Sex code (32 page)

Read Sex code Online

Authors: Mario Luna

Tags: #Autoayuda

BOOK: Sex code
5.63Mb size Format: txt, pdf, ePub

Si a esto añadimos el peso de su adaptabilidad, de su comportamiento más basado en estados
[234]
que el del hombre y de su Lógica Retroactiva
[235]
, no hay que maravillarse de que en cuestiones de amor y sexo sus palabras cuenten más bien poco.

Por todo ello, generalmente sacarás mucho más en claro si no dejas que su extraño vocabulario te maree y te centras más en lo que hace que en lo que dice. Presta, pues, atención a sus cambios fisiológicos, su lenguaje no verbal y sus estados de ánimo.

Y, sobre todo, a sus acciones.

OLVÍDATE DE TUS SENSACIONES Y CÉNTRATE EN LAS SUYAS

Como ya hemos mencionado al principio de este apartado
[236]
, es muy fácil caer en el vicio de mirarnos el ombligo y no ver más allá de él, especialmente cuando la situación nos ofusca o incomoda. Esto no solo hará que nos bloqueemos y sintamos nerviosos, sino que además correrá un enorme telón de acero entre nuestros sentidos y el mundo exterior.

Mi consejo es claro: deja de ser ego y empieza a ser esponja.

Insensibilízate si es necesario abriendo decenas de Sets en una noche. Pero, cueste lo que cueste, alcanza el estado del no-ego
[237]
y abre todos los poros de tu ser a la valiosa información que llueve desde tu entorno.

ADUÉÑATE DEL PILOTO AUTOMÁTICO

¿Dices lo que piensas o piensas lo que dices? ¿Quieres ser espontáneo o… prefieres disfrutar de una vida sexual activa?

Tú eliges.

En el reino animal, los comportamientos suelen estar basados en el esquema estímulo-respuesta
[238]
. Dada la complejidad de nuestro cerebro, los seres humanos disponemos en cambio de una gama de respuestas infinitamente más extendida.

Una vez que el estímulo se ha registrado, los humanos podemos consagrar un tiempo de pausa para integrarlo y analizarlo, con el fin de decidir cuál es la reacción más apropiada y responder después
[239]
. Los humanos, en teoría, nos distinguimos por ello, si bien rara vez hacemos uso de este privilegio.

En realidad, la mayor parte del tiempo funcionamos en Piloto Automático, el cual se basa en los comportamientos típicos del mundo animal. Para desconectarlo, basta con pausarse ante cualquier estímulo y considerar la respuesta adecuada.

Esto por sí solo ya sería suficiente para diferenciarte de la mayoría de las personas, que funcionan en Piloto Automático la mayoría del tiempo. Y, desde luego, bastaría para diferenciarte de la mayoría de hombres que, cuando se encuentran frente a una TB, reaccionan ante cualquier estímulo que esta les ofrezca de forma muy similar al gato que hemos mencionado en las notas a pie de página. Solo les falta aullar.

Así pues, aduéñate de tu Piloto Automático. No ciñas tus respuestas a lo primero que te venga a la cabeza o a lo que se espera de ti. Empieza a ser una de esas raras personas que decide su comportamiento. En otras palabras, conviértete en un auténtico ser humano.

Ahora bien, el objetivo del Aven va incluso más allá. Consiste, básicamente, en reprogramar su propio Piloto Automático
[240]
.

EMPATÍA Y CONEXIÓN

Más de una vez habrás contado a alguien algo personal y que te ha afectado mucho.

Puede que esta persona te escuche y parezca entenderte, pero ¿qué ocurriría si además esta persona se adelantase con comentarios que expresasen exactamente aquello que sientes y por lo que estás pasando?

Probablemente, sentirías que te estaría haciendo un gran regalo, por lo que su compañía te resultaría más valiosa.

Utiliza, pues, la información obtenida para meterte en la piel de la otra persona, conectar y empatizar con ella.

Ten cuidado, eso sí, con cómo y en qué momento lo haces y lleva a cabo un Calibraje adecuado. Pues, si te pasas de empático, corres el riesgo de que te solamiguee o te acabe viendo únicamente como Tampón Emocional. Recuerda que este es solo un ingrediente más de la receta mágica del que no te conviene abusar a menos que busques una amiga
[241]
.

Vamos, que uses la empatía, pero sin perder de vista tu objetivo.

CURIOSIDAD E INTERÉS GENUINOS

Una buena forma de desarrollar estas cualidades de las que hablamos es empezar a sentir auténtica curiosidad e interés por el Objetivo, que es a fin de cuentas la persona que tienes en frente.

Con la práctica, verás que no es tan difícil, pues a fin de cuentas se trata de seres humanos. Personas no tan distintas a ti, con sus propios problemas que, o bien son similares a los tuyos, o bien resultan interesantes precisamente por no serlo.

En general, un interés y curiosidad verdaderos pueden ayudarte mucho a conectar con la persona que tienes en frente. Entre otras cosas, porque se trata de algo más raro y precioso de lo que pudieras pensar.

