Todos nacemos vascos (14 page)

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Authors: Óscar Terol,Susana Terol,Diego San José,Kike Díaz de Rada

Tags: #Humor

BOOK: Todos nacemos vascos
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Los vascos nos conocemos fundamentalmente de vista. No de oído, ni de tacto (qué más quisiéramos), ni de gusto. Nos conocemos de vista o de toda la vida, una de dos. «De toda la vida» es del colé, del barrio, o de vaya usted a saber, pero es… desde siempre.

Con esa falta abrumadora de datos, resulta harto difícil reconocer a un conocido de vista en una esquela. Por eso, alguien que dominaba a la perfección la idiosincrasia vasca decidió en su día añadir una foto al resto de los datos irrelevantes incluidos en la esquela. Sólo con una foto se puede reconocer al conocido de vista. Por eso cuando la gente lee el periódico, mira las esquelas y se produce entonces el inevitable diálogo:

—Mira, mira quién se ha muerto.

—¿De qué le conoces?

—De nada. De vista.

Llegados a este punto, y en una sociedad que está constantemente buscando nuevos mercados y oportunidades de negocios, ¿por qué las tiendas de fotografía vascas no sacan fotos para esquelas? Ya que la esquela va a ir acompañada de una foto, qué mejor inversión de futuro que poder elegir la imagen que dará a conocer a los demás el propio fallecimiento. Aunque nos surge una duda. ¿Qué rostro se pone para hacerse una foto de esquela? Para la del currículo, hay que sonreír ligeramente y hacerse el simpático. Para la de la Comunión, se hacen gestos a Dios y se pone cara litúrgica. Sí, pero para la esquela, ¿qué? ¿Se saluda? Puede parecer una tontería, y eso que el ser humano sólo tiene claro un lugar al que tarde o temprano acabará visitando. En el caso del vasco, en cambio, son dos. El cementerio y el restaurante de Arzak. Al primero no podrá contarlo si va y al segundo irá sólo por poder contarlo.

E
L EX

En el País Vasco importa tanto ser alguien como haberlo sido. En ocasiones, sale más a cuento haber sido que ser. No se puede aspirar a nada en esta sociedad si antes no se ha sido algo que en algún momento se truncó y dio comienzo a una vida nueva. Pero esa antigua vida da interés y profundidad a la nueva existencia. En eso radica la importancia de ser un ex.

Hay ex de todo tipo, sobre todo ex maridos y ex mujeres, ex curas, ex monjas, ex jesuitas, ex etarras, ex
poli milis
, ex cantautores, ex modelos, ex
lehendakaris
(de momento sólo dos), ex
bertsolaris
(actualmente sólo uno), ex futbolistas, ex pelotaris…

Los ex maridos y las ex mujeres son compartidos por los vascos con el resto del mundo. Ellos son los ex a secas, sin coletilla de ningún tipo: «Ayer vi a tu ex» es lo que se suele decir cuando el nombre del ex constituye todavía una especie de tabú.

Los ex que miran hacia atrás sin ningún tipo de nostalgia son los ex curas, las ex monjas y los ex jesuitas, que proliferan por aquí y por allá, sobre todo en los medios de comunicación. De hecho, una de nuestras más acusadas particularidades es la cantidad de ex religiosos que dirigen programas de entretenimiento en radios y televisiones públicas, de manera que convierten los medios de comunicación en una enorme ex sacristía. Los motivos por los que se ahorcan los hábitos son bien conocidos: una caída libre de la virtud de la fe (razón común) o una caída de la virtud en algún asunto de tipo amoroso o sexual (razón más común todavía). Alentados ante la segunda oportunidad que les brinda la vida, estos ex agarran la primera oportunidad que pasa por delante, y a vivir, que son dos días y ellos llevan treinta años de retraso. Hemos de decir, en honor a la verdad, que a pesar de que estos ex se comporten como fieras en la cama y lleven una vida disoluta, nunca se les llega a quitar del todo ese aire monástico que llevan consigo. Se calcula que su número tocó techo en décadas pasadas y que su declive será paralelo al de las vocaciones.

El número de ex etarras es la cifra que todos los vascos esperan con ansiedad que crezca definitivamente. Podrían tomar ejemplo en los ex
poli milis
, verdadera aristocracia de los ex por su pasado romántico y
gudari
.

Ex
lehendakaris
tenemos dos. No es extraño, faltan vocaciones. Si se le pregunta a cualquier crío qué quiere ser de mayor, es muy raro que conteste: «Yo,
lehendakari
». La verdad es que tampoco tiene mucha salida; con suerte, un puesto de trabajo cada cuatro años y claro, con esas perspectivas… Además, lo que de verdad mola es ser ex
lehendakari
, eso sí que es un chollo: el ex
lehendakari
no tiene las responsabilidades del cargo, le dan un puesto de trabajo que corta el hipo, gana más que antes y se construye los chalés donde le da la real gana. Un lujazo. Mientas tanto, el
lehendakari
se pasa todo el día con su Plan debajo del brazo, predicando en el desierto, recordándonos a los vascos qué son el diálogo y la tolerancia.
Lehendakari
, ¡qué vida, chico! Si no fuera por la vidorra que le espera cuando se le agote el cargo…

Ex
bertsolaris
tenemos sólo uno. Y por eso quizá es la categoría de ex más importante y más vasca que existe. Piénsese que ningún otro lugar puede vanagloriarse de tener un ex
bertsolari
. Habrá que cuidarlo.

