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Authors: Alejandro Suarez Sánchez-Ocaña

Desnudando a Google (15 page)

BOOK: Desnudando a Google
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Al ver comprometido a Office, Microsoft se alió con Facebook. En abril de 2010 ambas compañías presentaron Docs for Facebook, una nueva herramienta que permite a los usuarios de la plataforma social crear y compartir
online
con sus amigos documentos de Word, Excel y PowerPoint. Si alguien pensaba que Google haría daño al ofrecer a sus millones de usuarios una
suite
de
software
gratuita, ahora era Microsoft el que hacía lo mismo a los más de 600 millones de usuarios de Facebook. La tecnología se basa en las Office Web Apps, la principal novedad de Microsoft Office 2010.

En el blog oficial de Office se mostraban ilusionados. Decían que era «una noticia realmente excitante. Estés donde estés podrás mantener el contacto con tus amigos y seres queridos: Office en cualquier lugar, también en tus redes sociales, para compartir presentaciones, enviar invitaciones, colaborar en documentos de trabajo o de economía familiar». La realidad es que el uso parece haber sido intrascendente, y no parece haber cambiado la vida de la gran mayoría de los mortales.

Apple

Apple es, en cierto modo, como Google, una empresa de culto dedicada esencialmente a la fabricación de productos electrónicos y
software
. Es uno de los líderes en el ámbito tecnológico a nivel mundial. Fue creada por Steve Wozniak y por un tipo peculiar, una mezcla de mito y excéntrico gurú, llamado Steven Paul Jobs —más conocido como Steve Jobs—, que era, hasta su muerte, el mayor accionista individual de The Walt Disney Company. En 1985 Jobs fue despedido de Apple. Regresó a la compañía unos años más tarde, en 1997. En agosto de 2011, apenas un mes antes de su muerte, dimitió como consejero delegado de la compañía y fue sustituido por Tim Cook, hasta ese momento director de Operaciones de Apple. Jobs está considerado el padre de la era posPC por haber creado los productos más novedosos, como el iPhone, el iPod y, más recientemente, el iPad.

Bajo el mandato de Steve Jobs la empresa de la manzana ha logrado transformarse desde el estatus de empresa con dificultades financieras hasta convertirse en una de las más valiosas marcas comerciales del mundo. Prueba de ello es que durante los años 2008, 2009 y 2010 fue nombrada la marca más admirada del mundo, según el
ranking
que elabora la revista
Forbes
.

Y no sólo llegaron los logros de valor de marca, sino que también le acompaña el éxito financiero. El mismo mes de la retirada de Steve Jobs se convirtió en la empresa del mundo con mayor cotización en Bolsa, superando en valor bursátil a la gigantesca compañía energética Exxon Mobil.

Creo que es muy difícil hacerse a la idea del tamaño que ha alcanzado lo que antes era una compañía simpática que ideaba y fabricaba productos
cool
para minorías. Mencionaré dos analogías rápidas para hacernos a la idea:

—En agosto de 2011 el valor bursátil de Apple equivalía al valor de los 32 grandes bancos de la zona euro… ¡juntos!

—Un mes antes, en julio de 2011, la tesorería neta de la compañía llegó a ser superior a la del gobierno de Estados Unidos. A finales de 2010 la empresa declaraba tener 46.000 empleados y unas ventas de más de 65.000 millones de dólares.

El caso es que Apple y Google parecieron ser durante años aliados naturales en la competencia contra Microsoft. Sin embargo, Apple empezó en algún momento a sentirse atacada por la voracidad de Google, especialmente cuando Android se volvió una realidad que podía competir de forma directa con uno de sus productos más célebres: el iPhone.

Este
gadget
de Apple se considera un objeto de culto por parte de millones de usuarios. Desde 2007, fecha en la que salió al mercado en Estados Unidos, las ventas mundiales han superado con creces los 90 millones de unidades. La trascendencia de este terminal es tal que incluso fue declarado por la revista
Time
el mejor invento de 2009.

