Camino al futuro (23 page)

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Authors: Peter Rinearson Bill Gates

BOOK: Camino al futuro
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Las conexiones de banda ancha continuarán. La tecnología, las aplicaciones y el contenido serán mucho más o no consecuencia de las PC e Internet, y mucho menos de la televisión de lo que esperaban muchos hace unos años. Esta trayectoria evolutiva llene sentido y va a continuar.

Capítulo 6 — La revolución del contenido

Durante más de 500 años, lodo el volumen del conocimiento y de la información humanos se ha almacenado en forma de documentos de papel.

Usted tiene uno en sus manos precisamente ahora (a menos que esté leyendo una versión en CD-ROM o una futura edición en línea). El papel estará con nosotros en el futuro previsible, pero su importancia como medio para buscar, preservar y distribuir información está disminuyendo ya.

Cuando pensamos en un «documento» probablemente visualizamos hojas de papel con algo impreso en ellas, pero ésta es una definición muy limitada. Un documento puede ser cualquier objeto que contenga información, Un artículo periodístico es un documento, pero la definición más amplia del mismo incluye una página Web, un programa de televisión, una canción o un juego interactivo en video. Como iodo tipo de información puede almacenarse en forma digital, los documentos que contengan información serán cada vez más fáciles de encontrar, almacenar y enviar a través de una red. El papel es más difícil de almacenar y transmitir, y su contenido está mucho más limitado al texto con dibujos e imágenes. Un documento almacenado en forma digital puede estar compuesto por fotos, video, audio, instrucciones de programación para hacer posible la interactividad, la animación o una combinación de éstos y otros elementos.

Con estos documentos electrónicos tan ricos podremos hacer cosas que nunca podríamos hacer en papel. La poderosa tecnología de las bases de datos de la red futura permitirá que los documentos se puedan indexar y recuperar por medio de una exploración interactiva. Distribuir esta información será extremadamente barato y fácil. Estos nuevos documentos digitales remplazarán a muchos de los impresos en papel porque podrán ayudarnos de nuevas maneras.

Pero no vendamos tan pronto los documentos en papel. El libro, la revista o el periódico basados en el papel tienen todavía muchas ventajas sobre su contrincante digital. Un periódico ofrece un amplio campo de visión, buena resolución, portabilidad, facilidad de uso. El libro es reducido, ligero de peso, tiene alta resolución y es barato comparado con el costo de una computadora o con cualquier otro dispositivo de información necesario para leer un documento digital. Leer un documento largo y secuencial en una pantalla de computadora no será tan placentero como leerlo en papel hasta que no transcurra, por lo menos, una década.

(Admitiré que he desarrollado gran parle de la edición de este libro con bolígrafo y papel. Me gusta leer texto sobre papel). Los primeros documentos digitales que alcancen una amplia utilización lo conseguirán por el hecho de ofrecer nuevas funciones más que por duplicar simplemente el medio antiguo.

Después de lodo, un televisor es más grande, más caro, más incómodo y tiene menos resolución que un libro o una revista no obstante, eso no ha limitado la popularidad de la televisión porque trajo a nuestros hogares el entretenimiento del vídeo y fue tan irresistible que los televisores se hicieron un sitio junto a los libros y a las revistas.

Finalmente, las mejoras en la tecnología de las computadoras y de las pantallas nos proporcionarán un libro electrónico, o e-book, ligero, universal, que se aproximará al libro de papel actual. En el interior de una caja apenas del tamaño y peso que el libro actual en cartón o en rustica, tendremos una pantalla que podrá mostrarnos textos, imágenes y videos de alta resolución. Podremos «pasar» las páginas con el dedo o utilizar comandos de voz para buscar los pasajes que queramos. Con un dispositivo como el descrito, podremos acceder a cualquier documento de la red.

Pero lo principal de los documentos electrónicos no es que puedan leerse en dispositivos de hardware. El cambio del libro de papel al libro electrónico es precisamente la etapa final de un proceso que ya está en marcha. El aspecto más significativo de los documentos digitales es la redefinición del documento mismo, lo que tendrá repercusiones enormes, Tendremos que repensar no sólo lo que queremos decir con el término documento, sino también lo que queremos decir con autor, editor, oficina, aula y libro de texto.

Cuando dos empresas negociaban un contrato, lo más probable era que el primer borrador se tecleara en una computadora para después imprimirlo sobre papel; después se enviaba por fax a la otra parle, que editaba escribiéndolo sobre papel o introduciendo el documento, con algunos cambios, en una computadora, desde donde se imprimía la nueva versión.

Después se devolvía por fax o se enviaba una copia impresa a la primera empresa; se incorporaban la mayor parte de los cambios, se imprimía un nuevo documento y se volvía a enviar por fax; y así el proceso de edición se repetía una y otra vez. Durante esta transacción, era difícil decir quién hizo qué cambios, y la coordinación de todas las modificaciones y transmisiones llevaban consigo una buena proporción de trabajo adicional.

