Quien sabe cuándo ha obtenido bastante es rico, y quien sigue asiduamente el sendero del Tao es alguien de propósito constante.
Quien permanece en el lugar en el que ha encontrado su verdadera casa vive mucho tiempo, y quien muere, pero no perece, goza de la auténtica longevidad.
El Gran Tao es universal como una corriente.
¿Cómo puede ser desviado a la derecha o a la izquierda?
Todas las criaturas dependen de él, y no niega nada a nadie
Lleva a cabo su labor, pero no se la atribuye.
Todo lo viste y alimenta, pero no se enseñorea sobre nada:
Así, puede ser llamado "lo Grande".
Precisamente porque no desea ser grande, su grandeza se realiza plenamente.
Quien está en posesión del Gran Símbolo atrae todas las cosas hacia sí.
Acuden en tropel a él sin recibir ningún daño, porque en él encuentran paz, seguridad y felicidad.
La música y los manjares sólo pueden hacer que el huésped de paso haga un alto
Pero las palabras del Tao poseen efectos duraderos, aunque sean suaves y sin sabor, aunque no atraigan la vista ni el oído.
Lo que ha de ser al final contraído, tiene que ser primero dilatado.
Lo que ha de ser al final debilitado, tiene que ser primero fortalecido.
Lo que ha de ser al final desechado, comienza por ser primero ensalzado.
Lo que ha de ser al final despojado, comienza primero por ser dotado.
Aquí radica la sutil sabiduría de la vida:
Lo blando y lo débil triunfa sobre lo duro y lo fuerte.
Lo mismo que el pez no debe abandonar las profundidades, el gobernante no debe mostrar sus armas.
El Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero no deja nada por hacer.
Si un gobernante puede atenerse a él, todas las cosas se desarrollan por sí mismas.
Cuando se han desarrollado y tienden a agitarse, es timpo de mantenerlas en su lugar con la ayuda de la innombrable Simplicidad Primordial; sólo ella puede moderar los deseos humanos.
Cuando los deseos humanos son moderados, se produce la paz, y el mundo se armoniza por su propio acuerdo.
La Virtud máxima no es virtuosa; por ello tiene Virtud.
La Virtud mínima nunca se libra a sí misma de ejercitarse; por ello no tiene Virtud.
La Virtud máxima no hace ostentación, ni tiene intereses personales que servir.
La compasión máxima hace ostentación, pero no tiene intereses personales que servir:
La moral máxima no sólo hace ostentación, sino que tiene además intereses personales que servir.
El ritual máximo hace ostentación pero no encuentra respuesta; entonces intenta imponerse por la fuerza.
Cuando se pierde el Tao, se recurre a la virtud.
Cuando se pierde la Virtud, se recurre a la compasión.
Cuando se pierde la compasión, se recurre a la moral.
Cuando se pierde la moral, se recurre al ritual.
Ahora bien, el ritual es sólo la apariencia de la fe y de la lealtad; es el principio de toda la confusión y el desorden.
La presciencia es sólo la flor del Tao, y el principio de la necedad
Por ello, el ser realizado pone su corazón en la sustancia más que en la apariencia; en el fruto más que en la flor.
Sinceramente, prefiere lo que está dentro a lo que está fuera.
De las cosas antiguas no faltan las que alcanzaron la Unidad.
El cielo alcanzó la Unidad y se hizo diáfano; la tierra alcanzó la Unidad y se volvió tranquila; los espíritus alcanzaron la Unidad y se llenaron de poderes místicos; los manantiales alcanzaron la Unidad y quedaron colmados; las diez mil criaturas alcanzaron la Unidad y pudieron reproducirse; los señores y príncipes alcanzaron la Unidad y se convirtieron en gobernantes soberanos del mundo.
Todos ellos son lo que son en virtud de la Unidad
Si el cielo no fuera diáfano, estallaría en pedazos; si la tierra no estuviera tranquila, se derrumbaría en fragmentos; si los manantiales no estuvieran colmados, se secarían; si los espíritus no estuvieran llenos de poderes místicos, dejarían de existir; si las diez mil criaturas no pudieran reproducirse, llegarían a extinguirse; si los señores y príncipes no fueran los gobernantes soberanos, vacilarían y caerían
Es verdad, la humildad es la raíz de la que brota la grandeza, y lo elevado ha de construirse sobre los cimientos de lo humilde.