En la lucha por el control del teléfono móvil del usuario se presenta un importante conflicto entre Google y Apple por la necesidad de imponer uno u otro sistema operativo. La principal diferencia radica en que, a medio plazo, Google obtendrá más volumen de usuarios, ya que Android es de libre distribución y será adoptado como sistema operativo por cada vez más fabricantes. Sin embargo, a buen seguro Apple mantendrá una buena cuota de mercado al tratarse de una marca de culto. De hecho, hay consultoras que se empeñan en perfilar las diferencias de los consumidores que prefieren Android y los que utilizan un iPhone, como si no se tratara de una decisión meramente personal. Hay estudios divertidos, como el realizado por Hunch con la ayuda de Column Five Media, según el cual «los hombres son de Android y las mujeres de iPhone». Según otro aún más curioso, realizado por la misma compañía, indica que los consumidores de Android parecen ser más introvertidos, tienen menos dinero, son conformistas en lugar de liderar al grupo y nunca hacen copias de seguridad del disco duro de su ordenador, mientras que los de iPhone son extrovertidos, ganan mucho dinero, lideran a la gente que les sigue y realizan sin cesar copias de seguridad de los archivos de su ordenador. Por supuesto, esto es sencillamente delirante y roza lo ridículo. Lo único que quiere decir es que hay demasiadas compañías con el tiempo libre suficiente como para hacer estudios carentes de todo sentido y, seguramente, de rigor científico. Al final un terminal u otro es un simple tema de elección, y ésta puede ser —o no— objetiva dependiendo de lo que estemos habituados, de nuestras apetencias y del entorno y uso que queramos darle.

La batalla de los teléfonos inteligentes no se reduce a Android o a iPhone. En esa competencia también entran, aunque no de forma tan directa, las populares Blackberry y los terminales con Windows Mobile. En el siguiente cuadro se muestra una composición del mercado a mediados de 2011 por sistema operativo.

Para hacer frente al iPhone Google llegó a pensar en un primer momento que no sólo lo haría por medio de su sistema operativo móvil, sino que además podría tener sentido diseñar su propio
hardware
. De esa forma lanzó, en colaboración con el fabricante HTC, su propio teléfono móvil en enero de 2010 bajo el nombre de Nexus One, un
smartphone
que funcionaba con el sistema operativo Android 2.1. Las primeras cifras de ventas de este teléfono inteligente no alcanzaron, ni de lejos, al iPhone, que en ese momento dominaba el mercado y estaba pasando por su mejor momento.

Un informe de aquellos meses de la consultora Flurry señalaba que Google vendió unos 135.000 modelos de su Nexus One en sus primeros 74 días a la venta. iPhone vendió en el mismo período un millón de unidades. Nexus One era un terminal que traía consigo curiosidades
made in Google
. Por ejemplo, sólo fue anunciado y únicamente se podía adquirir a través de internet. Era como si la compañía estuviera tan segura del producto y de su capacidad de convencer a millones de
googlefans
que pensara que no necesitaba canales de venta tradicional. No fue precisamente un éxito, pero aun así Apple se vio atacada. Steve Jobs criticó duramente a Google por ello. «Nosotros no hemos entrado en el negocio de los buscadores. Ellos han entrado en el negocio de los teléfonos. No es un error, quieren matar al iPhone. ¡No les dejaremos!», dijo en cierta ocasión.

Además de entrar en conflicto con sus intereses en telefonía móvil con los terminales Android e iPhone, ambas compañías están especialmente interesadas en desarrollar soluciones de publicidad dentro de sus sistemas. Por ese motivo Apple compró la compañía Quattro Wireless por 275 millones de dólares, una empresa de publicidad para teléfonos móviles. Esta compañía es la competencia directa de AdMob, adquirida por Google meses antes por 750 millones de dólares. Apple realizó la adquisición para ofrecer publicidad dentro de su propio sistema a sus millones de usuarios. Google, además, tiene la ambiciosa intención de hacerlo en los entornos de Android y, a la vez, de iPhone. Es decir, quiere cosechar también en el jardín de su vecino.

Cuando en 2007 Google anunció que iba a desarrollar Android, ambas empresas dejaron bien claro que los teléfonos móviles serían los ordenadores del futuro y, por lo tanto, una de las piezas clave en el desarrollo de internet, si no la más importante. Poco a poco empezó a verse que Apple, que había mantenido una histórica rivalidad con Microsoft por las diferencias Mac-PC durante años, empezaba a abandonar a su rival histórico ante una nueva amenaza que se avecinaba para los próximos años. Paradójicamente, eso significó un sutil acercamiento a Microsoft. Y es que la necesidad y el temor a los enemigos comunes son extraños compañeros de cama, sobre todo para los que tienen cierta memoria histórica o, simplemente, echan la vista atrás con perspectiva.

