Humor y amor (11 page)

Read Humor y amor Online

Authors: Aquiles Nazoa

Tags: #teatro, #humor, #poesía

BOOK: Humor y amor
13.06Mb size Format: txt, pdf, ePub

y su tufo a gasolina

y sus brincos y sus saltos,

y, sobre todo ¡contigo

que te la pasas tan bravo!

¿No te parece excesivo,

no te parece inhumano

que a todos estos martirios

se agregue de ñapa un radio?

No, chofer, eso no es justo;

eso no es justo, mi hermano.

Yo admito que las empresas

por no ser de nuestro bando

nos impongan el tormento

de esos rodantes calvarios.

Pero que usted, compañero,

también quiera atormentarnos:

¡Eso si es serio, compinche!

¡Eso si es serio, mi hermano!

Porque entonces, ¡que carrizo!

entonces, ¿con quien contamos?

SEGUNDA PARTE
UN SAINETE O ASTRAKAN
DONDE EN SUBIDOS COLORES
SE LES MUESTRA A LOS LECTORES
LA TORTA QUE PUSO ADAN

ACTO I

El drama pasa en el cielo

y en los tiempos patriarcales

en que Adán era un polluelo

y el mundo estaba en pañales.

Al levantarse el telón

es San Miguel quien lo sube;

llega Dios en una nube

y así empieza la cuestión.

DIOS

Hecha la Tierra y el Mar

y el crepúsculo y la aurora,

me parece que ya es hora

de acostarme a descasar

SAN MIGUEL

¿Terminásteis el Edén?

DIOS

Hombre, claro, por supuesto,

y aunque peque de inmodesto,

me parece que está bien.

Es sin duda lo mejor

de cuanto hasta hoy he creado:

tiene aire acondicionado

y un río en technicolor.

Y como el clima

lo favorece

todo allí crece

que es un primor:

se dan auyamas,

y unas papotas

de este color.

SAN MIGUEL

A propósito, Señor,

empeñado en sostener

hoy con vos una entrevista,

por aquí estuvo el nudista

que fabricásteis ayer.

DIOS

¿Nudista?... Debe haber

alguna equivocación;

yo ayer hice el cigarrón,

el picure y el cochino,

pero ninguno anda chino;

todos tienen pantalón.

SAN MIGUEL

Señor, olvidáis a Adán,

el animal de dos patas;

el que vive entre las matas

como si fuera Tarzán.

DIOS

¡Ya recuerdo!... El ejemplar

que fabriqué con pantano

y a quien el nombre de humano

le di por disimular.

(Risueño)

La intención que tuve yo

fue fabricar un cacharro,

pero estaba malo el barro

y eso fue lo que salió.

SAN MIGUEL

Y bien, ¿hablaréis con él?

DIOS

Llamádmelo, por favor.

SAN MIGUEL
(at the telephone)

¡Atención, operador!

Conecte con el Vergel

y avísele al Tercio Aquel

que lo llama el Director.

OPERADOR

Estés en tierra o en mar,

deja, Adán, cuanto te ate

y acomódate en el bate

que el Viejo te quiere hablar!

ACTO II

Ahora pasa la acción

al jardín del Paraíso,

donde Adán, ya sobre aviso

recibe al viejo en cuestión.

EL VIEJO

Adán, ¿qué quieres de mí?

ADÁN

Oh Señor, que he de querer,

¡que me consigas mujer

o que me saques de aquí!

DIOS

¿No te gusta este lugar?

ADÁN

Tiene magníficas cosas:

las frutas son deliciosas

y el clima muy regular:

tiene animales

de los más finos:

sólo cochinos

hay más de cien.

Y en cuanto a plagas

esto es muy sano:

sólo hay gusano

chipo y jején.

Pero aunque no tenga igual

ni en belleza ni en salero,

mientras yo viva soltero

le falta lo principal.

DIOS

Entonces no hay más que hablar.

Si quieres una señora,

ponte de rodillas, ora

y acomoda el costillar.

