Camino al futuro (44 page)

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Authors: Peter Rinearson Bill Gates

BOOK: Camino al futuro
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Puede programar música clásica de fondo para meditar, y algo más moderno y enérgico cuando esté haciendo ejercicio. Si queremos ver la película que ganó el Osear de 1957 a la mejor fotografía, la podremos pedir por estas características, y entonces nos proyectarán El puente sobre el río Kwai. Podríamos también hacer que se nos mostrara la misma película pidiendo filmes en los que fuesen protagonistas Alee Guinness o William Molden, o películas sobre campos de concentración.

Si proyectara visitar próximamente Hong Kong, puede pedir a la pantalla de su habitación que le muestre imágenes de la ciudad. Le parecerá que hay fotografías por toda la casa, aunque realmente las imágenes aparecerán en las paredes de las habitaciones justamente antes de que entre en ellas y se desvanecerán después de que salga. Si usted y yo estamos disfrutando de cosas diferentes y uno de nosotros entra en la habitación en la que está sentado el otro, la casa seguirá instrucciones mediadoras, de compromiso; por ejemplo, podría continuar con el audio y las imágenes que oía o veía la persona que estaba primero en la habitación, o podría cambiar la programación para poner algo que sepa que nos gusta a ambos.

Una casa que «siga» a sus ocupantes para satisfacer sus necesidades particulares combina dos tradiciones. La primera es la del servicio discreto, y la otra es que un objeto que portamos nos califica para que se nos trate de una cierta manera. Estamos acostumbrados a la idea de que un objeto nos puede dar autorización. Puede informar a las personas encargadas de los controles que leñemos permiso para hacer ciertas cosas como abrir una puerta, subirnos a un avión o utilizar una línea de crédito especifica (la nuestra) para comprar algo. Las llaves, las tarjetas electrónicas que nos permiten la entrada a determinados sitios, las licencias de conducción, los pasaportes, las cartelas con nuestro nombre, las tarjetas de crédito y los tiquetes son formas de identificación. Si le doy la llave de mi automóvil, éste le permite entrar, ponerlo en marcha y conducirlo. Podría decir que el vehículo confía en usted porque lleva sus llaves. Si doy a un empleado de un aparcamiento una llave que le permite poner en marcha mi automóvil pero no acceder al maletero, el coche le permitirá conducirlo, pero no abrir el maletero. Con mi casa no ocurre nada diferente, puesto que pondrá a su disposición los distintos mecanismos con que cuenta, a través de la llave electrónica que porte usted.

Nada de lo que estoy planificando es tan radical realmente. Algunos visionarios preconizan cambios mucho mayores. Predicen que dentro de unos diez años los robots deambularán por nuestras casas ayudándonos en las faenas caseras. En verdad, yo no estoy preparándome para eso porque creo que tendrán que transcurrir muchas décadas antes de que los robots sean prácticos. Los únicos robots que espero ver pronto muy extendidos son los juguetes «inteligentes». Los niños podrán programarlos de ciertas y limitadas maneras para que respondan a situaciones especificas, o incluso pura que les hablen con las voces de sus personajes favoritos. Tendrán una «visión» limitada, conocerán la distancia a la pared en cada una de las direcciones, la hora y las condiciones de iluminación.

Aceptarán instrucciones orales limitadas, lo que será un acierto. (Creo que hubiera sido estupendo haber tenido de niño un coche de juguete al que hubiera podido hablar y programar para que respondiese a mis instrucciones). Los otros usos principales de los dispositivos robóticos que veo que llegarán pronto son, además de los juguetes, los destinados a aplicaciones militares. Dudo que los robots inteligentes ayuden mucho en el trabajo casero en un futuro predecible. Preparar la comida o cambiar los pañales requieren gran cantidad de «inteligencia visual» y de destreza. La limpieza de la piscina, el corle del césped y quizá la colada pueden efectuarse con un sistema relativamente tonto, pero una vez que nos adentremos en tareas que impliquen manipular las cosas que están en el entorno del robot es muy difícil diseñar una máquina capaz de reconocer y responder a todas las contingencias que se producen.

Los sistemas que estoy integrando en la casa están diseñados de manera que hagan más fácil la vida en ella, pero no estoy seguro de que valgan la pena hasta que no me mude. Yo estoy experimentando y aprendiendo todo el tiempo. El equipo de diseño utilizó el chalecito para huéspedes que se construyó antes que la casa principal como una especie de laboratorio para la adecuación doméstica. Como algunas personas prefieren que la temperatura esté más alta que otras, el software de la casa ajusta la temperatura de acuerdo con quien esté dentro y a la hora del día. El chalé sabe subir la temperatura en una fría mañana, antes de que el huésped salte de la cama. Por la noche las luces se ajustan si la televisión está encendida. Si alguien está dentro durante el día, el chalé adecua las luces a la claridad del exterior. Por supuesto que el ocupante puede dar siempre órdenes explícitas para anular las instrucciones.