Con el documento electrónico el proceso se simplifica. El documento que contiene el contrato va y viene en un instante, con correcciones, anotaciones e indicaciones de quién las hizo y cuándo quedaron impresas en el texto original. Además, ambas parles pueden hablar entre sí a través de la red, mientras redactan el documento conjuntamente. Dentro de unos cuantos años, el documento digital, completado con firmas digitales autentificables, será el original y las impresiones en papel serán secundarias. Muchos negocios han superado ya el papel y los aparatos de fax, intercambiando documentos de una computadora a oirá mediante el correo electrónico. La escritura de este libro hubiera sido mucho más difícil sin el correo electrónico. Los lectores cuyas opiniones valoraba recibieron los borradores electrónicamente efectuaron cambios en ellos del mismo modo y me los devolvieron corregidos. Fue útil poder mirar las revisiones sugeridas, ver las rabones de los cambios propuestos mediante anotaciones electrónicas y contemplar el registro electrónico de quién las había hecho y cuándo.

Para el final de esta década, un porcentaje significativo de documentos no serán ni siquiera plenamente imprimibles sobre papel, incluso en las oficinas. Serán como una película o una canción actuales. Aun podremos imprimir una visión bidimensional de su contenido, pero eso será como leer una partitura musical en ve/ de escuchar una grabación, Algunos tipos de documentos son tan superiores en forma digital que la gente no siente la necesidad de ver una versión en papel. La empresa Boeing diseñó su nuevo reactor comercial 777 utilizando un documento electrónico gigante para reunir toda la información de ingeniería. Durante el desarrollo de cada uno de los aviones anteriores. Boeing había utilizado boceto, y había construido una costosa maqueta del avión a escala natural, con el fin de coordinar la colaboración entre los equipos de diseño, los grupos de fabricación y los contratistas externos. La maqueta había sido necesaria para asegurar que todas las partes del avión, diseñadas por diferentes ingenieros, ajustasen entre sí adecuadamente.

Durante el desarrollo del 777, Boeing prescindió de los bocetos y de la maqueta y utilizó desde el comienzo un documento electrónico que contenía modelos electrónicos en tres dimensiones de todas las piezas y del modo como cada una debía de ajustar con las demás. Los ingenieros podían contemplar el diseño y obtener diferentes vistas del contenido mediante terminales de computadoras.

Podían seguir la pista de los progresos realizados en cualquier área, buscar resultados significativos en las pruebas, hacer anotaciones de costos sobre el diseño y cambiar cualquier aspecto de éste de un modo que hubiera sido imposible sobre el papel. Todas las personas asociadas al proyecto, al trabajar con los mismos datos, podían contemplar mejor lo que les concernía específicamente. Cualquier cambio se podía compartir y lodos podían ver quién lo hizo, cuándo se efectuó y por qué. Al utilizar este documento digital, Boeing pudo ahorrar cientos de miles de pliegos de papel y muchos años-hombre en hacer borradores y copias.

Como podría esperarse, trabajar sobre documentos digitales puede ser también mas rápido que trabajar sobre papel. Podemos transmitir información instantáneamente y recuperarla casi con la misma rapidez.

Quienes utilizan documentos digitales están descubriendo hasta qué punto es mas sencillo y rápido buscar y navegar por ellos, y lo fácil que resulta reestructurar su contenido.

El libro de reservas de un restaurante se estructura inflexiblemente por fechas y por horas. Una reserva para las 9 de la noche se anota en la misma página que otra reserva para las 8, pero más abajo. Las reservas para la cena de la noche del sábado se anclan a continuación a las de los almuerzos del sábado. El
maitre
puede encontrar rápidamente quién ha efectuado una reservación en cualquier fecha o a cualquier hora porque la información del libro se ha ordenado por fechas y horas, pero si, por cualquier razón, alguien desea extraer otra información —por ejemplo, si una persona determinada ha efectuado una reserva— el simple sistema cronológico resulta prácticamente inútil.

Imaginemos los apuros que pasaría el
maitre
de un restaurante si yo llamara para decir: «Me llamo Gales. Creo que mí esposa nos hizo una reservación para un día del mes próximo. ¿Le importaría ver si la hizo y para cuándo?», Lo siento señor, ¿no sabe usted la fecha de la reservación?, es probable que conteste el
maitre
del restaurante:

«No; eso es precisamente lo que trato de saber».

«¿Podría haber sido para un fin de semana?», pregunta el
maitre
.

Sabe que tiene que buscaren el libro página por página. Línea por línea y espera reducir la búsqueda.