(Tras esta declaración

y sin conversarlo mucho

pela Dios por un serrucho

y empieza la operación.)

DIOS

Hágase en un santiamén

la criatura encantadora

que va a coger desde ahora

por el mango la sartén!

(Y del costado de Adán

sale su joven esposa:

la joven pecaminosa

de quien los tiempos dirán

que por estar golosa

perdió el perro y perdió el pan.)

ACTO III

Adán se casó con Eva,

y con sus pocos ahorros

se compraron dos chinchorros

y alquilaron una cueva.

Y a la siguiente semana

ya arreglados sus asuntos,

salieron a darle juntos

una vuelta a la manzana.

Y fue en aquella ocasión,

fue en aquel triste minuto,

cuando encontraron el fruto

que causó su perdición.

EVA

¿Qué fruta es esa

color granate?

¿Será tomate?

¿Será mamón?

ADÁN

Ni son naranjas

ni son limones

EVA

¿Y pimentones?

ADÁN

¡Tampoco son!

EVA

La mata en su ramazón,

a la de almendrón imita.

ADÁN

¿Almendrón? ¡Que va, mijita!

¡Yo conozco el almendrón!

(Eva se acerca al manzano,

pero al estar junto a él,

con un machete en la mano

la detiene San Miguel.)

SAN MIGUEL

Si no queréis que lejos

os boten del jardín

oíd estos consejos

que os doy en buen latín.

Podéis comer caimito,

batata y quimbombó,

cambur y cariaquito,

¡pero manzana no!

Y el que haga caso omiso

de tal prohibición,

saldrá del Paraíso

lo mismo que un tapón.

(Se evapora San Miguel

y entonces sale una fiera

semejante a la manguera

de una bomba Super-Shell.)

MANGUERA

No le hagas caso, mujer,

si quieres comer manzanas

no te quedes con las ganas,

que nadie lo va a saber.

(Y al probar Eva el sabor

del fruto que tanto ansiaba,

se vuelve pájara brava,

por no decir lo peor.)

EVA

¡Quiero joyas

y oropeles!

¡Quiero pieles

y champán!

¡Quiero viajes

por Europa!

¡Quiero sopa

de faisán!

¡Quiero un novio

que se vista!

¡No un nudista

como Adán!

(Aplaude alegre el reptil.

Eva baila con un oso

y Adán está más furioso

que un loco en ferrocarril.)

ACTO IV

Sale Adán junto a la fuente

jugando con una rana,

diversión intranscendente

muy propia de un inocente

que no ha comido manzana.

Y es aquí cuando Eva llega

con un traje tan conciso,

que se le ve El Paraíso

por la parte de La Vega.

EVA

Adán, ¿por qué tan callado?

Dime, amor, ¿qué te resiente?

ADÁN

Que entre tú y esa serpiente

me tienen muy disgustado.

EVA

¡Pero si todo es en chanza!

¡Y esa culebra es tan mansa

como el caballo y la cebra...!

ADÁN

Pero para ser culebra

le has dado mucha confianza.

(Llorando)

Yo soy tu burla, tu guasa,

y en cambio con la serpiente,

te muestras tan complaciente

que ella es quien manda en casa.

(Filosófico)

¡Eso es lo triste y lo cruel

de la amistad con culebra,

que si uno les da una hebra

se cogen todo el carrete!

EVA

Bueno, Adán, aquí hay manzana.

ADÁN

¡No quiero!

EVA

¿Por qué, negrito?

ADÁN

Porque no tengo apetito

ni me da mi perra gana!

EVA

Un pedacito... Sé bueno...

Pruébala... ¡Sabe a bizcocho!

ADÁN

No puedo. Comí topocho

y a lo mejor me enveneno.

(Furiosa, escupiendo plomo,

Eva coge un arma nueva

y antes de que Adán se mueva

se la sacude en el lomo.)

EVA

¡Vamos, Adán, no más plazos!

