Read Los demonios del Eden Online
Authors: Lydia Cacho
Gloria: También.
Emma: Mmm, pues sí.
Gloria: También todo eso lo tengo...
Emma: Mmm.
Gloria: … con Yanina, con todos, todas.
Emma: ¿Con quiénes todas?
Gloria: Todas, tú debes de saber quiénes.
Emma: Mmm, pues la verdad, quizá fueron tantas que ya ni me acuerdo.
Gloria: Ah, pues ¿ya ves?
Emma: Claro.
Gloria: Haz un poquito de memoria para que cuando estemos en el juicio, no te sorprendas.
Emma: ¿Qué, va a pasar los videos en el juicio?
Gloria: Claro.
Emma: ¿Ah, sí?
Gloria: Sí (con voz muy segura).
Emma: Mmm.
Gloria: Y yo lo único que digo es que... (Silencio.)
Emma: ¿También va a sacar el de, en el que estoy teniendo relaciones con Johny?
Gloria: También.
Emma: Mmm.
Gloria: Así es, se lo estás chupando tú y él te lo está chupando.
Emma: ¿Qué me está chupando?
Gloria: Ay... la cabeza. (Se burla.)
Emma: Ah.
Gloria: Yo lo único que quiero saber es por qué le quieres hacer daño, es todo.
Emma: No le quiero hacer daño, este...
Gloria: Entonces, ¿cuál es tu juego?
Emma:¿Y por qué tiene usted ese video donde yo estoy con Johny?
Gloria: Yo me lo robé.
Emma: ¿Usted se lo robó?
Gloria: Sí.
Emma: Mmm, OK. Pero ya tiene muchos años ese video.
Gloria: Mmm, un buen rato.
Emma: Sí, pues sí, un buen rato. ¿Como cuántos años tenía yo ahí, a ver?
Gloria: Ni tengo idea cuántos años tienes ahorita, ¿cómo voy a saber..
Emma: Ahorita tengo veinte y con Johny terminé como a los diecisiete años y medio, más o menos.
Gloria: Es... a los dieciséis.
Emma: ¿A los dieciséis terminé con él?
Gloria: Hmjm (afirmando).
Gloria: ¿Usted cree?
Gloria: Sí.
Emma: Bueno, pues no.
Gloria: Sí, porque ya después ya no hubo nada porque salió Iván.
Emma: Mmm, salió a los diecisiete y medio, Iván. (Iván es el que fue novio de Emma después de que se alejara de Johny.)
Gloria: No sé.
Emma: Bueno, ya lo sabe porque se lo estoy diciendo, pero bueno, de cualquier manera, fue de los trece, si usted cree que fue de los trece a los dieciséis, pus, me da igual ¿no?... pero bueno, entonces el video viene siendo desde los trece años a... entre los trece y los dieciséis años.
Gloria: Ese video no fue de los trece, fue un poco después.
Emma: ¿De los.., catorce?
Gloria: No sé.
Emma: Mmm.
Gloria: No sé y yo lo único que quiero saber es qué es lo que quieres, por qué le quieres hacer daño.
Emma: ¿A qué le llama usted hacer daño?
Gloria: ¿Cómo que a qué, a qué le, a qué le llamo?
Emma: Hmjm.
Gloria: Sí, ¿por qué le quieres hacer daño?, ¿por qué le hicistes esa demanda?, ¿por qué estás convenciendo a esas niñas para que hablen?
Emma: ¿Para que hablen?
Gloria: Ajá, para que digan que... ¿qué es lo que van a decir? Violación ¿de qué?, ¿de quién?, ¿a qué horas?, ¿cuándo fue eso?
EMMA: Es que esas preguntas se las debe hacer a Johny, no a mí, a su esposo. .. ¿por qué él. . .? (La interrumpe.)
Gloria: Ya se las hice.
Emma: ¿Y qué le dice él?
Gloria: Él no hizo nada.
Emma: ¿Que él no hizo nada?