Esta clase de instrumentos puede utilizarse para conseguir ahorros significativos de energía. Diversos dispositivos eléctricos revisan la red para mostrar el uso de la energía en los hogares. Si tiene éxito, este enfoque terminaría con la costosa práctica de hacer que vengan a nuestras casas, cada mes o cada dos meses, los que leen los contadores.

Pero, lo que es más importante, las computadoras caseras y las de las empresas de servicio público podrán gestionar, minuto a minuto, las demandas de energía en las distintas horas del día. La gestión de la demanda de energía puede ahorrar mucho dinero y ayudar a la conservación del entorno, reduciendo las cargas máximas.

No lodos los experimentos que hemos realizado en el chalé de los huéspedes han tenido éxito; por ejemplo, había instalado altavoces que descenderían del lecho cuando fueran necesarios. Las cajas de los altavoces tenían que estar suspendidos lejos de las paredes, en una óptima posición acústica, Pero, cuando los probé, me recordaron mucho los trucos de las películas de James Bond, de manera que en la casa principal hemos renunciado a tener los altavoces ocultos.

Una casa que trate de adivinar lo que usted desea, tiene que estar preparada para no molestarle con errores de cálculo. En una ocasión, fui a una fiesta en una casa que lenta un sistema de control de la iluminación, de forma que la luz se apagaba a las diez y media, la hora habitual del dueño para irse a la cama. La fiesta estaba todavía en lo mejor cuando, por supuesto, las luces se apagaron. El anfitrión estuvo fuera un tiempo, que se hizo muy largo, tratando de volver a encenderlas.

Algunos edificios de oficinas utilizan detectores de movimiento para controlar la luz de los despachos. Las luces se apagan cuando no detectan movimiento durante unos minutos, de modo que las personas que están sentadas en sus mesas, casi inmóviles, tienen que mover los brazos periódicamente.

No es tan difícil encender y apagar luces por nosotros mismos. Los interruptores de la luz son extremadamente fiables y muy fáciles de usar, de manera que cuando comenzamos a remplazarlos por dispositivos controlados por computador corremos un riesgo. Tenemos que instalar sistemas que funcionen un porcentaje de tiempo increíblemente alto porque de lo contrario, pueden quedar inutilizados por cualquier fallo de fiabilidad o de sensibilidad. Espero que los sistemas de la casa sean capaces de encender automáticamente las luces y mantener la iluminación a los niveles adecuados. Pero, por si acaso, todas las habitaciones tienen también interruptores en las paredes, de manera que puedan utilizarse para anular las decisiones de iluminación realizadas por la computadora.

Si necesitamos regularmente una luz brillante o tenue, el sistema supondrá que es así como deseamos tenerlas la mayor parte del tiempo. De hecho, el sistema de la casa recordará todo lo que aprenda sobre sus preferencias. Si en el pasado pidió ver cuadros de Henri Matisse o fotografías de Chris Johns en la Nalional Geographic, puede encontrar otras obras de estas personas e instituciones en las paredes de las habitaciones a donde entre. Si la última vez que visitó la casa escucho los conciertos para trompeta de Mozart, puede volverlos a oír de nuevo cuando vuelva.

Si no atendió llamadas telefónicas durante la cena, el teléfono no sonará cuando la llamada sea para usted. Podremos también «decir» al sistema de la casa qué es lo que prefiere un huésped. Paúl Allen es un incondicional de Jimi Hendrix y cada vez que nos visite le acariciará el sonido de una guitarra.

La casa contará con instrumentos para que recopile estadísticas a partir del funcionamiento de lodos los sistemas y podrá analizar esa información para perfeccionarlos. Esto presagia un mundo lleno de instrumento de medición.

A medida que crezca la popularidad de Internet, la instrumentación contará y seguirá la pista de lodo tipo de cosas y se publicarán los detalles pertinentes para todos los que estén interesados en ellos. Vemos hoy precursores de esta tecnología de tabulación, Internet contiene ya información sobre paulas de tráfico local, algo que es importante pura decidirse por rutas alternativas a la hora de ir en coche al trabajo. Los programas de noticias de la televisión ofrecen u menudo vistas del tráfico, tal como las captan las cámaras en helicópteros, y sensores empotrados en las autopistas estiman las velocidades de circulación durante las horas de mayor flujo de vehículos.

