Read A bordo del naufragio Online
Authors: Alberto Olmos
EH USTED ESPERE UN POCO
, algunos de los que tienes al lado se vuelven,
NO USTED NO CABALLERO EL DE LA CHAQUETA AZUL EL CHICO ÉSE DE SU DERECHA
, un viejo de pelo cano, calvo, mínimo y ridículo bigote, te mira,
ME PARECE QUE SE REFIERE A USTED
, y a continuación te echa un vistazo de pies a cabeza. Vuelves la vista hacia lo alto de las escaleras y ves que el guarda está hablando por el interfono con alguien. Aparece otro guarda, abajo, al final de las escaleras. Todos los clientes van abriendo sus bolsas y mostrando sus tíckets. El viejo de pelo blanco también lo hace y, cuando te llega el turno (notas una leve sonrisita en la cara de cabrón del guarda), te encoges de hombros y pones cara de no entender que a un asiduo y fiel cliente como tú se le dispense tan deleznable trato. El guarda te mira ladeando la cabeza, primero a un lado y luego a otro, y dice,
PUEDE USTED PASAR UN MOMENTO POR ESTE CONTROL DE AQUÍ POR FAVOR
, y, en efecto, a su derecha hay una especie de marco de puerta sin puerta que te va a delatar. Tiemblas, tragas saliva, tienes la sensación de estar ante el Padre Eterno el día del Juicio Final,
POR FAVOR
, insiste el guarda con un gesto conminatorio de la mano derecha. Y piensas: corre. Y piensas: corre. Y piensas:
... estás corriendo por la calle empujando gente, con el libro de Pessoa en la mano derecha, te duele la rodilla izquierda y ambas muñecas, estás corriendo, jadeando, sudando, miras hacia atrás y no ves a nadie siguiéndote, bueno, sí, lo cierto es que todos te están siguiendo, ese señor, esa señora, la niña, el perro, el grupo de chicos, todos van detrás de ti, pero andan demasiado despacio, si sigues corriendo nunca te cogerán, ¿qué es lo que has hecho?, no lo recuerdas bien, él te dijo, por favor pase usted por aquí, y tú saliste corriendo, no, no, no te acuerdas, saliste corriendo, sigues corriendo, pero antes le empujaste contra la pared, sí, eso fue lo que pasó, es cierto, le empujaste y se golpeó la cabeza contra la pared y cayó de culo y antes de que pudiera levantarse saliste corriendo por la puerta, y sigues corriendo, eso es lo que ha pasado, pero un tipo muy alto te hizo tropezar y caíste al suelo, el libro también cayó al suelo, lo cogiste y a correr como un loco, y sigues corriendo, sigues corriendo, qué hora es, tienes que llegar al autobús, ya tienes lo que querías, ellos te debían esto, te debían al menos esto, ya lo has conseguido, no eres tan cobarde como ellos y yo y tú y Él dicen que eres, te duelen las piernas de tanto correr, y ya sientes los pulmones llenos de hidrógeno líquido, miras hacia atrás, nadie te sigue, te has metido por calles que no conoces y nadie te sigue, puedes pararte ya, vas a reventar, al final de la calle ves un parque, esquivas a varios transeúntes, llegas a un paso de peatones, está rojo, piensas: qué importa, cruzas corriendo, un fuerte chirriar de neumáticos a tu izquierda, giras la cabeza, no ves nada, vuelas, flotas, algo gris, algo azul, algo gris de nuevo, cayendo, Dulcinea, Dulcinea, cayendo, todo tu cuerpo se hunde en el asfalto, se hunden tus piernas, se hunden tus brazos, se hunden los Dire Straits en tu pecho, se hunden tu frente y tu cara, hay un paréntesis de tiempo, el vuelo de un ave blanca, uno, dos, tres, cuatro, y empiezas a vaciarte, no sientes nada, tu ojo derecho está totalmente cerrado, no puedes abrirlo, ves nebulosamente por el ojo izquierdo, ves el asfalto, que parece infinito, y sobre él dos trazos negros y paralelos que acaban bajo las ruedas de un coche, no distingues qué coche es, algo paraliza tus brazos, unas piernas se bajan del coche y corren hacia ti,
DIOS MÍO QUÉ HE HECHO
, no puedes mover las piernas, se te abre la boca y sientes o crees sentir que de ella caen hilos de sangre o bilis o saliva o algo que incluya a todo lo anterior,
POR FAVOR SEÑOR AYÚDEME LLAME A UNA AMBULANCIA DIOS MÍO DIOS MÍO
, observas cómo una lengua de sangre se extiende lentamente por el suelo, ves zapatos por todas partes, zapatos y zapatillas,
YA ESTÁ EN CAMINO AGUANTE AGUANTE
, botas también,
NO LO TOQUEN
, catorce de enero, catorce de enero, según las estadísticas, las imprudencias se pagan, un hombre es atropellado, por qué lees tantos íoíoíoíoíoíoío
ÍOÍOÍOÍOÍOÍOÍOÍOÍO
libros, que se joda el Estado, faldas escocesas, tu abuelo dice, tú piensas, seguir estudiando, seguir viviendo, los dedos de una mano, cómo los odio, los amigos que he hecho, centeno, centeno, calzado blanco,
TÚ CÓGELE POR AHÍ
, sudario de plata y oro,
A LA UNA A LAS DOS Y A LAS TRES
, volando, huecos dentro de ti, te has vaciado, ahora el petróleo de tu cabeza corre por la ciudad, se ha ido, estás libre, no sientes nada, ves los edificios y los coches, Volvo 740 azul, ves con más claridad, Seat Córdoba rojo, mejor que Max Estrella, Renault Cinco ceniza,
SE NOS VA SE NOS VA
, el techo es blanco,
DATE PRISA
, y piensas:
Madrid, otoño-invierno de 1996
Edición en formato digital: julio de 2013
© Alberto Olmos, 1998
© EDITORIAL ANAGRAMA, S.A., 1998
Pedró de la Creu, 58
08034 Barcelona
ISBN: 978-84-339-3430-7
Conversión a formato digital: Newcomlab, S.L.