vestales, vírgenes. Vesta tenía su sacerdocio particular, el colegio de seis mujeres llamadas las vestales. Ingresaban a los seis u ocho años de. edad, hacían votos de castidad y servían a la diosa durante treinta años, tras los cuales quedaban eximidas de sus votos y se integraban en la sociedad, pudiendo casarse, aunque pocas lo hacían por considerarlo nefasto. Su castidad procuraba suerte a Roma, es decir, al Estado. Cuando se creía que una vestal había roto el voto de castidad, no se la juzgaba y castigaba en seguida, sino que se le seguía proceso ante un tribunal especial, y también se juzgaba a sus supuestos amantes ante otro tribunal. Si se le declaraba culpable, quedaba encerrada en una cámara subterránea tapiada, donde perecía. En tiempos de la república, las vírgenes vestales vivían en el mismo domus publícus que el pontífice máximo, aunque aparte.
vexillum. Bandera o estandarte. vía. Calle o carretera.
Vía Emilia. Construida en el 187 a. JC.
Vía Emilia Scaurí. Terminada hacia el 103 a. JC.; la construyó Marco Emilio Escauro, príncipe del Senado y censor en el 109 a. JC.
Vía Annia (1). Construida en el 153 a. JC.
Via Annia (2). Construida en el 131 a. JC. Existe gran polémica a propósito de si era la Via Annia o la Via Popillia. En el mapa la he señalado como Via Popillia, al obtener en las fuentes mayor número de veces su mención.
Vía Appía. Construida en el 312 a. JC.
Vía Aurelia Nova. Construida en el 118 a. JC.
Vía Aurelia Vetus. Construida en el 241 a. JC.
Vía Campana. No se conoce la fecha.
Vía Cassia. Construida en el 154 a. JC.
Vía Clodia. Construida en el siglo nI a. JC., pero no se conoce la fecha.
Vía Domitia. Construida en el 121 a. JC. por Cneo Domicio Ahenobarbo.
Vía Egnatía. Construida posiblemente hacia el 130 a. JC.
Vía Flaminía. Construida en el 220 a. JC.
Vía Labicana. Muy antigua, sin fecha.
Vía Lata. Muy antigua, sin fecha.
Vía Latina. Muy antigua, sin fecha.
Vía Minucia. Construida en el 225 a. JC.
Vía Ostíensis. Muy antigua, sin fecha.
Via Popillia (1). Construida en el 131 a. JC.
Vía Popillia (2). Construida en el 131 a. JC. Se denomina también Via Annia y no se sabe quién la construyó.
Vía Postumia. Construida en el 148 a. JC.
vía praetoría. Amplia avenida en el interior de un campamento militar romano que unía la puerta delantera con la trasera.
vía príncípalis. Amplia avenida en los campamentos militares, perpendicular a la vía praetoría y que unía las puertas laterales. La tienda del general estaba situada en la intersección.
Vía Salaría. Muy antigua, sin fecha. Sería probablemente la más antigua de las calzadas romanas. En el 283 a. JC. se construyó un ramal, la Via Caecilia, y en el 168 a. JC. otro ramal, llamado Via Claudia.
Vía Ti bu rtína. El nombre antiguo del primer tramo de la Via Valeria, entre Roma y Tibur.
Vía Valería. Construida en el 307 a. JC.
~ñcus. Bocacalle, no necesariamente corta. La palabra describe más que la calle en si, la serie de edificios de sus dos lados; su origen es como nombre de aldea, en donde los edificios se sitúan sin orden a uno y otro lado. En las' ciudades, los nombres de las calles perduran durante siglos, salvo cuando un monarca o un político les dan su nombre. Por ello, al hacer el mapa de Roma, he usado los nombres de las calles de la época republicana que no pertenecían a nuevos barrios ni a la urbanización imperial; el Vicus Insteius, Vicus lugarius, Vicus Tuscus, Vicus Patricii, Vicus Longus, etc., siempre habrían tenido tales nombres. He procedido igualmente así con el Alta Semita y las colinas del Clivus Orbius, Clivus Patricius, Clivus Capitolinus, Clivus Argentarius, Clivus Pullius in Tabemola, etc. Algunas calles de Roma recibían el nombre de la actividad que en ellas tenía lugar; así, Vicus Sandalarius (zapateros), Clivus Argentarius (banqueros), Vicus Fabricii (artífices); otras llevaban nombres de lugares, como el Vicus Tuscus (Etruria), otras simplemente indicaban a dónde conducían, como el vicus ad malum punicum (calle que va hacia el granado).
