Leches limpiadoras, tónicos y exfoliantes
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necesitas que la piel se oxigene, que respire; sobre todo después del verano es fundamental la limpieza, ya que al tomar el sol aumenta la capa córnea, la grasa está estancada y la piel que quiere respirar no puede. Acuérdate de seguir el protocolo de limpieza. Si tu acné es leve, puedes usar leches específicas, productos desincrustantes y mascarillas una vez a la semana. En los centros de belleza tenemos tratamientos fantásticos que resuelven este problema. Recuerda no usar productos astringentes como el alcohol.
Crema con protección solar
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seguro que has notado, y te han contado, que el mar y el sol son fantásticos para eliminar los granitos. Y es cierto... temporalmente. Con el bronceado la piel se seca y pierde mucha grasa, los poros se cierran y el grano cicatriza. Pero solo durante unas semanas; en cuanto acaba el verano el problema regresa, ¡y con más fuerza! Y si no te has protegido bien, le has añadido leña al fuego. Así que siempre, siempre, siempre, protege tu cara con cremas solares. Puedes encontrarlas a precios superasequibles, y estas -a no ser que lleven otros compuestos especiales- ¡sí puedes robárselas a tu madre e incluso a tu hermano pequeño!
Productos específicos para piel reactiva o sensible
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si es tu caso, no te preocupes, pues casi todas las marcas del mercado ya tienen productos específicos para este problema. Es muy importante que los productos que elijas estén especialmente formulados para «piel sensible». La limpieza de la piel debe realizarse con leches limpiadoras. Usa cremas hidratantes con texturas ligeras y con activos calmantes.
Tratamientos
Estimulación proiónica
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es para las pieles que se enrojecen con facilidad y aquellas en las que los granos son intermitentes. Gracias a su estimulación proiónica, mejora la vida de las células y se revitaliza la piel desde el interior de los tejidos, paliando los efectos indeseados del paso de los años. Reequilibra e hidrata la piel.
Acné
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para todos los problemas relacionados con el acné como son los granos, el poro dilatado, las cicatrices y manchas, tenemos un tratamiento elaborado a base de algas que actúa produciendo una exfoliación y eliminación de las células muertas y reequilibrando los tejidos. El efecto es un
peeling
gradual que hace que la piel esté más suave, luminosa y sin manchas y ayuda además a combatir las pequeñas arrugas.
Biopeeling
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basado en la acción del perfluorocarbono y varias algas y hierbas (caléndula y melisa), es la más avanzada terapia herbal para la piel. No lleva ácidos, lo que te permite recuperar tu vida normal al instante. ¿Cómo funciona? Acelera el metabolismo de la piel favoreciendo la aparición de oxígeno, células nuevas, colágeno y elastina.
Tratamiento de oxígeno
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Está especialmente indicado para pieles deshidratadas, asfixiadas, opacas y sin luz. Se aplica oxígeno junto a la cosmética para mejorar los niveles de hidratación y la tonicidad del cutis.
Recetas naturales
Insisto en que nadie mejor que un profesional para conseguir buenos resultados, pero si tu economía no te lo permite, o te apetece, puedes seguir estos consejos naturales.
PARA ELIMINAR LOS GRANOS
Parte en trozos una zanahoria
,
cocínala con abundante agua y haz un puré: aplícalo sobre las regiones afectadas por el acné.
Machaca una aspirina
(de las de toda la vida) y mézclala con agua hasta conseguir una pequeña pasta. Con un bastoncillo aplícatela en el granito en concreto a tratar. Su poder astringente hará que se reduzca.
Parte un limón por la mitad
,
quítale un poco de zumo, añádele media cuchara de azúcar y unas gotas de aceite. Pásatelo por la cara, mantenlo cinco minutos y lava la cara a continuación.
MASCARILLAS CASERAS
Mascarilla de huevo y miel
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bate una clara de huevo y añade una cucharada de miel de abejas y una cucharadita de zumo de limón; mézclalo bien y aplícalo en la cara durante 20 minutos. Sirve para afinar la piel.
Mascarilla de miel
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para los casos de irritación, tiene la ventaja de aclarar y alisar la piel, y conviene a casi todas las pieles. Ponte en el rostro miel de abejas y déjala actuar unos 15 minutos (ya habrás imaginado que es muy pegajoso, y no todo el mundo lo aguanta). Retíralo con un pedazo de algodón empapado en agua tibia de rosas.