SÉ DETALLISTA

Selo tanto en tu forma de percibir como en la de expresarte.

Por supuesto, no puedes prestar atención a todo, pero puedes desarrollar la habilidad de reconocer los detalles clave. Paralelamente, también puedes aprender a expresarte por medio de dichos detalles significativos.

De hecho, no tienes por qué decir nada. La mayoría de las cosas que quieras comunicar las puedes dar a entender a través de detalles. Ciertos gestos de Caballerosidad comunican protección, arropo, ternura. Recordar ciertas cosas insinúan —y recuerda que insinuar es infinitamente mejor que dejar claro— que quizás ella es importante. Otros detalles pueden servirte para hacerle ver que la entiendes o que le prestas atención. ¿Me sigues?

Pues eso. Desde hoy, empieza a cultivar una actitud detallista.

CABALLEROSIDAD E INSTINTO PROTECTOR

La Caballerosidad y el instinto protector no son más que la forma que toma nuestra seguridad cuando la proyectamos adecuadamente sobre otros.

Se trata, además, de una gran actitud a la hora de desmarcarte románticamente del resto y de servirte de los detalles para comunicar algo que, muy a pesar de las modas pasajeras, jamás ha dejado de atraer y fascinar a las mujeres. Y es que, secretamente, la mujer sigue anhelando —sobre todo en un mundo como el nuestro que la obliga, cada vez más, a ser fuerte y segura— protección, atención y cuidados.

A fin de cuentas, pocas cosas pueden satisfacer su instinto más que el percibir que, aparte de estar junto a un Hombre Alfa, este se preocupa por ella, entiende sus necesidades y está dispuesto a protegerla.

Hablamos, eso sí, de un rasgo que ha sido sobreexplotado por los galanes del pasado, por lo que ahora arrastra ciertas resonancias anticuadas, sexistas o incluso manipuladoras. Hecho que, lejos de hacer que desaparezca la demanda de la Caballerosidad y Protección masculina, simplemente ha permitido que esta adopte formas más sutiles y sofisticadas.

Mi consejo es que te muevas con los tiempos que corren y te conviertas en un caballero de nuestros días.

Para empezar, olvídate de echar mano de estos gestos en situaciones concretas y, en lugar de ello, desarrolla un instinto de Caballerosidad y Protección. En otras palabras, debe convertirse en una especie de reflejo. Desde fuera ha de percibirse como algo que haces de forma natural e inconsciente, prácticamente sin reparar en ello.

Y, aunque un caballero como tú seguramente no lo necesita, te diré que este tipo de gestos caballerosos incluyen cosas como abrir puertas (la del coche incluida), llenar vasos, servir la comida, ofrecer antes a los demás de cualquier cosa que vayas a consumir, envolver con tu abrigo a la otra persona en las noches frías, ofrecer tu mano al subir alturas o escalones, arreglar la solapa de la camisa, quitar legañas —u otros cuerpos extraños— de los ojos, aplicar crema bronceadora sin que te lo pidan, encender cigarrillos (aunque no te recomiendo que vayas con fumadoras, no es sano), curar heridas, coger pesos o cualquier otra cosa que pueda incomodar ligeramente, caminar por el lado externo de la acera, extender la mano derecha con ademán protector cuando frenas de forma brusca con el coche, y un larguísimo etcétera que tú mismo podrás ir completando.

Podrás hacerlo a medida que enriquezcas tu experiencia y te empapes del comportamiento de los grandes Don Juanes de nuestro tiempo, así como de los héroes de la ficción romántica.

Invitar, por ejemplo, no te recomiendo que lo hagas a menudo a menos que te sobre la pasta y estés dispuesto a hacerlo con todo el mundo. De lo contrario, te arriesgarías a fortalecer el Marco de que intentas comprarla o de que ella es el Premio. Estarás ofreciendo una DEV y actuando como un Beta.

Las que siguen son algunas indicaciones que te ayudarán a llevar mejor el hábito de la Caballerosidad.

MUÉSTRATE PROTECTOR CON LOS SERES PRÓXIMOS

Esto no solo va a hacerla sentirse más segura a tu lado y a generar, por lo tanto, más Romance. Va a lograr también que parezcas más Alfa.

En otras palabras, mostrar al Objetivo que te gusta proteger a las personas cercanas a ti es en sí mismo una DAV.

TEN UN CONCEPTO POSITIVO DE LA MUJER

Pregúntate: ¿es posible ser un caballero y a la vez odiar a la mujer? La respuesta es un rotundo no.

De hecho, si te he saturado con explicaciones científicas evolucionistas sobre la mujer y su comportamiento es en parte porque quiero que la entiendas. ¿Con qué fin? Con el de que jamás condenes a las mujeres por su naturaleza ni les guardes rencor alguno cuando te hieran con comportamientos que, desde tu perspectiva de hombre, no puedes explicar.

Después de todo, alimentar algún tipo de resentimiento contra la mujer solo va a lograr tres cosas:

Demostrar que no has entendido bien las enseñanzas de este manual.

Impedir que llegues a dominar en profundidad las Artes Venusianas.