Steve Jobs anunció por ello el lanzamiento de iAd, una nueva plataforma móvil de publicidad que permite a los desarrolladores de programas y a las agencias insertar publicidad de forma directa en las aplicaciones concebidas para el iPhone, el iPod Touch y el iPad. La idea es que Apple venda esa publicidad y que los desarrolladores de las aplicaciones obtengan hasta el 60% de las ganancias. Estos movimientos de Apple en el sector de la publicidad sirvieron para que Google alardeara, por medio de su consejero delegado, Eric Schmidt, de que la aparición de iAd dejaba en evidencia que la anterior compra de la plataforma AdMob no significaba, por parte del buscador, una actividad de monopolio en el mercado de la publicidad móvil, tal y como se estaba especulando hasta la fecha. Y es que la compañía comenzó a ser investigada en 2009 por la Comisión de Comercio Federal (FTC) de Estados Unidos, que contactó con las empresas consideradas competencia de AdMob para que testificasen en el caso, y así poder determinar si la compra del mayor gestor de publicidad móvil por parte del mayor gestor de publicidad en internet podía ser una práctica monopolística. Hombre, claro que no. ¡Eso dejaba espacio para todos! Asimismo, envió un informe a la Cámara de Representantes que mostraba la preocupación de los responsables de Comercio por todo este asunto.

No sólo la publicidad móvil y el iPhone separan a estas dos empresas de culto. Es posible que pronto haya que observar de cerca una competencia directa con otro de los productos estrella de los chicos de la manzana: el iPad de Apple. Salió al mercado en marzo de 2010 y llegó a vender un millón de dispositivos en sólo 28 días. Google también le piensa hacer frente. Junto a Verizon, el mayor operador de telefonía de Estados Unidos, prepara un
tablet PC
, según comunicó su consejero delegado, Lowell McAdam
,
en
The Wall Street Journal
en mayo de 2010. Mientras Google asalta a la otra joya de la corona de Apple, Steve Jobs dijo una frase que forma ya parte de su leyenda: «La innovación es lo que distingue al líder de sus seguidores», afirmó. Aunque Apple no creó los
smartphones
, ni los
tablet PC
, ni siquiera los iPod, nadie le puede negar que ha sabido desarrollarlos y hacerlos lo suficientemente atractivos como para que sean hoy en día imprescindibles para millones de personas. Tanto los
tablet PC
como el iPad han abierto un nuevo segmento. Y el que prueba, sin duda, repite. Te dejo un dato curioso: el presidente ejecutivo de Best Buy, Brian Dunn, estimaba a finales de 2010 basándose en investigaciones internas que el iPad había canibalizado las ventas de portátiles hasta un 50%. Si eso es así, resulta verdaderamente impresionante el cambio de tendencias provocado por Apple.

Existen muchos puntos de fricción y mucha competencia entre ellos, pero pese a estar cada vez más distantes tienen también problemas comunes para los que no hay más remedio que aunar esfuerzos. Sin ir más lejos, durante el mes de abril de 2011 tanto Apple como Google fueron citados en el Congreso de Estados Unidos para que los presidentes de ambas compañías explicasen el sistema de rastreo de sus dispositivos móviles, ya que lo consideraban un grave atentado contra la privacidad. El problema radica en que este tipo de dispositivos posee un sistema de rastreo que almacena la localización del usuario y guarda toda esta información, de tal forma que algunos se preguntan si esos datos tienen un fin comercial último, y sobre si podrían ser accesibles por terceros —por ejemplo, a través de las imágenes que se suben a internet desde estos dispositivos—. Aunque algunas de sus funcionalidades son opcionales para el usuario, Steve Jobs quiso salir al paso de la polémica. Pretendió acallar los rumores acerca del supuesto seguimiento que la compañía hace de sus clientes afirmando que «no rastreamos a nadie. La información que está circulando en torno a Apple es falsa. Sin embargo, nuestra competencia [refiriéndose a Android] sí lo hace». Ésta es una más de las perlas que el propio Jobs ha dejado a la posteridad como recados a la competencia, junto a otras. Cuando en abril de 2010 se le preguntó sobre el control —o la censura, según sus críticos— que Apple ejerce sobre las aplicaciones y los contenidos de sus terminales móviles declaró cosas como: «Si quieres porno, cómprate un Android». O cuando en plena guerra con Microsoft por la competencia entre Windows y Mac declaró: «Microsoft Office es para Mac el mejor programa que ha publicado Microsoft». El tipo era todo un genio, y se notaba que iba muy sobrado de autoestima y de prepotencia. Tanto es así que existen diversos
wikis
en internet que recopilan sus mejores y más hilarantes frases.
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