Mascarilla de linaza
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se mezcla linaza con agua y se calienta al baño maría; cuando se ha formado una pasta se retira y se deja enfriar; se extiende sobre la cara (pero tibia, no fría) y se deja durante 15 minutos. Conviene tanto a las pieles grasas como a las secas.
PARA PIELES GRASIENTAS
Mascarilla de fresas
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mezcla media taza de fresas machacadas con media taza de yogur (natural) y aplícatela en la cara y el cuello durante 20 minutos, luego retírala con agua tibia.
Mascarilla de avena
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mezcla dos cucharadas de avena con leche (si la piel es seca) o con agua (si la piel es grasienta) hasta formar una pasta suave; extiéndela sobre la piel, déjala 15 minutos y enjuaga con agua tibia.
PARA PIELES DESHIDRATADAS
Mascarilla natural de aguacate
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tritura medio aguacate y mézclalo con una cucharada de zumo de limón, otra de nata y dos cucharadas de zumo de zanahoria. Aplica la preparación dejando que actúe unos 20 minutos. Después lávate con agua templada.
Mascarilla de plátano
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machaca un plátano, agrega una cucharada de miel y cinco cucharadas de harina de avena y mézclalo todo hasta que forme una pasta uniforme. Aplica la mezcla en toda la cara (excepto en la zona alrededor de los ojos, esto siempre) y déjala actuar 15 minutos. Limpia enjuagando la cara con agua templada (o de rosas).
De 30 a 40 años
E
S una de las épocas más cansadas e intensas (en este periodo de tiempo se desarrolla y consolida la carrera laboral, se contrae matrimonio o se vive en pareja y nacen los hijos) pero a la vez es de las más bonitas: se gana en seguridad en una misma, y la mayoría de las mujeres ya conoce y acepta bien su cuerpo, lo que se traduce en que alcanzan su estilo personal. Si aún no has empezado a cuidarte, ¡es un buen momento para hacerlo! Es verdad que el ritmo de vida vertiginoso (especialmente si se tienen niños) y las ganas de no querer perderse nada de lo que sucede alrededor (suele ser la época de las agendas imposibles:
after work
, cena con amigas, médicos de niños, comida con los suegros...) limitan el tiempo que estas mujeres dedican a su belleza. También existe el lado opuesto: quienes están comprobando por primera vez lo que en la juventud no veían: que el cuerpo se deteriora con los años y lo que antes se quedaba arriba ahora baja, y donde había un rostro inmaculado ya salen las primeras arrugas. Y se obsesionan con intentar frenar el paso del tiempo. Como siempre digo, en el término medio está la virtud. Ni merece la pena que te agobies ni puedes descuidarte. A partir de los 30 años el cuerpo entra en una especie de década fronteriza, entre la juventud y el envejecimiento. Los mecanismos de regeneración celular comienzan a funcionar más despacio y la piel no se recupera igual. Si con 20 años una noche de fiesta no te dejaba ninguna huella de cansancio en la piel, con treinta y pico es probable que arrastres las ojeras un par de días. Si has seguido una buena rutina cosmética desde la década anterior probablemente mantengas a raya los primeros signos de la edad: líneas de expresión, tono apagado en la piel, sequedad... Puede aparecer un acné en la barbilla en personas que nunca tuvieron un solo grano. Este problema es de tipo hormonal.
Como me dicen con gracia algunas de mis clientas, es como si empezara la cuesta abajo de la montaña rusa. Puede que empiece el declive, pero -al igual que en los parques de atracciones- no nos negaremos que ponerse guapa y tomarse tiempo para embellecerse también tiene algo de divertido. Y la buena noticia es... que con muy poco que hagas por tu piel, la recompensa será rápida y notoria. Si no estableciste tu rutina cosmética antes, aún estás más que a tiempo de hacerlo.
PROBLEMAS
A grandes rasgos: deshidratación, primeras arrugas (sobre todo alrededor de los ojos), ojeras, manchas hormonales (por el embarazo o la píldora), imperfecciones de granitos, falta de luminosidad...
Sobre los 30 o 35 años, la piel va perdiendo más velozmente su elasticidad y firmeza, y aparecen signos de envejecimiento como las patas de gallo o las arruguitas en la frente. En esta época es habitual encontrar pieles deshidratadas. Existen varios tipos: por un lado, está la deshidratación superficial, que se encuentra en pieles delgadas y alípicas (debido a la poca producción de sebo), y también en pieles grasas (debido al uso incorrecto de productos cosméticos demasiado astringentes). El otro tipo de deshidratación es la profunda, en la que ya se aprecia la aparición de arrugas, pequeñas grietecillas de la piel y flacidez. ¿Las causas principales? La falta de agua, retención hídrica o genéticas (puede ser hereditario). Y, por supuesto, por utilización de productos muy astringentes, de tratamientos mal realizados, vivir en un clima seco o haber tomado demasiado sol sin utilizar ningún tipo de protección.