Vienne, Vienna. La actual Vienne. El verdadero nombre de este puesto de comercio en el río Ródano era Vienna, pero se la suele denominar por el nombre moderno para evitar confusión con la capital de Austria.
villa. Casa de campo autónoma y que en origen tenía relación con la agricultura, es decir, era una granja. Se construía en torno a un peristilo o patio, tenía establos o cobertizos en la parte delantera y la vivienda atrás. En tiempos de Cornelia, madre de los Gracos, los romanos ricos se construían villas de veraneo y no granjas; el estilo arquitectónico de la villa cambió con arreglo a las modas. Muchas de ellas estaban a la orilla del mar.
Villa Publica. Trozo ajardinado del Campo de Marte, frente al Vicus Pallacinae, en el que los que celebraban el desfile triunfal se concentraban antes de iniciarlo.
vino, vino de calidad. El vino era un elemento primordial en la vida de romanos y griegos; al no disponer de instrumentos para la destilación, el vino era la única bebida con contenido alcohólico, objeto de gran reverencia (de ahí los dioses del vino Baco y Dionisos) y, generalmente, gran respeto. Se cultivaban muy diversas variedades de uva, blanca y roja, para hacer vinos en la modalidad de blanco y tinto.
En tiempos de Cayo Mario la viticultura romana era un negocio muy perfeccionado que había desbancado a la griega definitivamente. A los romanos se les daban bien las plantas, la jardinería y la agricultura, y desde que sus ciudadanos privilegiados comenzaron a viajar por el extranjero, Roma dispuso de numerosas plantas importadas, muchas de ellas variedades de especies ya conocidas y otras totalmente nuevas. Esto es aplicable a la vid, siempre acrecentada con importaciones foráneas.
Los viticultores romanos eran muy hábiles en injertos y sabían prevenir las plagas. Con el asfalto extraído del Palus Asphaltites palestino (mar Muerto), por ejemplo, impregnaban el tronco leñoso de la vid para impedir el desarrollo de verdín y moho. Una vez madura, recogían la uva para echarla en tinas y pisarla, y el primer jugo se reservaba para hacer el mejor vino del año. La uva, una vez pisada, se prensaba en unos aparatos similares a los que hoy día existen en las viñas en que no ha llegado la producción masiva, obteniéndose así el vino comen-te. Luego volvía a prensarse para obtener una tercera clase de bebida, agria, que se vendía a un precio muy barato y para con-sumo de los humildes en grandes cantidades, y que también se daba a los esclavos. A veces se reforzaba para incrementar su contenido alcohólico añadiéndole mosto hervido tras el proceso de fermentación. La fermentación se hacía con mayor o menor cuidado, según la clase de caldo y los designios del viticultor. En unas tinajas recubiertas interiormente de cera (para los vinos de calidad) o de pez (producto residual de la resma una vez extraída la trementina, con lo que el vino absorbía su sabor y adquiría un sabor parecido al de la actual resma griega), los caldos se guardaban varios meses, espumándolos continuamente.
Una vez fermentados, los vinos para el consumo inmediato se trasvasaban a las ánforas o (a veces) a pellejos. Los vinos que se destinaban a una maduración adicional, primero se colaban minuciosamente con cedazos y telas, luego se "embotellaban" en ánforas escrupulosamente cerradas y aisladas del aire con cera derretida, y se marcaban con el año, la viña, el tipo de uva y el nombre del viticultor, para almacenarlas en bodegas frescas. También se utilizaban barricas de madera para algunos vinos excepcionales.