Es por esto por lo que señores y príncipes se denominan a sí mismos "El Desvalido", "El Ignorante" y "El Indigno".
Tal vez, ellos también se dan cuenta de que dependen de lo humilde.
En verdad, demasiado honor equivale a ningún honor.
No es de sabios brillar como jade ni resonar como los sonajeros de piedras.
El movimiento del Tao consiste en el Retorno.
El uso del Tao consiste en la suavidad.
Todas las cosas bajo el cielo han nacido de lo corpóreo:
Lo corpóreo ha nacido de lo Incorpóreo.
Cuando un estudioso sabio oye hablar del Tao, lo practica con diligencia.
Cuando un estudioso mediocre oye hablar del Tao, oscila entre la fe y la incredulidad.
Cuando un estudioso sin valor oye hablar del Tao, se ríe a carcajadas de él.
Pero si personas como ésta no se rieran de él, ¡el Tao no sería el Tao!
Los sabios de la antigüedad han dicho verdaderamente:
El Camino claro parece oscuro.
El Camino progresivo parece regresivo.
El Camino suave parece abrupto.
La Virtud superior parece un abismo.
La gran Blancura parece maculada.
La exuberante Virtud parece incompleta.
La Virtud establecida parece harapienta
La Virtud sólida parece fundida
La gran Cuadratura no tiene esquinas
Los grandes talentos maduran tardíamente.
El gran Sonido es silencioso.
La gran Forma carece de forma.
El Tao está oculto y no tiene nombre; pero sólo él sabe cómo ayudar y completar.
El Tao dio a luz al Uno, el Uno dio a luz al Dos, el Dos dio a luz al Tres, el Tres dio a luz a las innumerables cosas.
Las innumerables cosas llevan el Yin a sus espaldas y abrazan el Yang, y su armonía vital deriva de la mezcla adecuada de los dos Alientos vitales.
¿Qué puede ser más detestado por los hombres que ser "desvalidos", "ignorantes" e "indignos"?
Y sin embargo, éstos son los mismos nombres que los príncipes y señores se dan a sí mismos.
En verdad, se puede ganar a través de la pérdida, y se puede perder a través de la ganancia.
Dejadme repetir lo que alguien me ha enseñado:
"Una persona violenta acabará con un fin violento"
Cualquiera que afirme esto puede ser mi padre y maestro.
La más blanda de todas las cosas supera la más rígida de todas ellas
Sólo la Nada penetra en donde no hay espacio.
Por esto conozco las ventajas del No-Hacer.
Pocas cosas bajo el cielo son tan instructivas como las lecciones del Silencio, o tan beneficiosas como los frutos del No-Hacer.
¿Qué es más querido: tu nombre o tu cuerpo?
¿Qué es más apreciado: tu cuerpo o tu salud?
¿Qué es más doloroso: la ganancia o la pérdida?
Así pues, un excesivo amor por cualquier cosa te costará más al final.
Acumular demasiados bienes te acarreará cuantiosas pérdidas.
Saber cuándo se tiene suficiente supone estar inmune a la desgracia.
Saber cuándo detenerse supone preservarse de los peligros.
Sólo de esta manera podrás vivir mucho tiempo.
La mayor de las perfecciones parece imperfecta, pero su ejercicio es inagotable.
La mayor plenitud parece vacía, pero su función es imperecedera.
La mayor rectitud parece torcida.
La mayor habilidad parece torpeza.
La mayor elocuencia suena tartamuda.
El movimiento vence al frío, pero la calma vence al calor.
Lo pacífico y sereno es la Norma del Mundo.
Cuando el mundo está en posesión del Tao, los corceles son llevados para fertilizar los campos con sus excrementos.
Cuando el mundo se queda sin Tao, los caballos de guerra se alimentan en los arrabales.
No hay mayor calamidad que no saber cuándo es suficiente.
No hay mayor defecto que la codicia
Sólo quien sabe cuándo es suficiente tendrá siempre bastante.
Sin salir más allá de tu puerta, puedes conocer los asuntos del mundo.
Sin espiar a través de las ventanas, puedes ver el Camino del Cielo.
Cuanto más lejos vas, menos conoces.
Así pues, el Sabio conoce sin viajar, ve sin mirar, y logra sin Actuar.
Aprender consiste en acumular conocimiento día a día; la práctica del Tao consiste en reducirlo día a día.