N
oVENA PARte
.
fiLoSofíA
y
tEoLoGíA
VAScA
s
¿De dónde venimos?

Cuando nos queda poco para terminar el libro, ya no tenemos ninguna duda de que todos nacemos vascos, incluso lo hemos demostrado rozando la rigurosidad científica. Sin embargo, y aunque crea que ya no caben más perogrulladas en el mismo libro, agárrese porque aún le queda por leer el apartado con más enjundia.

Desde la primera célula que apareció hace millones de años hasta el último niño que acaba de nacer, todo es vasco en el mundo. Hasta ahí estamos todos de acuerdo, sabemos quiénes somos, pero ¿sabemos de dónde venimos? Aquí teníamos que llegar inexorablemente, y éste es el momento de enfrentarnos a esa diatriba. Vale, la hemos dejado hasta el final, lo hemos evitado hasta el último momento, pero ahora no vamos a escurrir el bulto ni a distraer su atención con juegos de palabras. Vamos a dar respuestas a todos los niveles.

T
ODO EMPEZÓ CON UNA GRAN EXPLOSIÓN

La ciencia dice que al principio hubo una gran explosión, el llamado Big Bang, que fue el origen del universo. Pero no vamos a meternos en camisas científicas de once varas, que igual Stephen Hawkings nos da una toña.

Además, utilizando la teoría de la primera explosión, también se podría defender la tesis de que el origen es valenciano, donde son petarderos por antonomasia. Eso sí, ellos la hubieran llamado Mascletá, en lugar de Big Bang; en vez de Tierra, nuestro planeta se llamaría Ensaimada, y al Sol, que siempre está ardiendo, se le conocería como Ninot. No, definitivamente tampoco los valencianos están detrás de todo esto.

Aunque la ciencia no nos dé la respuesta a un enigma tan elevado, no podemos por ello bajar el listón de nuestra fuente. Para saber de dónde viene lo vasco, tendremos que toparnos con ello. Sí, tenemos que acudir a la religión.

¡
D
IOS ES VASCO!

Vamos a dejarnos de rodeos innecesarios. Sí, es vasco. Y lo es por una razón muy sencilla: suena bien. ¿Cómo que eso no es serio? ¿Cómo que no es una razón científica? Hagan la prueba de ensayo y error, a ver si suena bien, y repita para sus adentros: «Dios es vasco, Dios es vasco».
Dios
y
vasco
son palabras que han nacido para estar juntas, como
tone
y
lada
o
gui
y
tarra
. No ocurre lo mismo con otras, observe: «Dios es chino» no queda bien, «Dios es catalán» no se lo cree nadie, «Dios es estadounidense» tampoco funciona (a ésos ya les vale con Ronald McDonald’s, que también está presente en todas partes).

«Dios es vasco» es la mejor de las posibilidades. De todas formas, sabemos que no se han quedado conformes con esta evangelización «por imperativo legal», es lógico. Se lo vamos a demostrar con una mano puesta encima de la Biblia.

De todos es conocido, incluso de los ateos, que Dios creó el mundo en seis días y el séptimo descansó: «Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho» (
Génesis
, 2-2). Sólo un dios vasco puede entender la importancia del domingo, el día del Señor. Sí, pero también el día de salir al monte, de andar en bici, de ver el fútbol, de ir a cazar o a por setas, el día de las romerías y del Aberri Eguna.

Un dios japonés, por ejemplo, habría trabajado el domingo también, y tendríamos ordenadores y
tamagotchis
desde el Antiguo Testamento. Y un dios andaluz, por el contrario, habría descansado dos o tres días, y en vez de crear al hombre habría inventado el
pescaíto
frito y la Cruzcampo con limonada. Ya ven, alégrense de que Dios sea vasco.

Hay dos señales más que nos lo confirman: la obsesión por la manzana y lo mal que se llevaban Caín y Abel. Un dios brasileño habría elegido la pina o el coco como frutas prohibidas. Porque Él sabía perfectamente que Adán y Eva la iban a probar. Y no sólo la probaron, sino que, con el tiempo, aprendieron a hacer compota de manzana, tarta y sidra, nuestra bebida oficial, con permiso de los asturianos. La mala relación entre Caín y Abel también es determinante. Viven de puta madre, tienen de todo y, sin embargo, acaban a hostias: vascos de manual. Si no fuera porque iban todo el día con el culo al aire, claro.

Pero si hay una figura en las sagradas escrituras que demuestra que Dios es vasco, se trata de Jesús.