Parecer un Fruscambriento avinagrado que lleva años sin pillar cacho.

Piénsalo. Al mundo ya le sobran resentidos y resentidas hacia el sexo opuesto, hombres que maltratan o ponen en peligro la integridad física o psicológica de las mujeres y mujeres amargadas que guardan un odio y rencor infinito hacia todo lo masculino.

La noticia que tengo para ti es que dicha actitud, aparte de ser poco deseable para la sociedad, para tu felicidad y para tu propia realización como ser humano, resulta muy poco atractiva
[242]
. Es una DEV que puede olerse a kilómetros de distancia.

De ahí que si, además de no condenar a la mujer por su propia naturaleza, te eriges públicamente en amante de ella, estarás proyectando simultáneamente muchos rasgos positivos. Entre otros, estarás dejando claro que tienes un gran potencial romántico y estarás a la vez subcomunicando que, en general, te va bien con ellas.

Estarás, pues, demostrando Valor y haciéndote más atractivo.

NUNCA ESPERES NADA A CAMBIO DE TU ROMANTICISMO

¿Sabes cuál es la diferencia entre un Fruscambriento manipulador y un verdadero caballero?

Cuando el primero muestra un comportamiento romántico de este tipo, lo hace con la esperanza de obtener algo a cambio, de canjear su esfuerzo por alguna clase de recompensa. Y se le nota
[243]
.

En cambio, el caballero lo hace simplemente porque forma parte de él. De hecho, se siente más cómodo con esta clase de gestos que sin ellos.

Mi consejo es, por tanto, que te esfuerces por hacer que todo lo dicho en este apartado pase a convertirse en una especie de segunda naturaleza tuya. Recuérdate que, a fin de cuentas, no haces esto por nadie más que por ti.

Créeme, no hay nada más Alfa.

PRACTÍCALO CON TODO EL MUNDO

He mencionado al principio que la Caballerosidad ha ido adoptando formas más sutiles y sofisticadas. Una de las mejores y más progre es aquella que puede confundirse con educación. Impide ser detectado por el Radar del Objetivo y es igualmente efectiva que la tradicional, de corte más machista.

Por ello —así como por ejercitarlo e interiorizarlo— cultiva siempre este hábito. Hazlo en cualquier lugar y situación, con todo tipo de personas. Sí, has oído bien: con todo tipo de personas.

TBs o no, y tengan la edad que tengan. Y, en el caso de que estos te lo permitan, también hombres. Si el hombre en cuestión es homosexual y no te interesa, deja claro que no lo haces con ningún propósito especial.

Si, en cambio, el hombre es de tu agrado, no te des excusas y abandónate a la magia del momento
[244]
.

RELEVANCIA EMOCIONAL
[245]

Si pudiese resumir este apartado en una palabra, esta sería: conmueve. Si me dieses la posibilidad de hacerlo con dos, te diría: hazla sentir.

Esa es exactamente la clave: hazla sentir más que pensar. No intentes convencerla apelando a la lógica. Es más, escapa a su Modo Lógico. Recuerda que no hay nada como persuadir, arrastrar y conmover, despertando sentimientos y emociones.

Solo así lograrás llevarla a un Estado Emocional Favorable. Estado que, como sabes, es el más idóneo para pasar de Nivel.

Además, una de las cosas que desmarcan al Hombre Alfa es, entre muchas otras, su capacidad de impactar.

Y lo cierto es que, te guste o no, solo lograrás causar un impacto duradero en cualquier mujer en la medida en que sepas adquirir Relevancia Emocional dentro de su mente. Si aún no estás convencido del peso de este punto en el éxito con las mujeres, deberías reflexionar.

Por ejemplo, ¿te has preguntado alguna vez que es lo que impele a las mujeres a engancharse a los culebrones? ¿Por qué les gustan tanto los chismes y las historias de las vidas de famosos y no tan famosos? ¿Has leído alguna vez la clase de literatura romántica —también conocida como pornografía femenina— que pasa desapercibida ante los ojos de los hombres pero que las mujeres devoran? ¿Y qué me dices de todas esas películas dramáticas y trágicas que las mujeres van a ver con la esperanza de que las hagan llorar?

La respuesta es clara: las mujeres suspiran tanto por que las conmuevan y las sacudan emocionalmente como tú y yo lo hacemos por el buen sexo. Quizás les haga sentirse vivas, quizás les permita explorarse y entenderse mejor o quizás esto llene un montón de facetas de su feminidad simultáneamente. En cualquier caso, no podemos cuestionar la moraleja.

Por eso, conmueve. Hazla sentir. Invítala a una montaña rusa de sentimientos y emociones.

En los apartados siguientes encontrarás algunos consejos que te ayudarán a hacerlo.

Other books

Then We Came to the End by Joshua Ferris
Water Chase by Marjorie A. Clark
Best for the Baby by Ann Evans
Damaged Goods by Helen Black
Heavy Time by C. J. Cherryh
Lake Wobegon Days by Garrison Keillor
A City of Strangers by Robert Barnard
Hesitant Heart by Morticia Knight