Aquí tienes dos docenas:

¡Te las comes por las buenas

o te las meto a escobazos!

ADÁN

Bueno, sí, voy a comer:

pero no arriesgues tu escoba,

mira que el palo es caoba

y es muy fácil de romper.

(Y arrodillándose allí,

como un moderno cristiano,

coge la fruta en la mano

se la come y dice así:)

ADÁN

¡Por testigo pongo a Dios

de que si comí manzana,

la culpa es de esta caimana

pues me puso en tres y dos!

(Come llorando)

LA VOZ DEL VIEJO

Pues transgredisteis así

mis órdenes oficiales.

¡Amarrad los macundales,

y eso es saliendo de aquí!

AUTOR

y así acaba el astrakán

donde en subidos colores

se les mostró a los lectores

la torta que puso Adán.

LA PASION SEGUN SAN COCHO
O SER SANTO NO ES SER MOCHO

Al levantarse el telón

se ve en escena una cena

donde cena una docena

de tercios en camisón.

Ante la mesa de cedro

cuya forma es de redoma

se pone de pie San Pedro

y alza una copa de goma.

SAN PEDRO

Y ahora, con guarapita

voy a tener el honor

de pegarme esta copita

por el Reino del Señor

JESÚS

Te doy las gracias, Perucho,

mas no te entusiasmes mucho.

Mi reino no es de este mundo

donde hay tanto vagamundo;

Sin darme tiempo a que reine

aquí ni en lugar alguno,

entre vosotros hay uno

que me está poniendo el peine.

(Rojo San Juan de furor

y con el gaznate seco

dice con sordo rencor:

—Ese de que habla el Señor

tiene que ser un adeco.)

JESÚS

Y bien, aunque la velada

está tan encantadora,

me parece que ya es hora

de tocar la retirada.

La cena estuvo exquisita

y la charla muy amena.

Yo voy a bajar la cena

y a echar una rezadita.

(Bendiciendo a los demás

sale Cristo en un burrito

y al coger su cachachás

se le va Judas atrás

haciéndose el motolito.)

SAN JUAN

Hoy Judas se ha comportado

como antes nunca lo hizo:

Para mi que ese carrizo

tiene su trompo enrollado.

(Tras la escena que hemos visto

se pasa a un sitio remoto

donde Judas ya está listo

para negociar a Cristo

como si fuera un coroto

En acción cinco soplones

y Judas, un poco esquivo,

que ya ha firmado el recibo

y está contando marrones.)

JUDAS

Ya sabéis lo convenido:

Yo al verlo le doy un beso

y vosotros lo hacéis preso

cuando escuchéis el chasquido.

(Iscariote se retira

y la escena pasa ahora

a un lugar donde se mira

a un gentío que le tira

peñones a una señora.

Y Jesús entra en escena

cuando ya falta muy poco

para que a la Magdalena

le desportillen el coco.)

JESÚS

¿Qué te asusta? ¿Qué te arreda?

¿Quién te persigue cual rata?

¿Quién te ha tirado esa piedra

que si te alcanza te mata?

MAGDALENA
(llorando)

Porque visto este sudario

color de zamura clueca,

mi vecindario me impreca

diciéndome: ¡Adeca, adeca!

¡La adeca del vecindario!

JESÚS

¿Y por eso se te acosa

como a un animal inmundo?

Pues que raro, niña hermosa,

porque, bien vista la cosa.

adeco aquí es todo el mundo.

Del interior o del centro,

ricachos o güelefritos,

aquí hasta los muchachitos

llevan su adeco por dentro.

(Y alzando hacia el pueblo el brazo

le lanza el siguiente leco:

—¡Que el que no se sienta adeco

suelte el primer ladrillazo!

Todo el mundo se serena;

de armar la marimorena

ninguno tiene el valor,

y Cristo a la Magdalena

le susurra en la melena:

—¿No te lo dije, mi amor?)