J
ESÚS TAMBIÉN ES VASCO

Jesús es Dios hecho hombre y, por consiguiente, el primer vasco que fue consciente de serlo. Hasta el nacimiento de Cristo, los hombres eran vascos y no lo sabían. Jesús intentó enseñar a aquellas gentes cuál era su verdadera identidad desde el primer momento. Y lo hizo con hechos, porque sabía que las palabras no las iban a entender. Como buen vasco, fue un incomprendido toda su vida; así acabó. A Él le tenemos que agradecer muchas de las costumbres que hoy en día nos definen como pueblo. A continuación, enumeraremos algunas, las más significativas.

Nació de madre virgen

Eligió una madre virgen para venir al mundo. María no necesitó varón alguno para engendrar a su hijo, como nuestras abuelas, que siempre las imaginamos vírgenes. Con este hecho quedó clara la importancia de la mujer en la familia y el papel anecdótico del hombre; en otras palabras: el matriarcado vasco. Y es que aún hoy la madre vasca tiene un poder sobre sus hijos que ni la relación de Anthony Perkins con su madre en
Psicosis
.

Con antecedentes como éste, es normal que las relaciones sexuales sigan siendo, hoy en día, un tabú para la mayoría de los vascos. Incluso con tal de evitar el roce carnal, en algunos valles cerrados la gente se está empezando a reproducir por esporas.

Los pastores fueron los primeros en adorarle

Jesús quiso nacer rodeado de pastores, es más, no olvidemos que nació en un establo. Y no en vano los pastores vascos son los más prestigiosos del mundo. No eligió ni a informáticos ni a auxiliares administrativos, no, Jesús se decantó por una figura tan vasca como el pastor. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? Ojo, que si hubiese nacido en un taller textil, Carod Rovira ya habría reivindicado la identidad catalana de Jesús y el catalán como lengua oficial de la Biblia. A todo esto, ¿qué pinta un cagón en el belén?

No se sabe nada de su infancia y juventud

Si ha leído usted el Nuevo Testamento, se habrá dado cuenta de que Jesús pasa de los doce años a los treinta en la misma página. Nadie sabe cómo fueron los primeros años de la vida del Maestro. Y ésta es una de las pruebas decisivas. Al vasco no le gusta hablar de su vida privada, a no ser que resulte estrictamente necesario. Un vasco como Dios manda no saldrá nunca en las revistas del corazón. Se limitará a comprarlas y a leerlas. Pero le recordamos que sólo para estar informado, nunca por cotilleo.

Además, fíjense qué margen de edad queda omitido en el Nuevo Testamento: de los catorce a los treinta. La etapa del despertar sexual, de mayor disfrute en fiestas, de escarceos con las mujeres… ¿Es pura casualidad, o se trata de un mensaje divino que Jesús no tenga nada que decir sobre esta época de su vida? Nosotros lo tenemos claro, Jesucristo podría jugar en el Athletic perfectamente.

Vivió en casa hasta los treinta

Lo que se llama un
mutil-zaharra
, un solterón. De ésos hay a patadas por las calles del País Vasco. En otras regiones, con treinta años ya te has separado de dos relaciones anteriores y tienes una ristra de hijos detrás. Aquí, con treinta años tu padre te regala tu primer condón.

Y en aquella época tenía más mérito, porque con treinta años casi eran ancianos. Lo que pasa es que en casa se está como en ningún sitio. El vasco es de la casa de sus padres. Esto de la emancipación es una moda absurda más propia de las culturas del sur. Alguien debería dar un toque de atención a la juventud, ¿qué es eso de dejar a los padres solos en casa?

El primer milagro: convertir el agua en vino

Concretamente en un rioja. Podía haber sido manzanilla, fino o mosto, pero no, la casta vasca le pudo y le salió un tinto como la copa de un
vino
. Nada de tapón de plástico, que para algo eran las bodas de Cana. El vasco sabe que a una boda se va a lo que se va, a beber. De hecho, los hay que comulgan sólo con tal de poder echar un sorbo de vino dulce al mediodía. Si tenemos en cuenta que en aquella época no había controles de alcoholemia y que las resacas las podía curar Jesús de un soplo, todo el vino era poco. Una vez convertida toda el agua en vino… ¡menuda boda tuvo que ser la del Cana! Con razón la Biblia no se mete a contar qué pasó cuando se bailó la conga en «los bailables», porque aquello tuvo que ser Sodoma y Gomorra.

Siempre estaba rodeado de amigos

Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que el Nazareno fue el precursor de la cuadrilla de amigos. Hoy en día, la cuadrilla es la institución más sagrada para cualquier vasco, incluso por encima del matrimonio. Lo primero que hizo Jesús fue buscar su cuadrilla, exactamente lo mismo que hace un vasco al salir de casa. Y anduvo listo: eran doce y, con él, trece, así que tenían para un equipo de fútbol con los dos suplentes que pide el reglamentó. Menudos torneos triangulares se tuvieron que pegar contra los romanos. Judas metía muchos goles en propia puerta, y Mateo, Marcos y Lucas se turnaban para escribir la crónica del día.

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