Gloria: No.
Emma: Que no...
Gloria: Tú se las llevabas.
Emma: Yo se las llevaba ¿por orden de quién?
Gloria: Ay, m’ijita, hasta donde yo supe nunca te puso una pistola para que se las llevaras.
Emma: No, no hace falta poner pistola para que...
Gloria: ¿Entonces?
Emma: …cumplas órdenes.
Gloria: No, cuando uno no quiere cumplir órdenes, no las cumple.
Emma: Cuando te manipulan psicológicamente sí.
Gloria: Mmm... no.
Emma: Hmjm.
Gloria: No sé, yo, yo esos cuentos.., ya de, de las esas personas que, que están haciendo esto ya no me las creo porque en su momento lo gozan, en su momento lo disfrutan y ya después salen que son víctimas, antes no.
Emma: Mmm... si alguna vez yo hubiera disfrutado algo, quizá hubiera cambiado un poco pero...
Gloria: Yo pienso que en su momento lo disfrutastes, yo no sé por qué ya se te olvidó todo eso.
Emma: No, no se me olvida nada, desgraciadamente. Ojalá pudiera olvidar algo...
Gloria: Pues, ¿entonces?
Emma: Pues entonces ¿qué?
Gloria: ¿Entonces por qué si en su momento lo vivistes, por qué ahorita quieres echar a perder ese momento que viviste?
Emma: Lo viví porque me enseñaron que así era la vida, que así eran todas, que todas las niñas desde los seis años estaban cogidas y estaban abiertas y eran unas putas.
Gloria: Es que sí es cierto, ¡es cierto!
Emma: ¿Es cierto?
Gloria: Es cierto, sí...
Emma: ¿Cómo...?
Gloria: … aquí en Estados Unidos, en China y en todos lados.
Emma: ¿Qué, qué es cierto?
Gloria: Es cierto, desde los seis años empiezan con eso, los siete años.
Emma: ¿Desde los siete años todas las niñas ya...? Gloria: (ininteligible).., no vas a tapar el sol, eso es imposible de taparlo.
Emma: Pues no, pues no sé, yo ya no veo la vida así, así me enseñó a verla Johny, o sea.., que todas las niñas son...
Gloria: Hoy en día los, las niñas a los siete, seis años se casan; a los siete, seis años te dan clases de sexualidad.
Emma: ¿Si?
Gloria: Si
Emma: ¿Cómo crees?
Gloria: A esa hora te dan ellas or... te, te enseñan a esa edad. Yo no sé por qué te espantas, yo no sé por qué dices que te manipularon.
Emma: Porque es la verdad, porque yo a los trece años nunca había tenido relaciones hasta que conocí a su esposo, porque yo nunca había conocido muchísimas cosas hasta que conocí a tu esposo.
Gloria: Cuando tú conocistes a mi marido ya te habías acostado con alguien antes.
Emma: Nunca en la vida me había acostado con alguien
Gloria: OK.
Emma: Digo, a estas alturas realmente me da igual lo que pienses pero él lo sabe y sabe cómo hacer también muchas cosas.
Gloria: Pues sí... pues sí, pus, yo nada más le hablé a tu mamá por qué quieren hacerle daño, es todo, porque...
Emma: Mi mamá ni siquiera estaba... mi mamá ni siquiera está enterada de, de nada.
Gloria: ¿Tu mamá no está enterada? Tú le dijistes a mi marido que ella sabía dónde andabas tú con tu hermana el fin de semana.
Emma: Claro, en casa de una amiga.
Gloria: Ay, Emma, además, si te desaparecistes con Katia, ¿por qué le tienen que hablar a mi marido para buscarla?
Emma: ¿Por qué cree?
Gloria: ¿Por qué no le hablaban a tu mamá para preguntarle por ella?
Emma: Porque mi mamá no tiene nada qué ver en este asunto, porque el único que trata con las niñas es Johny y antes yo trataba con ellas...
Gloria: Pero si tú andabas...
