
:

a mí me gusta el confor
.

Una amiga dice que en el amor, las mujeres quieren al individuo (a un hombre, no a los hombres) y los hombres quieren a la especie (a las mujeres, no a una mujer en particular). En cuanto a mí, así nomás es.

The life so short
. Después de hojear
Adolfo Bioy Casares y sus temas fundamentales
de Ruiz López, no sé qué me asombra más, tener una obra o tener una vida.

Diario de un escritor. Los trabajos y los días
. «Porca miseria —me dijo—. Noto que estoy muy dispuesto a escribir mi diario los días de buena copulación. Los otros, no».

Frases hechas
. Como loco, loca, o como un loco. Mucho.

Anoche estaba la Coca
,

fumando como una loca
.

Dichos
. Salga pato o gallareta. Salga lo que Salgari, lo que salga.

Salga pato o gallareta

hace el gordo su pirueta
.

«En política no hay ética, lealtad o amistad que valga. Lo que cuenta es el resultado», dijo con beneplácito Estela Canto.

Examinando la biblioteca advierto cuánto de lo que he sabido olvidé. Es como descubrir la muerte en uno.

El conde de Saint Germain, a quien los franceses reputaban espía inglés y padre de la masonería y los ingleses, espía de los Estuardos, declaraba hacer vivido miles de años, haber conocido a Jesucristo… Veía con frecuencia a Luis XV y a Madame de Pompadour. Un día tocó una melodía en el clavicordio; Luis XV le preguntó qué era y St Germain contestó: «No sé; la oí por primera vez cuando Alejandro entró en Babilonia». Por su apariencia, debía de tener unos cincuenta años. Decía beber un elixir que lo mantenía siempre en la edad que tuvo cuando lo bebió por primera vez. Murió en 1780 (Ver
Madame de Pompadour
de Nancy Mitford, XVIII).

Afrodisíacos
. A un hombre de más de sesenta años una muchacha le recordó la eficacia de la expresión corporal para una buena disposición para el amor. Años después, el mismo hombre, cansado de una seguidilla de amores ineficaces, recordó que para un buen amor conviene sentir atracción por la mujer, o simular que uno la siente.

Péndulo
. Cuando los gobiernos civiles nos hunden en lo más profundo del abismo, nuestro interlocutor nos alienta con la noticia de que ya están por llegar los militares, que vienen para quedarse, de modo que ya podemos bien guardar en la caja de fierro la libreta de enrolamiento, porque por muchos años no la necesitaremos (para votar). Cuando los militares fracasan, nuestro interlocutor nos alienta con la esperanza de que habrá que llamar a elecciones y dar el gobierno a los peronistas o a los radicales, que serán una grandísima basura, pero que en definitiva no serán peores que los militares y que por más que nos duela son, hay que admitirlo, la quintaesencia del argentino, pura incapacidad, altanería y resentimiento.

Lo de todos los días
. El versificador de la primera sala es para ti la seguridad de no pasar a tu cuarto, que está en los fondos, a sacarte el sobretodo, a orinar o a recostarte en el diván, sin oír la lectura de uno o varios poemas.

Idiomáticas. Rantifuso
. Palabra muy usada en los años veinte. El ejemplo que recuerdo es de una cuarteta que solía decir Santiago, el hermano del Sordo:

Después de tanto joder

se apuntó a una rantifusa

que lo miraba sonriendo

desde la inmunda gambusa
.

Nuevos actores en el reparto de la política internacional
. Cuando asesinaron a Sadat yo me entristecí, porque su política me parecía bien inspirada y eficaz y porque admiraba al hombre por su coraje. Sadat tuvo un coraje muy superior al coraje físico; el de contrariar los odios de su pueblo y de los pueblos aliados. La noticia de su muerte fue celebrada con bailes populares entre los palestinos del Líbano y en Damasco. El gobierno del Irán creyó oportuno felicitar al pueblo egipcio y Kadafy, presiden le de Libia, declaró ese día fiesta nacional. Aquí no para el desenfreno. Los aliados de Sadat se mostraron (lo digo con pesar) dignos de sus enemigos. En el plebiscito para confirmar o rechazar al nuevo presidente de Egipto, el presidente de Sudán votó «como homenaje al amigo muerto, a su viuda y a sus hijas» y en conferencia de prensa declaró que los planes que habían preparado con Sadat para el asesina de Kadafy iban a sufrir demoras a causa del infame asesinato de Sadat por los sicarios de Kadafy.

Informaciones diversas
. Se dice
orientar
porque en los mapas antiguos y en los medievales, estaba arriba el este. Mercator puso arriba el Norte.

Correo sentimental
. Caballero, con servicio doméstico completo incluido, busca señora, en iguales condiciones, para fines…

Líneas escritas después de leer un contrato leonino
:

Dibujas bien al redactar contratos
.

Tu amo, el editor, que es ciego y pillo
,

te premia porque cuidas su bolsillo

y no ve la crueldad de su retrato
.

25 octubre 1981
.
Hermano burro
.

Por esa persistente matadura

El burro sabe que la vida es dura
.

Me enoja su codicia porque infunde protectora prudencia a mi generosidad.

Hacia el año 30 yo leía con agrado
El caso de la familia Benson
y
El caso de la familia Greene
,
[11]
de S. S. van Dine, en un folletín de
La Nación
.

31 octubre 1981
. Soñé que dormía tal como estaba durmiendo, en una estera, en el piso del escritorio. Aquel extraño sueño era un espejo que reflejaba fielmente la realidad, salvo que en él yo era negro y tenía bigotes blancos.

Idiomáticas. Sobón
. Dícese del portero de esta casa. Persona inclinada a la lentitud y al descanso. Aplícase a otras actividades.

Viernes, 30 octubre 1981
. Esa mañana, cuando mi secretaria me acusaba de trabajar poco en mi cuento y yo me defendía alegando el exceso de preocupaciones de todo orden, sonó el timbre de la puerta de casa y un vigilante me entregó un montón de páginas escritas a máquina. Era una demanda de los nuevos propietarios de un campo en Pardo, que reclamaban como derecho la salida a la ruta por el mío, salida que yo había permitido al viejo propietario, Montoya, por conocerlo de siempre (hubo tres generaciones de vecindad entre mi familia y la suya). Con gran disgusto descubrí que me citaban en el juzgado de Azul, el viernes 6 de noviembre, a las 9 y 30 de la mañana. Hablé a Junior Campos Carlés en seguida y me dijo:

—Bueno, allá iré el viernes próximo.

Sentí un gran alivio, matizado por el sentimiento de culpa de obligarlo a ese viaje, sin molestarme siquiera en acompañarlo. Desde luego, para una persona como yo, con la cruz al hombro de una columna vertebral con dos discos rotos, un viaje así presenta algunos riesgos. Por momentos sentí el impulso de ofrecerle mi compañía; lo reprimí y, como un gran egoísta y quizá un grandísimo sinvergüenza, «me dejé estar» sin decir nada.

BOOK: Descanso de caminantes
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