Read Residence on Earth (New Directions Paperbook) Online
Authors: Pablo Neruda,Donald D. Walsh
*
Written as a counterblast to the
objections to political poetry voiced by some young Mexican
intellectuals.—D.D.W.
Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes.
Tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.
La nueva rosa es tuya, la nueva tierra es tuya:
te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.
Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida.
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,
de acero, línea, polen se construyó
tu férrea, tu delgada estructura.
El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentada
como si tú pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre el lodo.
A mi patria te llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que a tu pureza
no llegue el asesino, ni el chacal, ni el vendido:
allí estarás tranquila.
Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
Oyes un paso firme de soldado en la nieve?
Hermana, son tus pasos.
Ya pasarán un día por tu pequeña tumba
antes de que las rosas de ayer se desbaraten,
ya pasarán a ver los de un día, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.
Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana.
Avanzan cada día los cantos de tu boca
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón era valiente.
En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo,
algo despierta y canta.
Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre,
los que de todas partes, del agua y de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos.
Porque el fuego no muere.
Tina Modotti, sister, you do not sleep, no, you do not sleep.
Perhaps your heart hears the rose of yesterday
growing, the last rose of yesterday, the new rose.
Rest gently, sister.
The new rose is yours, the new earth is yours:
you have put on a new dress of deep seed
and your soft silence is filled with roots.
You shall not sleep in vain, sister.
Pure is your gentle name, pure is your fragile life.
Of bee, shadow, fire, snow, silence, foam,
of steel, line, pollen was built your tough,
your slender structure.
The jackal at the jewel of your sleeping body
still shows the white feather and the bloody soul
as if you, sister, could rise up,
smiling above the mud.
To my country I take you so that they will not touch you,
to my snow country so that your purity
will be far from the assassin, the jackal, the Judas:
there you will be at peace.
Do you hear a step, a step-filled step, something
huge from the great plain, from the Don, from the cold?
Do you hear the firm step of a soldier upon the snow?
Sister, they are your steps.
They will pass one day by your little tomb
before yesterday’s roses are withered,
the steps of tomorrow will pass by to see
where your silence is burning.
A world marches to the place where you were going, sister.
The songs of your mouth advance each day
in the mouths of the glorious people that you loved.
Your heart was brave.
In the old kitchens of your country, on the dusty
roads, something is said and passes on,
something returns to the flame of your golden people,
something awakes and sings.
They are your people, sister: those who today speak your name,
we who from everywhere, from the water and the land,
with your name leave unspoken and speak other names.
Because fire does not die.
Este doble aniversario, este día, esta noche,
hallarán un mundo vacío, encontrarán un torpe
hueco de corazones desolados?
No, más que un día con horas,
es un paso de espejos y de espadas,
es una doble flor que golpea la noche
hasta arrancar el alba de su cepa nocturna!
Día de España que del Sur
vienes, valiente día
de plumaje férreo,
llegas de allí, del ultimo que cae con la
frente quebrada
con tu cifra de fuego todavía en la boca!
Y vas allí con nuestro
recuerdo insumergido:
tú fuiste el día, tú eres
la lucha, tú sostienes
la columna invisible, el ala
de donde va a nacer, con tu número, el vuelo!
Siete, Noviembre, en dónde vives?
En dónde arden los pétalos, en dónde tu silbido
dice al hermano: sube!, y al caído: levántate!
En dónde tu laurel crece desde la sangre
y atraviesa la pobre carne del hombre y sube
a construir el héroe?
En ti, otra vez, Union,
en ti, otra vez, hermana de los pueblos del mundo,
patria pura y soviética. Vuelve a ti tu semilla
grande como un follaje derramado en la tierra!
No hay llanto para ti, Pueblo, en tu lucha!
Todo ha de ser de hierro, todo ha de andar y herir,
todo, hasta el impalpable silencio, hasta la duda,
hasta la misma duda que con mano de invierno
nos busque el corazón para helarlo y hundirlo,
todo, hasta la alegría, todo sea de hierro
para ayudarte, hermana y madre, en la victoria!