La mayoría de los vinos se bebían dentro del plazo de cuatro años, pero los que quedaban bien cerrados no seguían fermentando, sólo maduraban, y, así, algunos tardaban veinte años en alcanzar su punto. Estos eran, naturalmente, los vinos de calidad. Y entonces, como ahora, el enólogo echaba la cabeza hacia atrás y profería la retahila de su jerga de adletivos y adverbios. Había muchos entendidos. Uno de ellos era el gran abogado Quinto Hortensio Hortalus, que al morir en el 50 a. JC. legó el asombroso número de 10 000 ánforas de vino a un anónimo beneficiario. El ánfora tenía una capacidad de 25 litros, por lo que Hortensio dejó en herencia 250 000 litros de vino. No era costumbre beber el vino puro, y se le añadía diversa proporción de agua.
Las mujeres romanas de tiempos de Cayo Mario bebían poco vino; en los primeros tiempos de la república, si el paterfamilias olía a vino en el aliento de una de las mujeres de la casa, tenía derecho a ejecutarla in situ. Pese a la aparente sobriedad de los bebedores romanos, echando agua al vino, el alcoholismo era en la antiguedad tan acuciante problema como en la actualidad.
vir militaris. (Véase militar.)
Visurgis, río. El Weser actual, en Alemania.
voconci os. Confederación de tribus celtas que habitaban en las márgenes del río Druentia, en la Galia Transalpina, en tierras contiguas a las de los alóbroges, situados al norte. Se complacían en asaltar a los viajeros romanos que pasaban por el tramo alpino de la Via Domitia en dirección al valle del Ródano.
vokos tectosagos. Confederación de tribus celtas que habitaban en la Galia mediterránea, más allá del valle del Ródano, hasta Narbona y Tolosa (véanse Breno, Tolosa).
volscos. Uno de los primitivos pueblos de la Italia central. Ocupaban el Lacio oriental en torno a los asentamientos de Sora,
Atina, Antium, Circei, Tarracina y Arpinum; sus aliados eran los ecuos. A finales del siglo Iv a. JC., los volscos habían quedado tan integrados en la sociedad romanizada que casi habían perdido su identidad cultural y étnica. No hablaban latín, sino un idioma propio parecido al umbro.
yugo. Era la pieza de madera con que se uncía a la pareja de bueyes por el pescuezo. Aplicado al ser humano, vino a significar el dominio y la sojuzgación. En Roma había un yugo balo el cual pasaban los jóvenes de ambos sexos, situado en un punto del Carinae, y que se llamaba el Tigillum, quizá como símbolo de sumisión a la vida seria de los adultos. Sin embargo, fue en el ámbito militar en el que el yugo llegó a adquirir su más profundo significado simbólico, pues los primitivos ejércitos romanos (o quizá los etruscos) obligaban al enemigo vencido a pasar balo el yugo; se clavaban dos lanzas en el suelo y entre ellas se tendía una tercera de modo que no permitiese el paso de un hombre sin agacharse. Lamentablemente, los ejércitos enemigos adoptaron igual criterio y, en consecuencia, de vez en cuando un ejército romano se veía obligado a pasar bajo el yugo. Esto era una humillación intolerable, a tal extremo que el Senado romano prefería que sus ejércitos combatieran hasta que cayera el último hombre antes que manchar el honor y la dignitas de Roma rindiéndose y pasando bajo el yugo. Hasta los más humildes romanos, incluidos los del censo por cabezas, consideraban una gran humillación pasar bajo el yugo y exigían explicaciones cuando los ejércitos no habían luchado hasta el exterminio.
Yuturna. Primitiva deidad romana de carácter incorpóreo y sin mitología en el sentido griego (aunque posteriormente la tuvo, gracias, fundamentalmente, a Virgilio). Era una ninfa de las aguas y tenía una fuente con altar junto a la escalinata de las Vestales que ascendía al Palatino; se atribuían poderes curativos a sus aguas y a la fuente acudían numerosos peregrinos.