Read Agentes del caos I: La prueba del héroe Online
Authors: James Luceno
Tags: #Aventuras, #Ciencia ficción
Harrar contempló los rostros dispares que tenía bajo él: los gruesos y los de labios finos, los rugosos y los suaves, los imberbes y los hirsutos, los cornudos y los de ceño fruncido. Los yuuzhan vong intentaron erradicar semejante diversidad en su galaxia natal, librando guerras que se desarrollaron durante milenios y se cobraron las vidas de pueblos y planetas demasiado numerosos para contarlos. Pero esta vez, los yuuzhan vong pensaban actuar de forma más cauta, destruyendo sólo aquellos pueblos y planetas necesarios para completar la limpieza.
—¿Esos Jedi son vuestros dioses? —preguntó Harrar por fin. El gotal tardó un momento en contestar.
—Los Caballeros Jedi son los guardianes de la paz y la justicia.
—Y esa «Fuerza» de la que he oído hablar… ¿Cómo la describirías? El gotal esbozó media sonrisa.
—Es algo que jamás tocarás. Aunque yo diría, sin temor a equivocarme, que vosotros provenís de su Lado Oscuro.
A Harrar le picó la curiosidad.
—¿La Fuerza contiene la luz y la oscuridad al mismo tiempo? —Como todas las cosas.
—¿Y qué sois vosotros en relación con nosotros? ¿Tan seguro estás de que representas la luz?
—Yo sólo sé lo que me dicta el corazón.
Harrar habló despacio.
—Entonces esta lucha es algo más que una simple guerra. Es un combate entre dioses, en el que tú y yo sólo somos simples instrumentos. El gotal mantuvo la cabeza bien alta.
—Quizá sea así, pero el resultado final ya está decidido.
Harrar sonrió, burlón.
—Que esa creencia te consuele en tu hora final, sacerdote… Porque te aseguro que está cercana. —Volvió a dirigirse a la multitud—. Hasta ahora, vuestra especie sólo se había enfrentado a guerreros y políticos yuuzhan vong. Sabed que los verdaderos arquitectos de vuestro destino han llegado hoy.
Hizo un gesto a su séquito para que se acercara.
—Esa Fuerza es una fe extraña y obstinada —dijo lentamente, mientras uno de sus asistentes se acercaba al almohadón dovin basal—. Si queremos llegar a gobernar aquí, necesitaremos comprender cómo consigue unir a esta miríada de seres. Y habrá que exterminar de una vez por todas a los Caballeros Jedi.
En una galaxia llena de maravillas, la convergencia de troncos de árboles a modo de columnas y de ramas encajadas para sostener la ciudad wookiee de Rwookrrorro disfrutaba de un puesto de honor. Vista desde lo alto y rodeada por un bosque impenetrable, la ciudad parecía haber sido rescatada del difícil inframundo del planeta, para ponerla a merced del cielo de Kashyyyk, como ejemplo de extremo equilibro entre naturaleza y tecnología.
En las afueras de la ciudad, lejos de los edificios circulares que se elevaban sobre su esponjoso suelo y recubrían los troncos de los árboles gigantes, sobre una gigantesca rama caída que se extendía a lo largo de varias copas de árboles, tenía lugar una ceremonia, realizada en función del eterno ciclo natural de la vida y la muerte.
Los participantes, entre los que había dos docenas de wookiees y humanos de ambos sexos, formaban un círculo alrededor de una mesa de madera, también circular. Algunos estaban de pie, otros agachados en cuclillas o directamente sentados en el suelo; pero todos mostraban una expresión solemne, exceptuando los dos únicos miembros mecánicos del grupo: los androides C-3PO y R2-D2, cuya expresión metálica se mantenía neutral en toda circunstancia.
C-3PO tenía ligeramente ladeada la ovalada cabeza, y los brazos doblados en un ángulo que rara vez adoptaba la forma de vida a la que imitaba. Era una postura completamente natural para el androide, consecuencia de cómo había sido ensamblado y de las constantes exigencias de los servomotores que le permitían gesticular y moverse. A su lado, R2-D2 permanecía completamente inmóvil, con los puntales locomotores firmemente plantados en la rama caída de wroshyr, y el cuerpo echado hacia atrás.
Al pasar, C-3PO se había fijado en que la vista desde aquella rama era francamente impresionante. La niebla se agrupaba densa entre las copas de los árboles, ocultando los cercanos anillos de la guardería wookiee y distorsionando la luz de la mañana como lo haría un prisma. Podría decirse, o lo diría cualquiera menos él, que aquella vista «quitaba el aliento».