Emma: cuando tenía dieciséis años.
Gloria: Tú andabas con ella ese día.
Emma: ¿Y qué tiene qué ver eso?
Gloria: ¿Por qué le hablan a mi marido para preguntarle por ella?
Emma: Porque mi mamá no tiene nada qué ver en este asunto, porque el único que trata con las niñas es Johny y antes yo trataba con ellas...
Gloria: Pero si tú andabas...
Emma: cuando tenía dieciséis años.
Gloria: Tú andabas con ella ese día.
Emma: ¿Y qué tiene qué ver eso?
Gloria: ¿Por qué le hablan a mi marido para preguntarle por ella?
Emma: Porque la niña va con su marido cuan.., cada vez que él viene de viaje. La niña va a su casa, usted trataba con la niña.
Gloria: Sí, sí, pero ese día, pero ese día no estaba con mi marido, ese día andaba contigo.
Emma: OK.
Gloria: ¿Por qué la señora Celia tenía que hablarle a mi marido?, ¿por qué no le habló a tu mamá?
Emma: Porque la señora Celia piensa que si está conmigo, está con su marido al mismo tiempo... y...
Gloria: No, no.
Emma: sí está con... él, por supuesto.
Gloria: No, porque mi m... la señora Celia sabía que entre ustedes ya no había nada.
Emma: Pues...
Gloria: Es ilógico que la señora piense que tú llevastes a la niña allá, aunque la llevastes después, pero un poco tarde.
Emma: ¿A dónde la llevé después?
Gloria: A mi casa.
Emma: Ah, sí, sí, ¿pero qué tiene qué ver eso?
Gloria: Te digo, la llevastes un poquito tarde.
Emma: Mmm, sí, la niña andaba conmigo, estuvo conmigo, fuimos a comer y todo.
Gloria: Yo no me explico por qué la señora le tuvo que hablar a mi marido.
Emma: Porque es la relación que tiene su marido con esta señora, porque su marido le...
Gloria: ¡No, nooo! (Habla notoriamente angustiada.)
Emma: Porque Johny recoge a la niña, se la pasa con ella el fin de semana y después la devuelve. Después de que la coge y la manosea, la devuelve a la casa.
Gloria: ¡Nunca la cogió y ella lo sabe!
Emma: ¿Y cómo lo sabes tú?
Gloria: Porque a mí me lo dijo él y yo creo en él.
Emma: Tú crees, pus, ¡claro que crees en él!, tienes treinta años con él.
Gloria: No, estás súper equivocada.
Emma: No sé... veinte años, no sé... perdón, como veinte años tienes con él, no sé. Tú debes de conocerlo más que yo y debes saber de lo que es capaz.
Gloria: Precisamente porque lo conozco, precisamente porque lo conozco te lo estoy diciendo. Nada más por eso. (Ruidos en el fondo.) ...Me están llamando, adiós. (Cuelga aceleradamente.)
Emma: Bye.
Según la abogada Acacio, esta grabación telefónica muestra i probabilidad de que Gloria, la actual esposa de Jean Succar Kuri, a quien conoció en Acapulco —de donde ella es originaria—, fuera una de sus víctimas en el mencionado polo turístico.
Las especialistas aseguran que Gloria se expresa como una víctima de abuso en negación, que admite el maltrato psicoemocional de su pareja, incluida la infidelidad expresa y la comisión de delitos que, según las propias palabras de la mujer en esta grabación, “son normales” porque Johny le dijo que “desde los seis y siete años ya tienen sexo y te dan clases de sexualidad”.
