DOS CONSEJOS
1. Aunque por la noche estés tan cansada que no te tengas en pie, no dejes nunca de limpiarte la piel con tu leche limpiadora (especialmente si vas maquillada)
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2. Cuando te laves el pelo en la ducha, pon la cabeza lo más hacia atrás que puedas para que no te caiga el champú en la cara, pues desequilibra el pH de la piel
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HIDRATAR
Las cremas hidratantes se utilizan para recuperar las pérdidas de agua, minerales y vitaminas que sufre la piel. En general, todas la mujeres deben, por las mañanas, usar una crema de día, pero adecuada a las características de su piel.
Si es grasa
, utiliza un producto para equilibrar las glándulas sebáceas pero hidratante. Otro de los grandes errores es pensar que por tener la piel grasa no hace falta hidratarla. Claro que es necesario. Hay productos especializados en equilibrar las glándulas sebáceas. Es decir, cremas que regulan y matizan la cantidad de sebo, y que no se hacen con alcohol (el organismo, para defenderse del alcohol, manda más grasa).
Si es seca
, no basta con hidratar, también hay que nutrirla. Busca una crema que también sea nutritiva.
En ambos casos intenta llevar siempre encima una pantalla protectora de rayos UVA. Hay productos que ya lo incorporan -cada vez más-, y si no, espera a que te haya penetrado la primera crema y ponte una capa del protector solar después.
Al acostarte, usa las cremas de noche. Al dormir es cuando nuestra piel se regenera y es más receptiva a los principios activos de las cremas y sueros. Y, por si quieres afinar, tiene un pico de renovación entre las 2 y las 4 de la madrugada. Así que intenta que esa hora mágica te encuentre -al menos entre semana- durmiendo. ¡Y dales tanta o más importancia a las cremas de noche que a las de día! La piel se beneficia del descanso para reparar los daños causados por las agresiones externas diurnas. Es más, la piel se regenera tres veces más rápido de noche que de día...
¡Apunta!: podríamos resumirlo en que, de día, las cremas te hidratan, nutren y protegen de los rayos UVA. Y de noche, su función es antiedad: tratan de frenar el fotoenvejecimiento -arrugas, flacidez y manchas-, y regeneran el ADN celular (su concentración en activos suele ser superior).
REFORZAR
En cuanto empiezan a aparecer las primeras arrugas (en torno a los 30, año arriba, año abajo), y sobre todo alrededor de los ojos, es recomendable reforzar los cuidados de la piel. Puedes hacerlo con:
Sérums
: son suplementos cosméticos intensivos que contienen mayores concentraciones de principios activos que las cremas. Sirven como tratamiento de choque intensivo a la rutina de belleza, y se aplican para tratar problemas específicos: manchas, líneas de expresión, falta de luminosidad, flacidez... ¿Cómo se usan? Siempre antes de la crema, y preferiblemente por la noche, que es cuando nuestro organismo lo asimila mejor. Hay algunos específicos para la mañana, así que léete el prospecto.
Mascarillas
: el tipo de mascarilla y la frecuencia de sus aplicaciones dependen de la clase de cutis y de la edad que se tenga, pero en general consiste en cubrir completamente el rostro y dejar actuar los activos durante unos veinte minutos o más. Son tratamientos de choque intensivos para tratar síntomas como la deshidratación, la falta de luminosidad, la flacidez... Es importante que las personas que no puedan asistir con asiduidad a los centros se hagan su spa en casa los fines de semana. Que tengan y dediquen tiempo para ellas: para su relax y su belleza. Si es tu caso, en el apartado «Tengo una fiesta» te doy algunas ideas.
Calendario beauty: cuidados para cada estación
T
ODAS las mujeres a las que les gusta la moda tienen muy presentes estas palabras: nueva temporada. Es cuando toca abrir el armario y cambiar la ropa invernal por la veraniega, o viceversa. Y si este se puede renovar con las últimas tendencias, mejor que mejor. Pues en el mundo de la belleza debemos seguir los mismos parámetros. El clima está directamente ligado con las necesidades de la piel. No es lo mismo el verano que el invierno. Es en los cambios de estación cuando se recomienda -si no lo haces habitualmente- acudir al centro de estética para analizar qué cremas específicas de la temporada se tienen que dar, cuáles quitar, qué tratamientos seguir... Aprovecho para recordarte que los cosméticos tienen fecha de caducidad (siempre desde el momento en que los abres, de 6 a 12 meses), así que no uses para ir a la playa la crema del año pasado, pues es probable que no te proteja correctamente.