Que el que reniega hoy sea escupido!
Que el miserable hoy tenga su castigo en la hora
de las horas, en la sangre total,
que el cobarde retorne
a las tinieblas, que los laureles pasen
al valiente, al valiente camino, a la valiente nave
de nieve y sangre que defiende el mundo!
Yo te saludo, Union Soviética, en este día,
con humildad: soy escritor y poeta.
Mi padre era ferroviario: siempre fuimos pobres.
Estuve ayer contigo, lejos, en mi pequeño
país de grandes lluvias. Allí
creció tu nombre caliente, ardiendo en el pecho del pueblo,
hasta tocar el alto cielo de mi república!
Hoy pienso en ellos, todos están contigo!
De taller a taller, de casa a casa,
vuela tu nombre como un ave roja!
Alabados sean tus héroes, y cada gota
de tu sangre, alabada
sea la desbordante marejada de pechos
que defienden tu pura y orgullosa morada!
Alabado sea el heroico y amargo
pan que te nutre, mientras las puertas del tiempo se abren
para que tu ejército de pueblo y de hierro marche cantando
entre ceniza y páramo, sobre los asesinos,
a plantar una rosa grande como la luna
en la fìna y divina tierra de la victoria!
This double anniversary,
*
this day, this
night,
will they find an empty world, will they meet a crude
hollow of desolate hearts?
No, more than a day with hours,
it is a procession of mirrors and swords,
it is a double flower that beats upon the night
until it tears daybreak from its night roots!
Day of Spain coming from the
south, valiant day
of iron plumage,
you arrive from there, from the last man that falls with
shattered brow
and with your fiery number still in his mouth!
And you go there with our
memory unsubmerged:
you were the day, you are
the struggle, you support
the invisible column, the wing
from which flight, with your number, will be born!
Seven, November, where do you dwell?
Where do the petals burn, where does your whisper
say to the brother: go up! and to the fallen: arise!
Where does your laurel grow from the blood
and cross the frail flesh of man and go up
to fashion the hero?
In you, once more, Union,
in you, once more, sister of the peoples of the world,
pure and Soviet fatherland. To you returns your seed
in a leafy flood scattered upon the earth!
There are no tears for you, People, in your struggle!
All must be of iron, all must march and wound,
all, even impalpable silence, even doubt,
even the very doubt that with wintry hand
seeks our hearts to freeze them and sink them,
all, even joy, all must be of iron
to help you, sister and mother, in victory!
May today’s renegade be spat upon!
May the wretch today meet his punishment in the hour
of hours, in the total blood,
may the coward return
to darkness, may the laurels go to
the valiant, the valiant highway, the valiant ship
of snow and blood that defends the world!
I greet you, Soviet Union, on this day,
with humility: I am a writer and a poet.
My father was a railroad worker: we were always poor.
Yesterday I was with you, far off, in my little
country of great rains. There your name grew
hot, burning in the people’s breasts
until it touched my country’s lofty sky!
Today I think of them, they are all with you!
From factory to factory, from house to house,
your name flies like a red bird!
Praised be your heroes, and each drop
of your blood, praised
be the overflowing tide of hearts
that defend your pure and proud dwelling!
Praised be the heroic and bitter
bread that nourishes you, while the doors of time open
so that your army of people and iron may march, singing
among ashes and barren plain, against the assassins,
to plant a rose enormous as the moon
upon the fine and divine land of victory!
*
The fifth anniversary of the
(temporary) turning back of the Nationalist army at the gates of Madrid and the
twenty-fourth anniversary of the Soviet Union.—D.D.W.
Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolivar tiene un fulgor bolivar,
el pájaro bolivar sobre el volcán bolivar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.
Tu pequeño cadaver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.
De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.
Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolivar, a estrechar a la tuya
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.
Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolivar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.
Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada miran.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que
haremos.
Yo conocí a Bolivar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
“Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo.”