Tenemos estudiantes de programación en varias Universidades a quienes agradecerles ejemplos triviales, aunque divertidos, de esos instrumentos de control. En la Universidad Carnegie-Mcllon, unos estudiantes han diseñado un programa de software para una máquina expendedora de refrescos y conectan el hardware a una bombilla de la máquina que se enciende cuando está vacía. La máquina da la información sobre su contenido constantemente en Internet. Se trata de una ingenien';) un tanto frivola pero, cada semana, cientos de personas de todo el mundo pueden comprobar si queda alguna botella de 7-TJP o de Coca-Cola en la máquina expendedora de refrescos.

La Internet muestra ya instantáneas en vídeo en directo de muchos lugares públicos, resultados de la lotería y las posibilidades de apuestas deportivas, tasas hipotecarias en vigor, etc. Pronto tendremos a nuestra disposición las estadísticas de los informes sobre delincuencia y de aportaciones a las campañas de petición de donativos por áreas y casi cualquier clase de información publica o potencialmente pública. Yo espero que podamos acabar por presentar imágenes en directo de varios lugares de una ciudad y pedir presentaciones en pantalla de sitios para alquilar con una lista de los precios y de las fechas en que están disponibles.

Yo seré el primer usuario doméstico de una de las características electrónicas más llamativas de mi casa. El producto es una base de datos con más de un millón de imágenes, en las que se incluyen fotografías y reproducciones de cuadros. Si usted es un huésped, podrá solicitar que se le muestren en pantallas por toda la casa cualquier imagen que le guste: retratos de presidentes, reproducciones de cuadros renacentistas, imágenes de puestas de sol, de aeroplanos, de esquiadores en los Andes, un sello postal francés raro, los Beatles en 1965.

Hace unos años puse en marcha una pequeña empresa que ahora se llama Corbis, con el fin de constituir un archivo digital único y lo más extenso posible. Corbis es una agencia de almacenamiento digital de imágenes de todo tipo, A finales de 1995 difundió las imágenes que guardaba, cuando compramos el Bettmann Archive, una importante colección de fotos. Corbis convierte las imágenes en forma digital mediante escáneres de alta calidad. Las imágenes se almacenan en alta resolución en una base de datos indexada de forma bastante ingeniosa, de manera que los clientes puedan encontrar fácilmente las imágenes que necesitan. Las imágenes digitales están a disposición de usuarios comerciales como editores de revistas y de libros y de los individuos que efectúen búsquedas. Corbis ha producido también algunos producios multimedia basados en sus archivos. A los propietarios de las imágenes se les pagan derechos de autor, algo que la empresa prolege firmemente. Corbis trabaja con museos y bibliotecas, así como con un gran número de fotógrafos independientes, de agencias y de oíros archivos. En la primavera de 1996, por ejemplo, adquirió en exclusiva los derechos digitales de la obra en blanco y negro del famoso fotógrafo Ansel Adams.

Creo que en la red interactiva habrá una gran demanda de imágenes de calidad. Mi idea de que el público considere que vale la pena buscar imágenes está aún por demostrar, pero creo que, con la interfaz adecuada, el servicio atraerá a muchísima gente. Yo estoy tratando de poder preguntar por «barcos» o por «volcanes», o por «científicos famosos» y ver qué sale.

Muchas de las imágenes serán obras de arte, pero eso no significa que crea que las reproducciones son tan buenas como los originales. Durante mis viajes de negocios he podido pasar algún tiempo en museos contemplando las grandes obras de arte, y no hay nada como contemplar la obra original. La obra de arte «real» más interesante que poseo es un cuaderno de anotaciones científicas de Leonardo da Vinci de principios del siglo XVI. He admirado a da VÍnci desde cuando yo era joven, porque fue un genio en muchos campos y se adelantó a su época; pero aunque lo que poseo es un cuaderno de textos y dibujos y no un cuadro, ninguna reproducción podría hacer justicia plenamente a esta obra de arte. Aún así, creo que las bases de datos de imágenes fáciles de encontrar harán que la gente se interese cada vez más lanío por el arte gráfico como por el fotográfico.

Del arte, como de la mayor parle de las cosas, puede disfrutarse más cuando se sabe algo sobre él. Podemos pasarnos horas caminando por el Louvre admirando cuadros, pero la experiencia se hace mucho más interesante cuando nos acompaña alguien que entienda de arte. Un documento multimedia puede desempeñar ese papel de guía, lanío en casa como en el museo. Puede permitirnos escuchar parte de una conferencia sobre una determinada obra, impartida por un erudito eminente en la materia. Nos puede remitir a otras obras del mismo artista o del mismo periodo. Podemos incluso ampliar áreas determinadas para contemplar las cosas con más detalle. Si las reproducciones y presentaciones multimedia nos hacen el arte más accesible y próximo, quienes vean las reproducciones querrán ver los originales. La contemplación de reproducciones es probable que incremente, en lugar de disminuir, la reverencia por el arte y que anime a más personas a visitar museos y galerías.

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