En la primavera
, probablemente tu piel esté pálida y algo apagada por culpa del largo invierno, así que es el momento de recuperar el tono, saliendo a recibir -con protección- los primeros rayos de sol y su vitamina D. Es también la época en la que -por la cercanía del verano- más tratamientos corporales se demandan. ¡Crece la urgencia por desprenderse de los kilos navideños! Y ojo, porque en estos meses proliferan las alergias y los granos se acentúan, por lo que quien sufra de este problema debe estar más encima. También, al pensar que el sol no pega mucho y estar deseando que nos dé, no nos protegemos bien y nos salen las manchas.
CONSEJO
En estos meses usa cremas con humectantes (es decir, que atraigan el agua a la piel). Para ello, busca ingredientes de los cosméticos con productos antioxidanes. También son buenas opciones cremas con retinol y con vitaminas (A, B, C, y E).
En verano
hay partes de nuestro cuerpo que requieren más atención porque están expuestas a los elementos naturales... y a las miradas de los demás. Ahora toca ponerse el biquini -pero recuerda que la operación que lleva el mismo nombre hay que empezarla bastante antes- y aumentan los tratamientos flash. Aunque no es una época recomendable para hacer ningún tratamiento agresivo, sí es un buen momento -por aquello de que tenemos algo más de tiempo para nosotras mismas en las vacaciones- para iniciarse en buenas rutinas, hacer algo de ejercicio y comer sano (dietas ligeras, mucha fruta y ensalada, gazpachos...).
Por el calor, la sangre se altera como dice el dicho popular, por lo que se necesitan cremas hidratantes ligeras (las untuosas te hacen sudar) y más fluidas. Y aplicarse siempre buenas protecciones (y recuerda ponértelas media hora antes de salir de casa).
CONSEJO
Es cuando necesitamos más vitamina C y antioxidantes para contrarrestar los daños del sol, así que busca cremas con estos componentes. Acuérdate de que tu escote, manos y cuello también reciben sol. Protégelos.
En otoño
es imprescindible hacer una recuperación de los estragos causados en el verano por el sol, lo antes posible. Es el momento de renovarte, y para ello nada mejor que hacerte un
peeling
o usar buenos exfoliantes. Esta época, de hojas caídas, colores marrones y ya con nubes y fríos, suele ser un poco depresiva (¡que no deprimente!), por lo que es perfecta para darse unos masajes relajantes y linfáticos. Es un periodo estupendo para la meditación, para leer y estar contigo misma.
CONSEJO
Aprovecha el otoño para pensar y planificar tus próximos tratamientos, pues la escasez de sol te beneficia.
En invierno
, la piel nos pide cremas más hidratantes y untuosas que nos protejan del frío y del viento, y de la sequedad de las calefacciones. El contraste del frío de la calle con el calor del interior tampoco beneficia, provocando que los vasos sanguíneos sean más propensos a romperse y salgan por tanto rojeces. En estos meses tendemos a tener los labios agrietados y la piel deshidratada y sin luminosidad. Es la época perfecta para hacerse los tratamientos más intensivos, ya que las radiaciones solares son menos fuertes y no hay tanto peligro de que aparezcan manchas.
CONSEJO
No olvides que en estos meses también debes usar protector solar, sobre todo si haces algún deporte al aire libre. Y también son importantes para todas las pieles muy sensibles las cremas que nos van a defender de los cambios climatológicos, las calefacciones, los vientos, la contaminación...
¿Sabes qué te estás poniendo? Los componentes que llevan tus cremas
N
O acerques nada a tu rostro que no sepas qué lleva. Antes de comprar una crema y comenzar tu rutina de cuidados, investiga cuáles son los ingredientes que contiene y si son efectivos para ti. Puedes preguntárselo al dependiente de tu tienda o a tu esteticista. ¡Para eso están!
Con el avance en tecnología cada vez salen al mercado nuevos productos, con nuevos términos, con nuevas propiedades, con... Lo normal es perderse. Sírvete de esta pequeña guía para reconocer los ingredientes más habituales y sus propiedades.
VITAMINA A
Favorece la renovación celular y mejora la elasticidad. Fue el gran invento del siglo pasado para luchar contra el acné.