Tal vez sea Gloria una de las tantas víctimas de Succar que, por fin, con los años se convirtió en su cómplice con un evidente Síndrome de Estocolmo. (Este síndrome fue descubierto en 1973. En la ciudad de Estocolmo, Suecia, en un asalto bancario al Kreditbanker, los ladrones detuvieron a los empleados del banco durante varios días. Cuando los liberaron un fotógrafo capturó el momento en que una de las secuestradas besaba en la mejilla a uno de los captores. Fue así que bautizaron como “Síndrome de Estocolmo” a “ciertas conductas inconscientes que demuestra una víctima de secuestro, ya sea físico, sexual o psicológico, como el de las y los menores del caso Succar. A raíz de la vulnerabilidad y extrema indefensión que produce cierto tipo de cautiverios, la víctima se identifica en forma inconsciente con su agresor, ya sea asumiendo la responsabilidad de la agresión de que es objeto, ya sea imitando física o moralmente a la persona del agresor” [Montero, Andrés, 1999, Shaping the ethiology of Stokholm Syndrom: hypothesis of the induced mental model, IberPsicologíaj).
Esto queda más claro cuando se lee la declaración de Emma ante el ministerio público. En ésta la jovencita manifiesta que cuando cumplió quince años el Tío Johny le exigió que fuera a anunciarle a su madre que “ella y Johny estaban enamorados”. Ella se rehusó al principio; fue un año más tarde cuando le dijo eso a su madre, quien, asegura Emma, reaccionó de manera violenta y desconcertada ya que el sujeto tenía casi sesenta años y ella apenas acababa de cumplir los dieciséis.
Aún después de la fuga de Succar y su posterior detención, la prensa escrita y la televisión locales no se enfocaban en asunto penal, en la gravedad de los actos delictuosos, en los dimes y diretes entre Maribel Villegas, abogada del DIF municipal, y Leidy Campos, quienes deseaban a toda costa, y ya con evidente encono personal, inculpar a las madres de las víctimas. El enemigo más evidente, el pederasta, se desdibujó rápidamente en un extraño debate sobre las niñas y adolescentes lo provocaron a cometer el delito, incluso si ellas, las menores, se le ofrecieron a cambio de dinero y el pobre adulto había caído en sus redes.
En “El Café” se escuchaban los debates de voces predominantemente masculinas entre humo de cigarrillos. El tema era si una niña de doce años es o no capaz de gozar las relaciones sexuales, si no era para tanto que al “viejo Succar le gustara la carne joven”. Escuchamos, incluso, a un veterano periodista decir, entre risas de sus colegas: “A los trece ya lloran.., pero cuando se la sacas”. Los demás corearon y otro añadió: “Son cacha reglamentaria”. En manos de esos reporteros y editores estaba la investigación periodística.
Muy contados fueron quienes dedicaron tiempo a exponer los hechos sin prejuicios sexistas, con respeto a su labor periodística.
Entre ellos se encuentra el trabajo de las reporteras locales Adriana Varillas y Cristina Pequeño, junto a los reporteros David Sosa y Hugo Martoccia. También la participación de dos reconocidos periodistas nacionales, Ricardo Rocha y Carlos Loret de Mola; cada uno de ellos, en su espacio televisivo y radial, dio cuenta de la noticia desde un análisis más formal, profundo y serio. Al igual que Joaquín López Dóriga, Rocha y Loret de Mola tuvieron en sus manos el video en el cual aparecen dialogando Jean Succar Kuri y Emma, la valiente joven que lo denunció, video grabado bajo la supervisión de la Subprocuraduría de Justicia del Estado de Quintana Roo. Loret de Mola y Rocha hicieron un seguimiento puntual del caso, desde la fuga hasta la detención del prófugo Succar en Estados Unidos. Ricardo Rocha dedicó dos de sus programas nocturnos, llamados Reporte 13, al caso.
Tiempo después, el ex abogado de Succar confesaría el gran impacto que estos reportajes de fondo causaron para que su cliente perdiera apoyos políticos.
A continuación aparece la transcripción textual —en forma y lenguaje— de este video, el cual es, sin lugar a dudas, de una frialdad desgarradora. La J es por “Johny”, el mote que Succar pedía a las niñas que usaran para él. La E corresponde a Emma, la joven que lo entrevista, una de sus más de cien víctimas.