—[Estamos aquí reunidos en memoria de Chewbacca; amado hijo, estimado compañero, devoto padre, amigo fiel y camarada de armas, campeón y en tío de clan espiritual para todos nosotros, si bien no de la forma tradicional.]
El portavoz wookiee se llamaba Ralrracheen, aunque C-3PO había oído llamarlo simplemente Ralrra. Era un adulto de elevada estatura, incluso para esa especie arbórea, pero lo que más le distinguía, más que el pelo canoso, era su curioso defecto en el habla. En cualquier otra ocasión, C-3PO habría recibido el encargo de servir como traductor e intérprete, pero ninguno de los humanos presentes necesitaba sus facultades políglotas aquella mañana.
—[El fuego del desafío brillaba con más fuerza en Chewbacca] —prosiguió Ralrra, frunciendo la negra nariz y con los largos brazos colgando a ambos lados del cuerpo—. [Jamás le falló el valor y la entereza en Kashyyyk o en planetas lejanos… Era un wookiee con el corazón suficiente de diez hombres y más fuerza que cincuenta.]
Chewbacca había muerto hacía seis meses estándar, en un desafortunado intento de rescate en el planeta Sernpidal, marcado para su destrucción por los yuuzhan vong. No haber podido recuperar su cadáver era algo muy doloroso para todos; porque, de haber podido llevarlo a Kashyyyk, se habría celebrado un funeral con él… Si bien sólo para familiares de honor. Lo que los wookiees hacían con sus muertos era un secreto celosamente guardado. Algunos expertos aventuraban que los muertos eran incinerados. Otros, que eran enterrados en los huecos de los árboles o bajados a través de las ramas kshyy hasta las oscuras profundidades de las que había surgido la especie. Pero había quien afirmaba que se los despedazaba con hachas ryyyk sagradas, y sus restos eran repartidos por ramas wroshyr seleccionadas para servir de alimento a los depredadores katarns o los pájaros kroyie.
C-3PO comprendía que había bastantes probabilidades de que no le hubieran invitado al funeral. Todos los asistentes eran miembros de la extensa familia de Chewbacca, y era poco probable que la filiación se extendiera a él, y mucho menos a su compañero R2-D2. Pese a su aceptación de las máquinas, inteligentes y no tanto, los de carne y hueso podían ser muy posesivos en lo referente a cuestiones de parentesco y familia.
Cerca de Ralrra, sentado en cuclillas, estaba el padre de Chewbacca, Attichitcuk, junto a la hermana de Chewbacca, Kallabow, de pelo color caoba. A su lado se encontraba la viuda de Chewbacca, Mallatobuck, y su hijo, Lumpawarrump, que había tomado el nombre Lumpawaroo (y al que solían llamar sólo Waroo) cuando completó con éxito su rito para pasar a la edad adulta. Salpicados entre el grupo de wookiees había varios amigos, hermanos, primos, sobrinas y sobrinos… Entre los últimos, Lowbacca, un Caballero Jedi.
Sólo había seis humanos: el Maestro Luke, la señora Leia, el Maestro Han, y los tres hijos Solo: Anakin, Jacen y Jaina. Era notable la ausencia de Lando Calrissian, que, para gran inquietud del Maestro Han, había enviado un mensaje diciendo que sucesos inesperados (y no especificados) le impedían su asistencia. Mara, esposa del Maestro Luke, habría asistido, pero una repentina recaída de su misteriosa dolencia la obligó a permanecer en Coruscant.
La mesa situada en el centro del círculo estaba exquisitamente labrada y descansaba sobre una alfombra de hojas de wroshyr. El pedestal de su base había sido entretejido con ramas verdes oscuras de kshyy, y la tabla redonda aparecía llena de capullos de kolvissh, frutos de wasaka, raíces de orga y los brillantes pétalos amarillos de la planta syren. El aire fresco estaba saturado con el aroma del ardiente incienso de resina de árbol.
—[Aquí, en Kashyyyk, el valor de Chewbacca se hizo notar a corta edad] —prosiguió Ralrra—. [Chewbacca se escapó de los anillos de la guardería con su difunto amigo Salporin] —se detuvo para mirar a la viuda de Salporin, Gorrlyn—, [para aventurarse por la Senda Rryatt hacia la Fosa de los Muertos, en el corazón del Bosque Sombrío. Armado únicamente con una espada ryyyk, se enfrentó al shyrr, al musgo jaddyyk, al insectoaguja, al atrapagiros y al guardián de las sombras para recolectar raíces del corazón de la syren carnívora, ganándose así el derecho para llevar un baldric, portar un arma y confirmar el nombre que había escogido para sí mismo. Fue también aquí donde Chewbacca se aventuró en el gran foso de Anarrad: no una ni dos veces, sino cinco, matando el katarn de espolones en tres de esas incursiones, y recibiendo a cambio una herida de la bestia] —Ralrra indicó un punto en su peludo torso—. [Aquí, en el lado izquierdo del pecho.]