Sigue reduciendo y reduciendo hasta alcanzar el estado de No-Hacer.
No-Hagas, y, sin embargo, nada queda sin hacer.
Para ganar el mundo, se debe renunciar a todo.
Si se tiene todavía intereses personales que servir, nunca se será capaz de ganar el mundo.
El Sabio no tiene intereses propios, pero hace suyos los intereses de la gente.
Es bondadoso con los que son bondadosos; también es bondadoso con quienes no lo son:
Pues la Virtud es bondadosa; también confía en los que no merecen confianza:
Pues la Virtud es confiada.
En medio del mundo, el Sabio es tímido y modesto.
En beneficio del mundo, mantiene su corazón en su estado impreciso.
Todo el mundo esfuerza sus ojos y oídos: el Sabio sólo sonríe como un niño divertido.
Cuando se está fuera de la Vida, se está en la Muerte.
Trece son los compañeros de la Vida; trece son los compañeros de la Muerte; y cuando una persona viva penetra en el Reino de la Muerte, trece son también sus compañeros.
¿Por qué ocurre esto? Porque se apegan demasiado a los recursos de la Vida.
Se dice que quien sabe cómo vivir no encuentra tigres ni búfalos salvajes en su camino, y sale del campo de batalla sin ser herido por las armas de guerra.
Pues no halla en él lugar en el que clavar sus cuernos el búfalo, ni nada donde hincar sus garras el tigre, ni parte donde hacer blanco un arma de guerra.
¿Cómo puede ser esto? Porque en él no hay sitio para la Muerte
El Tao les da la vida, la Virtud las sustenta, la Materia les da forma, el Entorno las perfecciona.
Por ello, todas las cosas sin excepción veneran el Tao y rinden homenaje a la Virtud.
Nadie les ha ordenado venerar el Tao y rendir homenaje a la Virtud, pero siempre lo hacen de manera espontánea.
Es el Tao el que les da la vida:
Es la Virtud la que las sustenta, las hace crecer, las conserva, las protege, las alienta, las alimenta y las cubre bajo sus alas.
Dar la vida sin atribuirse nada, hacer la propia labor sin acumular nada por ello, ser un líder, no un carnicero, a esto se llama la Virtud escondida.
Todo cuanto se encuentra bajo el Cielo tiene un Origen común.
Este Origen es la Madre del mundo.
Tras conocer a la Madre, podemos empezar a conocer a sus hijos.
Tras conocer a los hijos, debemos retornar y preservar a la Madre.
Quien lo hace no correrá peligro, aunque su cuerpo sea aniquilado.
¡Bloquea todos los pasajes!
¡Cierra todas las puertas!
Y al final de tus días no estarás rendido.
¡Abre los pasajes!
¡Multiplica tus actividades!
Y al final de tus días permanecerás indefenso
Ver lo pequeño es tener visión interna.
Preservar la debilidad es ser fuerte.
Utiliza las luces, pero vuelve a tu visión interna
No atraigas desgracias sobre ti.
Esta es la manera de cultivar lo Inmutable.
Si poseyera tan sólo el más pequeño grano de sabiduría, andaría por el Gran Camino, y mi único miedo sería desviarme de él.
El Gran Camino es muy llano y recto, aunque la gente prefiere senderos tortuosos.
La corte es muy limpia y está bien provista, aunque los campos están yermos y llenos de malas hierbas; ¡y los graneros están completamente vacíos!
Llevan ropas lujosas, portan afiladas espadas, se hartan de comida y bebida, ¡poseen más riquezas de las que pueden disfrutar!
¡Son los heraldos del latrocinio!
En cuanto al Tao, ¿qué pueden saber de él?
Lo que está bien plantado no puede desenraizarse.
Lo que está bien ceñido no puede soltarse.
Tus descendientes harán ofrendas a los antepasados de generación en generación.
Cultiva la Virtud en tu propia persona y se convertirá en una verdadera parte de ti.
Si la cultivas en la familia, permanecerá.
Si la cultivas en la comunidad, vivirá y crecerá.
Si la cultivas en el estado, florecerá abundantemente.
Si la cultivas en el mundo, se volverá universal.
Por ello, una persona debe ser juzgada como una persona; una familia como familia; una comunidad como comunidad; un estado como estado.
¿Cómo puedo conocer el mundo?