VITAMINA C
Su función es aumentar la síntesis de colágeno y proporcionar mayor elasticidad a la piel. Es el mejor antioxidante. Bloquea la formación de radicales libres producidos por la contaminación, el estrés o el sol, y retrasa así el envejecimiento. También inhibe la producción de melanina, unificando así el tono de la piel.
VITAMINA E
Hidrata la piel desde el interior. La principal función es su acción antioxidante. Protege los tejidos de los efectos nocivos de las toxinas ambientales.
ÁCIDO RETINOICO
Formado a partir de la vitamina A, sirve para tratar los daños que producen la exposición excesiva a la radiación solar, como la aparición de manchas oscuras y otros desórdenes de pigmentación en la piel.
RETINOL
Es el único activo que actúa sobre el colágeno a tres niveles: reparación del daño que el paso del tiempo ha provocado sobre las fibras, estimulación de nuevas fibras de colágeno y protección al inhibir la colagenasa. Además, regula las manchas en la piel y estimula la acción de los queratinocitos (acción exfoliante), y también tiene una acción despigmentante.
¿ÁCIDO RETINOICO O RETINOL?
Quizá los confundas, pero no son lo mismo, y su eficacia es diferente. Ambos proceden de la vitamina A, pero el ácido retinoico es más agresivo y el retinol irrita menos. El primero mejora la textura de la piel, atenuando arrugas superficiales y manchas, mientras que el segundo, aun siendo más agradable a la aplicación, otorga menores resultados.
ÁCIDO HIALURÓNICO
Su función es hidratar, porque va captando moléculas de agua y, además, estimula las células encargadas de producir colágeno y elastina. Disminuye la aparición de arrugas y proporciona una mayor resistencia y estabilidad a la piel.
ARGIRELINE
Actúa sobre los mismos mecanismos de formación de las arrugas. No paraliza, sino que permite la expresión natural relajando los músculos de expresión que causan las arrugas. Ideal para las arrugas profundas en la frente y la zona de contorno de ojos.
FLAVONOIDES DE SOJA
Actúan como antioxidantes neutralizando las moléculas reactivas llamadas «radicales libres», y favorecen la producción de elastina.
PLACENTA
Es la mayor fuente de factores de crecimiento epidérmicos, dérmicos y citoquinas (moléculas producidas por células del sistema inmunológico encargadas de la comunicación intercelular), todos ellos indispensables para activar las funciones celulares. Favorece una piel más firme y elástica al estimular la producción de fibras de colágeno y elastina. También aumenta la hidratación y la regeneración celular, y restaura y protege la piel de los radicales libres.
RESVERATROL
Extraído de la uva del champán, posee una acción antioxidante que protege el ADN celular al estimular los procesos metabólicos relacionados con la prolongación de la vida de las células, siendo capaz de poner en marcha mecanismos de defensa.
CÉLULAS MADRE VEGETALES
Su acción es antioxidante y protectora frente a los radicales libres y estimulan la síntesis de colágeno y elastina, manteniendo la piel firme.
SILICIO
Ayuda a reestructurar el tejido conectivo y estimula los fibroblastos para que sinteticen colágeno, al tiempo que lo protegen del ataque de los radicales libres. Se utiliza en los tratamientos antiestrías y reafirmantes.
AHA
Los ácidos alfa hidróxidos (el ácido glicólico o el salicílico) son ácidos de frutas que sirven para exfoliar. Liberan la piel de células muertas y permiten que las cremas lleguen al interior. Se usan en tratamientos contra el acné y para eliminar las arrugas superficiales.
Qué es tendencia en el mundo de las cremas
A
DEMÁS de los componentes, es importante que te manejes con cierta soltura en los tipos de cosméticos que hay, en especial si sufres de piel sensible o reactiva. La tendencia es a eliminar las sustancias químicas. Pero recuerda que muchas veces dan más problemas los cosméticos naturales de herbolarios, que trabajan directamente con las plantas, que las clonadas con nanotecnología. Las palabras más habituales que te encontrarás en las etiquetas de los cosméticos son:
HIPOALERGÉNICO
Se refiere a un producto que tiene un riesgo muy bajo o nulo de producir una reacción alérgica irritante, y que está libre de fragancias.
NO COMEDOGÉNICO
Implica que no provoca puntos negros o espinillas.