Nacen las manchas de color café en el rostro
. Aparecen generalmente en la frente, mejillas y zona superior de los labios, y su nombre profesional es melasma. Pueden ser ocasionadas por el embarazo (y los desequilibrios hormonales), por los anticonceptivos orales (la píldora), o presentarse sin motivo aparente (normalmente es por la exposición al sol). Un error que se comete a menudo es depilarse la zona del bigote y a continuación tomar el sol o salir a la calle sin protección. La zona enseguida se pigmenta, porque el folículo piloso está más ampliado por la extracción del pelo.
Acné ocasional
. Algunas personas lo padecen a los treinta debido al natural descenso de los niveles de estrógenos, el estrés, o por cambiar de pastillas anticonceptivas. Incluso a ciertas personas que nunca han tenido un grano les puede salir el clásico acné en la barbilla, que es puramente estrogénico. Son unos granos muy dolorosos, que no se pueden tocar.
Ojeras
. Se encuentran entre los problemas más comunes de la piel que rodea a los ojos.
La piel del contorno de ojos es la más delicada y frágil del rostro, y al ser tan fina trasluce los cambios en la coloración de la piel (de ahí que se vean oscuras). Aparecen como resultado de un exceso de pigmentación o por la congestión vascular en la dermis. Las ojeras se generan normalmente por cansancio (bebés, estrés, trabajo extra), pero hasta quienes duermen las ocho horas reglamentarias pueden padecerlas. Las marrones aparecen en las pieles más oscuras y que han estado expuestas al sol. En las pieles más blancas las ojeras tienen un color violáceo.
SOLUCIONES
Cosmética
En esta etapa hay que centrarse en tres aspectos fundamentales:
Renovación celular.
De acuerdo al metabolismo celular de nuestra piel, cada 28 días se originan en la membrana basal nuevas células. Es decir, la dermis produce células nuevas porque otras van muriendo. Estas células nacen en la dermis, suben hasta la superficie y allí mueren y se eliminan naturalmente. Pero este proceso de descamación a veces se realiza de modo irregular y con lentitud, por lo que se forma una capa de células muertas sobre la piel que impide la penetración de los productos y la correcta regeneración de la epidermis. Eso hace que la piel se vea opaca, gruesa, y sin luz.
¿Cómo podemos contrarrestar esto?
Con exfoliación a través de productos que lleven ácidos, como el salicílico (un beta-hidroxiácido cuya principal función es ablandar la queratina de la piel de manera que sea más fácil su renovación), glicólico (produce una exfoliación y adelgazamiento de la capa córnea a la vez que un aumento progresivo de espesor de los demás estratos epidérmicos y de la dermis), mandélico (extraído de las almendras amargas, tiene propiedades bactericidas y aclara la piel) o cítrico (un alfa-hidroxiácido que corrige los procesos de envejecimiento producidos por los radicales libres y una deficiente producción de colágeno en la piel. Regenera, rehidrata y reepiteliza la epidermis).
¿Qué conseguimos?
La microexfoliación obliga a la piel a producir nuevas células para la protección de la misma, por lo que estamos renovando nuestra epidermis.
UNA CURIOSIDAD
Cuántas veces habremos oído lo de la famosa leche de burra de Cleopatra... Pues no sé si sería de burra, pero algo de verdad contiene. La acción de los hidroxiácidos no es un descubrimiento nuevo. En la época de Cleopatra las mujeres se bañaban en leche agria, que posee un alto contenido en ácido láctico. Y hará más de 200 años las damas de la corte francesa se aplicaban vino añejo en el rostro, rico en ácido tartárico, para conseguir una piel más blanca y fina.
Prevención y eliminación de manchas.
La prevención ya sabemos cómo funciona: usando cosméticos con protección solar, de factor mínimo 15, todos los días de tu vida. Eliminar las manchas... ya es más complicado. Es muy difícil conseguir quitar una mancha con una crema despigmentante. Los resultados no son los mismos, ni mucho menos, que si te haces un buen tratamiento. También es muy recomendable usar cremas antioxidantes, como las que contienen vitaminas C y E en una concentración entre el 10 y el 15 por ciento: complementan a los fotoprotectores y evitan arrugas y manchas.