(Haciéndose el distraído

sale Judas Iscariote

y según lo convenido,

a Cristo que está abstraído

le da un beso en el bigote

Cristo observa con sorpresa

semejante atrocidad,

porque Judas cuando besa

es que besa de verdad.

Consumada esta acción vil,

la escena pasa, en dos platos,

a una especie de redil

donde están Poncio Pilatos

(un solemne pelagatos),

y Caifás que es un reptil.)

PILATOS

¿Cómo estamos hoy de presos?

CAIFÁS

Ni muy flojos ni muy gruesos:

Fuera de mil en La Planta

y seis mil en la Modelo

y el número que ya espanta

de los enviados al cielo,

tenemos dos nada más:

Jesucristo y Barrabás

(Caifás hacia afuera grita

con su voz más detonante:

—¡Que traigan a Carne Frita

y al tercio de la chivita

que se hace el interesante!)

(Salen los dos prisioneros:

Barrabás, que casi en cueros

muestra su cuerpo retaco,

y Jesús al que le choca

que en vez del Credo en la boca

cargue un enorme tabaco.)

PILATOS

¿Cuál de ellos es Barrabás?

CAIFÁS

El mediano, el gordiflón,

el que tiene el pantalón

abrochado para atrás.

PILATOS

¿Cuál dices? ¿Aquél gordito

que está junto a la mampara?

¿Aquél que tiene la cara

como de loro chiquito?

CAIFÁS

Tiene a monte a sus vecinos

robándoles el ganado:

solamente el mes pasado

cargó con treinta cochinos.

Y el otro es como un chiflado,

es una especie de cura

de quien la gente asegura

que multiplica el pescado.

PILATOS

¿Y por qué lo han arrestado?

CAIFÁS

Porque anoche ¡voto al cuerno!,

fue por la calle encontrado

falsificando el pescado

y hablando mal del gobierno.

PILATOS

Los dos debieran panquear,

pero no se va a poder...

Tendremos que resolver

por votación popular.

CAIFÁS

Excelente solución;

haremos un plebiscito

para que gane el gordito

y el otro vaya al cajón.

(Al pueblo)

Como hay una sola cruz

y un candidato de más,

diga el pueblo ante Caifás

si se embroma a Barrabás

o si se raspa a Jesús!

—¡Que se salve el Nazareno

—grita el coro de vecinos—

él podrá no ser muy bueno,

pero no roba cochinos!

BARRABÁS
(llorando)

Salvadme, nobles vecinos,

que si salváis mi cabeza

yo en cambio os doy la promesa

de devolver los cochinos!

(Todos levantan las manos

cual parando un autobús:)

—¡Si él devuelve los marranos

completos, sanos y salvos,

entonces, muera Jesús!

CRISTO

Qué ejemplo tan oportuno

de lo que yo siempre noto:

para lo que sirve el voto,

pa' que lo embromen a uno!

(Más Cristo, que por lo visto

no es el de años anteriores,

al mirar que sus captores

tienen el mecate listo,

pegando un salto imprevisto

los increpa ya molesto:)

—¡Vayan buscando otro Cristo,

porque yo no sigo en esto!

Y a los que me quieren tanto

por mi carácter sumiso,

que se busquen otro santo.

¡Yo no soy manso un carrizo!

(Oyendo palabras tales

Judas de pena se ahoga

y entonces coge los reales

para comprarse una soga.

Mas tiene tan mala suerte

que al colgarse de una rama,

en vez de encontrar la muerte

encuentra un golpe tan fuerte

que pasa un año en la cama.)

AUTOR

Y aquí termina la broma

en donde como hemos visto,

se demuestra que hasta Cristo

vino este año por la goma.

Other books

32 Cadillacs by Joe Gores
An Opportunity Seized by Donna Gallagher
Exiles by Cary Groner
Santa Viking by Sandra Hill
An Accidental Seduction by Michelle Willingham
Common Enemy by Sandra Dailey
Lost in Paradise by Tianna Xander
Silent Daughter 2: Bound by Stella Noir, Linnea May