»[En preparación para su matrimonio, que tuvo lugar sobre esta misma rama, Chewbacca descendió al quinto nivel, y allí capturó un quillarat con sus propias manos y se lo presentó a Malla en ofrenda de amor. Y cuando llegó el momento de la iniciación de Waroo, Chewbacca no tardó en ofrecer su apoyo y su ánimo a su hijo, en su caza del escurridizo herboso.]
Algunas de las hazañas de Chewbacca en su planeta natal eran conocidas por C-3PO, pero en su memoria faltaba algo parecido a datos corroborativos, por lo que recopiló recuerdos de sus propias experiencias con el wookiee, y su memoria se inundó con una ráfaga de secuencias de imágenes, algunas de las cuales tenían más de veinte años estándar.
La primera vez que vio a Chewbacca, de pie como una torre color canela junto al hangar 94, en el espaciopuerto de Mos Eisley, en Tatooine… Chewbacca, como perdedor en las partidas de dejarik…, Chewbacca, en la Ciudad de las Nubes de Bespin, ensamblando incorrectamente la cabeza de C-3PO después de que unos ugnaught la usaran para jugar a «Mosquear al Wookiee»… La afirmación del Maestro Han de que Chewbacca siempre pensaba con el estómago… Las numerosísimas ocasiones en las que alguien se refirió a Chewbacca como «bola de pelo llena de pulgas», «trapo descomunal», «felpudo con patas» o «bruto ruidoso», a veces el propio C-3PO, en imitación a los humanos, por supuesto, y siempre con cariño, dado el escrupuloso carácter de Chewbacca, y su gran tamaño.
Una agitación repentina invadió a C-3PO, que se dio cuenta de que era incapaz de recordar más cosas. Un recalentamiento no natural y de lo más incómodo surgió en sus circuitos y le obligó a ejecutar un programa de diagnóstico que no reveló la causa del fallo técnico.
Ralrra siguió aullando, ladrando y bramando.
—[Su curiosidad natural obligó a Chewbacca a abandonar Kashyyyk a temprana edad; pero, como todos nosotros, no tardó en ser esclavizado por el Imperio. Por suerte, Chewbacca recuperó su libertad gracias a un hombre de gran fuerza y honor…, nuestro amado hermano Han Solo. Y en compañía de Han Solo, a quien entregó su vida, tuvo un papel clave en la Rebelión, y en los acontecimientos que finalmente condujeron a la caída del emperador Palpatine.]
C-3PO fijó sus fotorreceptores en el amo Han, que sujetaba la mano de la señorita Jaina con ojos enrojecidos y entrecerrados. Los pantalones militares de color azul oscuro del amo Han eran muy parecidos a los ajados que había intentado salvar para la posteridad, pero el día anterior había quedado patente que ya no servían para la ligeramente creciente cintura del amo Han, rompiéndose de forma irreparable. C-3PO había estado presente durante el incidente, cosa que, desde luego, avergonzó al amo Han, y le había ayudado a fijar en los pantalones de repuesto las costuras externas de los dos adornos laterales conocidos como Sangre Corelliana.
Detrás del padre y de la hija se encontraba el amo Jacen y la señorita Leia, con la cabeza apoyada en el hombro de su hijo mayor y las mejillas llenas de lágrimas. Cerca de ellos, sentado en el suelo, estaba el amo Anakin, devastado y consternado, junto al amo Luke, que había visto la muerte de cerca muchas veces, al perder tanto a sus padres biológicos como a sus padres adoptivos, así como a Obi-Wan Kenobi y Yoda, dos de sus mentores Jedi.
—[Chewbacca llegó a ser un soldado de la Nueva República] —continuaba Ralrra en su tono rugiente—. [Colaboró en la liberación de Kashyyyk tras la batalla de Endor. Pero Han Solo fue siempre la prioridad en su devoción, como amigo y protector abnegado, así como guardián de la esposa de Han Solo y de sus tres hijos] —Ralrra miró a Han—. [Chewbacca tuvo el honor de acudir al rescate de su amigo en varias ocasiones, como durante la reciente crisis de Yevetha, cuando liberó a Han Solo de su cautiverio a bordo de una nave yevethana.]