Un restaurante puede utilizar un libro de reservas sobre papel porque el numero total de reservas no es grande y el muitre no tendría que atender a muchas consultas como la mía a menudo. Pero un sistema de reservas de una compañía aérea contiene una enorme cantidad de información (números de los vuelos, tarifas aéreas, reservas, números de asientos asignados, información referente a la facturación) para cientos o miles de vuelos en cualquier día, por todo el mundo. El sistema de reservas SABRÉ, de American Airlines, almacena la información (4.4irillones de bytes. Más de cuatro millones de millones de caracteres) en una base de dalos sobre discos duros. Si la información del sistema de este se copiara en un hipotético libro de reservas sobre papel, se necesitarían más de dos mil millones de páginas. Por fortuna, el personal de American Airlines no tiene que hojear dos mil millones de paginas de dalos. Cualquiera que tenga acceso al sistema, puede encontrar cualquier tipo de información de varias formas.

Durante lodo el tiempo en que hemos dispuesto de documentos en papel o de colecciones de documentos, hemos estado ordenando la información linealmente, con índices, tablas de contenido y referencias cruzadas de varios tipos a fin de proporcionar medios alternativos de búsqueda. En la mayor parte de las oficinas, los archivos se organizan por clientes, vendedores o proyectos en orden alfabético, pero a menudo se archiva cronológicamente un fichero duplicado de correspondencia para agilizar el acceso. Los indexadores profesionales añaden valor a un libro al insertar en él modos alternativos de encontrar información. Y antes de que se incluyeran en computador los catálogos de las bibliotecas, los libros nuevos se insertaban en catálogos de papel mediante varias cartulinas diferentes, de manera que el lector pudiera encontrar un libro por su título, por cualquiera de sus autores o por su temática.

Esta redundancia hacía más fácil encontrar la información.

Cuando era joven, me gustaba la Woord Book Encyclopedia de 1960 que tenía mi familia. Sus bien encuadernados volúmenes sólo contenían texto e imágenes. Mostraban cómo era el fonógrafo de Edison, pero no podían permitirme escuchar su rasposo sonido. La enciclopedia contenía fotografías de una velluda oruga en el momento de convenirse en mariposa, pero no había en ella un vídeo que diera vida a esa transformación.

Hubiera sido interesante también que la enciclopedia me hubiera podido interrogar sobre lo que leía, o que la información hubiera estado siempre puesta al día. Sin embargo, yo no me daba cuenta entonces de estas deficiencias. Cuando tenía ocho años, comencé a leer el primer volumen.

Estaba decidido a leerlos todos por orden. Podía haber asimilado más si hubiese sido fácil leer todos los artículos sobre el siglo XVI secuencialmente, o también todos los artículos pertenecientes a medicina.

En vez de ello, leía «Garter» (variedad de serpientes), después «Gary», Indiana" y luego «Gas». De cualquier manera, me lo pasé bien leyendo la enciclopedia y lo hice durante cinco años, hasta que me gradué. Luego descubrí la
Enciclopedia Británica
, que es más sofisticada y detallada.

Supe que nunca tendría paciencia para leerla toda.

Además, por entonces, la satisfacción de mi entusiasmo por las computadoras, se llevaba la mayor parte de mi tiempo libre.

Una enciclopedia impresa normal consta de casi dos docenas de volúmenes, con millones de palabras y con miles de ilustraciones, y cuesta ciemos o miles de dólares. Es toda una inversión, especialmente si consideramos la rapidez con que la información se vuelve anticuada. Una enciclopedia multimedia que ocupa un solo CD-ROM contiene 26.000 temas, con 9.000.000 de palabras de texto. 8 horas de audio, más de 8000 fotografías e ilustraciones, más de 950 mapas. 250 gráficos y tablas interactivos y 100 animaciones y videoclips: además contiene 300.000 enlace1; para relacionar artículos y cuesta menos de 60 dólares en Estados Unidos.

Cuando uno quiere saber cómo suena el «laúd» egipcio (un instrumento musical), oír el discurso de abdicación del rey Eduardo VIII de Inglaterra en 1936 o ver una animación que explica como funciona una máquina, toda la información está contenida allí y ninguna enciclopedia basada en papel podrá disponer nunca de este tipo de información.

Un artículo de una enciclopedia impresa suele ir seguido de una lista de artículos o de lemas relacionados. Para leer uno, tenemos que encontrar el artículo a que se ha hecho referencia, que puede estar en otro volumen. Con una enciclopedia en CD-ROM todo lo que tenemos que hacer es apuntar con el ratón en la referencia (un enlace) y el artículo aparecerá. En el mundo en línea, las enciclopedias también incluyen artículos con enlaces a artículos actualizados y sobre temas relacionados (no sólo a oíros artículos de la enciclopedia, sino a otras fuentes de información de todo el mundo). A medida que evolucionen Internet y las obras de referencia en línea, no habrá prácticamente límites para el detalle con que podamos explorar un tema que nos interese. Cualquier enciclopedia de la red será mucho más que un simple libro de referencias: será, al igual que el catálogo en fichas de cartulina de una biblioteca, un punto de partida para la exploración.

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